“La gran diferencia entre los indígenas y el mundo occidental es que vivimos en comunidades y nos sentimos como en casa con los hermanos de nuestro grupo. La unión nos hace fuertes, y el individuo es importante como parte de un todo.” Evaristo Nugkuag Ikanan, aguaruna.
“Los líderes actuales deberían cambiar de valores, de “Poder y Autoridad” a “Responsabilidad”. Los EEUU tienen una “declaración de derechos”, y yo creo que habría sido mejor una “declaración de responsabilidades”. Oren Lyons, iroqués.
“Cuando comienza a anochecer, las familias se reúnen alrededor de sus hogueras para dormir. Aquella primera noche, mientras estaba cómodamente tumbado en mi hamaca, me sentí en una especie de país de hadas. Una rata arborícola emitía una llamada, que otra, situada junto al río, contestaba con chillidos. Los búhos ululaban en la distancia, y los chotacabras se silbaban de una manera muy llamativa con una llamada melódica y monótona de tres tonos. Las ranas y los sapos croaban y cantaban a coro. Siempre, de fondo, los insectos chirriaban en la copa de losárboles.
No había luna: la única luz provenía de los fuegos que ardían en cada una de las veinte hogueras colocadas de manera más o menos regular alrededor del perímetro del yano, así como del tenuebrillo de las estrellas. Cuando las llamas se iban extinguiendo, tenía la sensación de estar en una gran cueva subterránea, silenciosa y aislada del mundo exterior. Sin embargo, en ocasiones, el fuego revivía, cuando una de las mujeres abandonaba la hamaca para avivar las ascuas. Entonces, de repente, el tejado curvo del yano se avivaba, y el cielo que se avistaba por el centro se oscurecía a causa del contraste, de forma que parecía una gran cúpula sujeta al techo.
Más tarde, aquella noche, comenzó a llover. Pude oír las gotas que golpeaban el tejado por encima de mi cabeza y ver como caían al espacio abierto que tenía delante, pero el agua no se filtró por el tejado.
Sin poder dormir pero cómodo bajo la cubierta impermeable del techo de paja, sentí que una enorme satisfacción se apoderaba de mi. A lo largo de cientos de kilómetros en todas las direcciones, el bosque me rodeaba, inmenso, aterrador y complétamente diferente al mundo que acababa de dejar atrás. Sin embargo, las paredes del yano mantenían alejada la fiereza de la inmensa selva. En el interior, me sentía protegido no sólo por la empalizaba de hojas que me rodeaba, sino también por la compañia del resto de personas que dormitaba en sus hamacas alrededor del yano. Era como si la enorme y compleja estructura albergara a una sola familia, de la cual me sentía, si no un miembro, al menos sí un huesped bienvenido.
Comenzaba a comprender.“ Robin Hanbury Tenison, Reino Unido.
Sus hogares, los yano, albergan hasta 400 personas, al igual que las casas en los árboles de losKorowai en Indonesia o los kabang flotantes de los gitanos del mar llamados Moken.
En la vasta estepa de Mongolia, las puertas de las casas gers de los nómadas siempre se orientan al sur, para resguardarse de los vientos gélidos de Siberia. Es de mala educación llamar a la puerta y los visitantes simplemente deben entrar.
“Debemos trabajar de forma colectiva porque ahí es donde radica nuestro poder y, ademas, actuar así resulta ventajoso”, afirma Tanien Ashini, un sheshatshiu de Canada.
Para los penan, la peor ofensa social se denomina sihun, que significa no saber compartir. Los yanomami creen que una cazador enfermará si consume su propia caza.
En algunas zonas de Sudáfrica, cuando se desea elogiar a alguien, se le dice que tiene ubuntu: aquello que se requiere para ser un humano. Una persona con ubuntu reconoce que existe porque los demás existen: que es una persona a través de otras. De modo que al deshumanizar a alguien, nos guste o no, nos estamos deshumanizando a nosotros mismos. Ya que sólo podemos ser humanos, ser libres, cuando lo somos todos.
Un indio Cree (Canadá) cuenta
“Sí, estuve una vez en Montreal, pero no puedo volver. Yo quería ir a ver un partido, ya que estaba en Montreal. Empecé a andar hacia el Forum y… no creas que me perdí. Toda la calle estaba llena de gente que iba en la misma dirección. Me alegró pensar que yo iba adonde todas esas personas de la ciudad. Pero cuanto más andaba, más gente había y empecé a darme cuenta que íbamos a estar todos juntos en el mismo espacio. Me entró miedo.
Pensé que si cuando estoy en una habitación con cinco personas noto sus emociones, cuando estuviera en el partido de jockey notaría las emociones de diez mil personas. ¡Eso es demasiado! Y me di la vuelta y empecé a andar en dirección contraria”
La filosofía de la Suma Qamaña de Bolivia, que se podría traducir como “buen convivir”, es la sociedad buena para todos en armonía con los otros y con la naturaleza (la Pacha Mama). Por eso, la manera de expresar regularmente que alguien es ‘pobre’, la palabra que tanto quechuas como aymaras prefieren, es waxcha (o waqcha, en quechua), que literalmente significa ‘huérfano, abandonado’. Es decir, lo que se subraya ante todo es la falta de seguridad y del calor de la de convivencia en su vida, más que la carencia de bienes materiales.
Muchas tribus tampoco creen en el principio de propiedad privada de la tierra.
“Bushmanland (tierra de los bosquímanos) es nuestro gran nore, es como el territorio de todas nuestras familias. El gran nore se compone de nuestros pequeños noresi, que son los territorios de una familia extensa. Nore significa el lugar donde has nacido y han nacido tus padres y tus abuelos. No es solo un pedazo de tierra, sino una porción de naturaleza, nuestro recurso natural. Cada nore proporciona los mismos recursos, de ahí que las familias hayan aprendido a compartirlos. Hemos aprendido a ayudarnos para poder sobrevivir en un entorno tan difícil. El nore es la clave de nuestra supervivencia y la base de nuestra cultura.” Kxao Moses, bosquimano juhoan, Namibia.
“La gran diferencia entre los indigenas y el mundo occidental es que vivimos en comunidades y nos sentimos como en casa con los hermanos de nuestro grupo, de nuestra nación indígena. La unión nos hace fuertes, y el individuo es importante como parte de un todo. Nuestros ancestros no conocieron el individualismo y nosotros no lo concebimos para nuestros hijos.” Evaristo Nugkuag Ikanan, aguaruna.
Existen antiguos y tradicionales sistemas de trabajar la tierra en comunidad, sin esperar nada a cambio más que el bien de todos, incluso en Occidente. Los aztecas ya utilizaban la minka o minga, que hoy los pueblos indígenas de la cordillera andina usan todavía, para construir todo tipo de
infraestructuras, pero también existe el auzolan en Navarra (donde todavía hay pueblos en los que sigue vigente), la prestación gallega andecha o el coor irlandés. En Tokelau y las islas Cook,los archipiélagos más aislado del mundo, el compartir se convirtió en un auténtico sistema que aún funciona, y se llama inati. Todos los días, la pesca fresca se coloca en la playa y se reparte según las necesidades de cada cual.
De hecho, en los años 60 y 80, se implantó la minka desde la administración de Perú para la construcción de redes de comunicación y para acometer las obras públicas de las que estaba necesitada el país. Los ciudadanos ofrecían su mano de obra en lugar de impuestos, y el Gobierno pagaba el material necesario para las obras. En pocos años se dotó el país de la mayoría
de infraestructuras existentes. Corea del Sur se interesó por la experiencia, y tras unavisita que hizo su gobierno para conocerla in situ, puso en marcha en su país este sistemaaplicado a la economía: en pocos años pasó de ser un país pobre económicamente a ser una potencia que tiene su lugar a nivel internacional.
Pero este sistema es el día a día de muchas sociedades de todo el mundo, donde de forma instintiva se dice “nosotros” en lugar de “yo”. Numerosas sociedades indígenas apenas tienen líderes formales, las decisiones las toman por consenso y las órdenes sólo se manifiestan a modo de sugerencia.
“Lo más importante sería que los líderes actuales cambiaran de valores, de “Poder y Autoridad” a “Responsabilidad” Los EEUU tienen una “declaración de derechos”, y yo creo que habría sido mejor una “declaración de responsabilidades”.
“Todos tenemos sentido común, por eso lo llaman así. Todos lo tenemos, solo hay que usarlo, eso es todo. Y tienes que valorar lo que los otros te dicen, usas el sentido común y piensas “no, eso no resulta”. Recuerdo a uno de nuestros jefes… éramos un grupo de niños que habíamos hecho algo malo y estábamos sentados ante el consejo de jefes, y hablaban de “quién es el lder?” Y recuerdo que una anciano jefe dijo:
”¿No ves que no es razonable seguir a alguien sin saber por qué? No sabes por qué, pero si fuera a tirarse por un precipio, ¿lo seguirías?? Usa tu razón, usa tu sentido común.”
Y luego dijo:
“Cada persona debe ser su propio líder. Piensa por ti mismo.” Oren Lyons, iroqués.
Fuentes:
http://sumakkawsay.files.wordpress.com/2009/06/albo_sumaqamana.pdf
Somos uno: un homenaje a los pueblos indígenas. Joanna Eede.
http://lagenterula.files.wordpress.com/2011/06/la-cultura-del-auzolan.pdf
http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/2013/01/la-comunidad-una-declaracion-de.html
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