EL ARTE DE DEJAR IR

Han pasado seis meses desde que una Juan dejó el mundo de la empresa – siempre hay algunas cosas que pierdes cuando te independizas…como el saludo habitual a los compañeros de trabajo,la emoción previa a la presentación de un proyecto o una reunión.

Ahora se da cuenta que significaba una gran transición pasar de una sede corporativa con cientos de empleados a una oficina pequeña en su casa. A pesar de que nunca cambiaría su vida actual, con su libertad e independencia, vivió en ese otro mundo por 30 años …

… Y todavía siente el dolor de dejar ir.

En diferentes puntos de nuestra vida todos experimentamos la dificultad de dejar ir – no sólo físicamente, sino con nuestros corazones y mentes. Es posible que tengamos que hacer esto con nuestras relaciones, carreras o en el hogar mismo.

Incluso las relaciones destructivas puede ser difíciles de cortar. Sabemos que nos intoxican, nos degradan, o nos apartan de nuestros aspectos luminosos, y aún así,nos mantienen atrapados en su red. Casey Clair, en su libro “Aún Soltero”, habla de la vacuidad de sus cinco años de romance con un hombre casado y de “las horas de duda e infelicidad” que la atormentaban. Ella escribe: “Todo se transformó en una herida que no podía ignorar.” Fue el dolor lo que finalmente la obligó a dejarlo.

También podemos tener que enfrentar la pérdida de nuestra salud o habilidades por una enfermedad o un accidente.
(Ni me lo digan a mí…y aquí estoy!!) Cuando el cambio se nos impone, o sea, que conscientemente no lo buscamos, a menudo nos sentimos peor que cuando es nuestra decisión. De cualquier manera “dejar ir” nunca es algo rápido ni fácil. Es hora de desterrar ese facilismo, amados Trabajadores de la Luz…tal vez por eso a quienes queremos avanzar se nos llama “trabajadores”…porque asumimos el trabajo de ayudar a la elevación de la energía, aún en las dificultades y el desgarro emocional.

No importa a quién o qué tenemos que dejar de lado en nuestras vida, vamos a considerar algunas actitues que nos ayudarán en el proceso.

Permitirse la Aflicción-

Irónicamente, es nuestra propia resistencia la que nos causa más dolor. Cuanto más nos resistimos a ceder a la emoción, más difícil se hace pasar por esta transición. El estoicismo no nos dan fuerza. Es más útil revivir los buenos momentos de la relación o situación que debe dejar atrás y reconocer lo que nos ha dejado de positivo, agradeciendo inmensamente haber conocido a esa persona o personas o haber pasado por esa situación, y que haya finalizado…pues eso ha sido indispensable para nuestro crecimiento y para preparar siempre una etapa mejor.. Luego dejemos que las lágrimas surjan si así debe ser. Un duelo tiene que vivirse, el término de algo también es como un pequeño duelo para nuestro yo pequeño, que tiene que tomar un balde y sacar fuera el agua del bote,para mantenerse equilibrado y no hundirse.

Compartir la experiencia o Buscar el silencio-

Según nuestro grado de aprendizaje, tal vez tengamos que hablar sobre los cambios nuestra su vida. Este es el momento de recurrir al apoyo de amigos o familiares. O incluso a los extraños que entiendan por lo que estamos pasando.

Faye, un violinista y escritor que sufrió la pérdida de sus padres, seguida por la de su amado gato, dice, “Lo único que ha hecho todo más fácil dejar ir es encontrar a personas que han pasado por la misma experiencia.”

En cambio otros de nosotros, entre los que me incluyo,nos volvemos adentro…vaciamos la mente cuanto podemos,y abrazamos la Luz…también como podemos. Ir adentro y el silencio,es un remedio de lo más eficaz porque elevas tu dolor al alma, el alma a tu Ser Cósmico y puedes trasmutarlo.Cada uno sabe si le ayuda el silencio o el compartir su experiencia.De todas maneras,recuerden que a aquello de lo que mucho hablamos siempre le estamos dando energía, o sea aumentamos su poder sobre nosotros.Tal vez un camino intermedio es bueno..si no puedes recurrir al silencio, comparte la experiencia,mas sin poner lo negativo siempre al frente. Busca siempre lo más luminoso de lo que pasó.

Aprender a Aceptar

La gran palabra que tanto usamos…mas difícilmente empleamos…No importa en qué grado de aceptación estemos…Está bien!!! Somos aprendices…así que cada día un poquito más.

Los niños crecen y abandonan el hogar, las relaciones evolucionan y algunos se van de nuestras vidas. Ésto es la vida!!! Todo cambia continuamente como el mar, como las fases de la luna, como las estaciones…todos son ciclos que comienzan y terminan.

Hay un tiempo para todo, decía el salmista, para construír y destruír, para sembrar y para recoger, para atesorar y para soltar… y el momento del cambio no está bajo el control de nuestro deseo personal…sino de algo superior y más sabio.

Mirando hacia atrás, es probable nos demos cuenta de que tampoco supimos bien cómo llegamos a tal relación o situación particular en sus comienzos…pues la sincronía mueve nuetra Vida desde un lugar fuera de nuestro pequeño yo. Del mismo modo que pareciera que no teníamos el control para determinar cuando llegó eso a nuestra vida…tampoco lo tenemos,al menos concientemente, para el momento en que termina. Interiormente sabemos que TODO LO ELEGIMOS…lo que no quiere decir que nuestro ego lo haya elegido ni aceptado.¿Se imaginan con las tonterías que solemos hacer desde él si fuésemos a manejar las cuerdas desde nuestros deseos?.Por eso la aceptación nos cuesta…porque esa parte nuestra sigue jalándonos hacia el pasado y al aferrarnos.

Si se ha creado un vacío en nuestra vida personal…lo que sentimos es la ausencia de lo que había antes. Sin embargo, es sólo a través de la aceptación que podemos permitir que llegue lo nuevo que tiene que reemplazarlo, ya sea que se trate de una persona o de nuevas circunstancias.

Disfrutar de lo Nuevo

Observemos a un niño que está con un juguete en la mano…de pronto alguien le trae un juguete nuevo, y ante la novedad ¿qué es lo primero que hace?…sin pensarlo, suelta lo que tiene, ya conocido, aunque caiga al suelo, para tomar el juguete nuevo.Tiene espontáneamente esa actitud de asombro, alegría y disfrute ante lo nuevo.

Liberarnos para disfrutar de lo nuevo que nos llega es algo que podemos hacer de manera natural cuando niños…a medida que crecemos…comenzamos a aferrarnos cada vez con más fuerza a todo…porque la mente ya ha comenzado a arruinarnos el juego,con el miedo a la pérdiada y a lo desconocido. No sabemos lo que nos espera al doblar la esquina (Afortunadamente!…si no tal vez nunca la doblaríamos) … o si podremos volver a encontrar la felicidad que estamos perdiendo o hemos creído perder ( cierta altura descubrimos que ella es el estado natural del Alma, saboteado por la mente).

Ya les dije que el facilismo no siempre es el camino del “trabajador de la Luz” pues aún para no luchar, dejar ir y aceptar…trabajamos con ciertas emociones que hacen agua…a las que tenemos que vacir con el balde amoroso que el Espíritu nos acerca.

Se necesita CORAJE…VALOR… para realmente dejar ir. Tenemos que confiar en que lo que entrará en nuestra Vida es lo que nuestro Ser Superior sabe que necesitamos,lo adecuado, lo justo…aunque no sea agradable.

A continuación, tomemos una respiración profunda, y DEMOS VUELTA LA PÁGINA!

Pasemos a lo siguiente en el Libro de la Vida con la completa FE de que TODO ES PARA EL BIEN MAYOR.

Les Amo,y aprendo con cada reflexión con ustedes!

Su Hermana Tahíta-

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