La influenza ha alcanzado proporciones epidémicas en Estados Unidos; un 7,3 % de las muertes registradas la semana pasada se debieron a neumonía y gripe, anunciaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCPEEU) el viernes.
Nueve de las 10 regiones de Estados Unidos han registrado un nivel “elevado” de influenza la semana pasada, lo que confirma que dicha enfermedad viral estacional se ha extendido por todo el país y ha alcanzado altos niveles. Solo en una región -el suroeste y California, costa oeste- ha experimentado un ritmo normal.
Decenas de miles de estadounidenses mueren cada año a causa de la influenza, incluso en años no epidémicos. El umbral de una epidemia es cuando las muertes superen el 7,2 %.
En la ciudad de Boston (estado de Massachusetts, noreste de EE.UU.), los casos de influenza son 10 veces más altos que el año pasado y ello obligó el miércoles al alcalde de dicha ciudad, Thomas Menino, a declarar una emergencia de salud pública.
En el estado de Illinois (en el Medio Oeste), 24 hospitales luchan por hacer frente a la avalancha de casos de influenza, hasta el punto de que han tenido que rechazar a personas que llegan a la sala de urgencias; mientras que en el estado de Pennsylvania (noreste), un hospital ha puesto en marcha una tienda de campaña para las personas que llegan con una influenza menos severa.
Un total de 20 niños han muerto de influenza en esta temporada, dos de ellos la semana anterior, según los CCPEEU.
El brote ha llevado a intentos de prevención que van más allá de la recomendación estándar de vacunarse, evitar el contacto con personas enfermas y lavarse las manos frecuentemente con jabón.