Repaso a las reflexiones de la filósofa, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2012, sobre justicia, ética, y filosofía política
El pasado mes de mayo, la profesora Martha Craven Nussbaum ganó el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2012. Nussbaum es una filósofa estadounidense interesada por la filosofía antigua, la filosofía política, la filosofía del derecho y la ética. También por la religión y los derechos de la mujer. Para ella, la denominada “crisis silenciosa”, de la educación, es más grave que la pregonada crisis económica mundial: producirá “generaciones enteras de máquinas utilitarias”, en vez de ciudadanos libres, capaces de pensar por sí mismos, comprender el sufrimiento ajeno y poseer una mirada crítica sobre las tradiciones. En este contexto, la democracia estará amenazada. Por Rosa Colmenarejo y Leandro Sequeiros.
Martha Craven Nussbaum (Nueva York, 6 de mayo de 1947) es una filósofa estadounidense. Sus intereses se centran en particular en la filosofía antigua, la filosofía política, la filosofía del derecho y la ética. También por la religión y los derechos de la mujer (que presentaremos en un próximo artículo).
La denominada “crisis silenciosa” es para Nussbaum aún más grave que la pregonada crisis económica mundial: la mayor crisis es la de la educación, pues una educación en la que las humanidades no ocupen su justo lugar producirá “generaciones enteras de máquinas utilitarias”, en vez de ciudadanos libres, capaces de pensar por sí mismos, comprender el sufrimiento ajeno y poseer una mirada crítica sobre las tradiciones. Sin educación, la democracia corre un serio peligro, afirma Nussbaum, y sin democracia cualquier intento de desarrollo humano será vano.
Nussbaum nació en la ciudad de Nueva York, el seis de mayo de 1947. Ha cumplido, pues, 65 años. Dentro del vasto campo de la reflexión sobre el ser humano sus intereses se han centrado en la filosofía antigua, la filosofía política, la filosofía del derecho y la ética, las religiones y la autonomía de la mujer. Hija de George Craven, un abogado de Filadelfia, y de Betty Warren, ama de casa, estudió teatro y lenguas clásicas en la Universidad de Nueva York dedicándose posteriormente a la reflexión filosófica. Contrajo matrimonio con Alan Nussbaum, del que se divorció en 1987.
En el solemne acto de recepción del Premio, Martha Nussbaum pronunció unas breves palabras de agradecimiento que resumen toda su vida.
Ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2012. INTERVENCIÓN DE LA SRA. MARTHA C. NUSSBAUM, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Oviedo, 26 de octubre de 2012.
Majestad, Altezas, Galardonados con los Premio Príncipe de Asturias, Distinguidas autoridades, Señoras y Señores:
Me siento conmovida y humildemente honrada por esta distinción, que fue toda una sorpresa para mí. Les debo a todos ustedes, y a toda la gente de Asturias, mi más afectuosa gratitud por este reconocimiento. Hay algo verdaderamente sorprendente en este Premio, y a ello quiero dedicar mi breve discurso. Lo sorprendente es que estoy recibiendo el Premio de Ciencias Sociales y, sin embargo, yo provengo de las Humanidades, soy una filósofa que ha trabajado no solo en la filosofía política, sino también en la naturaleza de las emociones y de la imaginación y en el problema de la interdependencia y vulnerabilidad humanas, a menudo recurriendo a obras literarias y musicales para dilucidar estas cuestiones. No obstante, no creo que sea erróneo clasificar mis contribuciones dentro de las Ciencias Sociales.
Lo que he hecho a lo largo de los años es desarrollar (en colaboración con economistas) lo que se conoce como el enfoque del desarrollo humano, o el enfoque de las capacidades. Se trata de un enfoque que sostiene que el crecimiento económico, medido por el PIB per cápita, no es suficiente para evaluar la calidad de vida nacional ya que realmente no capta qué es lo que la gente está luchando por conseguir. El enfoque del PIB hace caso omiso a la distribución, por lo que puede dar una alta calificación a naciones que guardan alarmantes desigualdades de oportunidades. E ignora además el hecho de que una vida humana próspera tiene muchas partes que varían unas de otras independientemente, e independientemente, también, del crecimiento económico regional o nacional.
Una nación puede tener un alto crecimiento sin libertad política o religiosa; pero la gente desea tener una voz sobre su vida política y moral. Una nación también puede crecer bien sin una distribución adecuada de las oportunidades de educación, de asistencia sanitaria o de la preservación básica de la integridad corporal –como muestra con tanta claridad mi próspero país, con sus luchas sobre la educación y la asistencia sanitaria y su historial lamentable de violencia de género. Lo que nosotros hemos estado defendiendo, entonces, es que la medida correcta de desarrollo se focaliza en las personas, es sensible a la distribución, y es plural; refleja el hecho de que la gente no lucha por la renta nacional, lucha por una vida con sentido para ellos mismos.
Al desarrollar una lista de las capacidades humanas centrales, que afirmo son los requisitos mínimos de una vida conforme a la dignidad humana, he tratado de dar cuerpo a estas ideas y de sugerir algunas metas concretas para todas las naciones.
Creo que este trabajo es sin duda una contribución a las Ciencias Sociales y a la economía del desarrollo, en particular. Con frecuencia la economía se centra de forma restringida en el crecimiento; pero en el fondo se trata de una disciplina normativa enfocada en las personas, y precisa lo que tenía en sus inicios, el input de la filosofía, para articular los objetivos de una buena sociedad que sea sensible a las personas.
La importancia que tiene la filosofía para la economía sugiere algo más, lo que constituye otro tema de mi trabajo: necesitamos una educación bien fundada en las humanidades para realizar el potencial de las sociedades que luchan por la justicia. Las humanidades nos proporcionan no solo conocimientos sobre nosotros mismos y sobre los demás, sino que nos hacen reflexionar sobre la vulnerabilidad humana y la aspiración de todo individuo a la justicia, y nos evitarían utilizar pasivamente un concepto técnico, no relacionado con la persona, para definir cuales son los objetivos de una determinada sociedad. No me parece demasiado atrevido afirmar que el florecimiento humano requiere el florecimiento de las disciplinas de humanidades. Por lo tanto, agradezco que la Fundación Príncipe de Asturias haya reconocido a las humanidades como una parte importante del pensamiento social para el futuro.
Martha Nussbaum (que ha conservado el apellido del marido), enseñó filosofía y letras clásicas en la Universidad de Harvard en los años setenta y a principios de los ochenta, antes de trasladarse a la Universidad de Brown. Uno de sus libros más influyentes, La fragilidad del bien: fortuna y ética en la tragedia y la filosofía griega (The Fragility of Goodness), publicado en 1986, convirtió a Martha Nussbaum en una figura reconocida en el ámbito de las ciencias sociales. Posteriormente, la valía de su trabajo la hizo merecedora de títulos honoríficos en más de 25 instituciones.
Un dato muy importante y revelador para su trabajo intelectual: durante la década de los ochenta, Nussbaum comenzó un conjunto de projectos de investigación en colaboración con el economista indio Amartya Sen(Premio Nobel de Economía en 1998) en temas relacionados con el desarrollo humano y la ética.
En conjunto con Sen, Nussbaum promovió el concepto de “capacidades” (algo así como “derechos o libertades sustanciales” a todo ser humano). “Capacidades” tales como la posibilidad de vivir una larga vida, la de llevar a cabo transacciones económicas, o la participación en actividades políticas.
Estas “capacidades” son partes constitutivas del desarrollo, y por ello, la pobreza se entiende como una privación (o un despojo) de dichas “capacidades”. Esto contrasta sobremanera con los acercamientos teóricos que se habían hecho sobre la filosofía del desarrollo humano y social hasta ese momento.
Los medios de comunicación han destacado dos aspectos relevantes de la producción intelectual de Martha Nussbaum: su defensa de los derechos de la mujer y las reflexiones sobre la religión. En uno de sus últimos libros ya traducido al castellano: Mujer y desarrollo humano: aproximación a las capacidades (Herder, Barcelona, 2002), aborda la reflexión intercultural de la mujer en el Tercer Mundo dentro del contexto del Islam. De ellos tratamos más adelante.
Como estudiosa de la religión orientada antropológicamente Nussbaum hace esfuerzos para integrar las nociones universales de justicia en las vidas concretas de las mujeres pobres. La pregunta que late en el fondo de este trabajo es esta: la religión, ¿es una buena o una mala noticia para las mujeres, y en especial para las de los países pobres de religiones no cristianas? En una entrevista publicada en 2007 afirma tajantemente que el Islam es perfectamente compatible con los derechos de las mujeres. Tal vez sus reflexiones rompen muchos de los mitos que desde occidente se han construido para justificar demasiadas cosas.
Nussbaum y las capacidades funcionales humanas centrales
Un estudio particularmente interesante sobre las capacidades funcionales humanas de Nussbaum nos lo ofrece Ian Gough (Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, número 100, 2008). En su opinión, Nussbaum aborda esta cuestión directamente, presentando su lista actual de “diez capacidades funcionales humanas centrales” (CFHC de aquí en adelante) que desarrollo en su libro Mujeres y Desarrollo humano (2002).
Junto con Amartya Sen intenta una nueva fundamentación de los derechos. Pero Nussbaum presente una explicitación de lo que ella llama las diez capacidades funcionales humanas centrales (CFHC) que son hoy pauta para muchos estudios sobre la mujer. Estas son las capacidades (Mujeres y Desarrollo humano, 2002, páginas 78-80):
1. Vida. Ser capaces de vivir una vida humana de duración normal hasta su fin, sin morir prematuramente o antes de que la vida se reduzca a algo que no merezca la pena vivir.
2. Salud corporal. Ser capaces de gozar de buena salud, incluyendo la salud reproductiva, estar adecuadamente alimentado y tener una vivienda adecuada. Sin embargo, puede irse un paso más allá de los límites tradicionales de la política social. Este compromiso para colmar las necesidades de los extranjeros y para apoyar las estructuras de bienestar necesarias no puede detenerse ante las fronteras de un Estado en particular. La idea de las necesidades humanas universales lleva inexorablemente a la garantía global de su satisfacción. Aporta un poderoso respaldo a las ideas contemporáneas sobre el cosmopolitismo, que perciben al conjunto del mundo como una comunidad política potencial –independientemente de los obstáculos y de lo utópico que esto suena hoy en día–. Esta crítica a Sen es similar a la nuestra (TNH, p. 156). Sin duda, Sen ofrece ejemplos de los funcionamientos, pero lo hace de una forma no sistemática. En otro texto, mi argumentación es que “los ejemplos [de funcionamientos] de Sen incluyen el ser feliz, el poder elegir, el gozar de buena salud, de estar alimentado y alojado adecuadamente, el de tener amor propio, poder aparecer en público sin vergüenza y el participar en la vida de la comunidad. Aunque es probable que valoremos todas estas cosas, es una lista bastante curiosa. Incorpora estados subjetivos (ser feliz) junto con estados objetivos (estar adecuadamente alimentado), además de condiciones culturalmente generalizables (gozar de buena
salud), junto con valores específicamente liberales (poder elegir). No está del todo claro que estos sean ‘intrínsecamente’ significativos en la definición del bien social”.
3. Integridad corporal. Ser capaces de moverse libremente de un lugar a otro; que los límites físicos propios sean considerados soberanos, es decir, poder estar a salvo de asaltos, incluyendo la violencia sexual, los abusos sexuales infantiles y la violencia de género; tener oportunidades para disfrutar de la satisfacción sexual y de la capacidad de elección en materia de reproducción.
4. Sentidos, imaginación y pensamiento. Ser capaces de utilizar los sentidos, de imaginar, pensar y razonar, y de poder hacer estas cosas de una forma realmente humana, es decir, informada y cultivada gracias a una educación adecuada, que incluye (pero no está limitada a) el alfabetismo y una formación básica matemática y científica. Ser capaces de hacer uso de la imaginación y el pensamiento para poder experimentar y producir obras auto-expresivas, además de participar en acontecimientos elegidos personalmente, que sean religiosos, literarios o músicos, entre otros. Ser capaces de utilizar la mente de maneras protegidas por las garantías a la libertad de expresión, con respeto a la expresión política, artística y de culto religioso. Ser capaces de buscar el sentido propio de la vida de forma individual. Ser capaces de disfrutar de experiencias placenteras y de evitar daños innecesarios.
5. Emociones. Ser capaces de tener vínculos afectivos con cosas y personas ajenas a nosotros mismos; amar a los que nos aman y nos cuidan y sentir pesar ante su ausencia; en general, amar, sentir pesar, añorar, agradecer y experimentar ira justificada. Poder desarrollarse emocionalmente sin las trabas de los miedos y ansiedades abrumadores, ni por casos traumáticos de abusos o negligencias. (Defender esto supone promover formas de asociación humana que pueden ser demostrablemente esenciales para su desarrollo).
6. Razón práctica. Ser capaces de formar un concepto del bien e iniciar una reflexión crítica respecto de la planificación de la vida. (Esto supone la protección de la libertad de conciencia).
7. Afiliación. A) Ser capaces de vivir con otros y volcados hacia otros, reconocer y mostrar interés por otros seres humanos y comprometerse en diversas formas de interacción social; ser capaces de imaginar la situación del otro y tener compasión hacia esta situación; tener la capacidad tanto para la justicia como para la amistad. (Esto implica proteger instituciones que constituyen y alimentan tales formas de afiliación, así como la libertad de asamblea y de discurso político). B) Teniendo las bases sociales del amor propio y de la no humillación, ser capaces de ser tratados como seres dignos cuyo valor es idéntico al de los demás. Esto implica, como mínimo, la protección contra la discriminación por motivo de raza, sexo, orientación sexual, religión, casta, etnia u origen nacional. En el trabajo, poder trabajar como seres humanos, ejercitando la razón práctica y forjando relaciones significativas de mutuo reconocimiento con otros trabajadores.
8. Otras especies. Ser capaces de vivir interesados y en relación con los animales, las plantas y el mundo de la naturaleza.
9. Capacidad para jugar. Ser capaces de reír, jugar y disfrutar de actividades de ocio.
10. Control sobre el entorno de cada uno. A) Político. Ser capaces de participar eficazmente en las decisiones políticas que gobiernan nuestras vidas; tener el derecho de participación política junto con la protección de la libertad de expresión y de asociación. B) Material. Ser capaces de poseer propiedades (tanto tierras como bienes muebles) no sólo de manera formal, sino en términos de una oportunidad real; tener derechos sobre la propiedad en base de igualdad con otros; tener el derecho de buscar un empleo en condiciones de igualdad con otros, ser libres de registros y embargos injustificados.
De ellas, Nussbaum identifica dos, razón práctica y afiliación, como de especial significado, ya que “las dos organizan y se difunden hacia los demás, haciendo que su búsqueda sea verdaderamente humana”. Más adelante parece añadir un tercer elemento de importancia primordial, la integridad física. Aunque algunas de las entradas en la lista son atemporales, ésta está concebida para el mundo moderno: “el alfabetismo es una especificación concreta de una capacidad más general para el mundo moderno”.
Nussbaum también subraya que “parte de la idea de la lista proviene de su posibilidad de ser realizados de forma múltiple: sus miembros pueden ser especificados más concretamente de acuerdo a creencias y circunstancias locales”.
Además, “es categóricamente una lista de componentes separados. No podemos satisfacer la necesidad de uno de ellos ofreciendo una mayor cantidad de otro. Todos son fundamentalmente importantes y todos tienen calidades distintas”.
Nussbaum denomina su enfoque como neoaristotélico. Siguiendo su método en la Ética nicomaquea, identifica “esferas de experiencia humana que constan en casi cualquier vida humana, en las que más o menos cualquier ser humano tendrá que tomar algunas decisiones y hacer unas elecciones y no otras”, habiendo virtudes correspondientes para cada una de ellas. Esto genera una lista relativamente variable de 10 a 11 esferas de experiencia. Su enfoque identifica “una idea central del ser humano como un ser libre y digno que forma su propia vida en cooperación y recíprocamente con otros… Una vida que es realmente humana es la que está formada en su conjunto por estos poderes humanos de razón práctica y de sociabilidad”. Esta perspectiva genera un concepto más rico del bienestar, en comparación con el enfoque más neokantiano de Sen.
Sin embargo, en su nueva obra, este enfoque filosófico se ve complementado, según ella, por un segundo proceso de diálogo transcultural. “La metodología que se ha utilizado para modificar la lista… [deriva] tanto de los resultados del debate transcultural académico como de deliberaciones en el seno de grupos femeninos”. “Por tanto, ya representa lo que propone: un tipo de consenso solapado”. La lista antes citada es el resultado de discusiones que tuvieron lugar en la India y en otros lugares. “En este sentido, la lista sigue estando
abierta y humilde”.
En su método actualizado el argumento basado en el principio de la primera etapa “se concibe como un primer paso en el proceso para alcanzar un equilibrio reflexivo de este tipo”. Esto luego se reitera para acercarse a un consenso solapado. Su propuesta neoaristotélica “está destinada a ser (a diferencia de la de Aristóteles) un enfoque parcial, y no de conjunto, sobre la buena vida, un concepto moral seleccionado únicamente por motivos políticos”.
Justicia, ética y desarrollo humano
En un reciente artículo en la revista PENSAMIENTO (2012, volumen 68, número 256, páginas 373-376), uno de nosotros (R. Colmenarejo) sistematiza el pesamiento de Nussbaum con una revisión de su obra en castellano.
Resalta que Martha Nussbaum es una filósofa que participa activamente tanto en debates públicos como en la Academia. Es habitual su presencia como profesora invitada en modestas universidades norteamericanas, así como en universidades de prestigio en todo el mundo, o reclamada como perito en juicios en los que se precisan puntualizaciones morales.
Autora de numerosos artículos, cuenta con veintitrés libros publicados hasta la fecha, de los cuales diecisiete cuentan con edición en castellano. Siguiendo el acta del jurado del citado premio Príncipe de Asturias como hilo conductor de esta revisión bibliográfica, agruparemos los títulos en cuatro bloques: “pensamiento clásico”, “defensa de las humanidades”, “filosofía política”, y “desarrollo humano”.
En “pensamiento clásico” es posible incluir La terapia del deseo: teoría y práctica en la ética helenística(1994,2003), y La fragilidad del bien. Fortuna y ética en la tragedia y la filosofía griega (1986,1995, 2003). Su ensayo más temprano y aquel que le permitió alcanzar cierto reconocimiento. En esta obra, Nussbaum aborda el estudio de la vulnerabilidad humana mediada por la fortuna o tyché, es decir, aquello que media entre el ser y el ser hecho, o en palabras de la autora, entre aquello que nos es propio y lo que le corresponde al mundo, a partir del poema de Píndaro, Nemea.
Con este ensayo, Nussbaum pretende mostrar cómo la práctica ética se sustenta en la creencia atávica sobre la esencialidad de lo humano, y que la peculiar belleza de la excelencia humana reside precisamente en esa vulnerabilidad. Algo que ha convivido, aún hasta nuestros días, con una aspiración a la autosuficiencia racional, y con ello a una inmunidad ante la fortuna.
Por ello cuestiones como: ¿con qué grado de intervención de la fortuna en nuestra vida creen estos pensadores griegos que podemos vivir humanamente? ¿Con qué grado debemos vivir para que nuestra vida sea la mejor y más valiosa desde el punto de vista humano? Son planteadas con la intención de retomar un problema aún vigente, sobre la vida buena que una persona es capaz de procurarse o sobre la vida digna de ser vivida. Es laeudaimonia, un término que Aristóteles describió como “vivir y actuar bien”, y que en el pensamiento clásico griego es algo esencialmente activo y constitutivo de la naturaleza humana, y no únicamente un medio para alcanzar el “bien”.
Esta obra nos facilita los fundamentos filosóficos que maneja Nussbaum al realizar su enfoque particular sobre las capacidades humanas en obras más recientes como Mujeres y desarrollo humano o Crear capacidades, que abordaremos enseguida.
La “defensa de las humanidades” en la obra de Martha Nussbaum, puede situarse en Justicia poética (1990, 1997). A partir de un minucioso estudio de la novela de Charles Dickens Tiempos difíciles, a la que recurre habitualmente en sus obras, argumenta Nussbaum las aportaciones fundamentales que realiza la lectura comparada de novelas para el desarrollo de la actividad científica, al “posibilitar la razón por medio de la fantasía”. Centrada en el ejercicio del derecho jurídico, Nussbaum se posiciona a favor de las emociones, en tanto que lejos de ser enemigas de la racionalidad, representan lo más inherente al ser humano.
Negar las emociones, supone negar la esencia humana y con ello, una deshumanización de la justicia. Como en el ensayo anterior, y volviendo a las preguntas de los clásicos, considera la autora que lo realmente importante es ser capaces de establecer cuál es el grado de intervención mínimo de estas emociones, de tal modo que la humanidad quede preservada de los juicios abstractos, y que la objetividad sea educada mediante la empatía.
Amor, literatura y filosofía
Originalmente publicada en el mismo año, aunque con una demora considerable en castellano, El conocimiento del amor. Ensayos sobre filosofía y literatura (1990, 2005) es una recopilación de artículos publicados en torno a la relación entre literatura y filosofía moral, en los que se aboga, como en el caso anterior, por una concepción de la comprensión ética como una actividad que es tanto emocional como intelectual, “concediendo cierta prioridad a la percepción de personas y situaciones concretas, sobre las reglas abstractas”.
Esta misma línea sigue la recopilación de conferencias publicada como Paisajes del pensamiento. La inteligencia de las emociones (2001, 2008) donde Nussbaum defiende que las emociones conforman el paisaje de nuestra vida mental y social, y con ello han de considerarse “imbuidas de inteligencia y discernimiento”, lo que nos debería alentar a no dejarlas fuera fácilmente a la hora de dar cuenta de un juicio ético, tal y como ha sucedido a menudo en la historia de la filosofía.
Nussbaum no concibe el pensamiento moral como un sistema de principios imparciales, sino como un sistema de razonamiento ético del que las emociones han de formar parte ineludiblemente. Ello no significa que deban ser aceptadas sin más, sino que deben contar con una teoría “razonablemente adecuada” para ser incorporadas a la teoría ética.
El cultivo de la humanidad. Una defensa clásica de la reforma en la educación liberal (1997, 2001, 2005) aborda la influencia que ha tenido la incorporación de las denominadas asignaturas y cátedras “transversales” en el desarrollo de las universidades norteamericanas. Centrado en las dieciocho universidades que mejor conoce la autora, el ensayo indaga en las aportaciones que ha realizado el pensamiento socrático, la idea de ciudadanía universal, la imaginación narrativa, la compasión, el estudio de las culturas no occidentales, los estudios sobre las mujeres y sobre la exclusión de las mujeres, el estudio de la sexualidad humana, o la influencia de Sócrates en nuevas formas de abordar los estudios sobre la religión, en la educación de varias generaciones de brillantes y comprometidos ciudadanos y ciudadanas estadounidenses.
En sus conclusiones, afirma Nussbaum siguiendo a Séneca, que una educación sólo es verdaderamente “adecuada para la libertad” si produce ciudadanos libres, “ciudadanos que son libres no debido a la riqueza o al nacimiento, sino porque se saben dueños de sus propias mentes”, y ello como único medio para llegar a construir una cultura democrática que sea en verdad deliberante y reflexiva, “en vez de simplemente la colisión de preferencias carentes de análisis”.
Si aquí la autora, aún alertando sobre los peligros que le acechaban, mostraba su confianza en el sistema educativo norteamericano, en Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades (2010) se muestra absolutamente desalentada por la pérdida de confianza que han sufrido los estudios de humanidades en los diez años transcurridos entre uno y otro ensayo.
La crisis silenciosa y la filosofía política en Nussbaum
La denominada “crisis silenciosa” es para Nussbaum aún más grave que la pregonada crisis económica mundial: la mayor crisis es la de la educación, pues una educación en la que las humanidades no ocupen su justo lugar producirá “generaciones enteras de máquinas utilitarias”, en vez de ciudadanos libres, capaces de pensar por sí mismos, comprender el sufrimiento ajeno y poseer una mirada crítica sobre las tradiciones. Sin educación, la democracia corre un serio peligro, afirma Nussbaum, y sin democracia cualquier intento de desarrollo humano será vano.
En “filosofía política” agruparemos los títulos que han tenido como objeto el estudio de la libertad de conciencia, un ensayo sobre casos prácticos de ejercicio del derecho, de nuevo con la esencialidad de las emociones como argumento principal: El ocultamiento de lo humano. Repugnancia, vergüenza y ley (2004, 2006); así como un ensayo coral sobre patriotismo y cosmopolitismo. Los límites del patriotismo. Identidad, pertenencia y ciudadanía mundial (1996, 1999) es una recopilación de reflexiones en respuesta al ensayo “Patriotismo y cosmopolitismo”, escrito por Martha Nussbaum por encargo del editor Joshua Cohen, firmadas por autores tan dispares ideológicamente como Appiah, Barber, Bok, Butler, Falk, Glazer, Gutmann, Himmelfarb, McConnell, Pinski, Putnam, Scarry, Sen, Taylor, Wallerstein o Walzer, y una réplica final de la autora a éstos. Más allá de su valioso contenido, quisiéramos resaltar aquí su singularidad tanto como debate filosófico, así como ejercicio de discusión pública esencial para comprender las fórmulas de construcción del pensamiento norteamericano actual.
En Libertad de conciencia. Contra los fanatismos (2008, 2009), aborda Nussbaum la complejidad de un debate público, centrado en Estados Unidos, en torno a la religión y muy especialmente en torno a los derechos de las minorías, e incluso el derecho al ateísmo, como un asunto filosófico. Basándose en un pensamiento desarrollado en anteriores ensayos, Nussbaum considera la dignidad humana, la compasión y la empatía como puntos de partida ineludibles. Así su ensayo se centra en un análisis de asuntos clave como la convivencia, la igualdad, la lucha por la adaptación, el temor a los extraños, la ayuda a las escuelas confesionales y la necesidad de establecer un acuerdo de mínimos, o consenso entrecruzado, como fórmulas para garantizar una democracia estable y completa.
Este mismo tema había sido ya abordado en India: democracia y violencia religiosa (2007, 2009). El libritoLibertad de conciencia: el ataque a la igualdad de respeto (2011) recoge la conferencia que Martha Nussbaum dictó en el Centro de Cultura de Barcelona, el 28 de junio de 2010 con el mismo título. Esta edición contiene además una sintética pero efectiva entrevista realizada en la misma fecha, por Daniel Gamper.
Nussbaum y el desarrollo humano
Finalmente, el “desarrollo humano” o enfoque de las capacidades, un enfoque inicialmente abordado junto a Amartya Sen, pero al que Nussbaum aporta una visión particular según muestra en títulos como Las mujeres y el desarrollo humano. El enfoque de las capacidades (2000, 2002), Las fronteras de la justicia. Consideraciones sobre la exclusión (2006, 2007), o el más reciente Crear capacidades. Propuesta para el desarrollo humano (2011, 2012).
En el primero de ellos, la autora defiende, en línea con su pensamiento basado en los clásicos, un feminismo universalista en el que la dignidad humana debe trascender cualquier barrera cultural. Así, sostiene, es posible establecer un acuerdo de mínimos mediante una lista de diez capacidades humanas centrales, cuyo cumplimiento permitirá a las sociedades democráticas alcanzar un mínimo de decencia.
Basado en su propia experiencia con mujeres pobres, privadas de la mayor parte de esas capacidades centrales, de diferentes regiones de India, Mujeres y desarrollo humano, culmina de un modo valioso y coherente la construcción de un pensamiento propio, que le permite, además aplicarlo a problemas reales de inequidad e injusticia y aportar lúcidas y audaces fórmulas para su comprensión.
En Fronteras de la justicia, dedicado a John Rawls, quien fuese su maestro en Harvard, y con quien mantiene una conversación crítica en toda su obra, Nussbaum plantea las “extensiones” a la teoría de la justicia, no abordadas por Rawls, y que ella considera fundamentales para una sociedad democrática. Mediante el planteamiento independiente de las cuestiones, tradicionalmente combinadas, ¿Quién establece el contrato social? ¿Para quién se establece dicho contrato?, argumenta la necesidad de incorporar a dicho contrato, aún cuando no tengan potestad para firmarlo pero reconociendo su dignidad como destinatarios de éste, a las personas discapacitadas, a las naciones pobres y a los animales no humanos. Ésta última es quizá su apuesta más arriesgada y el tema que le ocupa actualmente.
Para terminar, o comenzar esta invitación al descubrimiento del universo nussbaumiano, Crear capacidades, recoge una conferencia dictada en el marco del encuentro anual de la asociación para el desarrollo humano y las capacidades (HDCA), de la que es presidenta fundadora junto a Sen, y celebrada en Nueva Delhi (India) en septiembre de 2008.
En él muestra, a partir de la historia de Vasanti, una mujer cuyo periplo existencial nos ha sido presentado en ensayos anteriores, cómo se ha gestado el enfoque de las capacidades y su propio enfoque, sus principales aportaciones y sus discusiones con otros autores, como Breena Holland sobre medio ambiente, James Heckman sobre la aplicación del enfoque a la infancia temprana, o Amartya Sen sobre el bienestar y la agencia.
Apunta nuevos retos para el enfoque, como la sostenibilidad o el papel de la nación en la idea de justicia global, y ofrece finalmente, una valiosísima colección de notas pensadas como guía para lecturas adicionales, así como una bibliografía completa, libros y artículos, tanto de la autora como de sus principales colaboraciones con autores como Amartya Sen o Jean Drèze, y una selección de otras obras y autores que abordan el enfoque de las capacidades. Aún sin intención de ser exhaustiva, según declara ella misma, Nussbaum nos ofrece la más completa bibliografía disponible en castellano sobre el enfoque de las capacidades y el desarrollo humano. Una autora y unas ideas fundamentales para pensar críticamente el futuro, un futuro digno de ser vivido con libertad y responsabilidad.
• Aristotle’s De Motu Animalium (1978)
• The Fragility of Goodness: Luck and Ethics in Greek Tragedy and Philosophy (1986)
• Love’s Knowledge (1990)
• Nussbaum, Martha, y Amartya Sen. The Quality o Life. (Oxford: Clarendon Press, 1993)
• The Therapy of Desire (1994)
• Poetic Justice (1996)
• For Love of Country (1996)
• Cultivating Humanity: A Classical Defense of Reform in Liberal Education (1997)
• Sex and Social Justice (1998)
• Women and Human Development (2000)
• Upheavals of Thought: The Intelligence of Emotions (2001)
• Hiding From Humanity: Disgust, Shame, and the Law (2004)
• Animal Rights: Current Debates and New Directions (editado con Cass Sunstein, 2004)
• Frontiers of Justice: Disability, Nationality, Species Membership (2005)
Libros traducidos al castellano
[1] La fragilidad del bien: fortuna y ética en la tragedia y la filosofía griega [traducción de Antonio Ballesteros] Madrid, Visor, 1995.
[2] Justicia poética: la imaginación literaria y la vida pública [traducción de Carlos Gardini]. Barcelona: Andrés Bello, D.L., 1997.
[3] Los límites del patriotismo: identidad, pertenencia y ciudadanía mundial, compilado por Joshua Cohen; [traducción de Carme Castells]. Barcelona: Paidós Ibérica, 1999.
[4] Nussbaum M. y Cass R. Sunstein (eds.) Clones y clones: hechos y fantasías acerca de la clonación humana; prólogo de Manuel Garrido; [traducción de María Cóndor Orduña]. Madrid: Cátedra, 2000.
[5] El cultivo de la humanidad: una defensa clásica de la reforma en la educación liberal [traducción de Juana Pailaya] 1ª ed. Barcelona: Andrés Bello, 2001.
[6] Las mujeres y el desarrollo humano: el enfoque de las capacidades [traducción de Roberto Bernet]. Barcelona: Herder, 2002.
[7] La terapia del deseo: teoría y práctica en la ética helenística [traducción de Miguel Candel]. Barcelona: Paidós, 2003.
[8] El conocimiento del amor: ensayos sobre filosofía y literatura [traducción de Rocío Orsi Portalo y Juana María Inarejos Ortiz Boadilla del Monte]. Madrid: A. Machado Libros, 2005.
[9] El cultivo de la humanidad: una defensa clásica de la reforma en la educación liberal [traducción de Juana Pailaya]. Barcelona: Paidós Ibérica, 2005.
[10] El ocultamiento de lo humano: repugnancia, vergüenza y ley [Traducción de Gabriel Zadunaisky]. Buenos Aires/Madrid, Katz editores, 2006.
[11] Las fronteras de la justicia: consideraciones sobre la exclusión [traducción de Ramón Vilà Vernis y Albino Santos Mosquera]. Barcelona: Paidós, 2007.
[12] Libertad de conciencia [traducción de Alberto Enrique Álvarez y Araceli Maira Benítez]. Barcelona: Tusquets, 2009.
[13] India: democracia y violencia religiosa [traducción de Vanesa Casanova]. Barcelona: Paidós, 2009.
[14] Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades [Traducción de María Victoria Rodil]. Buenos Aires/Madrid, Katz editores, 2010.
[16] Libertad de conciencia: el ataque a la igualdad de respeto + “Vivir en democracia implica respetar el derecho de las personas a elegir estilos de vida con los que no estoy de acuerdo” (entrevista de Daniel Gamper Sachse) [Traducción de Patrícia Soley-Beltran]. Buenos Aires/Madrid, Katz editores, 2011. (En coedición con el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona).
[17] Crear capacidades: propuesta para el desarrollo humano [traducción de Albino Santos Mosquera]. Barcelona, Paidós, 2012.
Más información:
Entrevista realizada por Fina Birulés (2011).
Entrevista realizada por Robert Boynton, para The New York Times (1999) (a pesar de ser antigua, revela muchas cuestiones personales muy interesantes).
Rosa Colmenarejo. Grupo de Estudios de Desarrollo. Universidad Loyola Andalucía, colaboradora de Tendencias21.
Leandro Sequeiros. Catedrático de Paleontología, Miembro del Consejo de la Cátedra CTR, Universidad Loyola Andalucía