Una colaboración de la lunagatuna

El Arzobispado de Valencia ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo contra elAyuntamiento de Algímia d’Alfara, un pequeño pueblo de poco más de 1.000 habitantes, por cobrar a la Iglesia Católica el impuesto de bienes inmuebles (IBI) de un huerto. La cantidad por la diócesis ha acudido al juzgado es de 16,64 euros.

El alcalde de la localidad, Francisco Salt (PSOE), fue uno de los primeros en anunciar que cobraría este tributo, y ahora se muestra indignado por la respuesta del Arzobispado en los tribunales. Según explica, la Iglesia tenía una parcela rústica, “pero nos dicen que la vendieron el año pasado y que están exentos de pagar el impuesto por la Ley de Mecenazgo”.

Salt confirma que ha recibido la notificación del recurso por parte del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 6 de Valencia y que ahora el Arzobispado tendrá que formalizar la demanda tras desestimar el Ayuntamiento varias apelaciones en sus órganos municipales.

No creo que ir al juzgado por esto esté en los Evangelios“¿Vale la pena pagar un abogado por esa cantidad nimia?”, se pregunta el primer edil. “A mí sí me importa tener que gastarme el dinero del contribuyente, porque se puede destinar a otras cosas. Es algo miserable”, denuncia.

En su opinión, una parcela rústica “tiene ánimo de lucro” y por eso cobran el impuesto al propietario en cada ejercicio. Los edificios de culto, como los templos, siguen exentos de tributación. “Ir al juzgado contra un pueblo por 16,64 euros no creo que esté en las enseñanzas de los Evangelios”, sentencia.

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