(CNN) — El asediado presidente de Yemen, Ali Abudllah Saleh, aceptó un trato negociado por las naciones vecinas del Golfo Pérsico para renunciar, informó el Ministerio del Extranjero del país este sábado.
Tanto Saleh como la oposición han aceptado el acuerdo, aunque el presidente no lo ha firmado, según el cual, dejará el puesto dentro de 30 días. El documento también le otorga inmunidad a él y aquellos que colaboran actualmente con su régimen y llama a la formación de un gobierno de unidad en siete días.
Mohammed Albasha, vocero de la embajada yemení en Washington, dijo que la oposición aceptó el acuerdo antes de que Saleh lo firme.
El viceministro yemení Abdu al-Janadi dijo que la crisis política “tendrá una solución que aplaque a todas las partes para llevar al país a una mejor democracia”, citó a la agencia de noticias oficial Saba.
“El presidente Saleh recibió la iniciativa presentada por los ministros del Consejo de Cooperación del Golfo y mostró buena disposición para negociar con ello de acuerdo a la constitución yemení”, dijo al-Janadi a la agencia Saba.
El bloque de seis naciones productoras de petróleo en el Golfo, conocido como GCC, ha trabajado para disminuir las tensiones entre Saleh y una oposición intranquila.
Previamente, el grupo de oposición más grande de Yemen, el Comité Conjunto (JMP), se había opuesto a la iniciativa del Golfo por no decir claramente que Saleh debe dimitir.
Incluso, después de acordar el pacto, Saleh arremetió contra la oposición acusándolos de “recibir dinero sucio para derrocar al gobierno”.
“Estamos interesado en prevenir cualquier derrame de sangre, porque la sangre de Yemen es muy valiosa y la oposición no nos puede arrastrar para matarnos los unos a los otros”, dijo Saleh.
«La guerra civil no sólo afectará a Yemen, también a toda la región y la seguridad internacional”, y agregó que la oposición intenta hacerse del poder fuera del marco de la democracia.
“Estoy listo para renunciar, pero de acuerdo a la constitución, que estipula el cambio a través de casillas electorales y elecciones libres”, dijo Saleh.
El JMP acordó crear un gobierno de unidad que incluya a miembros del gobernante Congreso General del Pueblo con la condición de que las protestas puedan continuar en las calles, dijo el vocero Muhammad Qahtan. Las manifestaciones que piden la renuncia de Saleh se han mantenido por semanas.
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Mark Toner, dijo que estaba al tanto de los informes de prensa sobre la aceptación de Saleh de la propuesta del CCG, y pidió a todas las partes abstenerse de la violencia.
«Debe haber una verdadera participación de todas las partes, incluyendo a los jóvenes, en un proceso abierto y transparente que aborde las preocupaciones legítimas del pueblo de Yemen, incluidas sus aspiraciones políticas y económicas y sus llamados para llevar ante la justicia a quienes atacaron a los manifestantes”, dijo Toner.
«No se encontrará una solución a los problemas de Yemen a través de medidas de seguridad, incluyendo las leyes de emergencia aprobadas recientemente.»
Saleh ha estado en el poder desde 1978, y fue un firme aliado de Estados Unidos en la lucha contra Al Qaeda, en la Península Arábiga. Saleh asegura que debe mantenerse en el poder porque es el mejor preparado para luchar contra la militancia islámica.
El presidente de Yemen dijo que acepta las demandas que piden reformas constitucionales y la celebración de elecciones parlamentarias a finales de año. Prometió no postularse para presidente en la próxima ronda de las elecciones.
Yemen es el país más pobre del Medio Oriente y está inmerso en una ola de protestas desde el pasado 27 de enero para exigir la salida del presidente, quien se mantiene el poder desde 1978.