Referencia: National.Geographic.News .
Antes de entrar en materia, surgió una noticia digna de mención para el caso. Se trata de la gata Holly, de 4 años de edad, que vive en West Palm Beach, Florida,. el 15 de enero 2013. El gato, se perdió en un viaje familiar y logró regresar a su ciudad natal después de una caminata de 321 kilómetros, una hazaña que tiene a los científicos desconcertados.
El experto en migración en el Instituto Max Planck, Martin Wikelski, nos habló de cinco navegantes impresionantes que él mismo piensa que empujan los registros hasta los límites de lo posible.
1. Anguilas. Estos peces largos y huesudos hacen excursiones épicas y misteriosas a través de todo el océano. La anguila europea, por ejemplo, nace en los ríos europeos, pero viaja un enorme camino hasta el mar de los Sargazos, a una distancia de miles de kilómetros para desovar. Las angulas regresar luego a los ríos europeos y, una vez que es época para para desovar, siguen el mismo camino que sus padres hacia el Mar de los Sargazos. “Nadie sabe realmente cómo lo hacen”, dijo Wikelski.
2. Aguja colipinta. Este aves playeras pueden volar sin parar desde su Alaska natal recorriendo todo el globo hasta Nueva Zelanda. En 2007, una hembra de aguja colipinta hizo la migración más larga sin parar que jamás se haya medido, 11.500 kilómetros, desde Alaska a Nueva Zelanda. Este pájaro completó el recorrido en tan sólo nueve días, según los biólogos que rastrearon el vuelo con marcas de satélite.
3. Reinita rayada. Esta ave, habitante de los bosques de América del Norte, nos deja atónitos cuando es capaz de llegar a su refugio invernal en Venezuela, relata Wikelski. El pájaro se engorda antes de enganchar su camino entre los vientos alísios, y navega desde el noreste de EE.UU. hasta América del Sur en un centenar de horas, todo el tiempo sobre el océano abierto. “¡Eso es una locura!”, exclamó. En el camino de vuelta a casa, el pájaro toma la ruta más escénica, parando en tierra para descansar y repostar.
4. Murciélago de cola de ratón. Estos mamíferos voladores son comunes en Texas, donde forman colonias de millones. Wikelski, que participó en un estudio de seguimiento de estos murciélagos, se ha descubierto que pueden volar hasta 70 kilómetros desde sus cuevas de origen en busca de polillas y mosquitos. “En algún momento se dan la vuelta y, sorprendentemente, saben cómo encontrar el camino de vuelta”, resalta Wikelski. La evidencia sugiere que dichos animales utilizan dos puntos de referencia y el olor de sus compañeros murciélagos de cueva, para encontrar su camino a casa.
5. Hormigas del desierto del Sahara. Estos insectos recorren distancias proporcionalmente larguísimas, hasta 0,5 kilómetros desde sus nidos centrales para buscar comida. A pesar de que las hormigas se mueven caóticamente en muchas direcciones, saben exactamente lo lejos que han ido contando sus pasos, así como navegar a través de los patrones de luz polarizada del Sol, dijo Wikelski. Encontrar su camino de regreso a casa es fundamental para estos moradores del desierto, si se quedan fuera demasiado tiempo, se quedarían fritas por el sol.
Imagen: Barbara P. Fernández / The New York Times.