Los partidos holandeses debaten en libertad y sin prejuicios su Ley Sinde

“Primero tiene que haber una oferta legal completa y atractiva. La Industria no ha hecho los deberes en este sentido”. No es un político de un partido que sea especialmente crítico con los vientos “prohibicionistas” que la derecha en el poder vuelve a llevar al internet holandés.

Así se expresa un dirigente de uno de los dos partidos en el gobierno de coalición formado por el partido demócrata-cristiano CDA y los liberales de derechas del VVD (los de la comisaria Kroes) que se muestran divididos. Un gobierno que se mantiene gracias a los apoyos puntuales del populista e islamófobo PVV, el partido de Geert Wilders.

“No vamos a dedicarnos a la caza de brujas ni vamos a perseguir a los adolescentes que se bajan música para sus MP4. Algunas voces críticas han querido desacreditarnos diciendo que vamos a cortar cabezas y no se trata de eso. Tampoco pensamos en cerrar páginas web de nadie, siempre que trabajen en la legalidad, como sí pasa ahora en el Reino Unido o Francia; sólo queremos buscar una fórmula de equilibrio”, se defiende el Viceministro de Seguridad y Justicia, Fred Teeven.

Teeven, un tipo con fama de impulsivo, intentaba taponar esta semana las vías de agua que ha abierto en la credibilidad “liberal” de su partido. Aunque precisamente él no es un “pata negra” del viejo partido de la libertad de los Países Bajos. Ex fiscal y “ex” del movimiento del que surgiría el asesinado Pim Fortuyn. Después Fred Teeven sería acogido con división de opiniones en el histórico VVD del actual primer ministro Mark Rutte. El viejo partido liberal de los Países Bajos al que por esas tierras llaman: liberal de derechas. El partido, como decimos, de la comisaria europea responsable de la “Agenda Digital”.

La propuesta Teeven combina medidas aperturistas, “esto es Holanda”, con otras de claro carácter represivo que en algún caso se maquillan desde el gabinete de comunicación gubernamental al hacer hincapié en que no se perseguirá a los usuarios (si hacen “descargas limitadas”). “Sólo” cerrarán webs y perseguirán a los propietarios o responsables de esas webs. Casi nada. Parece España.

Cierto que para compensar, muy en la línea del PP en España, aumentará el control sobre las entidades de gestión de derechos de autor y se eliminará el canon digital de dispositivos y soportes, aplicándose opcionalmente a la obra original cuando no lleve protecciones anticopia.

El gobierno holandés se compromete, además, a proponer que se incluya en la directiva europea sobre copyright una excepción de uso justo que permita reutilizar obras con fines no comerciales, para que los usuarios puedan publicar e intercambiar sus creaciones libremente.

Pero Fred Teeven se ha encontrado ya con la oposición de los liberales de izquierda (D66). El diputado Kees Verhoeven explica que la hoja de ruta de Teeven está llena de minas terrestres que pueden hacer saltar por los aires la privacidad. Palabras mayores en el país que sigue llevando a gala ser el primero en la defensa radical de la libertad y los derechos individuales.

Esta propuesta implicaría el control de todo el tráfico de Internet lo que es contrario a nuestra idea de la vida privada.

También el partido de la Izquierda Verde se ha mostrado muy crítico. En especial con el concepto de “descarga limitada” (permitida) y “gran escala” (se prohibiría). “Nos preguntamos dónde y cómo el gobierno trazará la línea entre la infracción de copyright pequeña y a gran escala.” En el propio partido del Viceministro Teeven se hacen esta pregunta.

El debate sobre la “ley Teeven” llegará al parlamento holandés a mediados de mayo. Todas las posibilidades están abiertas y el debate ha llegado al interior de los partidos. Los socialistas están dispuestos a negociar si se hacen “una serie de ajustes”, mientras los partidarios de endurecer la legislación para defender la propiedad intelectual sacan de la chistera un conejo que dice “vamos a eliminar el canon digital”. Según los críticos lo hacen en la esperanza de que así se despiste el auditorio para abrir la puerta al bloqueo de webs lo que implicaría “el control de todo el tráfico de Internet”. Insisten los ¿últimos? defensores del genuino y característico liberalismo holandés que es afortunadamente transversal.

Ese liberalismo que está por encima de los partidos políticos y que todavía se perfila más nítido en la asociación holandesa más potente en defensa de las libertades en la red y desde la que se ha dado la voz de alarma:

Si bien el Estado hace que parezca todo lo contrario, los planes se dirigen finalmente a la represión de los usuarios individuales

Al menos en los Países Bajos, más allá del canon, todavía su “Ley Sinde” no es una realidad. Está vivo el debate, hay disparidad de criterios y existe libertad de opinión, incluso de voto, dentro de los grandes partidos. El valor de ser libres. Primero ciudadanos y luego militantes. “Todas las posibilidades están abiertas, incluso un gran consenso político que pueda servir de ejemplo a otros países a la hora de reformar las leyes de la propiedad intelectual”. También son optimistas y orgullosos. Pero es verdad que el modelo holandés de propiedad intelectual y su “ley antidescargas” puede ser para bien o para mal un modelo a franquiciar. Habrá que estar muy atentos. Por lo pronto, véase la diferencia abismal. En forma y fondo:

Primero tiene que haber una oferta legal completa y atractiva. La Industria no ha hecho los deberes en este sentido.

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