Cada bit, cada píxel, cada SMS o email, está siendo grabado por los proveederes de telecomunicación y ahora una nueva ley en el Reino Unido hará accesible esta data al gobierno y a la policía.
El sueño orwelliano del ojo que todo lo ve sigue dando los pasos agigantados de un gran hermano y pese a que la coalición en el poder en el Reino Unido había prometido acabar con el almacenamiento de datos en internet, el gobierno británico ha dado señales definitivas de revivir un plan en el cual se permitirá a la policía espíar cualquier actividad realizada vía teléfono o internet. La nueva medida retomada por la Oficina de Asuntos Interiores obligará a todos los proveedores a almacenar por lo menos una año cada bit de data que se mueve en sus redes de comunicación. La policía británica podrá acceder a esta información si argumenta que existe una razón preventiva o que la información es útil para el desarrollo de una investigación criminal. Como siempre en este caso, la argumentación de la policía sobre qué es útil o qué es una cuestión de seguridad nacional es arbitraria y difícilmente penalizable en el caso de que espíen a los ciudadanos sin una buena razón.
La información que será almacenada, en principio, sólo será quién, dónde, cuándo y con quién tiene comunicación o qué sitio web visitó, pero no el contenido de estas conversaciones o mensajes. En este sentido los ciudadanos del Reino Unido tendrán que confíar que su gobierno, obsesionado por la vigilancia, hambriento de data, no utilizará el contenido de sus mensajes. De cualquier forma, al saber que sitios visita cada persona, las agencias de inteligencia tendrán una mina de oro de data para realizar perfiles de las personas y patrullar sitios que a su juicio son peligrosos para la seguridad nacional o para su agenda política.
La implementación de este programa de recopilación de información digital es oficialmente parte de una estrategia para combatir el terrorismo y actualizar la tecnología informática del estado (similar al Patriot Act en Estados Unidos). Sin embargo, algunas asociaciones que vigilan al gobierno que vigila, han manifestado su preocupación. Isabella Sankey, directora de la publicación Liberty, dijo al diario Telegraph: “Cualquier movida para amasar una mayor cantidad de nuestra sensible información e incrementar los poderes de procesamiento significaría una vuelta en U. Las atemorizantes ambiciones de un grupo de tecnócratas de Whitehall no deberían de atropellar la privacidad personal de los británicos que siguen la ley”.
El analista de medios Douglas Rushkoff escribió en su blog de The Daily Beast:
“La mayoría de nosotros no nos hemos dado cuenta del hehco de que todo lo que comentemos en el espacio digital -no sólo nuestros blogs públicos o tweets transmitidos, pero todos los mensajes privados, email o mensajes de voz está probablemente siendo almacenado y vuelto accesible. Para siempre. Aunque estos medios electrónicos parecen etéreos en comparación con la evidencia dura del papel y la tinta, en realidad proveen un archivo de más duración, tal vez indestructible, de todo lo que hemos hecho en este reino digital”.
Vía The Telegraph