Referencia: ScienceMag.org .
Bajo 1000 kilómetros de hielo de la Antártida Occidental descansa una compleja mezcla de lagos y arroyos, y ahora, los investigadores han obtenido una primera visión de la vida que allí se esconde.
El mes pasado, un equipo de EE.UU. realizó con éxito una penetración con agua caliente, una tecnología diseñada para evitar la contaminación, hasta alcanzar el lago subglacial Whillans. Actualmente, el equipo anunció que consiguieron una primera evidencia de vida microbiana en las aguas subglaciales de la Antártida, tal como se muestra en la imagen con una cámara submarina que llegó al fondo del lago.
El equipo de EE.UU. es uno de los tres grupos internacionales que probaban a penetrar en las aguas subglaciales de la Antártida el mes pasado, en busca de pistas, no sólo de la microbiología de los glaciares, sino también a la dinámica del manto de hielo y del impacto del cambio climático en el continente. Aunque el equipo británico no tuvo éxito en su intento de penetrar en el lago Ellsworth, el grupo de científicos rusos sí pudo recoger correctamente muestras del Lago Vostok, a miles de kilómetros de distancia en el este antártico.
La vida microbiana de las aguas del lago Vostok es un misterio, probablemente aislada del resto del planeta durante tal vez millones de años. El sistema Whillans es distinto en que ha estado en contacto periódico con las aguas superficiales. Los datos de la deformación de hielo del ICESat de la NASA, indica el movimiento del agua subglacial, lo que sugiere que el lago se ha llenado completamente y drenado en dos ocasiones desde la toma de datos que se inició en 2003. Sin embargo, el equipo espera que la comunidad microbiana de Lake Whillans puede ayudar a entender los llamados organismos extremófilos, que pueden existir en la extrema oscuridad y el frío, y también cómo puede estar afectando a la química del propio hielo.