(EFE) — Las autoridades de varias ciudades donde se llevará a cabo la Copa del Mundo de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 han desalojado y desplazado con fuerza a miles de personas para construir infraestructura, denunció la relatora especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a un alojamiento digno, Rachel Rolnik.
Se han realizado varios desalojos de familias sin negociaciones apropiadas que garanticen que van a un lugar digno y en condiciones justas en San Pablo, Río, Belo Horizonte, Curitiba, Porto Alegre, Recife, Natal y Fortaleza, de acuerdo con la funcionaria internacional.
«Estoy particularmente preocupada sobre lo que parece ser un patrón de actuación de falta de transparencia y de consulta, de falta de diálogo, de negociación justa y de participación de las comunidades afectadas en procesos de desalojos llevados a cabo o planeados en conexión con el Mundial y los Juegos Olímpicos», dijo.
La autoriaddes han desalojado a las personas sin darles tiempo para proponer y discutir alternativas: «Se ha dado insuficiente atención al acceso a las infraestructuras, servicios y medios de subsistencia en los lugares donde se ha realojado a la población desalojada».
A Rolnik también le preocupa que las familias desalojadas han recibido compensaciones injustas por sus terrenos, dado que los mismos aumentarán notablemente de precio una vez que se completen las obras para los dos eventos deportivos.
La funcionaria recomendó a las autoridades de Brasil adoptar un «Plan de legado», es decir, un proyecto que garantice que tanto la Copa del Mundo como los Juegos Olímpicos tengan un impacto social y medioambiental positivo, y que se eviten las violaciones a los derechos humanos, entre ellos, el derecho a un alojamiento digno.
«Esto es un requerimiento fundamental para garantizar que estos dos megaeventos promueven el respeto por los derechos humanos y dejan un legado positivo en Brasil», sostuvo.