Pedofilia, lavado de dinero y otros pecados: Daniel Estulin revela los secretos del Vaticano y dos noticias mas

RT: ¿Cuáles son los verdaderos motivos de la renuncia del papa Benedicto XVI? ¿Es la pedofilia en la Iglesia una de las causas? Daniel Estulin, periodista y presentador del programa ‘Desde la sombra’, nos revela los secretos del Vaticano.

Cardenal encubridor de pedófilos asiste a consejo para elegir al próximo Papa

La presencia en el cónclave del Cardenal estadounidense Roger Mahony, acusado de encubrir a varios sacerdotes pedófilos en Los Ángeles, ha generado una gran polémica. El Consejo elegirá en marzo próximo al sucesor del Papa Benedicto XVI.

“Es posible que le aconsejen a Mahony de no venir, pero el consejo debe ser hecho a título personal por alguien con mucha autoridad”, aseguró el cardenal italiano Velasio De Paolis, experto en derecho canónico, en una entrevista al diario italiano La Repubblica.

Según De Paolis, generalmente “se recurre a la persuasión” para convencerlo de que no participe en las votaciones secretas en la Capilla Sixtina.

Se trata de una “situación desconcertante”, admitió el religioso tras afirmar que el cardenal Mahony tiene “el derecho y el deber” de participar y votar en el Cónclave.

“Decidirá según su consciencia si participa o no en el Cónclave”, dijo el cardenal De Paolis, quien fue designado comisario de los Legionarios de Cristo después del escándalo que sacudió al movimiento ultraconservador por los abusos sexuales cometidos por su fundador, el mexicano Marcial Maciel.

Las acusaciones contra Mahony se produjeron luego de que una asociación de católicos estadounidenses, Catholics United, lanzara una petición para impedir que el cardenal viaje a Roma (capital italiana) para participar en el cónclave.

“Querido cardenal Mahony, permanezca en casa”, destaca el texto, colocado en la página web de la asociación.

Su implicación en el escándalo de pedofilia en la Iglesia católica y la prohibición de ejercer un ministerio público que le infligió el arzobispado de Los Ángeles (suroeste) “deberían representar para usted un signo de que no debe intervenir en el próximo cónclave papal”, indica el pedido.

Tras la denuncia sobre los casos de pedofilia presuntamente cometidos por un centenar de religiosos, Mahony fue privado de “toda responsabilidad administrativa o pública” en la iglesia por su sucesor en Los Ángeles, el arzobispo José Gomez.

“Si un cardenal es privado de ministerio público en su diócesis, ¿Por qué se lo debería recompensar autorizándolo a votar para elegir al próximo papa?”, se pregunta el texto que acompaña la petición.

En el año 2007, el arzobispado de Los Ángeles, entonces dirigido por Mahony, aceptó entregar unos 660 millones de dólares a 500 presuntas víctimas de abusos sexuales y a publicar las fichas personales de los sacerdotes acusados.

El Cónclave para elegir al nuevo papa, quien sustituirá a Benedicto XVI tras anunciar el pasado 11 de febrero su renuncia por “falta de fuerzas físicas” comenzará entre el 15 y 20 de marzo próximo, así lo había informado el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.

La normativa vaticana establece que el Cónclave de cardenales debe comenzar entre 15 y 20 días después del inicio de la llamada Sede Vacante, el tiempo que va desde la muerte o renuncia de un papa hasta la elección del siguiente, con el objetivo de permitir a todos los cardenales del mundo acudir a Roma.

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¿Sería Jesús elegido papa en el cónclave?

Hagamos una ficción literaria. Imaginemos que Jesús de Nazaret, aquel profeta curioso e incómodo, se hubiese mimetizado en uno de los cardenales que entrarán en el silencio de la Capilla Sixtina para la elección del nuevo Pontífice.

Imaginemos que ese cardenal, sin saber los demás que es Jesús, tuviese un currículum parecido al del nazareno. ¿Creen que sería elegido papa? Me temo que no.

Estos días los medios mundiales de comunicación barajan en la elección del nuevo papa términos manidos y carcomidos por la semántica como conservador, progresista, renovador, conformista, moderno, tradicionalista, innovador, ymil otros adjetivos que al final significan muy poco.

En programa de la Globo News Painel, en un debate sobre la sucesión del papa, yo lancé días atrás la pregunta:”?Qué significa un papa progresista?” Hubo consenso en admitir que podía significar muchas cosas incluso opuestas y contradictorias.

¿Fue Jesús de Nazaret un progresista o un conservador?

Si resucitase Pedro, el apóstol, primer obispo de Roma, crucificado boca abajo por el poder romano que debió considerarlo poco amigo, ¿sería elegido de nuevo obispo de los romanos que es lo que en verdad es el papa?
Me temo que no.

Se dice que el papa Ratzinger querría como sucesor a un teólogo que defienda los principios de la fe; que la Curia Romana prefiere a uno de ellos, un burócrata y diplomático que no permita que se desmorone el castillo de poder levantado dentro de los muros vaticanos y que el mundo no europeo o norteamericano, el de la periferia del Planeta, donde los pobres lo son de verdad, preferirían un pastor, sin que tampoco sea muy claro que significa ser pastor. Jesús decía que hay lobos que se visten con piel de cordero para engañar al pastor.

Volvamos a Jesús.
¿Sería elegido un cardenal que como Jesús, en vez de tratar con bendiciones, concordatos de favor, halagos diplomáticos a los gobiernos y dictadores de turno les dijese, cuando pretenden intervenir en los asuntos de la Iglesia o cuando intentasen reprimir la libertad de expresión en el mundo, “Id y decid a esa zorra que yo seguiré predicando”?. Fue así como Jesús respondió al rey Herodes que pretendía condenarle al silencio.

O un cardenal que tuviese el coraje de decir: “Dadle a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar”. El Banco del Vaticano y sus transacciones bancarias en paraísos fiscales y las maniobras de la Curia para influenciar los parlamentos, ?son cosas del César, o de Dios?

¿Sería capaz ese cardenal, como Jesús, de sentenciar: “Dejad que los muertos entierren a los muertos”?

O actuar en las luchas de poder interno de la Iglesia, como cuando dos apóstoles se disputaban el mejor puesto en el nuevo Reino que Jesús anunciaba, y que ellos creían que iba a ser terrenal. Jesús les amonestó diciendo que en su Reino, la única medalla, el único título era tomar la cruz de los otros y servir a los más humillados, y no la búsqueda de cargos y prebendas.

¿Sería un cardenal capaz de desempolvar aquel pasaje terrible de Jesús contra los abusadores de niños, para los que pidió “pena de muerte” (“Mejor le sería que le colocasen una rueda de molino al cuello y lo arrojaran al mar”), en vez de tentar esconder o minimizar los escándalos de pedofilia en la Iglesia que sigue cerrando hipócritamente filas en la defensa del celibato obligatorio?

¿Sería ese cardenal capaz de abrir las puertas de la Iglesia para que entraran en ella fieles e infieles, católicos y no, todas las tribus de fe o de ateísmo del mundo porque, como decía Jesús, en su reino cabían todos y todos eran igualmente dignos de ser considerados hijos de Dios?

¿Sería finalmente capaz de anunciar, en su primer discurso, que todos aquellos teólogos que fueron condenados al ostracismo por sus antecesores, todas las víctimas de la Congregación para la Doctrina de la fe, quedarían libres para seguir investigando con libertad de espíritu en el pozo inagotable de la verdad revelada?

Y por fin, sería capaz de derribar las mesas del Templo, de arrojar de él a los que hacen de la Iglesia un juego de negocios, a veces tan sucios que han llevado hasta a suicidios y asesinatos?

La Iglesia suele tener miedo de cardenales jóvenes. Los nombra a la mayoría casi ancianos. Se ha olvidado que Jesús era “papa”, es decir, profeta y evangelizador con apenas 30 años. Y que lo mataron en la flor de su vida. Y el poder, tanto el religioso como el civil, tembló ante él.

Cuando Pilatos escuchó de Jesús que su misión era anunciar la verdad, Pilatos le pregunta:”?Y qué es la verdad? Y sin darle tiempo para que respondiera lo condenó a muerte de cruz tras haber confesado: “No encuentro culpa en este hombre”.

La verdad asusta al poder y asusta a la Iglesia en la medida en que ella  se mezcla y confunde con el poder mundano.

Definitivamente, Jesús tendría muy pocos votos en el cónclave. Para él la fumata sería negra.

Ojalá me equivoque dentro de unas semanas. Juro que lo festejaría.

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SOBRE EL AUTOR

 es periodista y escritor traducido en diez idiomas. Fue corresponsal de EL PAIS 18 años en Italia y en el Vaticano, director de BABELIA y Ombudsman del diario. Recibió en Italia el premio a la Cultura del Gobierno. En España fue condecorado con la Cruz al Mérito Civil por el rey Juan Carlos por el conjunto de su obra. Desde hace 12 años informa desde Brasil para este diario donde colabora tambien en la sección de Opinión.

http://ahoraeseltiempo.wordpress.com/2013/02/18/seria-jesus-elegido-papa-en-el-conclave/

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