Una colaboración de lalunagatuna
Lo que hoy os voy a contar sucedía hace mucho tiempo, sin embargo aún hoy, algunos siguen empeñados en poner cadenas a la cultura…
Las bibliotecas de la época medieval tenían que ingeniar curiosos métodos para que aquellos elaborados y valiosos libros, a la vez que pudieran leerse, permanecieran fuera del alcance de los ladrones o, por lo menos, disuadieran su “animus robandi” (el latinajo es mío)
Por Guillermo
Hoy traigo dos ejemplos de estos métodos utilizados:
Un extremo de la cadena se fijaba en la portada de cada libro, y el otro extremo se encajaba en una barra que recorre la parte inferior de cada estantería. El “sistema antirrobo” permite que un libro se tome de la estantería y se lea en el escritorio, pero no puede ser retirado más allá de éste.
Una de las bibliotecas encadenadas más famosas y mejor conservada es laBiblioteca de la Catedral Medieval de Hereford, Inglaterra.
Maldiciones como esta, del Monasterio de San Pedro en Barcelona, fueron ampliamente utilizadas en todo el periodo medieval:
“Para aquel que robe un libro de la biblioteca haz que se convierta en una serpiente en su mano, y que lo desgarre en pedazos.
Haz que sea atacado de parálisis, y que todos sus miembros exploten.
Haz que languidezca en dolor, pidiendo a gritos piedad, y haz que no haya final para su agonía, hasta que se hunda en solución.
Haz que los gusanos del libro royan sus entrañas, en advertencia del gusano que no muere, y cuando vaya a su castigo final, haz que las llamas del infierno lo consuman para siempre. Amén.”
Solo de leerla se te quitan las ganas de rozar un libro… por si acaso
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Fuentes y más información: En “The Care of Books”, en The Chained Library of Hereford Cathedral, en despectacledlibrarian, y en Bibliotecarios y Bibliotecas(PDF)
http://aldea-irreductible.blogspot.com.es/2011/12/leed-leed-pero-no-os-lleveis-los-libros.html#more