Hallazgo en naufragio podría ser la legendaria “piedra solar”

Un cristal rectangular encontrado en el naufragio de un buque de guerra inglés del siglo XVI es una piedra solar, una ayuda a la navegación casi mítica, que según dicen fue utilizada por los navegantes vikingos.

La piedra está hecha de espato de Islandia, una forma natural cristal de calcita transparente, que polariza la luz que incide en ella del Sol, dijeron los investigadores.

Se encontró en los restos de un barco que habían sido enviados a Francia en 1592 por la reina Elizabeth I como medida de precaución contra una segunda armada española, pero que se hundió frente a la isla de Alderney, en el Canal.

Los científicos británicos y franceses han sostenido durante mucho tiempo que este hallazgo es una piedra solar, una herramienta que fractura la luz que usaban las gentes de la mar para localizar el Sol, incluso estando detrás de las nubes o haber caído debajo del horizonte.

Las piedras solares, según una teoría de hace 45 años, ayudaba a los grandes navegantes nórdicos a encontrar su camino hacia Islandia, e tal vez incluso hacia América del Norte durante el apogeo vikingo de los años de 900 a 1200, mucho antes que la brújula magnética fuese introducida en Europa en el siglo XIII.

Mas sólo hay una vaga referencia en la antigua literatura nórdica de un “solarsteinn”, lo que significa que la idea se ha mantenido frustrantemente sin una prueba sólida.

En un estudio publicado en la revista Proceedings de la British Royal Society A, los investigadores llevaron a cabo un análisis químico de una pequeña muestra, utilizando un dispositivo llamado espectrómetro, que confirmaba que la piedra era una calcita.

La piedra es aproximadamente del tamaño de una pequeña barra de jabón cuyos bordes han sido recortadas en un ángulo. En términos técnicos, su forma es romboédrica.

Su apariencia es de un color blanco lechoso y no transparente, pero los nuevos experimentos muestran que se trata de la decoloración de la superficie, causada ​​por siglos de inmersión en el agua del mar y por la abrasión de la arena.

Usando un cristal transparente similar al original, los científicos fueron capaces de seguir la pista del Sol poniente, con muy poca luz, con una precisión de un grado. En un segundo experimento, fueron capaces de localizar el Sol durante 40 minutos después de la puesta del sol.

Otros factores también proporcionan evidencias de que se trata de una piedra solar, de acuerdo con la investigación dirigida por Guy Ropars, de la Universidad de Rennes, en la región occidental de Francia, de Bretaña.

El cristal se halló entre los restos del naufragio y junto a una brújula magnética de uno de los cañones de hierro excavados de la nave, encontraron que en su cercanía la aguja giraba violentamente, tanto como unos 100 grados.

En su conjunto, ellos sugieren que la piedra solar pudo haber sido mantenida como respaldo a una brújula magnética. “Aunque es fácil de usar, la brújula magnética no siempre era fiable en el siglo XVI, ya que la mayoría de los fenómenos magnéticos no se entendían”, dice el estudio. “Una brújula magnética en un barco puede perturbarse por diversas razones, una brújula óptica da una referencia absoluta y se puede utilizar cuando el sol está oculto.”

Los autores también señalan una investigación anterior, donde observan que algunas especies de aves migratorias parecen haber utilizado la luz polarizada del cielo como ayuda para la navegación, o también podía servir para volver a calibrar la brújula magnética alrededor del amanecer y el atardecer.

¿Cómo funciona una piedra solar?

Si situamos un punto de la parte superior del cristal y lo miramos desde abajo, aparecen dos puntos, porque la luz está “despolarizada” y fracturada a lo largo de diferentes ejes.

A continuación, giramos el cristal hasta que los dos puntos tienen exactamente la misma intensidad u oscuridad.

“En ese ángulo visual, la superficie orientada arriba del cristal indica la dirección del Sol”, explicaba Ropars a AFP en una entrevista en 2011, cuando se publicó una investigación preliminar sobre la piedra de Alderney.


– Diario de referencia: Proceedings of the Royal Society A.
– Fuente: 2013 AFP
– Imagen: Una réplica de un barco vikingo navegando cerca de Oslo el 17 de junio de 2006. 

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