Soy Rigoberta Menchú, y quiero pedirles ayuda para hacer justicia, la justicia necesaria para la dignidad de cada persona y de cada pueblo del planeta. Con ese objetivo trabajamos en la Fundación Rigoberta Menchú Tum. Por eso quiero contarles el caso de las familias del valle de Polochic.

Paulina y Julio Miguel vivían en el Polochic, un precioso valle en el interior de Guatemala. Allí nacieron, y allí trabajaban la tierra y criaban a sus hijos. Una mañana, sin ningún aviso, un grupo de hombres armados entraron en su casa. Esos hombres eran policías, militares y guardias de seguridad de una gran empresa que quería esas tierras para cultivar caña de azúcar que se utilizaría para producir etanol, un biocombustible que se usa mucho en Europa.

A golpes les echaron, sin dejarles llevarse nada. Incendiaron sus casas, sus cosechas. Durante seis largos días hicieron lo mismo con más de 700 familias en Polochic. Se lo quitaron todo: sus cosechas, sus trabajos, su cultura, su esperanza. Sus vidas.

El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, prometió darles a las familias otras tierras. Pero dos años después siguen esperando, pasando hambre y angustias, pero luchando por recuperar su vida y su dignidad. Para estas familias la tierra es la mejor herencia que pueden dejar a sus hijos.

Ellas no van a rendirse, y nosotros, los hombres y mujeres de la Fundación, tampoco vamos a rendirnos. Por eso les pedimos su ayuda: firmen la petición y exijan al presidente que cumpla su promesa.

Ustedes saben de qué les hablamos. Sabemos que ustedes en España están sufriendo el drama de los desahucios y saben lo que significa que los echen de su casa. A esta humanidad le pusieron fronteras, pero por suerte las injusticia no las tiene y la solidaridad tampoco. Las familias del Polochic sentimos el dolor de las familias en España que están perdiendo todo. Hagamos que este sufrimiento común sea una fuente de justicia.

Firma y exige al presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina que cumpla de una vez su promesa y conceda las tierras a las familias desalojadas del Polochic.

Juntos podemos conseguir que el mundo cambie.