¿Por qué elegimos a nuestra pareja? La evolución de nuestras redes sociales

Según un estudio de la Universidad de Nueva York, elegimos nuestras parejas condicionados por nuestra educación y relación cultural y social.

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El futuro de las relaciones humanas ya está aquí, tal como asegura un reciente estudio realizado por dos profesores de la Universidad de York en el Reino Unido. Al contrario que lo que señalan las tradicionales teorías evolucionistas respecto a por qué los hombres y las mujeres eligen determinadas parejas y no otras, y que atenderían a la necesidad de perpetuar la especie, los nuevos descubrimientos apuntan que no estamos programados de manera biológica para preferir un tipo de persona determinada, sino que nuestras exigencias están condicionadas por lo cultural y lo social.

 ¿En qué se traduce esto? Básicamente, en que los hombres cada vez den más valor a la inteligencia y formación (académica) de una mujer, y en que estas se fijen mucho más en la apariencia física de su partenaire masculino.

No es tanto que se esté invirtiendo la tendencia (“la mujer es el nuevo hombre”), como que la igualdad social está dando lugar a un criterio unificado para ambos sexos a la hora de seleccionar sus compañeros.

Estos resultados se han obtenido después de estudiar diez países diferentes y comparar su nivel de igualdad social (obtenido a partir de los datos del GGI, Global Gender Gap Index, del Foro Económico Mundial) con las respuestas de 3.177 entrevistados, recogidas por los autores, Marcel Zentner y Klaudia Mitura.

DIFERENCIAS SOCIALES Y ECONÓMICAS

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En aquellos países en los que la diferencia social y económica eran menores (como Finlandia o Islandia), las mujeres parecían mostrarse más atentas a la belleza de los hombres, y estos aseguraban valorar de mayor grado su inteligencia.

Por el contrario, en los países donde las diferencias seguían siendo mayores (como Turquía), se ponía de manifiesto la importancia del papel de la mujer como madre, amante y ama de casa.Posteriormente, la expansión del estudio a 31 países y 8.953 voluntarios terminó de confirmar la hipótesis de los británicos.

EL ÉXITO

En el artículo, llamado de manera bastante explícita Abandonando las sombras de la cueva: la diferencia de nivel económico entre génerospredice el grado de diferenciación sexual a la hora de elegir pareja,los investigadores ponen de manifiesto que en las sociedades más igualitarias los hombres ya no consideran una característica a destacar que sus mujeres sepan cocinar o que sean atractivas, sino que declaran que prefieren mujeres con una personalidad interesante o inteligentes. Todo lo contario que ocurre con ellas, que señalan que una buena apariencia en su compañero es más importante que su nivel económico.

La razón que aducen los investigadores es que, una vez ambos sexos gozan de los mismos derechos y que sus posibilidades para acceder al mercado laboral son semejantes, las mujeres ya no necesitan la protección económica del hombre (mucho menos la física, en cuanto que las habilidades que permiten el éxito social son otras), sino quepueden valerse por sí mismas y, por lo tanto, seleccionar su pareja a partir de otros criterios, como la apariencia. Exactamente lo que ocurría con el hombre en tiempos anteriores, lo cual contradice la repetida idea evolucionista de que el sexo masculino prefiere a las mujeres con curvas, jóvenes y atractivas porque persiguen una buena madre para sus hijos, y las mujeres no se fijan tanto en lo exterior ya que lo que necesitan es un hombre que proporcione seguridad y protección.

Los datos apuntados en el estudio son significativos. Los finlandeses aseguran preferir a una pareja más inteligente que ellos; las alemanas, que les gusta los hombres que saben cuidar su hogar –conocido es que Angela Merkel asegura compartir sus labores domésticas con su marido, Joachim Sauer– y, sin embargo, los coreanos del sur y turcos prefieren a las mujeres “que saben cocinar”, mientras que sus compañeras preferían “a aquellos con mejores perspectivas de futuro”. Es decir, que el ser humano se libra, en palabras de los autores, del “peso evolutivo” según la sociedad avanza y requiere otro tipo de características.

LA DISCUSIÓN EVOLUTIVA

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Como hemos visto, según el evolucionismo, un hombre debería ser capaz de proveer recursos económicos y ser fuerte y listo; una mujer, ser joven, tener curvas y ser fiel. Pero el éxito se obtiene en el mundo moderno de manera muy distinta a la de nuestros predecesores primitivos, con los que compartimos más determinantes biológicos de lo que podríamos pensar, por lo que se privilegian otros valores diferentes. Precisamente, otro reciente estudio al que se refiere Zentner en su investigación, señala que en las sociedades donde existe mayor igualdad entre géneros, las mujeres son mucho mejores en matemáticas. En el artículo, realizado por Jonathan M. Kane y Janet E. Mertz, se pone de manifiesto que “es la igualdad económica, y no otros factores como el tipo de colegio o la religión, la que influye en las capacidades de cada alumno a la hora de practicar matemáticas”.

Los autores del estudio de la Universidad de York recuerdan que“estos descubrimientos ponen en tela de juicio la idea de que las diferencias de género en la elección de compañeros estén determinada por la adaptación evolutiva que ha cambiado la biología de los seres humanos”,pero recuerdan que aún falta mucho por investigar, y que es posible que sí que nos estemos adaptando, pero de otra manera.

“La capacidad para cambiar comportamientos y actitudes de manera relativamente rápida como respuesta a cambios sociales puede, de hecho, estar condicionada por un programa evolucionista que premie la flexibilidad por encima de la rigidez”, señala Zentner. O, dicho de otra forma, si de verdad seguimos evolucionando, lo estamos haciendo de manera que hombres y mujeres persiguen cada vez más las mismas cosas.

LAS RELACIONES ENTRE LOS JÓVENES

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El 80% de los jóvenes de entre 14 y 18 años piensan que en una relación de pareja, la chica “debe complacer” al chico y éste tiene la obligación de protegerla, según un estudio elaborado por la Federación de Mujeres Progresistas (FMP) presentado este jueves con motivo de la conmemoración, mañana, del Día Internacional por la Erradicación de la Violencia de Género.

Según han explicado en rueda de prensa la presidenta de la FMP,Yolanda Besteiro, y la responsable del programa ‘Igualmente: prevención de la violencia de género en jóvenes inmigrantes’ de la organización, Eva López Reusch, el estudio recoge el resultado de1.396 encuestas realizadas a jóvenes de entre 14 y 18 años que estudian secundaria en Madrid y Burgos.

En total, ocho de cada diez chicos y chicas consideran que ellas deben complacer a su novio en una relación, frente a un 21% que manifiesta desacuerdo con esta afirmación. “Entre los chicos hay una mayor tendencia a pensar esto, pero es cierto que las chicas no lo rechazan frontalmente“, ha señalado López.

Además, más del 80% de los jóvenes creen que “el chico debe proteger a su chica” y para cerca del 60% es “normal” que se den celos en una relación de pareja. También está por encima del 60% la cifra de encuestados que consideran que una mujer se realiza por amor, es decir, cuando tiene novio.

IDEAS MACHISTAS

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Desgraciadamente, se siguen reproduciendo ciertas ideas de carácter machista en relación a lo que debe ser o no una relación amorosa o el papel de cada uno de sus miembros“, explica el estudio. No obstante, se experimenta “cada vez más rechazo” a ideas que supongan una sumisión o un poder evidente sobre las chicas, como que el novio tenga derecho a controlar su vestimenta.

El estudio indica, además, que se siguen reproduciendo estereotipos de género tradicionales: preguntados sobre los rasgos que describen a los chicos y a las chicas, la mayoría considera que ellos son valientes y agresivos, y ellas tiernas y comprensivas. Para Besteiro, este dato es especialmente preocupante, ya que, teniendo este concepto, una mujer soportaría una manifestación violenta de su pareja por considerar que es “lo natural” en el género masculino.

De hecho, los resultados revelan que entre la juventud hay “bastante desconocimiento” acerca de lo que supone la desigualdad entre sexos en la sociedad y “sólo el 21%” la relaciona con la violencia de género. En general “mantienen creencias erróneas”, como reducir el maltrato a “un matrimonio conflictivo”, y reproducen “mitos” como atribuirla al consumo de drogas y alcohol.

En cuanto a los roles, aunque un 90% contesta sobre el papel que las tareas del hogar deben repartirse entre todos los miembros de la familia, el mismo porcentaje reconoce que es la madre quien se encarga ”sobre todo” de estas cuestiones y el resto de la familia “ayuda“.

Estas percepciones del universo femenino y masculino son compartidas entre chicos y chicas ya que, según ha explicado Besteiro, ellas mismas se ven limitadas para desempeñar en el futuro una serie de profesiones que consideran más propias de hombres, como conducir vehículos pesados o ser policía. Ellos, por su parte, rechazan el magisterio infantil y la peluquería, que consideran más propio de mujeres.

Para la presidenta de la FMP, uno de los problemas de esta situación es que chicos y chicas viven “una falsa apariencia de igualdad” ya que, en su opinión, “consideran que porque puedan beber alcohol en la misma medida, que puedan mantener relaciones sexuales entre ellos sin que existan las limitaciones que había en otra época, o porque puedan acudir a los mismos espacios y lugares”, viven en igualdad.

ROLES DE GÉNERO

“Al no existir ahora esas limitaciones que en otras épocas marcaban claramente la diferencia entre chicos y chicas, ellos creen que viven en igualdad, pero no se dan cuenta a través de estos roles de que en realidad, se están marcando las diferencias y sólo empiezan a sentir que hay desigualdad cuando terminan sus estudios y empiezan a incorporarse al mercado laboral“, ha añadido Besteiro.

Además, se encuentran con que todos los agentes socializadores, como la escuela, la familia, los medios de comunicación o sus propias amistades, reproducen estos roles de género. “Causan especial daño las series de televisión que ellos usan como referencia, porque desgraciadamente, muchas están basadas en estas ideas y estereotipos y eso hace muchísimo daño”, ha añadido.

La FMP considera que se trata de un “serio problema que requiere de un serio esfuerzo” de acercamiento a los jóvenes y que todos los agentes socializadores fueran conscientes de que se están reproduciendo estas “grandes desigualdades” y eso va a marcar, a su juicio, “una tendencia a futuro muy peligrosa” sobre todo porque, conforme ha sentenciado Besteiro, “la erradicación de la violencia no se va a conseguir hasta que vivamos en una sociedad igualitaria”.

Fuente: ladagadeaquiles.wordpress.com

http://sociologosplebeyos.com/2013/03/11/por-que-elegimos-a-nuestra-pareja-la-evolucion-de-nuestras-redes-sociales/

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