El jefe de la poderosa Iglesia ortodoxa de Chipre, el arzobispo Chrysostomos, que puso la fortuna eclesiástica a disposición del Estado ante el riesgo de quiebra, es favorable a una salida a plazo de la zona euro, en una entrevista publicada este sábado en Grecia.
“No es fácil, pero debemos dedicarle tanto tiempo como el que se utilizó para entrar en la zona euro”, considera este prelado, a la cabeza de una Iglesia con un enorme patrimonio inmobiliario y uno de los principales actores económicos.
“Con semejantes comportamientos, el euro no puede resistir; no digo que se vaya a hundir mañana pero con los cerebros que tienen en Bruselas está claro que a largo plazo no aguantará, y lo mejor es reflexionar sobre cómo escapar de ello”, afirmó al diario.
Chrysostomos confirmó que su oferta de hipotecar los bienes de la Iglesia para obtener fondos para el Estado sigue vigente.
“El presidente chipriota aceptó esta propuesta (…) pero hay problemas legales que resolver (…) ya se trabaja en busca de la fórmula adecuada”, dijo.
En una carrera contrarreloj, el gobierno chipriota busca con sus socios europeos un plan de rescate financiero, después de que el Parlamento echara por tierra la idea de imponer una tasa extraordinaria a los depósitos bancarios. Tiene las horas contadas, puesto que el Banco Central Europeo anunció que el martes cerrará la línea de crédito a los bancos.
El martes hará diez días que los bancos chipriotas están cerrados.