El Estado mexica (en náhuatl: Ēxcān Tlahtolōyān), llamado comúnmente Imperio azteca, fue la formación política mexica derivada del proceso de expansión territorial del dominio económico de la ciudad-estado México-Tenochtitlan, que floreció en el siglo XIV en Mesoamérica.
Fue encabezado por los mexicas —también conocidos como aztecas—, un pueblo que, de acuerdo con algunos documentos históricos como la Tira de la Peregrinación, era originario de un sitio mítico conocido como Aztlán, al que se suele ubicar fuera de los confines de Mesoamérica. Sin embargo, parece plausible que los mexicas fueran un pueblo de tradición cultural netamente mesoamericana y no los descendientes de grupos chichimecas dedicados a la cacería y la recolección.
Estructura de dominio
Los mexicas y sus aliados establecieron su dominio sobre numerosos pueblos, especialmente en el centro de México, la región de Guerrero y la costa del golfo de México, así como algunas zonas de Oaxaca. Poseían además enclaves en varias posiciones estratégicas en la región de Tabasco (Xicalanco) y dominaban la ruta entre el corazón de Mesoamérica y la rica región del Xoconochco —ubicada en el sur del actual Estado mexicano de Chiapas— que era regida directamente por los mexicas.
Los mexicas expandieron su control económico, principalmente mediante tributación, a través de una amplia región del actual centro de México, con excepciones importantes de control político en altépetl disidentes o fronterizos. Formalmente, se trataba de un conjunto de dominios inicialmente regidos de los tres estados integrantes de la Triple Alianza —Texcoco, Tlacopan y México-Tenochtitlan—, aunque es verdad que los mexicas de Tenochtitlan encabezaron esta confederación y fueron el estado más expansionista de los tres mencionados. Por otra parte, los mexicas nunca establecieron un dominio directo sobre los pueblos conquistados.
Exactamente, la élite gobernante de la Triple Alianza se apropiaba de la producción de las otras naciones mesoamericanas mediante la imposición de un tributo, que era fijado de acuerdo con la especialización económica y geográfica de los dominados y recolectado por un calpixque, o recaudador. Los dominadores no impusieron su religión ni su lengua a los dominados. Aunque es cierto que los estados sometidos no tenían independencia política total, seguían gobernados por grupos locales. Sólo en algunos casos, los mexicas establecieron un control militar en ciertos puntos estratégicos de sus dominios.
El modo en que los mexicas impusieron su dominio sobre otros pueblos mesoamericanos fue diverso, no ajustándose a una estructura imperial tradicional como en las monarquías europeas. Aunque se suele señalar el carácter militar de varias conquistas mexicas, también establecieron una complicada red de alianzas matrimoniales con las élites locales para asegurar la lealtad hacia el poder de México-Tenochtitlan. Tal fue el caso, por ejemplo, de los zapotecos de Tehuantepec. El dominio del Estado mexica en Mesoamérica no fue total. Varios estados mesoamericanos fueron capaces de resistir el empuje de los tenochcas y sus aliados, entre ellos los popolocas de
Teotitlán del Camino, los tlapanecos de Yopitzinco, el señorío de Metztitlán (norte de Hidalgo), los mixtecos de Tututepec, la confederación Tlaxcalteca y el estado tarasco de Michoacán. De sobra es conocido que los tlaxcaltecas eran enemigos acérrimos de los mexicas, que les habían impuesto la obligación de participar de la Xochiyáoyotl a cambio de su independencia. Tampoco debe dejar de mencionarse que los mexicas nunca pudieron derrotar a los tarascos, y que la presencia de este pueblo impidió la expansión de sus dominios hacia el occidente.
El fin del régimen de dominio internacional de los mexicas y sus aliados en Mesoamérica concluyó con la Conquista española de México-Tenochtitlan. En este suceso, que se suele tomar como punto final del desarrollo independiente de la civilización indígena mesoamericana, participaron no sólo los expedicionarios europeos, sino, decisivamente, sus aliados indígenas provenientes de numerosas naciones tributarias de la Triple Alianza que vieron en los recién llegados una oportunidad de poner fin al dominio tenochca.
Contexto histórico y geográfico
Diversos pueblos convivieron en la etapa final del desarrollo mesoamericano, conocido arqueológicamente como Posclásico tardío, que comprendió de los siglos VIII a XIV.
En este tiempo la entidad política de mayor complejidad fue México-Tenochtitlan, cuyo origen histórico se remonta a una coalición militar conocida como la Triple Alianza, que vinculó a tres estados emergentes: los mexicas, cuya ciudad capital fue México-Tenochtitlan, famosa urbe de su época; los Acolhua con Texcoco como ciudad primordial, considerada el centro cultural por excelencia; y Tlacopan, que reunió a los sobrevivientes del antiguo señorío que alguna vez dominó el valle de México. Los Aztecas impusieron con astucia su jerarquía sobre sus aliados, y extendieron su dominio hasta las costas del Océano Pacífico y del Golfo de México. Adquirieron riqueza y poder a partir de la imposición de un estricto sistema de tributación, de tal manera que a la llegada de los españoles en los inicios del siglo XVI, su capital era considerada la urbe más importante y magnificente de su época. La lengua dominante entre los aliados fue el náhuatl, que se convirtió en la “lingua franca” de gran parte de Mesoamérica, utilizada para nombrar la geografía del México antiguo, sustituyendo inclusive las voces de otros ancestrales idiomas. En cuanto al otro estado indígena, el Imperio Tarasco, conocido también como Purépecha, cuya ciudad principal fue Tzintzuntzan, que al final de su periodo histórico funcionó como su capital política, impuso su dominio militar en una amplia zona que comprendió el centro-norte y occidente de México. El idioma de este pueblo era el Porhe o Tarasco, fundamentalmente diferente al Náhuatl y que no se vincula con ninguna otra lengua del México antiguo.
La expansión de los mexicas coincidió con el florecimiento de una tradición ideológica de carácter interétnico que vinculó a pueblos que hablaban lenguas e idiomas diferentes, Este lenguaje artístico comunicó historias, deidades y ritos en los que coincidieron ancestrales mitos y tradiciones.
Luego la Triple Alianza se disipo por completo debido a que los hijos de los jefes se pelearon a muerte y el vencedor, tras su victoria tuvo sexo con las esposas de los otros jefes.
Ubicación geográfica del Imperio azteca
Los aztecas establecieron México-Tenochtitlan en el centro del Valle de México, expandiendo su control hacia ciudades-estado ubicadas en los actuales estados de México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero, la costa de Chiapas, Estado de Hidalgo, y parte de Guatemala. El territorio que se conquistó no fue de un monótono clima, sino que abarcó climas tan variados como el clima polar de alta montaña hasta los climas cálidos. Hubo una gran variedad de ecosistemas desde bosques de coníferas, mixtos, caducifolios hasta los ecosistemas cálidos como lo son las selvas tropicales, desiertos rocosos, selva caducifolia, manglares, bosque tropical, entre otros ecosistemas.
Ecosistemas
Entre los ecosistemas de la Mesoamérica antigua se hallan los siguientes:
Selva tropical lluviosa
Selva seca
Bosque de coníferas
Bosque caducifolio
Manglar
Sabana
Bosque de niebla
Estepa
Matorral
Selva
Esta variedad se ve complementada por diversos ecosistemas endémicos como el bosque templado lluvioso, el bosque de coníferas de Chiapas (ubicado en las puntas de la Sierra Madre de Chiapas), entre otros biomas originados por la situación geográfica particular de la región mesoamericana.
Conquistas y pueblos tributarios de los mexicas
Después de 20 años de haber llegado a la Cuenca del Valle del Anáhuac hoy Valle de México, a partir de la derrota de Azcapotzalco, los mexicas iniciaron una serie de conquistas sin precedentes en América. Como se consigna en la Matrícula de Tributos, los pueblos sometidos tenían que pagar diversos tributos: maíz, frijol, amaranto, chía, mantas y telas, copal, liquidámbar, sal, trajes militares, productos que se elaboraban en la región, y contribuir con hombres para la guerra
Mexicas en México
Los lugares que se conoce hasta el momento que fueron conquistados por los Aztecas son los estados mexicanos que a continuación se mencionan:
Mexicas en Chiapas
De esta región lo que se extraía no eran sólo productos del campo y del mar, sino también muy posiblemente ámbar, pues es el único estado de la República donde se le encuentra. También se capturaban quetzales y guacamayas rojas y verdes para extraerles sus plumas y elaborar vistosos trajes y penachos de la realeza y otros objetos suntuarios.
Para 1486 conquistan a los zoques, cobrándoles tributo, pero al no poder conquistar a los chiapanecos se ven en la necesidad de regresar a la costa y continuar su marcha a las tierras altas de sierra de los Cuchumatanes en Guatemala.
En 1524 regresan junto con ejércitos tlaxcaltecas comandados por españoles conquistando este territorio. Como premio a la conquista de este territorio les permiten fundar un barrio en Ciudad Real, el actual San Cristóbal de las Casas, que hasta la fecha existe.
Mexicas en Oaxaca
Hacia 1458 los mexicas inician campañas expansionistas bajo los reinados de Tizoc, Ahuizotl y Moctezuma y con ello la decadencia de los mixtecos, que ocupaban hasta Tuxtepec.
De aquí también se llevaba al imperio el cacao, junto con el maíz y otros productos de esta provincia. Además de que se extraían de aquí también productos del mar como conchas marinas, pescados, mariscos y trozos de coral. Pero por lo que mayormente fue conocido fue por la gran habilidad que tenían de trabajar los metales como el oro, plata y platino. Habilidades que los Aztecas, con el tiempo pudieron replicar y mejorar, aunque en sus inicios les enseñaron los mejores maestros de Mesoamérica. Aunque las herramientas que usaban para trabajar los metales no parecían muy modernos podían hacer grandes obras de arte con los metales preciosos.
Mexicas en Guerrero
Para el siglo XIV en el estado, se encontraban ya asentados en el territorio de la entidad diversos pueblos con sus características culturales propias, conviviendo algunos de manera pacífica y otros en constantes conflictos bélicos. Entre los más importantes estaban los purépechas, cuitlaltecas, ocultecas y matlatzincos, en la Tierra Caliente; los chontales, mazatlecos y tlahuicas en la Sierra Norte; los coíxcas y tepuztecos en los Valles Centrales; los tlapanecos y los mixtecos en La Montaña; los jopis, mixtecos y amuzgos en la Costa Chica, y los tolimecas, chubias, pantecas y cuitlaltecas en la Costa Grande.
De estos lugares se extraían productos muy parecidos a los que se extraían de Veracruz. Pero en menor medida ya que esta zona no tenía la misma importancia, aunque de aquí se extraía el oro y la plata que tanto apreciaban los Aztecas. Junto con los artesanos que la trabajaban, prácticamente todo el estado fue conquistado por los Aztecas y aquellos lugares que se resistieron hicieron un pacto similar al de los Aztecas con lo Tlaxcaltecas.
En el estado de Guerrero habitaron los yopes, una tribu que nunca fue sometida por los aztecas, y fue conquistada hacia 1553 por los españoles y exterminada casi totalmente; en fecha de 2004, sólo quedan algunas pequeñas congregaciones de yopes.
Mexicas en Puebla
Puebla fue una provincia de los aztecas de la cual salían productos que iban a alimentar a la sociedad azteca. Debido a esto Puebla fue atacada en varias de sus ciudades no solo por ser quien proveía la mayoría de los alimentos y materias con que se comerciaban. Si no por ser todas sus ciudades, fieles al imperio. Y al ser lugares donde los Aztecas podían obtener alimentos y hombres para la batalla se convertían en un enemigo potencial. Debido a esto la ciudad de Cholula fue atacada con el pretexto de haber asesinado a un enviado de los tlaxcaltecas.
En las Sierra Negra de Puebla se comerciaba principalmente con la capital las flores que están muy apreciadas y a la región que proveía de estas flores era conocida por sus colinas verdes y que tocaban las nubes.
Mexicas en Tlaxcala
En Tlaxcala a la llegada de los españoles los aztecas llevaban con un bloqueo comercial de 60 años,los Tlaxcalteca. Pero eso no siempre fue así, ya que los tlaxcaltecas antes ya habían ayudado a los aztecas a derrotar a los tepanecas, que en ese entonces controlaban el centro de México. Después de haber derrotado al enemigo, los aztecas tomaron el control, y los tlaxcaltecas se rebelaron, indignados. A esto los aztecas respondieron con un bloqueo comercial Para lograr ser liberados del bloqueo, negociaron un acuerdo con los mexicas, mediante el cual se les permitía conservar su independencia, a cambio de que participaran en las guerras
floridas. Con este trato de alguna manera Tlaxcala no pagaba ni tributos, ni cedía su gobierno si participaba en estos eventos que le servían a los aztecas para entrenar a sus ejércitos. Además de que proveía de víctimas para los sacrificios humanos, manipulaba a los tlaxcaltecas, evitando el aumento de la población e infundiendo el miedo para evitar que se rebelaran contra los aztecas.
Mexicas en Veracruz
Los Mexicas fueron los últimos en llegar a Mesoamérica. Pero a pesar de ello en 1325 se establecieron en la cuenca del valle de México y fundaron la Ciudad de México-Tenochtitlan. Progresaron rápidamente, se hicieron poderosos y conquistaron otros pueblos. Influyeron en la lengua y la cerámica ceremonial. Los mexicas tenían guarniciones para controlar sus dominios y almacenes para los tributos. Algunos de sus puestos de vigilancia en Veracruz estaban en Xalapa, Jalcomulco, Huatusco y Coscomatepec, una de las primeras poblaciones de los Mexicas en Veracruz fue Ixtaczoquitlán, ya que en el año que se creo fue en el año 1300. De aquí se enviaron tributos como pescados que comía el emperador junto con conchas marinas. También servían estas de ofrenda a los dioses.
Los mexicas lograron controlar gran parte del actual estado de Veracruz. De aquí se proveía a la capital con productos tropicales además de pescados y trozos de arrecifes. Posiblemente hubo puertos prehispánicos para recibir producto de todo el Golfo de México. Como llegó a decir Cristóbal Colón que había visto una canoa cargada con mercancía muy extravagante.
Mexicas en Tabasco
Aquí los Aztecas se limitaron a construir un campamento comercial, que era el medio de contacto entre el Imperio Azteca y los reinos fragmentados de los Mayas. En este campamento los antiguos comerciantes Aztecas viajaban para obtener algunas de las materias más valoradas, por la lejanía desde donde se traían y la dificultad.
El campamento tenía solo un pequeña guarnición de soldados que eran para proteger a los Aztecas que ahí se encontraban. Este lugar también servía para un intercambio cultural.
Mexicas en Michoacán
Su nombre proviene del náhuatl Michhuahcān o (lugar de pescadores), una de las cuatro provincias del Reino Purépecha con capital en Tzintzuntzan, muy cerca del lago de Pátzcuaro.
Debido a esto los Aztecas solo conquistaron una fracción de este estado, por aquí es donde se localiza la mayor cantidad de fortalezas y guarniciones Aztecas. Aunque aquí hubo un intercambio cultural entra ambas naciones, tanto que se llegaron a considerar como pueblos hermanos.
Cerca de 1473 las tropas aztecas fueron a la frontera este del reino tarasco, precisamente en Taximaroa, encabezados por Axayacatl, mismo que recibió una herida mortal en la cabeza. Esta fue la única tentativa de imposición militar por parte de los aztecas en Michoacán. De esta región llegaba al imperio, maderas y artesanos de los metales.
Mexicas en el Estado de México
El actual territorio del estado México fue el principal y mayor tributario de maderas, carnes y vegetales del Imperio Azteca. Y de donde se obtuvo parte de lo que fue cultura Azteca. Que según se inspiraron de los Teotihuacanos y Toltecas.
Aunque con Chalco se tuvieron roces pues ellos se resistían a ser sometidos pero sin tener grandes consecuencias, pues siempre eran de nuevo sometidos.
El estado compartía con el Distrito Federal el sistema de lagos de la cuenca del valle de México o de Anáhuac los cuales eran los lagos de Zumpango, Xaltocan, Texcoco y Chalco.
Mexicas en el Distrito Federal
En el siglo XIV, después de una peregrinación de más de un siglo los Aztecas arriban a la cuenca del valle de Anáhuac o México para asentarse primero en sus orillas y después en un islote de donde salieron para crear el grandioso Imperio Azteca. Cuando llegaron eran conocidos como los Aztecas, que quiere decir: “los que vienen de Aztlán”, que quiere decir “lugar de garzas”. Y cuando por fin se establecen, reciben el nombre de Mexicas, que, según algunos autores, quiere decir: “Hijos de la Luna” (por extensión del significado de la palabra Mexihco, MEtztli-luna, XIctli-ombligo, CO-lugar, “El lugar del ombligo de la luna” o sea el vientre o el lugar de parto de la luna).
Dicho sea de paso que, esta acepción de la palabra “Mexica”, está basada, sin duda alguna, en los antiguos pensamientos quetzalcoatiano y Teotihuacanos, en los que se creía que el occidente era la patria del género humano, en otras palabras: “Mientras el “Padre” sol venía a ocultarse bajo la oscuridad de la materia, mientras el “Padre” sol vestía las “galas del mundo material”, no era otra, sino la “Madre” luna, la que regía el mundo del ser humano, momento en que daba a luz criaturas de naturaleza tanto corporal como espiritual.
Mexicas en Morelos
Los Aztecas, obtenían de esta región en su mayoría productos del campo aunque por el clima podía cultivarse el árbol del cacao. Junto con otras regiones de imperio de donde se trian productos tropicales. Aquí era un zona donde la principal el clima era muy agradable y que incluso en la actualidad sigue atrayendo a la gente de todos los lugares
Mexicas en Hidalgo
Cerca del siglo XII d. C. los aztecas, procedentes de Aztlan, se establecieron en Tula, antes de seguir por Atlitlalaquia y Apizaco. Posteriormente Tula fue reverenciada por los habitantes tenochcas.
De las zonas sometidas venían las fibras de maguey de la más alta calidad.
Gobierno
El Estado mexica fue una teocracia encabezada por el huey-tlatoani, gobernante máximo electo por un consejo integrado por representantes de los veinte grupos de personas emparentadas o clanes en que se dividía la sociedad. Cuando el tlatoani, debía tomar decisiones fundamentales, por ejemplo la declaración de la guerra, deliberaba con algunos asesores. El más importante fue el cihuacóatl, quien colaboraba con él en el gobierno y lo reemplazaba en caso de ausencias. En los niveles inferiores había muchos funcionarios; entre ellos, los jueces encargados de vigilar el cumplimiento de las normas y los guardianes de los depósitos de armas.
Gobernantes mexicas
Artículo principal: Huey Tlatoani
Huey Tlatoani es una expresión náhuatl, usada para denominar a los gobernantes (tlahtoāni ‘orador’) de México-Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan quienes ejercían su poder sobre el valle de México. Narra la tradición que a la muerte del caudillo Tenoch los aztecas consideraron necesario emular en su organización política y social a los pueblos vecinos de linaje Tolteca y rogaron al señor de Culhuacán les diera un ” huey tlatoani “Acamapichtli, que quiere decir “el que empuña la caña”, hacia el año 1375 se convirtió en el primer rey de México – Tenochtitlan.
Elección de los cargos públicos
Los cargos públicos fueron designados por la nobleza de Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan. Por lo regular elegían de una línea de sangre dominante
Sistema judicial
Los principales tribunales judiciales se establecieron en México-Tenochtitlan y en Texcoco, en donde debían dirimirse los pleitos territoriales y criminales que no tenían solución con la justicia local y administrativa cada uno de los altépetl. Una estructura similar se conservó en las poblaciones indígenas después de la Conquista de México.
lases sociales
La sociedad se dividió en veinte clanes llamados calpullis, constituidos por grupo de personas vinculadas por parentesco. Cada clan contaba con tierras, un templo y un jefe o calpullec. Se dividían en tres clases; nobles, gente común y esclavos.
Clase de los nobles o Pipiltin
Era el grupo dirigente, que controlaba el gobierno y la religión. No pagaban tributos y tenían tierras propias que eran trabajadas por los campesinos.
Clase de la gente común o Macehualtin
A este grupo pertenecían los artesanos, los comerciantes, y los campesinos.
Clase de los esclavos o Tlacotin
Eran prisioneros de guerra, personas que habían cometido un delito o bien personas con grandes deudas, las cuales no les era posible pagar a corto plazo y se autoempleaban como sirvientes de aquellos a quien le debian.
Economía
La economía era prospera. En primer lugar, su control sobre los otros pueblos les permitía contar con abundante mano de obra. Por otra parte, el cobro de tributo hizo que los pipiltin tuviesen abundancia de materias primas y productos. Otro factor que posibilito la prosperidad fue la utilización de avanzadas técnicas agrícolas.Tenochtitlán, capital de los aztecas, estaba construida en una isla en el centro del lago Texcoco. Los aztecas crearon una técnica que les permitió cultivar sobre el agua: las chinampas. Se trataba de balsas de tierra, ramas y plantas que flotaban en los lagos; las anclaban con palos, las cubrían con tierra y sobre ellas cultivaban. También construyeron terrazas de cultivo en las zonas montañosas. Usaban abonos vegetales y animales.
Comercio
El comercio de los aztecas se basaba principalmente en el trueque. Además que posiblemente habrían existido ferias en el imperio al igual que en el imperio incaico. Normalmente los comerciantes mexicas (pochtecas) intercambiaban productos de Tenochtitlan y alrededores para conseguir productos de lujo de las otras ciudades y naciones. Por la cantidad de población y los datos indirectos se cree que Tenochtitlan en su época de esplendor era el mercado más grande del mundo, y se ubicaba en la plaza central de Tlatelolco comercializaban con esclavos, prisioneros de guerra, cacao, frutas exóticas, etc.
Minería
Conseguían obsidiana de la Sierra Madre Sur y Occidental para elaborar armas y objetos cotidianos (cuchillos, platos,collares)
Textileria
Otra industria muy popular entre los habitantes del imperio azteca fue la textil, la cual tenía entre sus principales productos la fabricación de tejidos de algodón y fibra de maguey.
Organización militar y guerras en Mesoámerica
La expansión del dominio mexicano fue resultado de su organización militar y del valor de sus soldados en las batallas y a la habilidad de sus gobernantes, quienes inicialmente se apoyaron en la Triple Alianza. Aprovecharon las divisiones que existían entre sus adversarios y convencían de forma coercitiva a muchos altépetl (señoríos) que les convenía más ser vasallos de Tenochtitlan que enfrentarse a los riesgos terribles de una guerra. Por lo general, la mayoría de altepetl circundantes a México-Tenochtitlan aceptaron pagar tributo a los mexicas y conservaron la administración a cargo de la nobleza local, que debía rendir cuentas ante los gobernantes de la capital. En ciertos lugares ventajosamente situados, los mexicas establecieron fortalezas y guarniciones que vigilaban los territorios dominados y la seguridad de las rutas comerciales, como en Oztoman cerca de los purépechas, Zozolan con los mixtecas, Xoconochco y en los límites con los señoríos totonacas. Solo algunas regiones conflictivas fueron gobernadas
directamente por funcionarios nombrados en Tenochtitlan con atribuciones políticas y militares.
Los comerciantes fueron una especie de fuerza de espionaje pues analizaban al enemigo en sus ciudades así tiempo después llegaban los ejércitos aztecas de invasión. Cuando había resistencia no se detenían hasta conquistar la zona salvo algunas excepciones, o también se anexaban al imperio por medio de de matrimonio arreglados entre las dos noblezas la cual era sumamente raro que ocurriese.
Los tributos llegaban a Tenochtitlán de todas las regiones del imperio: alimentos, tejidos, artículos preciosos, y también seres humanos cautivos destinados al sacrificio. Esa riqueza convirtió a México-Tenochtitlan en una ciudad deslumbrante.
Historia de Guatemala
Guatemala es una república que ha pasado diferentes períodos históricos. Sus primeros habitantes crearon la cultura maya. Posteriormente, fue sacudida por la guerra ocurrida con la conquista española. En el siglo XIX logra su independencia junto al resto de Centroamérica, la cual fue sucedida por guerras entre conservadores y liberales, que llevarían a la desintegración de la Federación Centroamericana. Las disputas continuaron entre ambos grupos hasta finales del siglo XIX, estando primero bajo el poder de los conservadores y luego de los liberales. Manuel Estrada Cabrera fue el presiente que logró mantenerse durante más tiempo en el poder.
En el siglo XX cesó la lucha liberal-conservadora. Durante ese tiempo, Guatemala fue sacudida por disputas y guerras dentro del contexto de Guerra Fría. Primero, la Revolución de 1944, de carácter socialista, posteriormente la contrarevolución de 1954, capitalista, que se desenvolvería posteriormente en un período de inestabilidad política, con golpes de estado y elecciones fraudulentas entre los mismos. paralelo al movimiento guerrillero y a la lucha armada interna. Tras la transición a la democracia, se logra la firmar los Acuerdos de Paz, y empieza una nueva época en Guatemala, caracterizada por visión de una mejor Guatemala, pero frustrada, en parte, por el crecimiento de la delincuencia interna y la crisis económica mundial. Ésta es la historia de un país que ha pasado por una gran experiencia, de esplendor precolombino, de invasión española, de colonia, de independencia, de unión centroamericana y secesión de la misma, de gobiernos conservadores y liberales, capitalistas y socialistas, de revoluciones, de guerra interna, de genocidio, de golpes de estado, intervención extranjera, de de democracia, de paz, de esplendor científico y literario, pero que a pesar de las dificultades, sigue su camino de la historia.
Diferentes grupos poblaron Guatemala durante la época también conocida como precolombina, sin embargo la más importante fue la civilización maya.Los mayas gobernaron la mayor parte de Petén, pero hicieron edificaciones de templos y ciudades en las regiones altas de Guatemala.
La civilización maya floreció en la mayor parte de lo que hoy es Guatemala y sus regiones circundantes, durante aproximadamente 2.000 años, antes de la llegada de los españoles. Su historia se divide en tres períodos: pre-clásico, clásico y postclásico, siendo durante el período clásico cuando esta civilización tiene sus principales adelantos científicos y culturales. Sin embargo, el pueblo maya no termina su historia ahí, pues hoy en día aún pueblan la región. La mayor parte de las grandes ciudades mayas de la región del Petén y las tierras bajas del norte de Guatemala, fueron abandonadas alrededor del año 1000 a. C. Los estados postclásicos de las tierras altas centrales -como el reino de los quichés en Q’umarkaj (Utatlán)- sin embargo, prosperaban todavía hasta la llegada del conquistador español Don Pedro de Alvarado entre 1523-1527.
Los pobladores nativos de las tierras altas de Guatemala, como los cakchiqueles, mam, quiché y tzutujiles, y los Kek’chi en las tierras bajas del norte Guatemalteco aún forman una parte significativa de la población guatemalteca.
Época colonial
Fue en 1523 que los conquistadores españoles ingresaron por su parte occidental (Actualmente Quetzaltenago), provenientes desde la Nueva España. Todos ellos liderados por el Capitán y lugarteniente Don Pedro de Alvarado. Enfrentándose primero con los k’iches y aliándose después con los cakchiqueles, logró fundar su primera Villa el 25 de julio de 1524 en las cercanías de Iximché, capital de los cakchiqueles, dándole por nombre Ciudad de Santiago en honor al conocido Apóstol Mayor.
El 22 de noviembre de 1527, se trasladó la ciudad y ésta fue destruida en la madrugada del 11 de septiembre de 1541 por un alud de lodo y piedras que provino de la cima del Volcán de Agua (Volcán Hunahpú, como lo conocían los indígenas) sepultando a la entonces capital de la región; enterrando a la ciudad con la mayoría de sus habitantes, donde también pereció la primera
Gobernadora que ha tenido América: Doña Beatriz de la Cueva, viuda de Don Pedro de Alvarado. Esto obligó a que de nuevo fuera trasladada 6 kilómetros más abajo, al Valle de Panchoy, en lo que actualmente es hoy la Ciudad de Antigua Guatemala. El 10 de marzo de 1543 el Ayuntamiento celebró allí su primera sesión. La ciudad, ya en su tercer asiento oficial, conservó el mismo escudo de armas otorgado en Medina de Campo por real cédula del 28 de julio de 1532. También el 10 de marzo de 1566 el Rey Felipe II la condecoró con la merced del título de “Muy Noble y Muy Leal Ciudad”. Fue la tercera ciudad en importancia en América después de México y Lima, de donde irradió la cultura y gozó de bien merecido prestigio. Así se inició al Período Colonial de Guatemala.
Durante este período colonial, que duró casi 300 años, Guatemala fue una capitanía general (Capitanía General de Guatemala) que a su vez dependía del Virreinato de la Nueva España (hoy México). Se extendía desde la región del Soconusco —ahora en el sur de México (estado de Chiapas)— hasta Costa Rica. Esta región no fue tan rica en minerales y metales como México y Perú. Sin embargo, se destaco principalmente en la producción agrícola. Sus principales recursos fueron la caña de azúcar, el cacao, las maderas preciosas y tinta de añil para teñir textiles.
Los estudios universitarios aparecen en Guatemala desde mediados del Siglo XVI, cuando el primer Obispo del reino de Guatemala, Licenciado Don Francisco Marroquín, funda el Colegio
Universitario de Santo Tomás, en el año de 1562, siendo ésta una de las primeras universidades del nuevo mundo.
El recién llegado Presidente Don Martín de Mayorga solicitó al Monarca de España el 21 de julio de 1775 la traslación de Antigua Guatemala siempre vulnerable a erupciones volcánicas, inundaciones, y terremotos. Antigua había sido destruida por dos terremotos en 1773, pero los remanentes de su arquitectura española colonial fueron conservados como un monumento nacional. La Ciudad de Guatemala moderna, fue oficializado el cuarto asentamiento el 2 de enero de 1776 con una primera sesión del ayuntamiento por el gobernador de la Audiencia Matías de Gálvez y Gallardo sobre las bases del llamado Establecimiento Provisional de La Ermita. Por real orden dada en Aranjuez el 23 de mayo de 1776 se extinguió el nombre de Santiago y se adoptó el de Nueva Guatemala de la Asunción que, con el correr del tiempo es conocida en la actualidad como Ciudad de Guatemala, logrando convertirse con los años en la ciudad más grande y populosa de todo el istmo.
Independencia
La región siguió floreciendo. Industrias como las del añil, el cacao y la caña de azúcar, florecieron durante todo el período colonial de Guatemala, creando grandes riquezas y permitiendo el desarrollo de otras industrias, cuyo auge duró hasta finales del Siglo XVIII. Queriendo abrir otras opciones comerciales y por no interesarse lo económicos y políticos, la élite criolla guatemalteca declaró su independencia de la Corona Española el 15 de septiembre de 1821. La nueva república guatemalteca incluía las regiones del Soconusco, y lo que ahora son los países de El Salvador, Honduras, Nicaragua, y Costa Rica. Sus 1,5 millones de habitantes estaban concentrados en sus centros urbanos.
Los últimos decenios del siglo XVIII significaron para la corona española un inmenso derroche de energías —humanas y económicas— destinadas a soportar y llevar a buen término repetidos proyectos bélicos en los que se vio envuelta. Fruto de celos expansionistas, como de avances político-económicos, habían colocado a España en una situación bastante difícil: no era factible sucumbir ante el poderío de las potencias vecinas, pero hacer frente a tales empresas bélicas le significaba innumerables sacrificios humanos y económicos. Por otro lado, sus vastas posesiones de ultramar eran de por sí otra gran empresa en la que debía invertir semejantes energías y recursos, aunque de diversa manera; así como velar por ellas como un valioso tesoro sobre el que tenían puestos los ojos propios y extraños. Aspecto importante que merecía obligados desvelos por parte de la alta burocracia real española, así como los esfuerzos e inversiones ya señalados, era el tráfico comercial-marítimo que sostenía la metrópoli y sus colonias.
Por medio de él, podía detectarse el pulso y ritmo de las relaciones entre ambos continentes. Esa inquietud real sobre el mantenimiento y conservación de una relación continua en el ámbito comercial puede explicarse por los factores que la constituían, como lo eran, por un lado la riqueza en metales preciosos y materias primas que América proporcionaba, así como el mercado de consumo que ella misma significaba para los géneros y productos peninsulares. Ese intercambio, las más de las veces desigual para las colonias ultramarinas, suponía un renglón considerable en la economía real peninsular. De allí su constante vigilancia y protección, manifiesta en toda una serie de disposiciones reales que —durante casi tres siglos— guardan una línea clara de
pensamiento: la conservación, en exclusividad, del comercio con las colonias como algo inherente e imaginable sólo para la corona española, sin llegar a contemplar la injerencia en dicha relación, de otras naciones. La guerra sostenida con Inglaterra en los últimos años del siglo XVIII planteó difíciles problemas a esa relación comercial, ya que las fuerzas inglesas conocían bien los puntos neurálgicos de la economía española y los atacaron frontalmente.