Ecuador denunció este viernes ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la crisis que atraviesa el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) y sus instituciones, que compromete su “viabilidad, legitimidad y eficiencia”.
Durante la Asamblea General Extraordinaria de la OEA, que se lleva a cabo en Washington, Estados Unidos, este viernes, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, enumeró algunas de las razones por la cual el SIDH y sus instituciones: Comisión y Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH y Corte-IDH), están en crisis y por ende deben ser sometidas a reformas.
“Está en crisis porque hay una distorsión y discriminación grosera de algunos derechos humanos con respecto a otros”, esto se hace a través de las relatorías de la CIDH, donde hay un trato asimétrico y discriminatorio, dijo Patiño.
Recordó que la única relatoría que recibe financiamiento es la de la Libertad de Expresión.
Asimismo, está en crisis “porque nosotros no la financiamos, no financiamos al sistema”, dijo Patiño.
El Sistema Interamericano de Derechos Humanos se financia en una tercera parte por naciones fuera de la región, como España, Noruega o Francia, así como por Estados Unidos, nación que no ha ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH).
A esto se le suma la localización de la sede de la CIDH en Washington. “Durante decenios hemos aceptado esta realidad que tenemos que enfrentar, no puede ser que la sede de un organismo esté en un país que no ha ratificado durante 40 años algo que suscribió”.
Agregó que el SIDH también atraviesa esta situación “porque ante nuestro descuido la CIDH se arroga funciones (no establecidas en los tratados), porque no hay una conducción y una orientación en el proceso de observancia y protección de los derechos humanos y porque ese vacío hemos permitido durante lo últimos años que lo llenen los que financian el sistema”.
Durante su intervención, Patiño dijo que la “CADH fue creada por los Estados y se debe a los Estados”.
Explicó que los Estados que conforman la OEA no han definido nunca que la CIDH sea un organismo autónomo e independiente. “Su autonomía radica exclusivamente en la obligación de que sus comisionados sean autónomos e independientes al momento de cumplir con sus funciones, pero no son autónomos e independientes para decidir cuales son funciones porque esas están establecidas claramente en la CADH”, a la que debe someterse, expresó.
Indicó que estas razones comprometen “la viabilidad, legitimidad y eficiencia del sistema en su conjunto y por tanto su pronta existencia futura”.
Recordó que dos países Trinidad y Tobago y Venezuela han denunciado la CADH para salir del sistema, “y hay algunos que ven también esas posibilidades en el futuro”.
AVN