Perros, gatos y todo tipo de mascotas y animales son los grandes olvidados de la crisis.
A ellos no les llegan las migajas de las ayudas que ni tan si quiera son capaces de alimentar el hambre de muchas familias de las ciudades.
Un indicador sin par de a cuan in-civismo han llegado gobiernos mandados por un capital cruel que deja al ya desvencijado ciudadano en la miseria y a sus mascotas en la absoluta indigencia, condenando a muerte a miles de ellas.
Ya sea por inanición frío, enfermedad, atropello y en definitiva abandono. Es la imparable avalancha de mascotas abandonadas que colman calles, campos y perreras. Y lo peor, que nadie hace nada !!
Ellos apenas tienen voces que les representes, ni derechos a que acogerse, ni compasión alguna por sus vidas. A muchos de ellos sólo les espera el sufrimiento y una triste muerte que podría ser evitada con las migajas que rechaza el poder de sus platos faraónicos con incontestables partidas de astronómicas cuantías destinadas a empobrecer al ciudadano de a pié y a entonar sus señoriles traseros en esas poltronas que se almacenan en despachos, salas y ministerios que a nadie sirven. Que no sea a sus propios intereses.
Ni en demo-cracia la peor-cracia animal resuelve las necesidades de una extensa población de amigos, leales y psicólogos que nos acompañan fieles en el devenir hasta sus últimos días con mirada sincera y complaciente.
El confinamiento atroz al que se están viendo sometidos, es intolerable, las medidas escasas como la participación y la conciencia social.
La administración indolente, una vez más fallida y estéril nos deja a nosortos los ciudadanos coherentes, amigos de nuestros amigos, compañeros fieles y ahora tan necesitados , la ardua tarea de suplir su podredumbre moral y asir la responsabilidad de alzar la voz por ello, los indefensos, los olvidados, los de entre los nuestros mas necesitados.
Pues que más hay entre la vida y la muerte que luchar por la vida. ¿Acaso no es la supervivencia suficiente motivo para luchar ?
En tu pueblo, tu ciudad, tu barrio, todos podemos colaborar, entre todos procurarles refugio, alimento o ayuda a aquellos que se lo provean.
Del primero al último, nosotros con ellos, ellos con nosotros, nadie debe quedar atrás en el camino de la recuperación de nuestra dignidad como pueblo soberano que somos, ellos, los otros ciudadanos, tampoco.
Por iniciativa de David Cerezo
http://geodinamics.blogspot.com.es/2013/03/animales-y-mascotas-los-otros.html