“No tienen idea de lo que es, están haciendo todos estos ataques y nunca han estado desempleados viviendo con 66 euros a la semana. No tienen ni idea de lo que es ser una persona trabajadora con ganas de hacer bien su trabajo cuando te reducen el salario. Se recortan los impuestos y nos los aumentan a nosotros, es una vergüenza”, dice Helen, una joven británica que trabaja en un pub.

Un estudio reciente realizado por la Cámara de los Comunes reveló que uno de cada siete diputados nunca ha tenido un empleo fuera de la política.

“Siento que ahora tenemos un tipo de clase política privilegiada, muchos de ellos nunca han tenido un trabajo en la economía real. Trabajaron en el ámbito de la relaciones públicas y luego muy jóvenes comenzaron su carrera de parlamentarios. Creo que la experiencia del mundo sería distinta, una especie de conciencia acerca de cómo estos aumentos de los costes básicos de la vida están teniendo un impacto devastador en la economía”, dice Richard Wellings, director editorial del Instituto de Asuntos Económicos.

Mientras los bolsillos de los británicos se están vaciando, el ministro de la Hacienda, George Osborne, procedente de una familia aristocrática, dispone de una fortuna de 5,3 millones de euros. El primer ministro, David Cameron, no está lejos, con activos por valor de 4,5 millones. Ninguno tiene miedo de demostrar su riqueza, como Cameron, que ha revelado recientemente que su pasión son los trajes de una conocida marca, cuyo precio medio es de unos 3.600 euros.

Unas declaraciones que no vienen en el mejor momento, considerando los llamados del Gobierno a afrontar de manera conjunta la recesión. El descontento popular crece y los parlamentarios se ven obligados a dar explicaciones.

“Hemos congelado el impuesto sobre la gasolina, hemos aumentado las pensiones y con la mala situación económica que heredamos, era inevitable perder la AAA”, explica Goeffrey Clifton-Brown, un legislador británico.

Ante la dura situación económica, los políticos buscan otras formas de demostrar su cercanía al pueblo, incluso, como el  primer ministro, participando en un vídeo musical con jóvenes.