Curiosas leyes hititas

Hattusa

Los hititas dedicaron buena parte del articulado de sus leyes a regular el comportamiento sexual con desconcertante precisión. Por ejemplo el Código del Nesilim, que se remonta a 1650-1500 a.C., estipula que si alguien mantenía relaciones sexuales con un cerdo o un perro, era condenado a muerte. Pero si en cambio se apareaban con un caballo o una mula, no había castigo. Sin embargo, después de algo así el ofensor no podría aproximarse al rey, ni tampoco ser sacerdote.

Si un buey saltaba sobre un hombre pretendiendo aparearse con él, el buey era condenado, pero el hombre no. En su lugar mataban a una oveja. Si era el cerdoel que saltaba sobre el hombre, no había castigo. Afortunadamente tampoco lo había si un hombre copulaba con una mujer extranjera en lugar de con un cerdo.

Mantener relaciones con una vaca acarreaba la pena capital. El reo era conducido ante el rey, quien podía perdonarle la vida si lo deseaba. Pero, eso sí, en adelante tampoco podría aproximársele. El rey, por cierto, también debía adecuar su comportamiento sexual a la ley, de modo que no podía practicar sexo la noche anterior a un importante ritual.

Vemos, también, que si alguien se oponía al fallo de un magistrado, se le cortaría la cabeza, mientras que oponiéndose al fallo del rey, en cambio, su casa era derribada.

Si un hombre libre mataba una serpiente y pronunciaba el nombre de otro, tenía que pagar una libra de plata. Si se trataba de un esclavo, era condenado a muerte.

Si un hombre libre prendía fuego a una casa, tenía que reconstruirla, pero no debía compensar al propietario por cuanto se encontraba en el interior y se había perdido en el incendio. En cambio, si era un esclavo el que prendía fuego a una casa, su amo debía ofrecer una compensación por él. Además al esclavo se le cortaban las orejas y la nariz, que eran enviadas a su amo.

Si el acreedor va a cobrar la deuda y se producía una pelea durante la cual arrojaba el pan o rompía la jarra de vino, tenía que dar una oveja, varios panes y una vasija de cerveza. Luego purificaba la casa con una ofrenda, y hasta pasado un año no podía volver a visitar la casa del ofendido.

El delito de homicidio no era castigado con la pena capital. Si alguno mataba a un hombre o a una mujer durante el transcurso de una disputa, el homicida debía devolver el cuerpo a la familia y ofrecerles cuatro personas como esclavos a modo de compensación. Si el muerto era un esclavo, la compensación se reducía a la mitad.

Algunos delitos que merecían para los hititas la pena de muerte eran:

Entrar en un templo sin autorización.

Quedarse para sí o para algún familiar los sacrificios destinados a un dios.

Era también condenado a muerte el encargado de la cocina que no se bañaba al amanecer antes de preparar la comida de alguna divinidad, y el servidor que no informaba de la falta de limpieza de otro.

Estaba igualmente prohibida la práctica de hechizos, incluso si eran miembros de la familia real quienes los hacían. No obstante, una reina podía ser desterrada con su familia en lugar de condenada a muerte.

El incesto merecía la pena capital, y estaba perfectamente regulado, excluyendo el parentesco político. Si un hombre dormía con la mujer de su hermano en vida de este, era condenado a muerte. También lo era si después de mantener relaciones con una mujer, las mantenía también con una hija de ella, o viceversa. Si un hombre mantenía relaciones con su madrastra, no había delito, a no ser que el padre viviera.

Si unos hermanos dormían juntos con una mujer libre, o uno después de otro, no había castigo. Si padre e hijo dormían con una esclava o prostituta, juntos o sucesivamente, tampoco había delito.

Si un hombre se encontraba con una mujer y yacía con ella en las montañas, era culpable y se le aplicaba la pena de muerte, pero si la poseía dentro de la casa de ella, la mujer era culpable y debía morir.

Si el esposo los sorprendía y los mataba, no cometía ningún delito.Este los conducía hasta las puertas de palacio. Si decía “Mi esposa no morirá”, se le perdonaba la vida a la mujer, pero en ese caso también debía perdonarse al amante. Si el marido, en cambio, decía “Ambos moriréis”, el rey aún podía perdonarles la vida.

Normalmente la mujer, al casarse, iba a vivir a casa del esposo, aunque las leyes hititas también permitían una especie de adopción del marido por parte de la familia de la esposa cuando la de él era demasiado pobre. El divorcio era algo relativamente común. Cuando ocurría, todos los hijos excepto uno permanecían con la madre en el caso de que ambos cónyuges pertenecieran al mismo estrato social, pero en el caso de que el del esposo fuera superior, era él quien retenía la custodia de todos los hijos excepto uno.

Durante el Reino Nuevo, las leyes fueron evolucionando y cada vez había menos delitos que conllevaran la pena capital. Muchos eran sustituidos por compensaciones o multas de acuerdo al rango del ofensor. Los delitos más graves eran a menudo castigados con la esclavitud o el destierro, si bien la pena de muerte no cayó en desuso. Algo a constatar es la ausencia de leyes referidas a la homosexualidad, lo que parece indicar que no había ninguna prohibición al respecto.

Fuente: http://themaskedlady.blogspot.com.es/

http://revista-avalon.es/?p=12242

5 comentarios en “Curiosas leyes hititas

  1. …Si el esposo los sorprendía y los mataba, no cometía ningún delito.
    En España hasta los 70, el juez exculpaba también al homicida, en algunos caso la pena era de prisión menor…

  2. Leyes hititas para los hititas de aquella época.
    Lo que observó es que la ley era aplicable según el estrato, como quien dice:
    » Los ancho para ellos y lo angosto para otros «.

  3. Los Hititas son un enigma histórico, Una supecivilización. tengo serias dudas realmente sobre esto. Parece muy inconguente ya que las antiguas civilizaciones eran más inteligentes que nosotros. Más bien parecen leyes modernas dignas del actual ser humano.

  4. Acaso los bueyes y cerdos saltan sobre los humanos para copular con ellos, jajaj! Lo más probable es que les demos asco, antes y ahora, jaja! Que manera de desacreditar una gran cultura mayormente desconocida. Eso no dá risa.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.