Una colaboración de albani
Barcelona (Europa Press).- El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido cerrar provisionalmente este lunes la guardería municipal El Roure del Eixample de Barcelona tras diagnosticar hasta cuatro posibles casos de lipoatrofia semicircular –dos niños y dos trabajadores–, un trastorno reversible no contagioso por la acumulación de la electricidad estática en los edificios.
Así lo ha comunicado este lunes el concejal de Educación y Universidades, Gerard Ardanuy, en una rueda de prensa en el consistorio barcelonés convocada para informar de las actuaciones preventivas que se llevarán a cabo, entre ellas ofrecer revisiones médicas con especialistas del Hospital Sant Pau de Barcelona a empleados y menores, y constituir dos grupos de trabajo para proporcionar toda la información al respecto.
Ardanuy ha afirmado que aún no se ha constatado una relación causa efecto entre los casos y la situación de la guardería, porque los informes previos no han probado que reúna las condiciones habituales de los ‘edificios enfermos’, si bien aún están esperando los resultados de las últimas inspecciones técnicas.
“La lipoatrofia se plantea en una tipología de edificios y de puestos de trabajo que no encaja con la tipología del edificio de la guardería ni de las posiciones laborales del centro”, pese a que en el análisis ambiental han localizado una zona del patio donde se podrían generar corrientes electroestáticas, aunque no es un elemento definitorio para vincularlo con los supuestos casos.
La delegada de Salud del Ayuntamiento, Cristina Iniesta, ha insistido en que este trastorno es de difícil detección y “altamente improbable en niños”, puesto que se suele producir en adultos que están muchas horas y de forma continuada expuestos a los factores de riesgo, que no se han dado, según los primeros análisis.
El Ayuntamiento contactará inmediatamente con las familias para buscar alternativas para que “todos tengan una solución”, que pasará previsiblemente por reubicar a los escolares en otras guarderías municipales barcelonesas, ha puntualizado. Precisamente, en diciembre el consistorio clausuró provisionalmente la biblioteca Agustí Centelles, que se encuentra en el mismo complejo pero en un edificio distinto, después de diagnosticar tres casos de esta enfermedad.
Los técnicos constataron que el edificio reunía los elementos que podían provocar esta patología, puesto que el suelo era poco conductor, el espacio era muy hermético y no se renovaba suficientemente el aire, a la vez que el nivel de humedad no era el adecuado, entre otros.
Primer caso
Por ello, en septiembre de 2012, se realizó una “evaluación inicial de riesgos” y se tomaron medidas adicionales para valorar las condiciones ambientales de la guardería y entonces descartaron que la afectación que sufría la biblioteca afectara también al centro educativo.
Sin embargo, el 12 de marzo la madre de un niño del centro avisó de que el médico le había diagnosticado lipoatrofia, lo que el Sant Pau de Barcelona confirmó posteriormente como “posible caso” y finalmente se dio de baja de la guardería.
Desde entonces, el Institut Municipal d’Educació de Barcelona (Imeb) y la Agència de Salut Pública iniciaron los primeros estudios y el 21 de marzo informaron a los padres del centro, hasta que este mismo lunes han conocido el nuevo posible caso de lipoatrofia de un menor, diagnosticado por el Sant Pau, y los dos otros casos de educadoras del centro, detectados a través de la Mútua.
Ardanuy ha descartado que la enfermedad de la biblioteca haya podido extenderse a la guardería, y ha rechazado que preventivamente puedan cerrar otros servicios del complejo, como el de la ludoteca y el centro cívico, aunque también harán reconocimientos médicos preventivos a sus trabajadores.
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Espero que pongan remedio rápidamente.