Algunos sismólogos, astrónomos y meteorólogos a lo largo de la historia advirtieron que la actividad solar, o las manchas solares en determinadas circunstancias podrían causar en la Tierra grandes terremotos, sin embargo, un estudio de los sismólogos del Servicio de Geología de Estados Unidos (USGS) publicado esta semana asegura queno encontró una ”clara evidencia convincente” .
“El hecho de que se podría pensar que existe un patrón, no significa que realmente existe. Necesitamos una clara evidencia convincente”, dijo el geofísico, Jeffrey Love, investigador de USGS en su reporte.
“Por supuesto, siempre es posible que algún nuevo e inesperado descubrimiento se haga en el futuro, pero también es esencial que se evalúen objetivamente los datos y la información que tengamos disponible”, continuó Love.
En la historia, el inventor de sismógrafos y científico autodidacta italiano, Rafaelle Bendandi (1883-1979), declaró en entrevistas publicadas por los medios de prensa italiana, que el Sol y la Luna y los demás cuerpos solares tenían efectos notables en la sismicidad de la Tierra en determinadas circunstancias. Fue muy controvertido por haber predicho numerosos terremotos de gran magnitud y con fechas de más menos tres días de exactitud.
El geofísico de USGS explicó que la actividad solar afecta de alguna medida el entorno de la Tierra, correspondiente al clima espacial y que esto “puede tener consecuencias importantes para la vida en la superficie de la Tierra.
“Aunque no encontramos una correlación significativa entre las mediciones espaciales y los terremotos, reconocemos que el Sol afecta a la Tierra en otros aspectos”, destaca Jeffrey Love.
Por ejemplo, según los geólogos, se conoce que las partículas cargadas eléctricamente, que llegan a veces de manera abrupta desde el Sol, pueden causar las conocidas tormentas geomagnéticas solares en la Tierra, dependiendo de su velocidad. Cuando esto ocurre, el campo magnético de nuestro planeta queda inusualmente activo.
“Las grandes tormentas magnéticas pueden causar la pérdida de las comunicaciones por radio, reducir la precisión de los sistemas de GPS, dañar la electrónica satelital y afectar las operaciones de estos satélites, aumentar la corrosión de las tuberías, e inducir sobretensiones en redes de energía eléctrica, causando apagones”, dice el estudio de USGS.
“Es durante las tormentas magnéticas que son visibles en las altas latitudes las hermosas auroras boreales, o ‘luces del norte’”, agrega el geofísico.
Respecto a las manchas solares, estas zonas visiblemente oscuras que aparecen regularmente en nuestra estrella, Love destaca que son regiones donde se concentra la energía y la actividad magnética del Sol.
“Cuando una gran mancha solar emerge en la superficie del Sol, hay una mayor probabilidad de emisión repentina de viento solar de gran velocidad, y esto puede resultar en grandes tormentas magnéticas en la Tierra”, dice Love.
De acuerdo con estudios previos y los registros a lo lago de cientos de años, el número de manchas solares aumenta y disminuye en el transcurso del ciclo solar, que tiene una duración de 11 años. Cada ciclo solar, pasa por un período relativamente regular de máximo solar y de mínimo solar.
“El ciclo actual es excepcionalmente tranquilo, pero aún podría cambiar en los próximos años”, observó Love. Aquí el geofísico de USGS se refirió a que en estos años, cuando se esperaba un fuerte Máximo solar para 2012 y 2013, nuestra estrella repentinamente disminuyó su actividad al mínimo, sobre todo desde noviembre pasado.
Predicciones de terremotos a largo plazo
Volviendo a los terremotos en sí, el estudio señala que con los registros de los sismos del pasado, solo se puede calcular a largo plazo, la probabilidad de que ocurra un nuevo evento.
“Por ejemplo, las evaluaciones exhaustivas de las tasas de largo plazo del terremoto en California nos dicen que es más o menos 2 de 3 posibilidades de que un terremoto de magnitud 6,7 (grados), o mayor, ocurra en los próximos 30 años en el área de la Bahía de San Francisco”, en cambio, la probabilidad para que el evento sea más intenso, es de solo un 0,99%, es decir casi 1 de 100.
Expertos de USGS aseguran que no pueden predecir los terremotos a corto plazo. Según el equipo de dicho estudio “a pesar de las frecuentes declaraciones en contra, ningún método fiable de predicción de terremotos a corto plazo se ha desarrollado”.
De acuerdo a estudios de Gianpaolo Giuliani en el Laboratorio Nacional de Física en el Gran Sasso, existe una manera de anticipar sismos de importancia, a través de detectores del gas radon. El radon se libera desde la Tierra en cantidades importantes antes de un gran terremoto, por lo cual están desarrollando equipos especializados de medición.
En tanto equipos de sismología de todo el mundo advierten a sus ciudadanos cuando un enjambre sísmico, o un mayor número de eventos sísmicos se está desarrollando en una región.
La activación de medidas de emergencia para la prevención de desastres, permite a la población evitar estar en zonas de riesgo de un derrumbe, ante la clara posibilidad de un terremoto de mayor magnitud, y estar listos para una eventual evacuación.