La publicación del reporte sobre los terribles métodos de tortura utilizados contra los detenidos en el campo de trabajos Masanjia, más conocido como campo de entrenamiento para la tortura de las  fuerzas de seguridad chinas dedicadas a la persecución de Falun Gong, indica que algo inusual está ocurriendo en la parte alta de la dirigencia china, según analistas políticos.

También está dentro de un patrón de continuo antagonismo político entre el nuevo liderazgo de Xi Jinping, y la vieja guardia del Partido Comunista, representada por el ex líder del Partido, Jiang Zemin.

Jiang fue quien en 1999 supervisó la expansión de Masanjia, de un campo de trabajos regular, a una casa de horrores, dedicados a perseguir a los practicantes de Falun Gong, con medidas de tortura extraordinarias.

Un artículo de casi 20.000 palabras exponiendo el campo de Masanjia fue publicado en la Revista Lens, más conocida por sus fotografías, a comienzos de abril.

“Definitivamente hay algo detrás de esto”, dice Heng He, un comentarista político de alto nivel de NTD Televisión. Sugirió que el ex líder Jiang Zemin, y quienes se han beneficiado de sus políticas, son los blancos finales del artículo y con buenas razones.

Dijo que el poder político de Jiang Zemin, arquitecto de la campaña de persecución, se ha atrofiado durante los últimos 18 meses o más, pero es probable que los individuos en el Partido Comunista, que se hayan beneficiado de las políticas de Jiang, también era un blanco con el informe de Masanjia.

“Los intereses de muchas personas todavía están vinculados a políticas de Jiang”, dijo Heng He. “Por lo tanto, la resistencia a la nueva dirección es todavía grande. Los nuevos líderes deben enviar una fuerte señal de obediencia a los actuales dirigentesl”.

Los malhechores reaccionaron. Después de que el artículo se extendió a través del Internet chino, fue eliminado de casi todos los portales de noticias importantes, y las autoridades de Liaoning emitieron una negación pública escrita drásticamente. Dijeron que el artículo era “sin fundamento” y que contenía “mentiras maliciosas”.

Sin embargo, Yuan Ling, el periodista que escribió la historia, se defendió en la red invitando a las autoridades de Liaoning a verlo en la corte cuestionando su reporte, y dos reporteros del Diario del Pueblo en línea, el portavoz del Partido Comunista, que formaba parte del equipo de investigación, se negó a poner su firma en la respuesta. Luo Changping, el editor jefe de la revista Caijing, los elogió en su blog.

El momento de la publicación de las revelaciones sobre Masanjia también está diciendo algo, ya que se produce justo después de una serie de observaciones dadas por Xi Jinping, y algunos miembros claves de su grupo de liderazgo en el sistema político y legislativo, que controlan los campos de trabajo del país, así como la necesidad de su reforma.

En enero, Xi hizo declaraciones durante una conferencia de trabajo sobre política y derecho, en la lucha contra la corrupción. En ese momento, Wen Zhao, analista político, dijo que las declaraciones eran inusuales porque venían de la secretaría general del Partido Comunista, en lugar de los funcionarios específicos responsables por la política y ley de trabajo, lo que indica que Xi puede estar tratando de afirmar su control sobre ese sistema. El aparato de aplicación de la ley había estado en manos de Jiang Zemin y en el de sus apoderados, desde hace más de una década.

Otras observaciones de Li Keqiang, nuevo Primer Ministro, y Meng Jianzhu, el nuevo zar de seguridad, abordando la posibilidad de reforma, o abolición del sistema de campos de trabajo, también recibieron atención de los analistas y del público.

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