Los dos atentados con coches bomba cometidos este sábado en una pequñea ciudad del sur de Turquía cercana a la frontera siria causaron 40 muertos y un centenar de heridos, anunció el canal de información NTV, citando al ministro turco del Interior, Muammer Guler.
El ministro declaró a la cadena que el balance de víctimas podría aumentar, dado que entre los heridos 29 están en estado grave. Guler habló de una “provocación” para sabotear el proceso de paz iniciado haces varios meses por el gobierno con los rebeldes kurdos, según NTV.
Varios edificios también resultaron gravemente dañados. Las explosiones tuvieron lugar en Reyhanli (provincia de Hatay), situada muy cerca del paso fronterizo de Cilvegözü, por el que entran a Turquía muchos refugiados procedentes de Siria. En la zona se han registrado numerosos atentados en los últimos meses.
“Dos coches estallaron frente al edificio de la municipalidad y de la oficina de correos en Reyhanli”, ha declarado Muammer Güler. Uno de los edificios aledaños a las oficinas municipales se ha venido abajo por la explosión, que según algunos medios se produjo dentro de ese inmueble y no por los dos coches bomba mencionados por el ministro.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha intervenido ante la televisión estatal. “Hay alrededor de 20 muertos y 46 heridos, pero tenemos que tener en cuenta que muchas de las lesiones son graves, lo que significa que la cifra de muertos podría aumentar, lamentablemente”, ha asegurado.
PROTESTAS CONTRA DAMASCO
De momento se desconoce quién puede haber sido responsable del ataque. Una de las hipótesis que manejan algunos medios turcos es que se ha tratado de una explosión accidental causada por miembros de la oposición siria mientras elaboraban explosivos de forma clandestina. El primer ministro turco ha dicho que tampoco se descarta la hipótesis de que haya sido obra de algún grupo contrario al proceso de paz con el PKK.
Tras la explosión, decenas de turcos se concentraron en el centro de la localidad para protestar contra el régimen sirio, al que responsabilizan de la explosión, según el diario ‘Hurriyet’.
Los policías turcos apenas han podido contener a los manifestantes y se han enviado refuerzos desde la capital provincial, Hatay, para rebajar la tensión, según la misma fuente.