Miles de israelíes han protestado este sábado las principales ciudades del país contra las medidas de austeridad que el Gobierno tiene previsto adoptar y han realizado un ‘escrache’ en la casa del primer ministro, Benjamin Netanyahu, en la localidad de Cesarea.
La mayor de las manifestaciones se ha celebrado en Tel Aviv, donde cientos de personas se han concentrado en la plaza Habima, portando carteles en los que se podía leer ‘Es hora de elevar los impuestos a los ricos’, ‘Ya es suficiente’ y ‘Un país que apesta a dinero’.
A unos 40 kilómetros de esta ciudad, en Cesarea, varias decenas de personas se han manifestado frente a la vivienda de Netanyahu, donde han cantado eslóganes como ‘Bibi, soy demasiado pobre’, utilizando el apodo de Netanyahu; ‘No hay futuro con Bibi y Lapid’, en alusión al primer ministro y al ministro de Finanzas, Yair Lapid; y ‘En lugar de dar a los pobres, ellos dan a los ricos, qué Gobierno más corrupto’.
Uno de los organizadores del ‘escrache’, Baruch Oren, ha asegurado que la intención es celebrar una de estas concentraciones todos los fines de semana, según ha informado el periódico israelí ‘Haaretz’.
Medios israelíes destaparon que el primer ministro gastó 127.000 dólares en instalar una cabina-dormitorio en el avión oficial para él y su mujer en un viaje a Londres que realizaron en abril. El diario ‘Haaretz’ informó de que Netanyahu y su mujer, que se desplazan habitualmente en limusina y con chófer, tenían un presupuesto en ropa de 13.580 dólares.
Esto a desencadenado una gran polémica, en un momento en el que el Gobierno ultima un nuevo paquete de recortes y reformas para acelerar la recuperación económica del país.
OTRAS MOVILIZACIONES
Los manifestantes israelíes han llevado a cabo otro ‘escrache’, esta vez frente a la vivienda en un exclusivo barrio residencial del empresario propietario de una cadena de hoteles, Yitzhak Tshuva, el octavo hombre más rico de Israel, según la revista ‘Forbes’.
El mes pasado salió a la luz que el banco Leumi renegoció a finales del año pasado unos 57 millones de euros de deuda, con un acuerdo final que contemplaba una quita del 48 por ciento.
En Beersheva, situada en el sur del país, varios cientos de manifestantes han protestado contra la política de austeridad y para exigir más justicia social, la principal de las demandas de las multitudinarias protestas de ‘indignados’ que en 2011 salieron a las calles de las ciudades israelíes contra los recortes en Sanidad, Educación y Justicia, y el aumento del coste de la vida.
La semana pasada, más de 10.000 personas marcharon por Tel Aviv, varios cientos se manifestaron en Jeruslaén y Haifa, y decenas de personas realizaron un ‘escrache’ frente a la vivienda del ministro de Energía, Water Silvan Shalom, por las exportaciones de gas natural israelíes. Dos personas fueron arrestadas.