Un juzgado de Arabia Saudita ha condenado a recibir 1.000 latigazos y a cumplir 10 años de prisión a dos empleadas domésticas de origen asiático por practicar la brujería.
En el marco de la investigación, miembros de la Comisión para la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio registraron dos casas en la ciudad de Riad y encontraron talismanes y otros objetos mágicos en los dormitorios de las dos empleadas, según el diario ‘Sabq’.
Estas evidencias fueron suficientes para reconocer a las empleadas domésticas culpables por brujería. La decisión del tribunal no especifica qué daño causaron las condenadas a las familias denunciantes.
En Arabia Saudita trabajan como personal doméstico más de 2 millones de trabajadores inmigrantes, oriundos principalmente de Indonesia, Sri Lanka y de países africanos. En este país, donde se aplica estrictamente la ley islámica, en los últimos años han decapitado a muchas personas acusadas de practicar la magia.