Los meteoritos en forma de cables siguen impactando al otro lado del charco. Ahora, uno de esos cables clasificados filtrado por WikiLeaks y publicados en el diario La Prensa de Panamá, relaciona a Salomón Shamah, ministro de Turismo, “con conocidos traficantes de droga”, también se apunta a la directora de Migración, María Cristina González por su implicación en tráfico de personas, y al ex jefe de campaña del presidente Martinelli, Enrique Ho, que aparece junto a otros ministros relacionado con la donación de un capo colombiano para la campaña presidencial del que se ha puesto como ejemplo de los nuevos liderazgos de la brillante derecha promercado en alguna fundación.
El asesor presidencial y electoral, por cierto, fue denunciado por la Unidad de Prevención del Blanqueo del Principado de Andorra, aquí cerca, como sospechoso de operaciones de lavado de dinero. No pasó nada. En España es conocido entre algunos profesionales de la “asesoría de imagen” al servicio de la partitocracia o monstruo de tres o cinco cabezas. Uno de ellos, por cierto, presume de que internet no mueve “un voto”. Él se centra en las televisiones. Un clásico.
El enredo panameño también tiene todos los atributos de un clásico pero de la enciclopedia de la vergüenza que está filtrando WikiLeaks. No faltan jueces y fiscales a los que se les escapan los capos en lo que es el crudo retrato de lo que se ha venido en llamar narcodemocracia y de cuyos aspectos más inquietantes no se habla en España, a Saviano le llama la atención.
Como cuando nos enteramos, algunos, que la DEA descubrió al Vicepresidente de Afganistán sacando una millonada del país y le dejó escapar siempre que no comentase nada sobre el origen y el destino del dinero. Las narconoticias que aparecen en los cables de WikiLeaks no interesan, se silencian, no existen o desaparecen como estelas en la mar.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) denunciaba este lunes “una campaña de odio” del gobierno contra algunos periodistas panameños por publicar las revelaciones de WikiLeaks. La organización RSF viene denunciando que la situación de la libertad de prensa en Panamá ha experimentado un claro declive desde que Ricardo Martinelli ascendió al poder — como lo muestran varios casos, que van desde el arresto de periodistas hasta su expulsión del país, pasando por la privación de su derecho a ejercer la profesión.
Aunque como dijo el ex Ministro del Interior de Nicaragua y socio de Pablo Escobar según los cables de WikiLeaks: “los embajadores chismean”. Son los chismes o chascarrillos que dicen también en España algunos tertulianos para rebajar la intensidad de las informaciones que está desvelando WikiLeaks… y las que faltan por llegar.
Mientras, el señor de Europol asegura que Internet potencia y facilita el crimen organizado cuando más parece ser que está desvelando la conexión entre los verdaderos piratas (corsarios) y la política. Aunque el aficionado a la historia apuntará que eso no es ninguna novedad.