El Feng shui está reapareciendo en China, a pesar de los intentos del régimen de acabar con la cultura tradicional. De hecho, los funcionarios ambiciosos están liderando la contienda, y son sancionados por corrupción sobre la base de prácticas como la geomancia y la adivinación.

Una encuesta realizada el 2007 por la Academia China de Gobierno reveló que más de la mitad de los funcionarios encuestados a nivel distrital habían consultado astrólogos, lectores de caras, intérpretes de sueños, y similares: muchos incluso tienen maestros de feng shui como consejeros.

Medios estatales se han abalanzado sobre funcionarios corruptos que creen en el feng shui, y los utilizan como ejemplos para probarle a la opinión pública que no todo el mundo se puede salir con la suya, y al mismo tiempo deshacerse de los miembros del Partido que no son ateos.

Un caso de alto perfil se remonta a 1995, cuando a Hu jianxue, un secretario del Partido de la provincia de Shandong, le dijo un adivino que pronto podría ser nombrado viceprimer ministro pero que al parecer carecía de un “puente” en su vida para que esto se convirtiera en realidad. Es así que Hu desvió una carretera nacional para que pasara por una reserva nacional, creando la necesidad de construir un puente. Pero en lugar de la promoción, se le dio una sentencia de muerte suspendida.

Siguiendo un consejo similar Cui Yanxuan, un secretario del Partido de la provincia de Hebei, construyó unos estanques artificiales junto al edificio de la oficina del condado, y también tenía un viejo jet de combate J-6 incrustado en la avenida para fomentar la riqueza y la promoción. Cui fue destituido de su cargo en 2010.

El Partido Comunista es conocido por fomentar el ateísmo de Estado, pero parece que a tales dirigentes les falta fe en esta ideología.

El Dr. Frank Xie, profesor de negocios en la Universidad de Carolina del Sur Aiken, dijo a La Gran Época vía email que el régimen no puede culpar de la corrupción al feng shui u otros elementos de la cultura tradicional china. Él comparó la situación con la reciente avalancha de casos de corrupción que involucraron fondos públicos que fueron utilizados en comidas de lujo y costosas especialidades culinarias. La comida no fue la falta, los funcionarios simplemente no saben cómo comportarse o utilizar fondos públicos.

Él continuó: “Otra razón por la que el Partido Comunista está culpando al feng shui y lo está usando como chivo expiatorio por su incapacidad en frenar la corrupción, es que el partido tiene un profundo temor a cualquier cosa que esté en desacuerdo con su doctrina atea, ya que las creencias en seres de altos niveles y principios sobrenaturales conducirán inevitablemente a cuestionar y desafiar la cosmovisión materialista del Partido, su legitimidad y su control del poder”.

“En última instancia, la pregunta que debemos hacernos es: ¿Los funcionarios corruptos del Partido realmente creen en el feng shui? ¿O es que simplemente tienen la creencia de que es mejor hacerlo “por si acaso”, ya que esto podría servir como un seguro en caso que los seres divinos existan realmente?”.

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