Una colaboración de Josemi Frechina
“El tema de las preferentes es un engaño brutal. Si a la gente se le explica exactamente qué es una participación preferente, por definición no lo aceptaría. El mensaje de una participación preferente es: déjeme usted el dinero, no se lo van a devolver nunca, solamente le voy a dar dividendos si tengo beneficios, hay dificultades para comercializarlos en el mercado y, en definitiva, en caso de quiebra será el penúltimo en cobrarlo”, explica el abogado Jesús María Ruiz de Arriaga.
“Es difícil saber el caso más flagrante de persona que haya sido estafada por preferentes. Tenemos desde personas que no pueden ver y han firmado con su huella digital. Casos con la firma falsificada, menores de edad. Incluso el caso de una persona que no estaba viva en ese momento”, explica el letrado.
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“Sin embargo, el arbitraje que se propone por las entidades intervenidas no es eso. Se ha marcado por parte del Gobierno unas directrices de a las personas que se les concederá el arbitraje. Son de pequeña cuantía y casos extremos. La estrategia del arbitraje es para que las personas no caigan en la cuenta que si quieren recuperar todo su dinero es ir ante los tribunales y demandar ante la Justicia que les devuelvan el dinero. Los casos que se han saldado en particulares han sido a favor”.
“La única información que obtienen los preferentistas es la que les lleva a perder su dinero. Tengo que decir, y además con mucha claridad, que el Gobierno, en la medida en que ha decidido no devolver el dinero de los preferentistas, está utilizando una estrategia de control de la información e incluso de presión en los medios de comunicación para que no se diga la verdad, que se puede recuperar el dinero en contra de lo que dice el Gobierno y que la solución es la vía judicial”.
Para ilustrar las presiones que sufren los medios, Ruiz de Arriaga revela que su empresa había publicado en múltiples ocasiones un publirreportaje sobre sus servicios en un medio de comunicación, pero en los últimos tiempos rechazan publicar esta información porque “habían recibido instrucciones de la entidad financiera a la cual se aludía sobre la posibilidad de recuperar el dinero”.