Madrid.- Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001, se presentó como uno más en los debates del movimiento de indignados
en el Parque del Retiro, en Madrid, para animarlos a seguir con la revuelta y para expresar su coincidencia en que ahora, en plena crisis del modelo, es vital luchar por una refundación
del sistema, con el fin de que haya un control más férreo del Estado al capital financiero.
Los mercados no son eficientes, a pesar de lo que se sigue enseñando en las principales universidades del planeta
El 15M inició el pasado sábado en Madrid una serie de movilizaciones y debates con motivo de la llegada a la capital de la Marcha Popular Indignada, la cual partió de 20 ciudades, integrada por unos 500 caminantes procedentes de todo el país.
Después de la multitudinaria manifestación del pasado domingo y de la sentada frente a las puertas del Congreso de los Diputados, los indignados
acordaron mantener viva la llama de la protesta a través de un foro social, en el que desde el debate asambleario y de las vías democráticas se aspira a fortalecer una movilización ciudadana que, desde que surgió, hace poco más de dos meses, ha despertado la simpatía y el apoyo de centenares de miles de personas de todo el planeta.
Como ha sido habitual en este movimiento, los debates se llevaron a cabo a través de comisiones –economía, política, social, laboral, etcétera–, que pusieron sobre la mesa las cuestiones que más preocupan a la ciudadanía: el espíritu del sistema financiero, las profundas desigualdades que genera el capitalismo de mercado, la falta de transparencia y de mecanismos de participación directa de las democracias occidentales, la falta de protección jurídica de los ciudadanos frente a los desahucios, así como la repulsa generalizada a la corrupción político-empresarial, que se ha convertido en una constante en los últimos años en España.
En pleno auge del debate se presentó el Nobel Stiglitz, y dedicó poco más de 15 minutos a elogiar el cariz del movimiento, su frescura
y valiosa aportación
al debate de las ideas.
Precisamente ese fue uno de los temas que eligió el economista para desarrollar su discurso: la urgencia de que en el mundo se genere un verdadero debate de ideas, en el que se pongan sobre la mesa las conclusiones que a su juicio ha heredado la crisis que empezó hace tres años. El modelo ya no funciona y hay que reconocer de una vez que los modelos que nos llevaron al desastre son antiguos y erróneos
, apuntó.
El también catedrático de la Universidad Columbia reconoció que en esta generación de ideas y debates están fallando
las grandes universidades del mundo, que en lugar de reconocer las evidencias y ponerse a trabajar
se dedican a repetir que los mercados no fallan, cuando más que nunca hemos vistos que los mercados no son eficientes
.
Fiel a su ideario, Stiglitz insistió en que es necesario generar un nuevo marco global que fiscalice el capital financiero, tarea que deberían acometer el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, en relación con los cuales se mostró muy crítico por su falta de reflejos para identificar la crisis y su aún peor diagnóstico de la situación actual.
El FMI está profundamente equivocado porque no habla de la desigualdad entre ricos y pobres. La desigualdad es el principal contribuyente a la crisis económica y, además, se ve incrementada por ésta.
Finalizó su aportación al debate del movimiento del 15M con un sincero: les deseo la mejor de las suertes
.
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