domi EL SENTIDO DE LA VIDA

Es difícil hablar con sinceridad y sin temor de que las palabras sean luego interpretadas según la conveniencia de la mente humana al servicio de los intereses superficiales del momento y de los tiempos que hoy vivimos.

Hay un sentido religioso de la vida, que busca, al ver la  materia, la naturaleza y al hombre, su sentido oculto. Es percibir mas allá de la mente humana, en el recuerdo de cada instante, de cada hora, la presencia del alma en todos los seres vivos con el convencimiento de que el fin de la vida entera no es otro que el desarrollo del espíritu humano hasta su más maravillosa posibilidad.

La materia y la naturaleza y con ellas todo el mundo moderno de hoy, están delante de nuestros ojos para hacernos olvidar lo invisible, apegándonos a su hermosura, y nuestro cuerpo está susurrándonos, que él es nuestra única realidad. Estos son los tentadores, los verdaderos engañadores.

Buscar la religiosidad en la naturaleza es ver en ella el escenario trazado por Dios para que en el trabaje el alma humana. En cuanto a nuestro cuerpo, religiosidad es tener dominio sobre todas las debilidades y una vez que él está al servicio de la voluntad, hacerlo instrumento para que trabaje al servicio del espíritu que es su única razón de ser.

El sentido de la vida sin religiosidad nos lleva a la frivolidad. Es frivolidad ver la corteza de las cosas y los seres sin penetrar más allá y ver que detrás de esa corteza hay un espíritu que le da la vida. Es frivolidad pensar que si nosotros los humanos hacemos el más pequeño objeto con un fin, toda la naturaleza y el hombre mismo no han sido puestos en este escenario con un fin.

Ahora podemos hablar del sentido de la vida para los estudiantes de la gnosis, percibiendo la gnosis o conocimiento como la experiencia de lo real que hay dentro de nosotros. Es difícil querer trasmitir a otro ser humano que no tiene la más mínima inquietud por lo trascendente, el sentido religioso de la vida, es decir, volcar nuestra mirada hacia el interior de uno mismo y no estar viendo siempre el error y los problemas en los otros.

Si algo hemos aprendido como estudiantes de un conocimiento renovador y trascendental son las infinitas posibilidades que hay en estado latente en el ser humano, no tanto para hacer de nuestra vida algo artificial en busca de facultades paranormales que sería lo que más atrae en el mundo espiritualista, sino todas las posibilidades que hay en el alma humana de regeneración.

Hoy en día vemos el sufrimiento por todas partes y también vemos por otro lado los esfuerzos que realizan las personas para no aceptar esa realidad y seguir viviendo en el engaño de un mundo que solo busca la satisfacción de todos sus deseos. Es aquí cuando sentimos que la gnosis puede hacer mucho por la naturaleza humana, porque es en la conciencia humana donde todavía podemos tener la esperanza de que un mundo distinto sea posible. Esto lo hemos aprendido por experiencia propia, de que el cambio es posible, cuando nos vemos a nosotros mismos, con todos nuestros errores siendo capaces de eliminarlos.

Podemos afirma que la gnosis de hoy en día, mostrada públicamente en su mensaje trascendental por el V.M. Samael Aun Weor sigue siendo de una gran ayuda para todos los seres humanos que no hayan perdido la esperanza de que un mundo mejor es posible, muy a pesar de todos los que por una causa u otra están queriendo tapar esta realidad.

Tampoco somos ciegos para darnos cuenta que más allá del mensaje trascendente y regenerador de la gnosis actual, todos aquellos que lo queramos poner en práctica hayamos cometido errores, y sean estos los que se utilizan para querer tapar la luz del sol.

Quiero definir el sentido de la vida para un gnóstico como el recuerdo constante de la presencia del alma en todas las facetas humanas, no solo en los asuntos religiosos. Para el artista a parte de la capacidad de crear, está la religiosidad en la forma de mirar el mundo, a través de la intuición y percibir lo divino más allá de las formas, saben que la rosa es más que una rosa, ven el sentido místico de la belleza. Y en la ciencia encontraríamos la religiosidad en una ciencia con conciencia. Encontramos la religiosidad de la vida cuando buscamos la Unidad más allá de la multiplicidad, en la forma de vivir y en la manera de pensar.

Por todo ello entiendo que la gnosis es siempre nueva y se renueva en cada individuo que es capaz de vencerse a sí mismo y romper sus propias limitaciones, como lo hizo el V.M. Samael Aun Weor, dándonos un sentido a nuestra vida.

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