Mi pesadilla con las llamadas «pastillas de la inteligencia»

Benjamin Zand BBC

Era una mañana de un martes cuando escuché por primera hablar de las «pastillas de la inteligencia».

«Todo el mundo las está tomando», me explicó una amiga. «Son píldoras que te ayudan a concentrar». Ella las tomaba para lidiar con «días importantes».

Muchas de las llamadas píldoras de la inteligencia fueron creadas para usos convencionales.

Tal es el caso del modafinilo, un narcoestimulante para la somnolencia excesiva diurna asociada con narcolepsia, pero cada vez más personas lo toma para mejorar su rendimiento.

El modafinilo fue calificado por investigadores de las universidades de Harvard y Oxford como «la primera droga segura para la inteligencia», quienes sugieren que sus efectos son de «bajo riesgo» si se tomaban durante un corto plazo -tampoco hay datos sobre los efectos a largo plazo.

Pero los efectos secundarios pueden incluir insomnio, dolores de cabeza y posiblemente peligrosos sarpullidos en la piel.

Sin embargo, tras leer varias reseñas positivas en internet -algunas de ellas aseguraban que estas pastillas habían mejorado drásticamente sus notas en la universidad- decidí tomarlas por experimento.

Si bien en el Reino Unido (donde resido) es ilegal vender modafinilo sin receta médica, no lo es comprarlo.

En internet existen muchos sitios, con frecuencia operados desde India, que permite adquirir el fármaco.

Tras consultar a un doctor que me dijo que al ser un joven sano era poco probable que experimentara efectos secundarios graves, decidí seguir adelante.

Primera dosis

Benjamin Zand tomo una prueba cognitiva antes y después de tomar la pastilla de la inteligencia.

La primera pastilla la tomé en la universidad de Cambridge como parte de una prueba cognitiva.

Antes de ingerirla, los científicos examinaron mi atención visual, memoria espacial, funciones ejecutivas y memoria episódica.

La profesora Bárbara Sahakian estaba segura de que el fármaco tendría algún efecto en mí.

«Hemos hecho varios estudios que muestran cómo al tomarlas aumenta la habilidad cognitiva», me explicó.

Antes de las píldoras, mi concentración estaba en el tope del 15-20% de la gente de mi edad. Después, estuve entre el 5-10%.

Me empecé a sentir más despierto y un poco menos dispuesto a la frustración.

Pero habían muchos otros factores que pudieron haber afectado los resultados.

Sin embargo, mi mente se mantuvo alerta a lo largo del día.

Durante las cuatro horas de vuelta a mi casa en Liverpool, no me sentí tan cansado como normalmente me pasa.

Pero esta fue la última vez que experimenté algo positivo del modafinilo.

Segunda dosis

Con la segunda pastilla, los efectos secundarios empezaron a aparecer.

Al día siguiente, un viaje en tren se presentó como la oportunidad perfecta para adelantar en el trabajo con la ayuda de la píldora de la inteligencia.

Me equivoqué. Estaba distraído, más de lo normal.

El fármaco me hizo estar más concentrado, pero en las cosas equivocadas; como jugar con los videojuegos de mi teléfono.

En la medida que pasó el tiempo, empecé a desarrollar un terrible dolor de cabeza, perdí mi apetito y constantemente necesitaba ir al baño.

Mi cerebro no estaba funcionando más rápido, mientras que mi vejiga iba a toda máquina.

Para Jason Auld, la «píldora de la inteligencia» lo hace sentir que trabaja «al 100%»

Esa noche empecé a sentir los efectos del «agente promotor de la vigilia» del modafinilo.

Cuando intenté irme a la cama, no logré desconectarme hasta muy entrada la mañana.

También descubrí un bulto en la parte de atrás de mi pierna que me picaba (al día siguiente apareció otro en mi brazo).

Lo que me estaba pasando parecía estar muy alejado de la experiencia de otros.

Jason Auld, atleta y empresario de Edimburgo, asegura que con modafinilo siente que puede lograr prácticamente cualquier cosa.

«Sencillamente te hace sentir que estás funcionando al 100%, lo estás dando todo. Normalmente crees que eso no es posible, pero modafinilo me permite hacerlo».

Más allá del primer brote de energía inicial y el aumento de concentración que experimenté la primera vez, terminé sintiéndome peor de lo que suelo sentirme cuando me encuentro en mi mejor momento.

Tercera dosis

El modafinilo es un narcoestimulante para la somnolencia excesiva diurna asociada con narcolepsia

La tercera y última vez que tomé la pastilla también fue decepcionante.

Con un día de filmación y edición, regresaron los dolores de cabeza.

Estaba cada vez más deshidratado y, una vez más, no tenía hambre.

Lo peor de todo eran los constantes comentarios de mis amigos sobre lo deteriorada que estaba mi piel.

Y como la pastilla me impedía dormir, tenía un aspecto terrible.

Eventualmente dejé de postergar mis deberes y parecía que el fármaco empezó a tener el efecto que debía. Pero esto no ocurrió sino hasta las 8pm, cuando no quería que empezara a actuar.

Trabajé sin parar hasta las 11pm, editando, filmando y escribiendo; haciendo cosas que ni siquiera sabía si necesitaba hacer.

Sentía que tenía que seguir trabajando, sin que necesariamente lo quisiera hacer.

En general, los aspectos negativos de la pastilla de la inteligencia sobrepasaron los positivos, algo que pudo deberse a muchas razones.

El cuerpo de cada persona reacciona de forma distinta a las sustancias químicas y las pastillas. Y, tras hablar con el doctor, me informaron que mi hígado había liberado una enzima cuyo objetivo era eliminar el modafinilo de mi sistema.

Otra razón de los efectos que tuve fue que al comprar el fármaco por internet pude haber ingerido unas pastillas defectuosas, a pesar de que Jason me dijo que en el pasado había utilizado al mismo proveedor.

De alguna forma fue decepcionante no haber tenido la oportunidad de sentir los efectos positivos del modafinilo que había escuchado, pero también fue un alivio saber que no me estaba perdiendo de nada.

Los efectos secundarios y la falta de productividad significaron que no se trata de una píldora mágica, y definitivamente no me siento tentado a probarla otra vez.

http://www.24horas.cl/noticiasbbc/mi-pesadilla-con-las-llamadas-pastillas-de-la-inteligencia-1890057

3 comentarios en “Mi pesadilla con las llamadas «pastillas de la inteligencia»

  1. un comentario…..

    hay muchos de estos quimicos dando vueltas por ahi…..todos son experimentales.-

    por otra parte…. no nos hacen mas inteligentes…. eso es absolutamente obvio.-

    porque no se puede ser mas inteligente de lo que ya se es o, si se prefiere, nacemos con una determinada «cantidad» de inteligencia….(que no esta muy claro que es…).-

    lo que SI produce, es una mejora en nuestra capacidad de «atencion»… nos vuelve mas atentos, mas despiertos, quizas mas energizados…..

    en suma, mejora un poco nuestras capacidades, QUE YA TENEMOS de nacimiento, pero que por falta de «enfoque», o disciplina, o VOLUNTAD de nuestra parte, no usamos, o gestionamos, muy bien.-

    hay que tener cuidado con todo lo relacionado con «mejoras» para el cerebro.-

    se puede activar el Mal de Parkinson, un cancer cerebral, el Alzheimer, o volvernos locos, paranoicos, ezquizofrenicos, neuroticos ….

    el cerebro no es un juguete…. no es un celular, que si nos equivocamos, lo «reiniciamos» en MODO FABRICA…..

    quizas sea necesario ver como se destruyen el cerebro 10.000 jovenes… para darse cuenta que esto NO SIRVE.-

    nacemos con lo que nacemos…. poco o mucho… pero no podemos ser MAS de aquello para lo que geneticamente estamos predispuestos…. que no es poco.-

    cada uno juega sus cartas como puede… aunque a veces parezca injusto …

    (ejemplo: Hawkins… un cerebro privilegiado en un cuerpo destrozado… las cosas son asi….).-

    pero SI LES ASEGURO… podemos «arruinar» TODO….

    y terminar en un neuropsiquiatrico…. viendo elefantes ROSA.-

    profesor J

  2. Lo lei ayer a esto, y no tenía ni idea, por eso esperaba algun comentario de personas que sabeen. Gracias Profesor J.

  3. Un joven ocioso con ganas de darse importancia………y pocas neuronas en uso en su cerebro.

    Los supuestos objetivos que persigue con la ingesta de ésas pastillas los alcanzaría igual con una simple taza de café.

    Desde siempre han existido sustancias que activan el estado de alerta, combaten el sueño, enmascaran el cansancio y crean la falsa sensación de superioridad física. Las más conocidas en esto son las anfetaminas y la cocaina, usadas desde hace mucho. Pero claro……todo tiene una cara » B «. Y este tipo de sustancias no son la excepción.

    Dos cosas:

    Todo, absolutamente todo, lo que tomes tiene efectos secundarios. Desde una lechuga a un calmante. Nuestro organismo es un gigantesco procesador químico y todas las sustancias que llegan producen efectos. No existe el producto inócuo, ni siquiera lo son el aire o el agua. Conviene tener esto presente.

    Buscar más inteligencia tomando una pastilla, demuestra tener poca inteligencia.

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