La zona de medio Oriente es uno de los lugares con mayor historia según prueban los primeros registros humanos y su importancia queda patente por el deseo de dominación de aquellas tierras por parte de los que ostentan el poder, no solo ahora sino desde tiempos remotos.
Y prueba de ello, se encuentra en el Líbano, donde podemos hallar uno de esos lugares que son una joya para la historia, pero también un recordatorio de que todos los grandes imperios desaparecen.
En la desembocadura del Nahr al-Kalb hay monumentos que fueron construidos por Antiguos generales y conquistadores, desde el faraón Ramsés II, pasando por los reyes Nabucodonosor II o Esarhaddon y el emperador romano Caracalla, hasta los más recientes ejércitos de Francia y Gran Bretaña, todos ellos han dejado su huella durante 3.000 años.