La lucha contra el coronavirus ha abierto la polémica sobre si es necesario que las autoridades sigan nuestros movimientos para intentar frenar la expansión de la pandemia. La cuarentena es la opción principal, pero los distintos países además están apostando por herramientas de control basadas en los datos de localización de los smartphones para asegurar que se está cumpliendo. Un mecanismo que está ayudando a combatir la transmisión del virus pero también ha provocado que organizaciones en defensa de las libertades digitales como EFF alerten de sus riesgos. Una dicotomía entre salud y privacidad que, junto con la economía, es uno de los grandes debates secundarios de esta pandemia.
Más allá de China y sus agresivas medidas, países como Corea del Sur, Singapur o Israel han implementado completos sistemas de vigilancia a través de los smartphones de los ciudadanos para intentar tener un mejor control sobre las zonas de contagio y quienes entran en contacto con otros infectados. Estas son las aplicaciones oficiales y las herramientas digitales que están aplicando los distintos países para frenar con éxito el COVID-19.
Corea del Sur
Es uno de los países que mejor ha gestionado el COVID-19. Ya que además de realizar numerosos tests, la gran obsesión del gobierno coreano ha sido localizar la mayor cantidad de casos y aislarlos. Y para ello, las agencias gubernamentales han venido «recolectando las grabaciones de las cámaras de vigilancia, los datos de localización de los smartphones y los registros de las compras con tarjetas de crédito para que ayuden a trazar los movimientos de los pacientes de coronavirus y establecer las cadenas de transmisión del virus».
En Corea del Sur proliferaron varias aplicaciones para obtener información como CoronaNow o Corona100, pero el gobierno además dispone de la potestad, a raíz de la anterior crisis con el MERS, de solicitar a los ciudadanos sus datos de localización. De hecho, estos datos se publican y se muestran en distintas aplicaciones, a través de una API dedicada.
Esta información se focaliza en su aplicación ‘Self-quarantine app’. Una app para móviles que permite al gobierno monitorizar la localización de afectados por el COVID-19, de posibles contagiados y de personas extranjeras. Para que funcione, el usuario debe descargarla y activar los permisos. Esta app envía alertas, permite monitorizar la localización y es una forma más práctica que no tener que llamar por teléfono a la persona afectada para saber si cumple las recomendaciones, explican las autoridades.
Taiwán
Taiwán es otro de los lugares en los que se ha aplicado un sistema de monitorización para garantizar que los ciudadanos se mantienen en casa. Según describen las autoridades, el sistema avisa a la policía en caso que una persona salga de casa o apague el móvil, movilizando a los agentes en 15 minutos. De manera adicional, los agentes llaman dos veces al día a aquellas personas infectadas para asegurarse que simplemente no han dejado el móvil en casa.
Hong Kong
No todo son soluciones vía software. En el caso de Hong Kong, el pasado 16 de marzo se anunció una medida para los viajeros provenientes desde fuera. Se trata de una pulsera que registra cambios en la ubicación. Según explican, la pulsera se enlaza con el móvil pero es un sistema privado y no rastrea siempre la ubicación. Es decir, el sistema únicamente se «activa» en caso que la persona abandone la ubicación por defecto establecida en el domicilio.
Además de esta pulsera, las autoridades también pueden pedir la ubicación mediante apps de mensajería como WhatsApp o WeChat, así como hacer videollamadas sorpresa a los usuarios.
Vietnam
La ciudad de Hanoi ha lanzado la aplicación ‘SmartCity’, una app que rastrea el movimiento de los casos confirmados y de aquellos pacientes que deben estar en cuarentena. Según explica VietnamTimes, la aplicación envía una alarma en caso de alejarse 20-30 metros de la residencia. Pero esta alarma no solo se enviaría a las autoridades, también a los residentes cercanos.
Singapur
TraceTogether es una de las herramientas digitales más completas relacionadas con el COVID-19. Se trata de una aplicación disponible para Android e iOS basada en el protocolo BlueTrace, diseñado por la Agencia de Tecnología del gobierno de Singapur y más de 40 ingenieros. La aplicación ha sido instalada por más de 620.000 usuarios y está disponible de manera abierta para el resto de desarrolladores.
Su funcionamiento se basa en el Bluetooth. TraceTogether informa cuando dos usuarios han estado a una distancia de dos metros durante al menos 30 minutos. Como explican los desarrolladores, la app es interesante para recordar si has estado en contacto con gente potencialmente infectada. La aplicación es un recordatorio de tus movimientos, cuyos datos están encriptados, que en caso de un positivo permite a las autoridades generar un código que los usuarios pueden insertar para ver si han estado en contacto.
Israel
La aplicación utilizada por Israel tiene como nombre Hamagen, que vendría a traducirse como Escudo. Los usuarios pueden descargar la aplicación y comparar su localización con los datos del ministerio de salud israelí para conocer si han estado en contacto con alguien diagnosticado. Según las autoridades, esta información del GPS y la WiFi se mantiene en el teléfono y no es transmitida al gobierno. Hamagen está disponible de manera abierta en Github para analizar su código.
Por otro lado, asociaciones en defensa de los derechos civiles han alertado que Israel ha aprobado a sus agencias de seguridad seguir los datos de los móviles de posibles sospechosos por coronavirus. Y es que, según describe Bloomberg, el reconocido NSO Group ha desarrollado un nuevo producto con la habilidad de rastrear posibles infectados.
Irán
Irán ofreció su aplicación para seguir el coronavirus, pero Google decidió eliminarla de Google Play después de la controversia generada, donde distintos usuarios acusaron al gobierno de rastrear sus movimientos y presionarles para su instalación. La aplicación, de nombre AC19, fue publicitada por el gobierno, quien llegó a enviar un SMS a toda la población iraní instando a instalarla.
La aplicación solicitaba un registro, con el número de teléfono y un permiso de geolocalización que posteriormente se subía a la nube. Según MJ Azari Jahromi, ministro de Información y Tecnología de Irán, el gobierno ha recolectado información sobre más de 4 millones de ciudadanos a través de la aplicación.
India
WhatsApp es la herramienta de comunicación más importante de la India y es a través de ahí donde el gobierno de Narendra Modi está ofreciendo información a sus ciudadanos. Con un bot denominado MyGov Corona Helpdesk, las autoridades ofrecen respuestas a las personas que tengan dudas sobre su estado. El bot ha sido desarrollado por Haptik Technologies, Reliance Jio y el ministerio de salud.
Por el momento, el gobierno de la India no ha implementado ningún sistema de rastreo aunque sí ha aparecido una aplicación, denominada ‘Quarantine App’ que permite monitorizar el movimiento de aquellos que han dado positivo. Se trata de una colaboración entre varias startups.
Estados Unidos
Según describe el Washington Post, el gobierno de Donald Trump está en conversaciones con gigantes tecnológicos como Facebook y Google para utilizar los datos de geolocalización de los móviles de los ciudadanos norteamericanos para combatir el coronavirus. Expertos en salud pública están interesados en que empresas privadas puedan recopilar estos datos de forma anónima y agregada y mapear la propagación de la infección. Por el momento, no hay iniciativas oficiales al respecto. Si bien, compañías como Facebook ya ofrecen desde hace tiempo mapas abiertos para analizar e intentar prevenir la propagación de enfermedades.
Reino Unido
Matthew Gould, director de la división de innovación del NHS, explicaba que están «analizando si las soluciones basadas en aplicaciones podrían ser útiles para rastrear y administrar el coronavirus. Hemos reunido la máxima experiencia para hacer esto lo más rápido posible». Por el momento, en Reino Unido se han llevado a cabo iniciativas privadas, pero el gobierno británico ya está en conversaciones con operadoras como O2 para crear mapas de movimiento.
Republica Checa
Una situación equivalente ocurre en la República Checa, uno de los primeros países europeos en anunciar sus planes para desarrollar una herramienta de seguimiento para combatir la pandemia. Según describían las autoridades, la aplicación usará los datos de ubicación de los teléfonos en tiempo real para determinar si se ha entrado en contacto con otras personas. Esta herramienta se espera para mediados de abril, será voluntaria y contará con datos de los operadores locales para funcionar. Por su parte, aplicaciones de mapas como Maps.cz se han actualizado permitiendo a los usuarios compartir su ubicación y marcar si han sido testados como positivos.
Polonia
La solución de Polonia se llama ‘Home Quarantine’ y en este caso no se basa propiamente en la localización. Para determinar que los ciudadanos cumplen la cuarentena, esta app oficial del gobierno para Android e iOS requiere que se envíen selfies periódicamente. En vez de llamar o comprobar la localización, las autoridades pueden solicitar aleatoriamente un selfie. Karol Manys, ministro de agenda digital de Polonia lo explicaba así: «La gente en cuarentena tiene opción, o recibir visitas de la Policía en su casa o descargar la app».
Italia
‘Lazio Doctor Covid’ es la aplicación oficial de la región italiana que también incluye a Roma. Se trata de una app voluntaria en la que se puede consultar información sobre salud. Del mismo modo que otros países europeos, los operadores italianos también están compartiendo datos agregados con las autoridades para analizar los movimientos de los ciudadanos, mientras al mismo tiempo se cumplen las leyes de privacidad europeas.
Alemania
El centro nacional de control de enfermedades de Alemania prepara un experimento digital que va más allá del control de los movimientos. El Instituto Robert Koch ofrecerá durante los próximos días una aplicación que permitirá recolectar datos a través de dispositivos de salud como las smartbands.
«Los epidemiólogos quieren analizar las tasas de pulso y los patrones de sueño en busca de indicios de que las personas tengan fiebre. Esto, esperan, les permitirá detectar grupos previamente desconocidos de COVID-19 en todo el país», según explican desde Politico. La aplicación se ha sometido a una rigurosa evaluación de protección de datos y solo se usará información agregada de códigos postales, defienden los promotores de la iniciativa.
Unión Europea
Países como Bélgica o Austria han anunciado planes de colaboración con las operadoras para usar sus datos. También es el caso de España, quien a través de la ministra Nadia Calviño confirmó que el gobierno va a intentar desarrollar «instrumentos de inteligencia artificial para entender los desplazamientos de las personas y también poder prevenir o identificar de forma anticipada posibles cuellos de botella, aglomeraciones o situaciones de tensión».
Por parte de la Comisión Europea se ha instado a operadoras como Orange o Deutsche Telekom a compartir estos datos. Según describe Politico, se está preparando un borrador en los que se permitiría a la Comisión, y no a los operadores, administrar cómo se utilizan los datos.
«Seleccionaremos un gran operador por país», ha explicado Thierry Breton, comisario de la UE, según describe la misma fuente. La Comisión insiste que se seguirá respetando el Reglamento General de Protección de Datos.
Organización Mundial de la Salud
La propia OMS ha confirmado que trabaja en una aplicación propia. Daniel Kraft, médico estadounidense a cargo del proyecto, la ha descrito como un «Waze para el COVID-19». La app será open source y ofrecerá «información de navegación, pero no por las carreteras sino para la gente». El objetivo es crear una aplicación con información hiperlocal, con acceso a las recomendaciones de salud públicas oficiales.
La aplicación se espera para la semana que viene, en seis idiomas inicialmente y por el momento no contará con acceso a la ubicación. Esta primera versión estará centrada en ofrecer información y realizar un proceso de autoevaluación.
«A quienes dan positivo se les pide que recuerden dónde han estado y con quien han tenido contacto, para avisarles que se pongan en cuarentena, pero al utilizar los registros de localización almacenados en el móvil se obtiene esta información de forma más rápida y precisa«, explican los responsables de la OMS a IEEE Spectrum. La aplicación de la OMS dependerá que los usuarios acepten compartir sus datos con las autoridades sanitarias, aunque sus creadores defienden que adoptará una postura «centrada en la privacidad». Para el seguimiento de la ubicación de forma anónima se apostaría por Private Kit, desarrollado por el MIT.
Imagen | Chris Yang
https://www.xataka.com/privacidad/estas-medidas-extremas-vigilancia-tecnologica-que-estan-aplicando-paises-para-frenar-exito-epidemia