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¿Estuvieron los antiguos “dioses” sumerios en el continente americano?…(3)

Aunque algunos africanos pudieron llegar más al sur, como atestiguan los descubrimientos de Tiahuanacu, la expansión africano-semita en los Andes proveniente de Mesoamérica no parece que fuera más allá de la región de la cultura chavín. Los relatos de gigantes destruidos por la mano divina son algo más que una leyenda, pues es bastante posible que allí, en el norte de los Andes, se encontraran los reinos de dos “dioses”, con una frontera invisible. Decimos esto porque, en aquel lugar ya habían estado presentes otros hombres blancos. Se les retrató en bustos de piedra, con turbantes,  con símbolos de autoridad, y decorados con lo que los expertos llaman animales mitológicos.
 
Estos bustos se han encontrado en su mayor parte en un lugar cercano a Chavín llamado Aija. Sus rasgos faciales, en especial sus rectas narices, los identifican como indoeuropeos. Sólo podían ser originarios de Asia Menor y Elam, en el sureste, y tal vez  del valle del Indo. ¿Es posible que gente de tan distantes tierras cruzara el Pacífico y llegara a los Andes en tiempos prehistóricos? El nexo, que evidentemente existió, se confirma en unas representaciones que ilustran las hazañas de un antiguo héroe de Oriente Próximo cuyos relatos se contaban una y otra vez.
Se trata de Gilgamesh, rey de Uruk (la bíblica Erek), que reinó hacia el 2900 a.C.; partió en busca del héroe del Diluvio, al cual, según la versión mesopotámica, los dioses le habían concedido la inmortalidad. Sus aventuras se contaron en la Epopeya de Gilgamesh, que se tradujo del sumerio al resto de lenguas de Oriente Próximo. Una de sus heroicas hazañas, en la que lucha y vence a dos leones con las manos desnudas, era una de las representaciones favoritas de los artistas antiguos. Sorprendentemente nos encontramos con la misma imagen en unas tablillas de piedra de Aija, en Callejón de Huaylus, en el norte de los Andes.
 
Misteriosamente no existen huellas de estos indoeuropeos ni en Mesoamérica ni en América Central, por lo que tendremos que suponer que llegaron directamente desde el  Pacífico hasta Sudamérica. Según las leyendas precedieron a las dos oleadas de gigantes africanos y de mediterráneos barbados, y pudieron ser los pobladores más antiguos de los que habla el relato de Naymlap. Según la leyenda, el lugar de desembarco fue la península de Santa Elena, ahora en Ecuador. Las excavaciones arqueológicas han confirmado allí unos asentamientos muy antiguos, comenzando con lo que se llama la Fase Valdiviana, hacia el 2500 a.C. Entre los descubrimientos de los que da cuenta el arqueólogo ecuatoriano Emilio Estradaexisten estatuillas de piedra con el mismo rasgo de la nariz recta así como un símbolo en cerámica que parece el jeroglífico hitita de “dioses”.
 
Las construcciones megalíticas de los Andes, como las que vemos en Cuzco, Sacsahuamán y Machu Picchu, se encuentran al sur de una línea invisible de demarcación entre dos reinos divinos. La obra de los constructores megalíticos, que comienza al sur de Chavín, dejó su marca hacia el sur hasta el valle del río Urubamba. De hecho, en todas las partes donde se extraía oro. Por todas partes se moldearon las rocas como si fueran de blanda masilla, haciendo canales, compartimientos y plataformas que, desde la distancia, parecen escaleras que no llevan a ninguna parte; túneles excavados en las laderas; fisuras que se agrandaron hasta convertirlas en corredores cuyas paredes se modelaron con ángulos precisos. Por todas partes, incluso en lugares donde sus habitantes podían satisfacer sus necesidades de agua del río cercano, se crearon elaboradas canalizaciones de agua para hacer que ésta fluyera en la dirección deseada desde los manantiales o los ríos.
Al sudoeste de Cuzco, en el camino que lleva a la población de Abancay, se encuentran las ruinas de Sayhuiti-Rumihuasi. Al igual que otros de estos lugares, se encuentra situada cerca de la confluencia de un río y un torrente más pequeño. Hay restos de un muro de contención, y los remanentes de unas construcciones de gran tamaño que en otro tiempo se levantaron allí; como señaló Luis A. Pardo en un estudio dedicado a este lugarel nombre significa, en lengua nativa, pirámide truncada.
 
Este lugar es conocido por sus monolitos, especialmente por uno al que llaman el Gran Monolito. Y el nombre es adecuado, ya que esta enorme roca desde la distancia parece un inmenso huevo brillante apoyado en la ladera. Mientras que la parte de abajo se modeló cuidadosamente con la forma de medio ovoide, la parte superior se labró para que representara, con toda probabilidad, un modelo a escala de alguna zona desconocida. Se pueden distinguir muros, plataformas, escaleras, canales, túneles y ríos en miniatura; construcciones diversas, algunas que parecen edificios con hornacinas y escalones entre ellos; imágenes de diversos animales indígenas de Perú; y figuras humanas de lo que parecen guerreros y, tal vez, “dioses”.
Hay quien ve en este modelo a escala un objeto religioso en el que se honra a las deidades. Otros creen que representa una parte de Perú que abarca tres distritos, extendiéndose por el sur hasta el lago Titicaca, que identifican con un lago labrado en la piedra, y el antiquísimo emplazamiento de Tiahuanacu. ¿Sería esto, entonces, un mapa tallado en la piedra, o quizás un modelo a escala de un gran constructor que planeó la disposición y las estructuras que había que erigir?
 
La respuesta puede estar en el hecho de que, serpenteando a través de este modelo a escala, hay surcos de entre 2,5 y 5 centímetros de anchura. Todos tienen su origen en un plato  ubicado en el punto más alto del monolito, y descienden zigzagueando hasta el borde inferior del modelo esculpido, desembocando en unos agujeros de desagüe redondos. Algunos creen que estos surcos debían de servir para desaguar las pociones que los sacerdotes ofrendaban a los dioses representados en la roca. Pero, si los arquitectos eran los propios dioses, ¿cuál era su propósito?
 Los surcos también aparecen en otro inmenso afloramiento rocoso, que también se talló y modeló con una precisión geométrica, con peldaños, plataformas y hornacinas en cascada por toda su superficie. Uno de sus costados se talló para hacer pequeños platos sobre el nivel superior; están conectados a un receptáculo más grande del cual baja un profundo canal, que se separa a mitad de camino en dos surcos. Fuera cual fuera el líquido que llevaran, se vertía en la roca, que había sido vaciada y en la que se podía entrar a través de una abertura en la parte trasera. Otros restos, probablemente trozos de losas más grandes, generan cierto desconcierto por los complejos surcos y agujeros, geométricamente precisos, que se tallaron en ellos. Más bien parecen troqueles o matrices de algún tipo de instrumental ultramoderno.
Uno de los emplazamientos mejor conocidos, y que se encuentra justo al este de Sacsahuamán, recibe el nombre de Kenko, nombre que en lengua nativa significa canales sinuosos. La principal atracción es un enorme monolito que se eleva sobre un podio, y que da la impresión de un león u otro animal grande que se levanta sobre sus patas traseras. El monolito se yergue frente a una inmensa roca natural, y el muro circular que lo rodea comienza y termina en esta roca, como si se tratara de una pinza. En la parte de atrás, la roca se talló, se labró y se modeló en varios niveles, conectados a través de plataformas escalonadas. En los costados de la roca se tallaron canales zigzagueantes, y el interior de la roca se vació para crear túneles laberínticos y cámaras. Cerca, una grieta en la roca lleva a una abertura parecida a una cueva, vaciada con precisión geométrica para crear lo que algunos describen como tronos y altares.
Existen más de estos sitios alrededor de Cuzco-Sacsahuamán, a lo largo del Valle Sagrado y hacia el sureste, donde hay un lago que lleva el significativo nombre de lago Dorado. En un lugar llamado Torontoy, entre sus megalíticos bloques de piedra precisamente tallados, existe uno que tiene 32 ángulos. A unos 80 kilómetros de Cuzco, cerca de Torontoy, se hizo un curso de agua artificial para que cayera como una cascada entre dos muros y sobre 54 peldaños, cortados todos en la roca viva; curiosamente, este lugar recibe el nombre de Cori-Huairachina, donde se purifica el oro.
http://veritas-boss.blogspot.com.es/2012/09/estuvieron-los-antiguos-dioses-sumerios_23.html

¿Estuvieron los antiguos “dioses” sumerios en el continente americano?…(2)

 

El edificio más grande era el de la esquina sudoeste. Estaba construido con bloques de piedra bien moldeados, dispuestos en hileras regulares y niveladas. Por los restos que aún quedan, se deduce que las paredes estaban recubiertas en la parte exterior con losas de piedra parecidas al mármol y algunas aún conservan las incisiones para sus motivos decorativos. Desde una terraza de la parte este, una monumental escalinata llevaba a través de un pórtico imponente hacia el edificio principal. El pórtico estaba flanqueado por dos columnas cilíndricas, algo de lo más inusual en América del Sur, que, junto con unos bloques de piedra verticales, daban soporte a un dintel horizontal de más de 9 metros, hecho con un solo bloque. Más arriba, otra monumental escalinata doble llevaba a la parte superior del edificio. Estaba construida con piedras perfectamente talladas y moldeadas, que recuerdan a las de las grandes pirámides de Egipto. Las dos escalinatas llevaban a la parte superior del edificio, donde los arqueólogos han descubierto los restos de dos torres.

La terraza oriental, que forma parte de la plataforma sobre la que se construyó este edificio, llevaba a una plaza a la que se accedía a través de unos escalones ceremoniales y que estaba rodeada en tres de sus lados por plataformas rectangulares. Justo por la parte externa de la esquina sudoccidental de esta plaza  y perfectamente alineado con las escalinatas del edificio principal y su terraza, había un gran peñasco plano, con siete agujeros y una hornacina rectangular.

Por dentro de las tres estructuras discurrían pasillos y pasadizos laberínticos, entremezclados con galerías, habitaciones y escaleras. Algunos de los pasadizos no tenían salida, lo que acrecentaba la sensación laberíntica, y algunas de las paredes de las galerías se recubrieron con losas lisas, delicadamente decoradas. Todos los pasadizos están techados con losas de piedra que se colocaron con tan gran habilidad y que han soportado el paso de los milenios. Hay hornacinas y salientes sin propósito aparente, así como conductos verticales que los arqueólogos creen que podrían haber servido para la ventilación.
¿Para qué se construyó Chavín de Huantar? Sus descubridores creen que fue un centro religioso, una especie de Meca de la antigüedad. Esta idea se vio potenciada por el descubrimiento de tres enigmáticas reliquias. Una de ellas, que desconcierta por sus complejas imágenes, la descubrió Tello en el edificio principal y se le ha dado en llamar el Obelisco de Tello. En sus grabados se puede observar una gran cantidad de cuerpos y rostros humanos, con garras felinas o alas. Hay animales, pájaros, árboles, dioses que emiten rayos que parecen cohetes y gran variedad de diseños geométricos. ¿Sería un tótem que servía para el culto, o la tentativa de un antiguo artista por transmitir los mitos y leyendas? Nadie ha podido dar hasta el momento una respuesta.

 Hay una segunda piedra tallada a la que se ha dado en llamar el Monolito de Raimondi, por el arqueólogo que lo descubrió en un terreno cercano. Se cree que en un principio se elevaba en la parte superior del peñasco del extremo suroccidental de la plaza, en línea con la monumental escalinata. En la actualidad, se exhibe en el museo de Lima.
El artista grabó sobre esta columna de granito de casi dos metros y medio de altura la imagen de una deidad que sostiene un arma, que algunos creen que es un rayo. Aunque el cuerpo y las extremidades de esta deidad son esencialmente antropomórficos, el rostro no lo es. El rostro desconcierta a los expertos porque no representa a ninguna criatura de la región, sino que parece ser la idea del artista de lo que los expertos han dado en llamar un animal mitológico. Sin embargo hay quienes opinan que el rostro de la deidad es el de un toro, animal completamente desconocido en Sudamérica, pero que aparece mucho en la tradición y en la iconografía del Oriente Próximo de la antigüedad. Curiosamente el toro era el animal de culto del dios Adad  y la cordillera que atraviesa sus dominios en Asia Menor todavía recibe el nombre de Montes de Tauro.

El tercer descubrimiento consiste en una extraña y enigmática columna de piedra grabada en Chavín de Huantar,  que recibe el nombre de El Lanzón. Se descubrió en el edificio del medio y ha permanecido allí porque su altura excede los tres metros de altura de la galería en donde se eleva. Así, el extremo superior del monolito sobresale del suelo en el nivel superior a través de una abertura cuadrada cuidadosamente tallada. La imagen que aparece en este monolito ha sido objeto de muchas especulaciones, ya que también parece representar el rostro de un toro. ¿Quiere esto decir que quien erigió este monumento adoraba al dios Tauro?
En general, fue el alto nivel artístico de los objetos lo que más impresionó a los expertos y les llevó a considerar la cultura chavín como la cultura matriz del Perú norte y central, y a creer que aquel lugar era un centro religioso. Pero recientes descubrimientos en Chavín de Huantar hacen pensar que su fin no era religioso, sino funcional. En las últimas excavaciones apareció toda una red de túneles subterráneos tallados en la roca viva que formaban una especie de panal por todo el emplazamiento, tanto debajo de las zonas construidas como de las no construidas, y servía para conectar varias series de compartimientos subterráneos dispuestos en cadena.

Las aberturas de los túneles dejaron perplejos a sus descubridores, pues parecían conectar los dos ríos que discurren a los lados de este yacimiento arqueológico; uno, debido al terreno montañoso, por encima de él, y el otro en el valle de abajo. Algunos exploradores han sugerido que estos túneles se construyeron así con el fin de controlar los desbordamientos, para canalizar las riadas de las montañas en la época del deshielo y hacer correr el agua por debajo de los edificios. Pero, si hubiera un peligro de inundación, sobre todo tras unas fuertes lluvias, más que por el deshielo, ¿por qué motivo levantaron sus edificios en tan vulnerable lugar?
Se cree que lo hicieron a propósito y que, ingeniosamente, utilizaron los diferentes niveles de los dos ríos para crear un flujo potente y controlado de agua, con el fin de utilizarla en los procesos que se llevaban a cabo en Chavín de Huantar. Pues allí, como en otros muchos lugares, estos dispositivos de flujo de agua se utilizaban para la criba de oro.

Nos encontraremos con más de estas ingeniosas obras hidráulicas en los Andes. Ya las vimos, de forma más rudimentaria, en los asentamientos olmecas. En México, había lugares con complejos terraplenes; y en los Andes grandes emplazamientos, como el de Chavín de Huantar o rocas talladas y modeladas con increíble precisión, como  éstas en la zona de Chavín, que parecían estar pensadas para algún tipo de maquinaria ultramoderna desaparecida hace mucho tiempo.
De hecho, fue el trabajo con la piedra de los objetos artísticos el que parece proporcionar una respuesta a la pregunta de quiénes fueron los habitantes de Chavín de Huantar. Las habilidades artísticas y los estilos escultóricos de la piedra recuerdan sorprendentemente el arte olmeca de México. Entre otros fascinantes objetos se encuentra un receptáculo con forma de jaguar-gato, un toro-felino, un cóndor-águila, un cuenco con forma de tortuga, gran cantidad de vasijas y otros objetos decorados con jeroglíficos hechos con colmillos entrelazados, un motivo que decora tanto las losas de las paredes como los objetos. Sin embargo, también había losas de piedra decoradas con motivos egipcios, tales como serpientes, pirámides y el sagrado Ojo de Ra. Y también había fragmentos de bloques de piedra grabados que mostraban motivos mesopotámicos, como las deidades dentro de los discos alados  o imágenes de dioses que llevan tocados cónicos, que identifican claramente a los dioses en Mesopotamia.

Las deidades que portan tocados cónicos tienen rasgos faciales de aspecto africano, y el hecho de haber sido grabados en huesos indicaría que se trata de las más antiguas representaciones artísticas de este lugar. ¿Es posible que en época tan temprana hubiera africanos en este lugar de Sudamérica? La respuesta es que sí que hubo negros africanos en esta zona, concretamente en un lugar llamado Sechín, en la que dejaron como recuerdo sus retratos. En todos estos lugares hay docenas de piedras grabadas que llevan imágenes de esta gente; en la mayoría de los casos, se les puede ver sosteniendo algún tipo de herramienta y, en muchos casos, se representa al ingeniero relacionado con un símbolo de obras hidráulicas.
En los lugares costeros que llevan a los emplazamientos chavín en las montañas, los arqueólogos han encontrado cabezas esculpidas que debieron de representar a los visitantes semitas. Una de ellas era tan increíblemente similar a las esculturas asirías que su descubridor, H. Ubbelohde-Doering, la apodó el  Rey de Asiría. Pero no está claro que estos visitantes hubieran llegado a los emplazamientos de las montañas, al menos no con vida, ya que se han encontrado cabezas de piedra esculpidas con rasgos semitas en Chavín de Huantar, pero la mayor parte de ellas muestran muecas grotescas o mutilaciones y están clavadas como trofeos en las murallas que rodean el lugar.

Marcahuasi…Supervivientes del Diluvio en los Andes…(1)

Reina Africana
La Prehistoria sudamericana es uno de los estudios llevados a cabo desde Crónica Subterránea, tarea que para muchos se antoja imposible, y ello ocurre porque a fuerza de sonar repetitivos,
  • la destrucción de documentación establecida desde la época colonial
  • así como el ocultamiento, y substracción de información,
…impiden gozar hoy día de un mejor entendimiento sobre las culturas que una vez se erigieron en este continente.
Los Andes son una de la zona donde esa devastación cultural encuentra su punto más álgido, sin embargo sobreviven monumentos de factura imposible, hoy día mudos testigos de aquel pasado ciclópeo que una vez se extendió por todo el continente.
Unos de esos registros enigmáticos, salió a la luz en los años 40’, cuando desde el hermano país de Perú se difundió la existencia de Marcahuasi gracias a los oficios del sabio peruano Daniel Ruzo De los Heros [1] quién se transformó en su máximo difusor.
Obra pétrea monumental, Marcahuasi es la prueba viviente que antiguas culturas avanzadas supervivientes del Diluvio Universal, encontraron refugio en los Andes.
Para ilustrarnos sobre Marcahuasi, nada mejor que la obra cumbre de Ruzo, Marcahuasi: la Historia Fantástica de un descubrimiento, donde brinda pormenores de este sensacional hallazgo, que para algunos, constituye tan solo un capricho natural, y que no pudo ser obra del hombre.
1905 – 1974
La historia de un descubrimiento
Este libro es, verdaderamente, la historia misteriosa de un descubrimiento.
Empieza el relato en 1905, cuando cumplíamos cinco años de edad. En ese año, Pedro Astete nacido en 1871, tuvo el sueño de Masma en la ciudad de Andahuaylas y este sueño orientó su vida: lo decidió a emprender estudios sobre prehistoria, primero en Buenos Aires, de 1911 a 1923, y después en Lima hasta su muerte en 1940.
En 1915 Astete había redactado en Buenos Aires la versión de su sueño, que reproducimos, y una primera exposición de sus teorías prehistóricas e históricas, de las que damos también algunas páginas para que el lector pueda formarse una idea de las bases sobre las que comenzaron estos estudios. Trajo de Buenos Aires sus cuadernos de apuntes sobre la simbología del ajedrez y sobre otros conjuntos simbólicos.
Había trabajado 11 años y había descubierto un sistema de símbolos muy antiguo al que pertenece la svástica, de la que hay representaciones en todas las culturas conocidas, pero al que pertenece también la torre o rueda, una figura que nadie antes que él ha explicado nunca: Se trata de un sistema de figuras que se presentan en serie en el cuadriculado, es decir, en el espacio a dos dimensiones -sujeto a proporción por la cruz, repetida en ambas direcciones a intervalos iguales.2
Había descubierto también muchas combinaciones de esas figuras que constituyen pantaclos* y expresan gráficamente los símbolos y los sistemas simbólicos más importantes de la humanidad, conocidos desde tiempos inmemoriales y que se salvan del olvido, de generación en generación, en los cuentos fantásticos, en los libros sagrados y en las leyendas, a pesar de las traducciones y de las interpolaciones de la ignorancia.
* Pantaclo: especie de talismán mágico. (N. del E.)
Nos asociamos a esos estudios desde 1924.
En diciembre de ese año descubrimos las primeras esculturas protohistóricas en el cerro San Cristóbal, junto a la ciudad de Lima, como se relatará más adelante. Después, en 1930, hizo Astete una segunda versión de todo lo que había estudiado respecto a Masma, incluyendo los tesoros ocultos, las nociones bajo las cuales fueron establecidos, las cavernas en que se guardan, las señales para encontradas y la manera de penetrar en ellas.
Había recopilado multitud de datos repartidos en libros sagrados, en cuentos y leyendas, en las obras voluminosas de Rosa de Luna, quien había dedicado largos años a igual recopilación y, sobre todo, en las Mil y una Noches, cuyos cuentos mágicos, muy antiguos, que se diferencian fácilmente de los sensuales cuentos árabes; parecen escritos con la única finalidad de impedir que desaparezcan de la memoria de los hombres las nociones del tesoro.
Astete creía firmemente que todas esas indicaciones se referían a un solo tesoro, de metales y de conocimientos, que nunca había sido encontrado y que debía estar en el centro de la región huanca o en uno de sus tres lugares principales:
  • Lima
  • Jauja
  • Andahuaylas
Hasta ese momento, tanto él como nosotros, considerábamos el gran problema circunscrito al Perú y a Masma. Creíamos que, a través del Perú, se produciría un movimiento mundial para la utilización del oro y la sabiduría que encerraba ese tesoro.
Pero la misma grandiosidad del problema nos impidió comprender su verdadera dimensión humana y nos obligó a detenemos. Era Pedro Astete el intérprete de Masma y era él quien tenía que tomar una determinación.
La responsabilidad lo abrumaba.
Desde 1953, había publicado un cuento «El deber incumplido» que incluimos en 1953, en México, en la edición de su obra «Los Signos».
Ese cuento expresa su tragedia. Creía que le había sido dada una misión y que él no la había cumplido, que la realización dependía de él y que por su culpa estaba detenida. Al mismo tiempo no aceptaba afrontar la posibilidad de una publicación que nosotros repetidamente le habíamos propuesto. Consideraba que teníamos la obligación de mantener en secreto todo lo referente al tesoro.
En ese estado de espíritu, el 5 de enero de 1940 se lo llevó la muerte.
En los 34 años transcurridos después de la desaparición de Pedro Astete «La marcha al abismo» 3 de la humanidad, su avance acelerado hacia una catástrofe, ha sido evidente. La ilusión que hasta 1940 guiaba nuestros trabajos, el concepto del tesoro como oro y conocimientos, nuestro anhelo por encontrado para aumentar la felicidad de los hombres, todo eso ya no tenía sentido.
Astete tuvo una misión y la cumplió.
Su obra, aunque inconclusa, será el punto de partida de nuevas concepciones prehistóricas. Su libro «Los Signos» será piedra angular de la simbología; sus estudios sobre la mitología y la química, demostrando que los dioses, los semidioses y los héroes representan a los cuerpos químicos, no quedarán abandonados.4
En medio siglo de lecturas sólo hemos encontrado una cita que a esta antiquísima ciencia se refiere.

“La prueba del contacto entre extraterrestre y mayas”

Una fotografía que fue presentada por primera vez por la Ancient Astronaut Society en el año 1987, que después paso a ser olvidada por completo. Ha presentado esta foto Raúl Julia Levy actor y productor que esta trabajando en un nuevo documental con el titulo Revelations of the Mayans 2012 and Beyond, documental que pretende revelar los enigmas y misterios que envuelven las revelaciones del cambio de era inminente para diciembre de 2012 según elcalendario maya.
Las profecías del calendario de los mayas han provocado que mucha gente crea que es el fin de los tiempos, el apocalipsis que cita la biblia, la llegada de una invasión de extraterrestres, etc… Una idea generalizada tal vez provocada por la película 2012, pero que expertos aseguran que es mentira.
La fotografía plantea serias interrogantes sobre la relación entre los mayas y losextraterrestres.
Se puede observar en la captura que se trata de una enorme escultura, de unos 7 metros de alto aproximadamente, muestra la cabeza de un ser con apariencia humana con los ojos cerrados y mirando al cielo, lo misterioso de la foto son los rasgos de la cara que no se parecen a ninguna cultura conocida americana.

La historia de esta foto comenzo el 16 de Agosto de 1986, un reconocido abogado y doctor en filosofía de Guatemala Rafael Augusto Padilla Lara recibió una fotografía anónima sorprendente. Con toda probabilidad alguien se la envió, pues todo el mundo sabia que Padilla Lara estaba bastante interesado en la relación entre la antigua cultura maya y seres extraterrestres.
Padilla Lara mostró la foto a uno de sus parientes y este ubico el lugar de la colosal estatua, en una de las propiedades de la familia Biener pero que no sabía exactamente en cual de estas podría encontrarse.
Las personas que aparecen sobre la cabeza de la foto, podrían ser los Biener, y la fotografía según estimaciones fue tomada en los años 50.
Padilla se propuso entonces encontrar la estatua. Recorrió unos 182 kilómetros en la costa del Pacifico de Guatemala y hasta se internó en la jungla. Después de buscar mucho durante kilómetros se dio de cara con la espectacular figura en un lugar conocido como “La Democracia”.
La estatua había sido practicamente destruida por los rebeldes anti-gubernamentales que llevaban a cabo la guerrilla más antigua de Latino América. Resulta que estos utilizaban la estatua para prácticas de tiro y acabaron desfigurando por completo la magnífica obra.
Padilla explico que “Los ojos, la nariz y la boca habían desaparecido por completo. Que la cabeza fuese hecha de piedra arenisca no ayudó mucho.”
Según cuenta Julia Levy los restos que vio Padilla Lara ya no se encuentran en Guatemala, pues fueron enviados a algún lugar desconocido de Estados Unidos.
En los años noventa David Hatcher fue en busca de pistas al lugar donde se situaba la estatua y explico que en un pueblo cercano a “La Democracia” existen otras 12 cabezas de piedra, aunque estas no guardan ninguna similitud con la encontrada por Padilla.
La estatua de la cara presuntamente extraterrestre parece pertenecer a la cultura olmeca, la cual se desarrollo en Mesoamérica entre el 1500 y el 100 A.C.
Pero tras un análisis detallado de las 12 estatuas y la estatua de la misteriosa foto, se puede determinar que no pertenece a esculturas olmecas.
La foto presentada por Julia Levy, muestra rasgos faciales de la cabeza que no corresponden a ningún aborigen americano, tampoco a inmigrantes asiáticos o africanos. Los ojos, la nariz y la boca son más bien de tipo caucásico y no tenemos, hasta el momento, referencia alguna de la llegada a América de caucásicos antes de cristo.
Otra de las especulaciones es que los anunnaki pudieran tener algo que ver en esta historia pues se supone que llegaron a América en el 2000 A.C.
Pero como ya hemos dicho tan solo se trata de especulaciones, lo que sigue siendo unenigma y misterio sin resolver.
La foto no es una revelación pero indica que Julia Levy parece que tiene información privilegiada del contacto entre los extraterrestres y los mayas.
http://veritas-boss.blogspot.com.es/2012/09/la-prueba-del-contacto-entre.html

UN GRUPO DE ARQUEÓLOGOS ENTRA EN UNA TUMBA DE UNOS 1.5OO AÑOS EN PALENQUE.

En el recinto se hallaron 11 vasijas, cuentas de piedra verde, un anillo y un colgante

Arqueólogos mexicanos entrando en la cámara    funeraria. / EFE

El sitio arqueológico de Palenque, en el Estado mexicano de Chiapas, continúa revelando secretos siglos después de que fuera habitado por los mayas. Un grupo de expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) entró el martes de la semana pasada por primera vez en una cámara funeraria de unos 1.500 años de antigüedad aunque la noticia no se ha comunicado hasta este jueves. El equipo cree que la estancia podría contener los restos de K’uk Bahlam I uno de los primeros gobernantes de esa ciudad maya. El soberano ascendió al poder en el año 431 d.C. y fundó la dinastía a la que perteneció el célebre gobernante maya Pakal.

En un comunicado del INAH se explica que la cámara funeraria se encuentra en el interior del Templo XX de la zona arqueológica y es al menos dos siglos anterior al sepulcro de Pakal, descubierto en ese mismo sitio hace 50 años. A pesar de que se descubrió su existencia y su localización hace 13 años, los arqueólogos no han podido acceder a ella hasta ahora.

«Por las fechas estamos ante el nacimiento de la dinastía palencana, hacia el año 400 después de Cristo, porque podríamos estar hablando del recinto funerario de su fundador», ha dicho el arqueólogo Arnoldo González, responsable junto con el restaurador Rogelio Rivero del proyecto. Sin embargo, ha advertido de que esto no deja de ser especulación, mientras no comience la exploración arqueológica. «Incluso este espacio podría tratarse de una antecámara, pues no sabemos qué hay más abajo», ha añadido.

La tumba se encuentra a seis metros de profundidad con respecto a la parte superior del templo y tiene planta rectangular y el techo abovedado. El espacio mide de media 3,4 metros de largo, 1,43 de ancho y 2,5 de alto.

Hasta el momento no se han localizado restos óseos en la estancia ni sarcófago pero los arqueólogos han halado 11 vasijas y cerca de un centenar de pequeñas piezas como cuentas de piedra verde – posiblemente jade, muy utilizado por los mayas -, un colgante y un anillo. Tres de los muros de la cámara están cubiertos de pintura mural en vivos tonos rojos. En ellos se representa a los Nueve Señores del inframundo o Xibalbá.

«Lo importante de los recintos funerarios de esta época, el Clásico Temprano (400-550 d.C.), es la pintura. Estamos ante uno de los pocos ejemplos de murales descubiertos en contextos funerarios de Palenque; de ahí la importancia del trabajo que estamos realizando», ha declarado González.

González y Rivero han destacado que los hallazgos arqueológicos no serán explorados ni recuperados hasta estabilizar la pintura mural. Rivero ha dicho que las acciones emergentes para la preservación de los murales se prolongarán por tres semanas como mínimo y consistirán en el fijado y consolidación de la capa pictórica, a la vez que su registro gráfico y fotográfico.

El sitio arqueológico de Palenque es uno de los mejor conservados de la cultura maya. Está situado en plena selva y se calcula que tan solo una pequeña parte de su superficie – en torno al 15 % – ha sido explorado.

FUENTE :: https://selenitaconsciente.com

¿Cuánto sabían de astronomía los aztecas?

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Que los aztecas tenían abundantes conocimientos astronómicos es un hecho conocido. Laastronomía ejercía tal influencia en su cultura que la mayor parte de sus tradiciones están basadan precisamente en el comportamiento de las estrellas, planetas y otras nociones espaciales.

También podemos decir, sin temor a equivocarnos, que sus decisiones diarias se regían por los resultados que obtenían de sus observaciones del cielo. Veamos cuánto sabían los aztecas de astronomía y para qué la utilizaban.

Astronomía y arquitectura aztecas

Es imposible hablar de la astronomía en los aztecas sin mencionar su relación con laarquitectura. Este pueblo construyó grandes edificaciones, especialmente pirámides, en honor al sol, la luna y otros astros, como modo de agradecer a las estrellas y glorificarlas. En ellas se realizaban sacrificios, los que según su pensamiento mágico-religioso aseguraban el correcto funcionamiento astral y la bonanza del planeta.

Muchos de estos espacios eran también observatorios, desde donde rastreaban el movimiento celeste, tal como hacían otros pueblos mesoamericanos. La labor era realizada por nobles y sacerdotes, quienes realizaban rituales nocturnos que les permitían definir sus calendarios. Los templos eran lugares altos para poder seguir la salida y puesta de los astros.

Mediante palos cruzados y usando como guía el horizonte construían los planos para sus ciudades y edificios más importantes. Las líneas equinocciales les servían de orientación a la hora de hacer los centros de culto. El Templo Mayor, por ejemplo, fue  alineado de tal forma que durante elequinoccio de primavera el sol sale entre dos de sus construcciones.

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El uso de la astronomía por los aztecas

La observación de los ciclos celestes permitió que los aztecas descubrieran la duración del año solar, el mes lunar y las revoluciones de Venus (584 días). Por esa razón desarrollaron sus calendarios y establecieron sus propios días de ceremonias.

Otro gran avance astronómico fue la predicción de eclipses solares y lunares, así como del paso de cometas y estrellas fugaces. Naturalmente, el interés mayor de los aztecas por la astronomía se debía fundamentalmente al significado religioso que le otorgaban a la adivinación y a los rituales relacionados con los astros.

Sistemas de tiempo: calendarios aztecas

Si hay algo que nos permite conocer cuánto de astronomía sabían los aztecas es precisamente sus sistemas de tiempo que se expresaban en dos calendarios simultáneos, aunque con propósitos distintos: el calendario ritual y el calendario solar anual.

  • Ritual: llamado Tonalpohualli, que se traduce como ‘recuento de los días’, consiste en un ciclo de 260 días que se utilizaba para la adivinación. Es una suerte de almanaque sagrado con el que se aseguraban las ceremonias religiosas y la previsión del futuro.
  • Solar anual: llamado Xiuhpohualli, que se traduce como ‘recuento de los años’, consiste en un ciclo de 365 días y regula la ronda anual de festividades según cada estación. Tenía un papel fundamental en la agricultura.

Ambos sistemas son dos engranajes giratorios que se acoplan entre sí y el comienzo del más largo debe alinearse con el comienzo del más corto cada 52 años, lo que define la realización de actividades religiosas significativas. Los aztecas tenían un artefacto llamado la Piedra del Sol que hacía las veces de calendario.

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La Piedra del Sol

Como su nombre lo indica, la Piedra del Sol se trata de una gran piedra redonda que pesa más de 20 toneladas. Es sorprendente dado que este pueblo no contaba con martillos ni taladros para construir algo con dimensiones tales.

Este calendario es 103 años más viejo que el gregoriano. Se construyó a lo largo de 52 años (de 1427 a 1479). En su centro se encuentra una imagen del dios Sol y le rodean una serie de símbolos ―seres vivos y elementos naturales con los que este pueblo estaba familiarizado― que representan las estaciones y los días del mes azteca.

El año azteca contaba con 18 meses, cada uno de ellos de 20 días. La suma de estos números daba 360 días; sin embargo, dado que los expertos habían determinado que el año contenía 365 días, se le sumaron 5 días llamados Nemontemi, que quiere decir ‘días de sacrificio’.

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Todo esta información nos revela lo avanzados que eran los conocimientos astronómicos del pueblo azteca y qué nivel de sofisticación desarrollaron sus estudiosos, de modo que pudieran crear todo un sistema complejo y bastante acertado del tiempo, así como tener una comprensión de la importancia de la astronomía para la vida humana.

http://www.ojocientifico.com/3916/cuanto-sabian-de-astronomia-los-aztecas

La Roca de la Profecía Hopi del Fin del Mundo 2012

Una colaboración de maestra de luz

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– Pedro 3:(10-13):

10 Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. En aquel día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada.11 Ya que todo será destruido de esa manera, ¿no deberían vivir ustedes como Dios manda, siguiendo una conducta intachable 12 y esperando ansiosamente la venida del día de Dios? Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán con el calor de las llamas. 13 Pero, según su promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la justicia.

– Marcos 13:27

Y entonces enviará a los ángeles, y reunirá a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

 

La interminable búsqueda del Paititi y el análisis del manuscrito de Andrea Lopez

La interminable búsqueda del Paititi y el análisis del manuscrito de Andrea Lopez¿Qué es el Paititi realmente? ¿Puede un mito resistir quinientos años de historia y estar hoy, en el siglo XXI, más vivo que nunca?
El Paititi, la ciudad perdida, escondida en un punto ignoto de la inmensa selva amazónica al este de Cusco, es, en realidad, la unión de varias leyendas.
Desde cierto punto de vista, puede incluirse en el mito más amplio de El Dorado suramericano, el cual analicé en mi libro En busca de El Dorado.
Durante la época de los Incas, la selva que atraviesa el río Amarumayo, actual Madre de Dios, se llamaba Antisuyo, y sus pobladores eran los Antis (de ahí el término Andes). Se cuenta que el soberano de los Incas se adentró en el Antisuyo con un poderoso ejército y que sometió a varias tribus de indígenas amazónicos, las cuales, como tributo, proporcionaron coca, oro, plumas de aves y plantas medicinales.
Según una leyenda inca, el Dios andino Inkarri fundó, mucho antes de la llegada de los conquistadores, una ciudad igual a Cusco, ubicada en la selva, a diez días al este de la capital inca. El nombre quechua Paikikin significaría “igual a”, según esta interpretación.
Después de la llegada de los conquistadores en 1533, algunos sacerdotes Incas hicieron llevar a Paititi enormes riquezas, con el fin de salvarlas del saqueo de los españoles. De manera que el Paititi habría servido de último baluarte después de la toma de Vilcabamba y de la matanza de Tupac Amaru en 1572; no sólo para esconder grandes riquezas, sino también para mantener vivas tradiciones seculares y para preservar antiguas tradiciones místicas y conocimientos tanto científicos (uso de plantas medicinales y alquimia), como lingüísticos (quellca).
Según estas creencias, en la zona del Madre de Dios existiría aún hoy una ciudad subterránea, en varios niveles, en plena actividad. El rey de Paititi, tesorero del saber oculto de una civilización antiquísima, estaría esperando el momento justo para regresar al “mundo de la luz” y restablecer el orden roto en el pasado.
Hay que mencionar que existe también otra versión del Paititi, la cual sitúa a esta ciudad perdida mucho más al este de la Paititi post-incaica, describiéndola como un reino inmenso localizado en los alrededores de la actual frontera entre Bolivia y Brasil, territorio que fue dominado durante siglos por la etnia de losMoxos, que hablaba un idioma del grupo lingüístico arawak.
Según esta versión, la palabra Paititi significaría “todo blanco y brillante”, como el oro.
Los últimos hallazgos arqueológicos en la Amazonía boliviana (llanos de Moxos), de muros y largos canales, podrían confirmar la verdadera existencia de una confederación de tribus que probablemente se llamaba Paititi, la cual, sin embargo, era netamente amazónica y no post-incaica.
El primer aventurero que se adentró en la selva del Madre de Dios fue Pedro de Candía, uno de los conquistadores del Perú, lugarteniente de Francisco Pizarro. Luego de que algunas de sus concubinas le describieran una rica ciudad de oro llamada Ambaya, se decidió a emprender la expedición.
Partió de Paucartambo, en 1538, al mando de 600 hombres, dirigiéndose hasta el este por 150 kilómetros. No obstante, la expedición no obtuvo el resultado esperado, puesto que fue atacada por feroces nativos en una aldea llamada Abiseo, de donde sus integrantes decidieron regresar a Cusco.
La búsqueda interminable del Paititi continúa incluso en la era contemporánea. En los años 60 del siglo XX, el peruano Carlos Neuenshwander Landa llevó a cabo 27 expediciones en busca de Paititi, sobre todo en la zona donde ahora se encuentra el Parque Nacional del Manu.
Si bien reunió un importante material arqueológico relacionado con la presencia de los post-incaicos en la zona de la cuenca del Madre de Dios, no logró revelar el misterio de la ciudad perdida más famosa del mundo.
En 1970, tres aventureros, el estadounidense Nichols y los franceses Debrú y Puel desaparecieron en la región del Parque Nacional del Manu tratando de ubicar la ciudad perdida de Paititi.
Es probable que algunos nativos Kuga-Pacoris (de etnia Matsiguenka), les hayan quitado la vida porqué vieron a su territorio ancestral invadido, y se sintieron amenazados.
En 1979, los cónyuges franco-peruanos Herbert y Nicole Cartagena, guiados por el peruano Goyo Toledo, descubrieron un asentamiento inca, bautizado luego Mameria, situado en el Río Mameria, un afluente del Nistron, que a su vez es afluente del Alto Madre de Dios.
Estudios posteriores efectuados por el explorador estadounidense Gregory Deyermenjian comprobaron que Mameria, aunque no es Paititi, se trataba de una importante fortaleza incaica en el valle del Río Nistron, la cual servía, sobre todo, como centro de recolección de coca para surtir al imperio.
Gregory Deyermenjian se distinguió también por otras numerosas expediciones en la zona de la meseta de Pantiacolla, territorio remoto entre el departamento de Cusco y el de Madre de Dios. Descubrió, estudió y recorrió un antiguo camino inca empedrado, el cual, de la meseta de Pantiacolla conduce a la selva, pero hasta hoy no ha podido explorarlo completamente.
En 1997 el biólogo noruego Lars Hafskjold partió desde Sandia rumbo al este. Es posible que estuviera buscando el Paititi amazónico o la mítica tierra de los Mojos, pero nunca volvió más. Sus huellas se perdieron en el Parque Nacional Madidi, en la Amazonia boliviana.
Una fecha fundamental en la búsqueda y en el estudio histórico del Paititi tuvo lugar en el 2001, cuando el arqueólogo italiano Mario Polia descubrió, en los archivos del Vaticano, una carta muy importante perteneciente a la Peruana Historia, una colección de volúmenes escritos de 1567 a 1625. La carta, cuya fecha y autor se desconocen, contiene el testimonio que el jesuita Padre Andrea López hizo al Padre General de la Compañía de Jesús (Claudio Acquaviva, de 1581 a 1615, o Muzio Vitelleschi, de 1615 a 1645), probablemente en los primeros años del siglo XVII, en la cual se habla de un milagro y de la conversión de indígenas efectuada en el reino de Paititi.
A continuación, el texto integral del documento:
Relato de un milagro gracias a la misericordia de Dios en las Indias del Perú, o mejor dicho en el reino de Paytiti al lado de Perú.
Habiendo llegado el P. Andrea Lopez a la ciudad de Roma de Nuestro Padre General, como procurador de aquella parte, ha relatado el milagro que el Señor por su misericordia ha mostrado en aquellos países, y es el siguiente. Dicho P. Andrea Lopez siendo rector del colegio de la compañía de Jesús en la ciudad de Cusco en dichas indias del Perú, dice que en aquella ciudad había tres o cuatro indios, los cuales habían sido cristianizados y bautizados por el mismo , se indignaban del mal trato de algunos soldados de la guarnición, y han decidido irse de su país e ir a otro reino a diez jornadas del mencionado Perú, el cual se llamaba Paytiti, y es grande mil leguas españolas, que hacen tres mil millas de Italia, y eran hombres blancos como alemanes y muy bélicos y civiles en su modo de vivir y gobierno.
El Rey es muy potente, tiene una corte tipo la del Gran Turco con mucha majestad, su reino es muy rico y adornado de oro, plata y muchas perlas hasta tal punto que utilizan en la cocina ollas y sartenes de materiales preciosos como otros usaban de metal o de hiero. Siendo por tanto los mencionados indios fugitivos de Cusco y llegando al Reino de Paytiti, fueron examinados en la frontera por la guardia, registradas sus bolsas y equipaje y como estos indios eran cristianos llevaban un Crucifijo de madera que les había dado el P. Andrea antes de partir, la guardia les preguntó que era el Crucifijo, sorprendidos al ver una figura en forma de hombre sobre un trozo de madera, y los indios les contestaron que era la figura del Dios de los Cristianos.
En ese momento la guardia se burló, riéndose con menos precio y dejándolos pasar libremente llegaron a la ciudad donde estaba la Corte del Rey de Paytiti, y siendo el Rey avisado de la llegada de los indios así como que llevaban la figura de Dios que los cristianos adoraban, por curiosidad el Rey los llamó a su presencia y la de su Corte, donde concurrieron todos los Señores principales de la misma por curiosidad, tanto para ver la figura del Dios de los Cristianos como para escuchar lo que los Indios iban a explicarle al Rey.
En el momento que el Rey tenía el Crucifijo en la mano, sin duda comenzó a reírse y mofarse junto con todos sus cortesanos, y habiéndose reído, mofado un buen rato burlándose del Crucifijo, lo devolvió a las manos del Indio, que se fuera con su Dios de los Cristianos, y diciendo estas palabras con el mayor desprecio escupió en la cara del Crucifijo mientras el Indio ya lo había recibido, se produjo entonces el milagro, el dicho Crucifijo alzó la cabeza que primero tenía inclinada, que era como ordinariamente se tallaban los Crucifijos, y levantó la cabeza echándole una mirada terrible y moviendo los ojos de derecha a izquierda junto con la cabeza, y la mirada fue tan terrible y aterradora, que el Rey con toda su Corte se cayeron al suelo sin dar señales de vida y permanecieron todos en este estado durante tres horas, salvo el indio el cual permaneció en pie con el Crucifijo en la mano anonadado.
Al fin el primero que tornó en si fue el Rey, y después poco a poco, todos los demás uno por uno, y como sorprendidos y atónitos, alzó la voz el Rey, y dijo al modo de San Pablo: Grande, Grande es el Dios de los Cristianos, y así igualmente todos los que estaban a su alrededor, y de repente el Rey y todos ellos se tiraron al suelo adorando dicho Crucifijo, y en el patio de su Palacio hizo construir inmediatamente un oratorio de tipo capilla cuadrada toda de oro y adornada con gemas preciosas, donde plantó sobre un altar el mencionado Crucifijo donde él en persona con el príncipe su único hijo y heredero de su reino, junto con toda su Corte iban cada día a adorar a dicho Crucifijo, pero no una vez, sino varias.
Después de algunos días con un trato muy sincero y con curiosidad acompañada de esmero Santo con los mencionados indios, demandaba y preguntaba sobre los principios de la ley Cristiana, y prometiendo a los cristianos de enriquecerles en su reino, si ellos podían dar la orden de modo que pudiera hablar con las personas sabias sobre la ley Cristiana ; y así decidió el Rey con algunos de sus cortesanos y su único hijo ir con los indios a encontrar el Padre de la Compañía y particularmente al mencionado P. Andrea Lopez, y cuando llegaron fue tanto su esmero que después de sentirse satisfecho de la doctrina cristiana y de lo que predicaba el Padre Andrea Lopez, rezó con tal constancia, que el mencionado Padre quiso bautizarlo junto a su hijo y sus principales Caballeros, y así el mencionado Padre los bautizó a todos, y estando emocionado por la devoción, al Rey le dio una fiebre tal que le provocó la muerte, y antes recibió todos los Sacramentos con gran fe, y gran devoción, en modo que contagio a su hijo y las otro seis caballeros que mantuvieron la ley de los Cristianos pero no sólo para introducirla en su Reino, sino que le rogaron al P. Andrea que fuera con ellos a implantar la fe, prometiéndole edificar un bellísimo Colegio y particularmente una Iglesia que tendría los muros de oro macizo, de modo que con estas palabras, pudiera comprenderse la gran devoción el esmero que el buen Rey tenía sobre su reino.
Habiendo convenido nuestro General, determinaron mandar en misión al Reino de Paytiti al mencionado P. Andrea con algunos otros, los cuales tenían orden de partir inmediatamente después de Pascua. Pedían la bendición sobre esta misión. El mencionado P. Andrea Lopez había descubierto en la dicha India de Perú algunos indios salvajes, es decir en la fe, que todavía no habían sido bautizados y no habían recibido la ley Cristiana, el mencionado P. Andrea les empezó a enseñar la ley Cristiana y así descubrió el Dios que ellos adoraban, que era una piedra vulgar del tamaño de un melón, de peso de sesenta y sobre la misma quemaban incienso para sacrificar a su Dios, que era la misma piedra; el P. Andrea les preguntó cuánto tiempo hacía que tenían al Dios de la piedra y contestaron que hacía poco más o menos un año.
El Padre Andrea les preguntó que otro Dios tenían antes, y le contestaron que el motivo por el que habían tomado por Dios a la piedra era por los milagros que la piedra hacia al sanar aquellas enfermedades que eran incurables, porque Dios le había dado a la piedra virtudes contra algunas enfermedades por milagro. Así, cada vez que sacrificaban a la piedra por Dios le quitaban un trozo para dárselo a los enfermos incurables y con ella sanaban.
Por la misericordia de Dios fueron persuadidos que todo esto era un engaño del Diablo y que era mejor adorar aquel Dios, del cual la piedra recibía la virtud, y fueron persuadidos tan bien que el Padre los bautizó. Y hoy son buenos cristianos; y el P. Andrea ha sacado la piedra que adoraban por Dios y se la llevado al Papa, lo cual, su Santidad ha agradecido que Dios haya hecho convertirse a aquellos dejando la piedra y dicha piedra ha sido valorada en cuatro mil escudos.
Analicé minuciosamente este antiguo documento y llegué a la conclusión de que es original, aunque algunos detalles fueron ampliados por el autor para resaltar más la conversión efectuada en el último territorio sin conquistar por los Europeos.
Es cierto que el Padre Andrea López (nacido en Villagarcía, en Castilla, en 1544), entró a hacer parte de la Compañía de Jesús en 1565.
De la lectura del documento se deduce que la Iglesia de Roma sabía la ubicación de Paititi en el siglo XVII. Según el manuscrito, es posible que el Padre Andrea López haya proporcionado a sus superiores los correspondientes datos geográficos, después de recibir la orden de evangelizar a todo el reino.
Sin embargo, nadie encontró nunca la orden de evangelización y el mismo Mario Polia sostuvo, en un artículo suyo publicado en la revista italiana Archeo, que quizá la Compañía de Jesús no reveló jamás la exacta localización de Paititi para no desencadenar una carrera en busca del oro, la cual habría perjudicado gravemente la seguridad de los indígenas.
Según varios investigadores, el Paititi que se describe en el manuscrito del Padre Andrea López podría ser el territorio reconocido como el Paititi amazónico, situado tal vez en la frontera entre los actuales Bolivia y Brasil, y los indígenas que lo habitaban pudieron haber sido los Mojos. También el dato exagerado sobre la extensión de este dominio (mil leguas españolas, iguales a 5000 kilómetros), podría indicar los enormes territorios amazónicos.
No obstante, esta versión, no concuerda en pleno con dos puntos del manuscrito: los diez días de distancia de Perú, puesto que para llegar hasta el pueblo de los Mojos se necesitaban probablemente varios meses de camino (pero podrían haber sido diez días de navegación por los ríos), y la arquitectura cuadrada y de oro macizo que se describe, ya que recuerda más a pueblos de origen andino o post-incaico que a pueblos amazónicos como los Arawak-Mojos.
¿Dónde estuvo situada Paititi? Esta pregunta, por tanto, sigue vigente. Escribo estuvo porque, en mi opinión, pudo haber sido saqueada por mercenarios mucho antes de que la noticia del milagro y de la conversión llegara a Roma, en los primeros años del siglo XVII.
Carlos Neuenschwander Landa y Gregory Deyermenjian, los más notables entre todos aquellos que buscaron el Paititi, se enfocaron más que todo en la zona del Alto Madre de Dios, que correspondería más o menos a la frase “situado a diez días de camino de Cusco en dirección del sol naciente”. Me refiero a la zona intangible del Parque Nacional del Manu, al área del Río Nistron, del Río Palotoa y del Río Negro, a la región llamada Callanga y a la meseta de Pantiacolla, hasta las fuentes del Río Timpia.
En mi reciente viaje a las pirámides de Pantiacolla pude comprobar en persona cuán extremadamente difícil es explorar de forma exhaustiva aquella área, no sólo por los inminentes ataques de los temibles Kuga-Pacoris, sino sobre todo por el clima, que es tan húmedo y tórrido en la selva, y tan frío en el altiplano; además de las dificultades intrínsecas de la selva peruana.
Con seguridad, habrá otras expediciones en el futuro, pero lo importante es, en mi opinión, el acercamiento que hay que tener hacia Paititi, que debe consistir en el máximo respeto a las poblaciones nativas (a veces no contactadas, como los Kuga-Pacoris) y, todavía más importante, en la serenidad interior con la cual afrontar un viaje tan complicado. Quien piense en ir a hallar oro, con el fin de enriquecerse y volverse famoso rápidamente, está en el camino equivocado.
Por el contrario, quien parta motivado por una verdadera curiosidad desinteresada, amor por la investigación histórica y pasión por los secretos escondidos de las culturas antiguas, será recompensado y podrá revelar un misterio que, por ahora, se mantiene irresoluto.
YURI LEVERATTO
Copyright 2010
Se puede reproducir este artículo indicando claramente el nombre del autor y la fuente www.yurileveratto.com
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LA PIEDRA LOS LUNAS….MAPA ESTELAR….

La piedra Los Lunas (localizada a unos pocos kilómetros de la pequeña ciudad de Los Lunas, Nuevo México) es un testigo de lo que muchos estudiosos consideran el primer «mapa estelar» y «testimonio religioso» que conecta al Viejo Mundo con el Nuevo Mundo. La piedra es un monolito grande en el lado oculto de la montaña, cerca de Los Lunas. La piedra lleva una inscripción tallada en formas regulares en un panel plano. La inscripción es interpretada por algunos como una versión abreviada del Decálogo o Diez Mandamientos en una forma de Paleo-Hebreo. Un grupo de letras semejante al tetragrama YHWH, o «Señor», hace cuatro apariciones en la piedra. La primera mención registrada por el artefacto es de 1933 cuando el profesor Frank Hibben, un arqueólogo de la Universidad de Nuevo México, al parecer lo vio. Hibben fue conducido a la piedra por un guía no identificado que afirmaba haberla encontrado de niño en la década de 1880. Si esta información es exacta, una falsificación, es poco probable porque el guión paleo-hebreo era desconocida para los estudiosos en la década de 1880. Un argumento en contra de la autenticidad de la piedra es el uso aparente de puntuacion moderna en hebreo, aunque epigrafista Barry Fell sostuvo que la puntuacion es coherente con la antigüedad. Otros investigadores descartan el artefacto sobre la base de los numerosos errores de estilo y gramaticales que aparecen en la inscripción. La piedra es controversial porque muchos sienten que el artefacto es precolombino y la prueba del contacto de tribus semíticas con las Américas, lo que prueba que la gente de Israel se estableció en América. Debido a que el peso de la piedra de más de 80 toneladas, nunca fue trasladada a un museo o laboratorio para su estudio y custodia. La piedra es accesible a los visitantes mediante la compra de un boleto de 25 dólares para el Acceso con Permiso del Estado de Nuevo México.
http://veritas-boss.blogspot.com.es/2012/08/la-piedra-los-lunasmapa-estelar.html

COINCIDENCIAS……..

Al igual que los hebreos bíblicos, que remontaban sus genealogías no sólo hasta las parejas patriarcales, sino también hasta el comienzo de la humanidad, los aztecas, los toltecas y otras tribus nahuatlacas tenían leyendas de la creación que seguían las mismss pautas. Pero, mientras el Antiguo Testamento adecuaba sus fuentes surnerias designado a una entidad plural (Elohim) a partir de las diversas deidades activas en los procesos creadores, los relatos nahuatlaca conservaban los conceptos sumerio y egipcio de varios seres divinos que actuaban o bien en solitario o bien en grupo.
Las creencias tribales, predominantes desde el sudoeste de los actuales Estados Unidos, en el norte, hasta la actual Nicaragua, en el sur, sostenían que, en el principio, había un Dios Antiguo, Creador de Todas las Cosas, del Cielo y la Tierra, cuya morada estaba en lo más alto del cielo, el duodécimo cielo. Las fuentes de Sahagún atribuían el origen de estos conocimientos a los toltecas:
  • Y los toltecas sabían
  • que muchos eran los cielos.
  • Decían que había doce divisiones superpuestas;
  • allí moraba el dios verdadero y su consorte.
  • Él es el Dios Celestial, Señor de la Dualidad;
  • su consorte es la Dama de la Dualidad, la Dama Celestial.
  • Esto es lo que significa:
  • Él es rey, él es Señor, por encima de los doce cielos.
Sorprendentemente, esto parece una versión de las creencias de Mesopotamia, según las cuales a la cabeza del panteón estaba Anu («Señor del Cielo») que, junto con su consorte, Antu («Dama del Cielo»), vivía en un planeta lejano, el duodécimo miembro de nuestro Sistema Solar. Los sumerios lo describían como un radiante planeta cuyo símbolo era la cruz. Todos los pueblos del mundo antiguo adoptarían posteriormente este símbolo, y lo desarrollarían hasta convertirlo en el omnipresente emblema del Disco Alado. Sorprendentemente, el escudo de Quetzalcóatl y otros símbolos que aparecen en los primitivos monumentos de México  son extrañamente similares.
Los dioses de antaño, de los que los textos nahuatlacas contaban relatos legendarios, eran descritos como hombres barbados, como correspondería a los antepasados del barbudo Quetzalcóatl. Al igual que en las teogonías mesopotámicas y egipcias, había relatos de parejas divinas y de hermanos que se casaban con sus propias hermanas. De interés prioritario y directo para los aztecas eran los cuatro hermanos divinos, Tlatlauhqui, Tezcatlipoca-Yáotl, Quetzalcóatl y Huitzilopochtli, según su orden de nacimiento.
Ellos representaban a los cuatro puntos cardinales y a los cuatro elementos primarios: Tierra, Viento, Fuego, Agua, un concepto de la «raíz de todas las cosas» bien conocido en el Viejo Mundo. Estos cuatro dioses representaban también los colores rojo, negro, blanco y azul, y las cuatro razas de la humanidad, a las que se representaba a menudo (ver el Códice Ferjervary-Mayer) con los colores correspondientes, junto con sus símbolos, árboles y animales.
El reconocimiento de cuatro ramas separadas de la humanidad resulta interesante, quizás incluso significativo, por sus diferencias con el concepto bíblico-mesopotámico de la triple división asiática, africana y europea surgida del linaje de Noé, de Sem, Cam y Jafet. Las tribus nahuatlacas  habían añadido un cuarto pueblo, el pueblo de color rojo.
Los relatos nahuatlacas hablan de conflictos e incluso de guerras entre los dioses. Entre éstos se incluye el incidente en que Huitzilopochtli derrotó a los cuatrocientos dioses menores y el combate entre Tezcatlipoca-Yáotl y Quetzalcóatl. Estas guerras por el dominio de la Tierra o de sus recursos se habían detallado también en los mitos de todos los pueblos de la antigüedad.
Los relatos hititas e indoeuropeos de las guerras entre Teshub o Indra con sus hermanos llegaron a Grecia a través de Asia Menor, Los semitas cananeos y fenicios escribieron acerca de las guerras de Baal con sus hermanos, en el transcurso de las cuales Baal mató a centenares de «hijos de los dioses» menores cuando se les atrajo con engaños al banquete de la victoria del dios. Y en las tierras de Cam, África, los textos egipcios hablaban del desmembramiento de Osiris a manos de su hermano Set, y de la posterior guerra entre Set y Horus, hijo y vengador de Osiris. ¿Acaso los dioses de los mexicanos eran concepciones originales, o eran los recuerdos de creencias y relatos que tenían sus raíces en las tradiciones del Próximo Oriente?
Nos encontramos con que el Creador de Todas las Cosas, para continuar con las comparaciones, era un dios que «da la vida y la muerte, la buena y la mala fortuna». El cronista Antonio de Herrera y Tordesillas (Historia general) comentaba que los indígenas «le invocan en sus tribulaciones, con la mirada puesta en el cielo, donde creen que está». Este dios creó primero el Cielo y la Tierra; después, dio forma al hombre y a la mujer a partir del barro, pero no duraron mucho. Después de algunos esfuerzos más, se creó una pareja humana a partir de cenizas y metales, y con ellos se pobló el mundo.
Pero todos estos hombres y mujeres fueron destruidos en una inundación, salvo cierto sacerdote y su mujer que, junto con semillas y animales, lograron flotar con la ayuda de un tronco ahuecado. El sacerdote descubrió tierra después de enviar unos pájaros. Según otro cronista, fray Gregorio García, la inundación duró un año y un día, durante los cuales toda la Tierra estuvo cubierta de agua y el mundo se sumió en el caos. !Parece que estemos leyendo la tradición sobre Noé!
 
Los acontecimientos prehistóricos relativos a la humanidad y a los antepasados de las tribus nahuatlacas se dividen en una serie de leyendas, representaciones pictóricas y grabados en piedra, como el Calendario de Piedra, que hablaban de cuatro eras o «soles». Los aztecas consideraban su época como la más reciente de las cinco eras existentes: la era del Quinto Sol. Según estos relatos, cada uno de los cuatro soles anteriores había terminado con una catástrofe, a veces natural (como un Diluvio) y a veces causada por las guerras entre los dioses. Sabiendo que (aparentemente) siempre hemos tenido el mismo sol,  ¿qué significan realmente estos soles?
Se cree que el gran Calendario de Piedra azteca, que se descubrió en la zona del recinto sagrado,  es la plasmación en piedra de las cinco eras. Los símbolos que circundan el panel central y la misma imagen central han sido objeto de numerosos estudios. El primer anillo interior representa, con toda claridad, los veinte signos de los veinte días del mes azteca. Los cuatro paneles rectangulares que rodean el rostro central se reconocen como los dibujos que representan las cuatro eras anteriores, y la calamidad que terminó con cada una de ellas -agua, viento, terremotos y tormentas, y jaguar.
Los relatos de las cuatro eras son valiosos por la información relativa a la longitud de las eras y a sus principales acontecimientos. Aunque las versiones varían, lo cual sugiere una larga tradición oral previa a los registros escritos, todas coinciden en que la primera era llegó a su fin con un Diluvio, una gran inundación que arrasó la Tierra. La humanidad sobrevivió gracias a una pareja, Nene y su mujer, Tata, que se las ingeniaron para salvarse en un tronco vaciado.
O bien esta primera era o bien la segunda fue la era de los Gigantes de Cabellos Blancos. El Segundo Sol se recordó como «Tzoncuztique», la «Era Dorada»; que terminó a causa de la Serpiente del Viento. El Tercer Sol estaba presidido por la Serpiente de Fuego, y fue la era de la Gente de Cabello Rojo (¿antepasados de los escoceses?). Según el cronista Ixtlil-xochitl, éstos fueron los supervivientes de la segunda era, que llegaron en barco desde el Este al Nuevo Mundo, asentándose en la región de Botonchán, donde se encontraron con gigantes que también habían sobrevivido a la segunda era y fueron esclavizados por éstos. El Cuarto Sol fue la era de la Gente de Cabeza Negra (¿antiguos sumerios?).
Fue durante esta era cuando Quetzalcóatl apareció en México -alto de estatura, de luminoso semblante, con barba, y llevando una larga túnica. Su báculo, con forma de serpiente, estaba pintado de negro, blanco y rojo; llevaba piedras preciosas engarzadas y estaba adornado con seis estrellas. Es curioso que el báculo del obispo Zumárraga, el primer obispo de México, se hiciera muy parecido al de Quetzalcóatl.  Fue durante esta era cuando se construyó Tollan, la capital tolteca. Quetzalcóatl, señor de la sabiduría y el conocimiento, introdujo la enseñanza, los oficios, las leyes y el cálculo del tiempo según un ciclo de 52 años.
Hacia el final del Cuarto Sol tuvo lugar una serie de guerras entre los dioses. Quetzalcóatl partió, de vuelta hacia el Este, hacia el lugar de donde había venido. Las guerras de los dioses causaron estragos en el país; los animales salvajes diezmaron a la humanidad, y Tollan quedó abandonada. Cinco años más tarde, llegaron los pueblos chichime-cas, alias de los aztecas; y el Quinto Sol, la era azteca, dio comienzo.
¿Por qué se les llamó «soles» a las eras y cuánto duraron? El motivo no está claro, y la extensión de las distintas eras no se ha establecido, o difiere según la versión. Una de las que parece más sensata y plausible, es la del Códice Vaticano-Latino 3738. Dice que el primer Sol duró 4.008 años, el segundo 4.010, el tercero 4.081. El cuarto Sol «comenzó hace 5.042 años», pero no se especifica el momento de su final. Sea como sea, tenemos aquí un relato de los acontecimientos que se remonta 17.141 años a partir del momento en que los relatos se registraron.
Es un lapso de tiempo demasiado largo como para que la gente pueda recordar algo, y los expertos, aunque aceptan que los acontecimientos del Cuarto Sol contienen elementos históricos, tienden a desechar lo relativo a eras anteriores como meros mitos. ¿Cómo explicar entonces los relatos de Adán y Eva, un Diluvio global y la supervivencia de una pareja, episodios que, según H. B. Alexander(Latin-American Mythology), son «sorprendentemente evocadores del relato de la creación del Génesis y de la cosmogonía babilónica»?
Algunos expertos con una visión poco abierta sugieren que los textos nahuatlacas reflejan lo que los indígenas ya habían escuchado en los sermones bíblicos de los españoles. Pero, dado que no todos los códices son posteriores a la Conquista, las similitudes bíblico-mesopotámicas sólo se pueden explicar si se admite que las tribus mexicanas tenían lazos ancestrales con Mesopotamia.
http://veritas-boss.blogspot.com.es/2012/08/coincidencias.html

América como cuna de razas: Historia prehispánica de América


Durante la última glaciación, la concentración de hielo en los continentes hizo descender el nivel de los océanos en unos 120 metros. Este descenso hizo que en varios puntos del planeta se crearan conexiones terrestres, como por ejemplo Australia-Tasmania con Nueva Guinea; Filipinas e Indonesia; Japón y Corea e Siberia y Alaska con el estrecho de Bering.

Debido a que el estrecho de Bering, que separa Asia de América, tiene una profundidad de entre 30 y 50 metros, el descenso de las aguas dejó al descubierto un amplio territorio que alcanzó 1500 kilómetros de ancho, uniendo las tierras de Siberia y Alaska, hace aproximadamente 40 000 años. Esas ocasiones fueron una oportunidad propicia para que tribus de Siberia cruzaran hacia América. Después, al final de la glaciación, se inundaron los territorios y se separó definitivamente Asia de América en lo que hoy es el estrecho de Bering.
Al terminar la última glaciación hace 10000 años, como respuesta a la crisis climática se produce una transformación radical de la forma de vida para la humanidad, que pasa de ser nómada a sedentaria y de economía depredadora (caza, pesca y recolección) a productora (agricultura y ganadería) con la domesticación de animales o plantas autóctonas.
En primer lugar afecta a la zona conocida como creciente fértil del Medio Oriente, una amplia zona que comprende desde el noreste de África (Valle del Nilo, en Egipto) hasta el oeste de Asia (zona de Mesopotamia entre los ríos Tigris y Éufrates). Algo más tarde se produjeron cambios similares en la India (ríos Indo y Ganges) y en el Extremo Oriente (ríos Huang Ho y Yangtze en China). La difusión por el resto del Viejo Mundo (Europa, Asia y África) se produce por difusión de estos primeros focos. En América estos cambios se producen de forma autónoma, con los focos mesoamericano y andino.
Los cambios ligados a este impacto climático significaron un enorme progreso en el desarrollo de la Humanidad, la cual comenzó a crecer con mucho mayor rapidez al comenzar a cosechar alimentos que podían conservarse durante bastante tiempo. La necesidad de conservar los alimentos generó el desarrollo de nuevas técnicas y artesanías como la cerámica, la cestería y muchas otras. La aparición de excedentes permitió la especialización y división del trabajo, la aparición del comercio, la acentuación de las diferencias sociales, y con el tiempo, el origen de la Historia.
Era la época cuando aparecen los primeros poblados estables y numerosas culturas que viven de la agricultura y de la explotación intensiva de recursos del mar. Animales domésticos han sido encontrados en Mesoamérica y Suramérica con dataciones de hasta hace 10 mil años. En la Amazonia la domesticación de especies vegetales comenzó hace unos 5000 años y se basó inicialmente en la mandioca amarga. Las primeras ciudades en América se presentaron casi a la par con la fundación de las más antiguas ciudades del mundo en Medio Oriente y China. Importantes civilizaciones florecerán en los valles de México y Guatemala, y en el centro-norte de los Andes (las dos zonas nucleares fundamentales de América).

El periodo prehispánica de América

El periodo prehispánica comenzó con el renacimiento humano hace 10 000 años(8000 a. C.), y llegará a su fin cuando los navegantes españoles inicien la conquista y de esta forma incorporan América a la Historia Universal.
Concretamente en los Andes se identifico el foco civilizatorio más antiguo de América, la cultura de Caral (Perú), con una fecha inicial superior al 3000 AC. Esta región andino ha sido considerado como uno de los focos civilizatorios a nivel mundial, al lado de Egipto, Mesopotamia, China, y India. Cuando se construía en Egipto las pirámides de Keops y florecían las ciudades sumerias de Mesopotámia, hacia los 2550 años antes de Cristo, en Perú se edificaba el centro urbano monumental de Caral, la ciudad más antigua del continente. En Mesoamérica se dio la formación de sociedades más complejas a partir de 1500 AC., donde aparecen las primeras formas de escritura y las grandes civilizaciones clásicas como la de los Olmecas, Mayas o los Moche.

La cultura de Caral

Caral, una vibrante ciudad de monumentales pirámides y organizaciones sociales complejas, se encuentra situada en el Valle de Supe, 200 kilómetros al norte de Lima, tiene aproximado 5000 años de antigüedad y antecede por lo menos mil años a las sociedades de similar nivel en Mesoamérica.
Se le ha llamado también ciudad sagrada, ya que es una época en que por primera vez las sociedades peruanas tuvieron un gobierno central, se establece el estado y utiliza la religión como medio de afirmación.
La centralidad de Caral fue ejercida de una forma completamente pacífica durante un periodo que podría ser de 1000 años. Caral no dejó restos de fabricación de armas, testimonios o evidencias de haber organizado un ejército o liderado una guerra.

La cultura Chavín

La Cultura Chavín se extendió desde el occidente del Perú hasta Ecuador, entre el litoral y la ceja de selva, y se desarrolló entre el 1500 a. C. y el 500 a. C.; es decir, que durante un milenio, prevaleció su hegemonía en todo el quehacer andino de la región o área de influencia.
La sociedad Chavín fue teocrática y el tirano rey sacerdote era el representante de la casta gobernante, posiblemente elegido entre los campeones de las casas gobernantes o panacas, tal como…

lo hicieran luego los incas. Esta casta gobernante formó el primer Estado del Ande y su casta sacerdotal eran especialistas y grandes técnicos agrícolas hidráulicos, los cuales dominaban por el miedo a sus semejantes. Chavín representa la época que da inicio al uso de los metales. La producción metalúrgica comienza con el oro y casi simultáneamente con el cobre nativo. La evidencia más antigua de objetos de oro en los Andes centrales se remonta 1500 años AC.

La cultura Mochica

Moche es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se desarrolló entre los 100 a. C. y los 800 d. C. alrededor de los valles de la costa norte del actual Perú. Las sociedades Moche desarrollaron una compleja tecnología de canales de riego, evidenciando amplios conocimientos en ingeniería hidráulica y ampliando la frontera agrícola. Además, hicieron uso intensivo del cobre en la fabricación de armas, herramientas y objetos ornamentales.
Los dioses mochicas muestran clara influencia de la cultura chavín, que fueron anteriores a ellos (los moches). Los sacrificios humanos eran practicados por los mochicas con fines religiosos.
Fueron considerados los mejores ceramistas del Perú antiguo gracias al fino y elaborado trabajo que realizaron en sus cerámicos. En ellos representaron a divinidades, hombres, animales y escenas significativas referidas a temas ceremoniales y mitos que reflejaban su concepción del mundo, destacándose la asombrosa expresividad, perfección y realismo con que los dotaban.
En la navegación y la pesca destacó el uso de los caballitos de totora, pequeñas y ágiles embarcaciones que aún hoy en día se fabrican y utilizan. Poseían también naves guerreras que eran tripuladas por más de tres o cuatro personas y que transportaban a grupos militares o a los prisioneros vencidos en las guerras.En la arquitectura destacan los templos, palacios y murallas de Chan Chan, la ciudad de adobe más grande de América.
Políticamente, las sociedades Moche —de fuerte segmentación en clases sociales— se organizaban en señoríos comandados por autoridades religioso-militares.

Las Muiscas

Los Muiscas o Chibchas son un pueblo indígena que habitó en la Cordillera Oriental de Colombia desde el siglo VI a. C. No tenían una organización política tan compleja al modo imperial como los Aztecas o los Incas, ni trabajaron la piedra para dejar monumentos de gran dimensión como los mismos, pero la importancia política de la Confederación Muisca es que fue la más grande y la más organizada confederación de tribus de Suramérica y por su parte dejó un gran legado cultural en su orfebrería, textil, organización administrativo-política, sistema uniforme de caminos, lengua, impuestos, religión y leyes. Cada comunidad estaba regida por su jefe o cacique, tenía su autonomía y se sentían parte de su confederación.
Los muiscas no trataron de agregar a esas confederaciones a otras etnias, sino que sus jefes se batían entre ellos para unirse entorno al vencedor.La confederación, además de ser entre tribus hermanas, de la misma cultura e idioma, garantizaba el trueque y la defensa común ante enemigos externos. Por esta razón el ejército dependía directamente del máximo jefe de la confederación (Zipa o Zaque) conformado por los güechas, los tradicionales guerreros muiscas.
La confederación muisca era la unidad político-administrativa conformada en el momento de la llegada de los conquistadores, en 1537. El último Zipa de la confederación fue muerto por los conquistadores en 1539 y con él se dio fin a los Estados Muiscas.

Las Olmecas

La cultura olmeca fue la primera civilización en Mesoamérica y muchos logros mesoamericanos tuvieron lugar por primera vez en el seno de su cultura. Entre otras cosas, se acredita a los olmecas el desarrollo del calendario, la escritura y la epigrafía. En las primeras sociedades Olmecas se dio inicio a algunas prácticas culturales que se integraron plenamente a la cultura mesoamericana, como el uso de un patrón urbano de asentamiento, el establecimiento de una sociedad teocrática, entre otras.
Los indicios más antiguos de la cultura Olmeca son de alrededor de 1200 a. C., y los más recientes son aproximadamente del año 500 a. C.  La cultura olmeca aparece como un conjunto multiétnico y plurilingüístico que se extiende sobre la mayor parte de Mesoamérica con presencia en México (costa del Golfo, costa del Pacífico y altiplano central). Más allá de las fronteras mexicanas, vestigios de una presencia olmeca se encuentran en Guatemala (Takalik Abaj), Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
El centro de su religión es el culto al jaguar, y hay muchos animales considerados dioses, como el caimán, sapos, reptiles, todos animales de la zona. Sus dioses estarían relacionados directamente con los gobernantes, con los señores de los centros ceremoniales, gobernantes con poderes sobrenaturales, descendientes directos de las divinidades. Es una religión compleja, que pudo tener toda una doctrina aceptada por el pueblo, para justificar, explicar y legitimar a los linajes gobernantes, las desigualdades sociales, las fuerzas sobrenaturales y establecer vínculos entre éstas y los gobernantes. La religión estaría institucionalizada, con un cuerpo doctrinal y su panteón. De esta forma también los líderes gubernamentales utilizaban un símbolo de una figura de animal para identificarse.
Los olmecas parece influenciaron sobre los mayas antiguos. En toda Mesoamérica surgieron tradiciones culturales regionales, que fueron construidas sobre la base del legado olmeca. Los mayas tomaron de ese pueblo la escritura, el sistema de numeración y la Cuenta Larga, y muchas otras cosas.

Las Incas

 
El Imperio incaico fue un estado de América del Sur gobernado por los incas (emperadores), que se extendió por la zona occidental (andina) del subcontinente por un breve periodo entre 1438 y 1532.
Fue la época en que la civilización incaica logró su máximo nivel organizativo y su territorio, conocido como Tahuantinsuyo abarcó cerca de 2 millones de km² entre el océano Pacífico y la selva amazónica. El Tahuantinsuyo corresponde actualmente a territorios relativos al sur de Colombia, pasando por Ecuador, principalmente por Perú y Bolivia, la mitad norte de Chile y el noroeste de Argentina. La capital del Imperio fue la ciudad de Cuzco, en el Perú.
El Tahuantinsuyo fue el dominio más extenso que tuvo cualquier estado de la América precolombina.
El imperio comenzó a formarse a partir de la victoria de los cuzqueños frente a la confederación de estados chancas en el año 1438. Luego de esta victoria, el Imperio incaico iniciara una etapa de continua expansión que siguió hasta el undécimo inca Huayna Cápac quien consolidaría los territorios. En esta etapa la civilización incaica logró el máximo desarrollo de su cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como asimilando los de otros estados conquistados.
Luego de este periodo de apogeo el imperio entraría en declive por diversos problemas, siendo el principal la confrontación por el trono entre los hijos de Huayna Cápac: los hermanos Huáscar y Atahualpa, que derivó incluso en una guerra civil. Finalmente Atahualpa vencería en 1532, sin embargo su ascenso al poder coincidiría con el arribo de las tropas españolas al mando de Francisco Pizarro, que capturarían al Inca y luego lo ejecutarían. Con la muerte de Atahualpa en 1533 culminó el Imperio incaico, sin embargo, varios incas rebeldes continuarían la lucha contra los españoles hasta 1572 cuando fue capturado y decapitado el último de ellos: Túpac Amaru.
Las Mayas

El Friso Maya y el Diluvio Universal

A veces las evidencias que podrían corroborar una determinada historia se escabullen para tornar esa historia aún más enigmática e improbable de lo que por si misma parece. En otros casos las pruebas resultan ser tan endebles como la evidencia que en este caso nos acompaña: una simple fotografía. Sin embargo la historia de este retrato en sí es tan interesante como lo que en él vemos.
 Teoberto Maler es el responsable de esta captura fotográfica. El fue un personaje más que interesante, el cual dedicó gran parte de su vida a explorar y documentar la cultura maya plasmada en inmortales construcciones de piedra legadas a la humanidad futura. Era arquitecto e ingeniero, por lo cual podemos imaginar su enorme interés por las construcciones piramidales de la antigua cultura centroamericana. Fué uno de los primeros, si no el primero, en tener un concepto moderno de la preservación arqueológica dado que se disgustaba con los exploradores de su época quienes arrebataban inescrupulosamente objetos y piedras grabadas de las ruinas; Maler consideraba que los sitios arqueológicos debían permanecer intactos, por lo cual es considerado un precursor de la disciplina arqueológica moderna.
El prestigio de Maler es indiscutible al punto que uno de los complejos de edificaciones en Tikal lleva su nombre: Complejo Maler. El dejó su firma grabada en una de las paredes de roca de una de las estructuras principales de la acrópolis central, inmortalizando así su presencia en el sitio.
La fotografía
La foto tomada por Maler nos muestra una escena por demás sobrecogedora, intrigante y a la vez familiar. Un hombre ataviado indudablemente con vestimenta de la cultura maya, se encuentra en una canoa escapando de una situación escalofriante: un gran cataclismo, el cual se hace evidente en la erupción del volcán que está al fondo y otros más allá del horizonte; la portentosa actividad sísmica está presente en el derrumbe de una pirámide justo a la izquierda del volcán. Las consecuencias de un poderoso tsunami se pueden apreciar en la persona que flota en las aguas a la deriva; y el pez muerto, símbolo de un gran desastre ecológico marino. Otros detalles de la fotografía serán considerados más adelante. ¿Pero por qué esta fotografía debería considerarse una excelente evidencia en vez de una prueba endeble? Para responder esta pregunta debemos remitirnos a un posible amigo de Maler, el arquitecto inglés Robert Stacy-Judd , quien utilizó dicha fotografía en un libro que este publicó en 1939 “Atlantis: Mother of Empires”.
Aparentemente la foto original habría estado en poder del propio Robert Stacy-Judd y según declaraciones del propio Stacy-Judd, antes de morir Maler habría revelado que lo que muestra la fotografía es sólo una porción de un extenso friso que circunda la totalidad de una cámara subterránea. No deberíamos dudar que el arquitecto inglés dijo la verdad, pero además conociendo su inclinación e interés por el arte maya, deberíamos sospechar que si Maler le confió la ubicación de esa cámara, Stacy-Judd jamás revelaría su ubicación sin antes ser el ‘primero’ en llegar hasta ese lugar perdido en las selvas guatemaltecas. Pero eso tal vez nunca lo sabremos.
Tampoco sabremos si esa información “llegó” o fue comprada por algún coleccionista privado o algún testaferro de la NASA. ¿La NASA? ¡Sí la NASA! Muchas personas piensan que a ese organismo del “gobierno” estadounidense sólo le importan los viajes espaciales y la puesta en órbita de satélites artificiales; sin embargo ya sabemos con certeza que en los años 70s, más precisamente en 1976, una expedición patrocinada por la NASA y comandada por el ex astronauta Neil Armstrong exploró la Cueva de los Tayos, en Ecuador, donde el húngaro-argentino Juan Moricz había descubierto años atrás a un grupo de aborígenes que hablaban el antiguo idioma húngaro y eran los guardianes del acceso a una cueva que según Moricz recorría las entrañas de la cordillera de los Andes y donde se guardaban unas planchas de metal con extraños símbolos jamás descifrados. Armstrong dijo posteriormente que nunca encontraron nada, lo cual contradice sus primeras declaraciones donde aseguró que aquella experiencia había sido más sorprendente que su viaje a la Luna. No cabe duda que “alguien” aconsejó a Armstrong rectificar sus declaraciones pues fuera lo que fuera lo que el ex astronauta vio en la Cueva de los Tayos, esto no era algo que debía cederse al dominio público.
Entonces, volviendo a nuestra fotografía del friso maya, si la NASA o algún otro grupo con oscuras intenciones de desinformación se apoderó literalmente del sitio descubierto por Maler, jamás sabremos algo acerca de esas ruinas. Pero hay una pregunta que no puedo dejar de hacerme y que a la vez quiero dejar flotando en la mente del lector ¿El resto del friso donde Maler tomó la foto del escape, contenía alguna información que relacione ese evento con el fin del calendario maya?
http://veritas-boss.blogspot.com.es/2012/08/el-friso-maya-y-el-diluvio-universal.html