Estás durmiendo. Es una noche como otra cualquiera y de repente despiertas sin poder mover un solo músculo. Tu corazón sigue latiendo, tus pulmones respiran, pero tus brazos, tu cabeza, tus piernas no responden, estás totalmente inmovilizado.
Mientras tus ojos se acostumbran a la oscuridad miras alrededor de tu cama y, entre las sombras de la noche, ves claramente la forma de una presencia extraña. Un intruso se ha colado en tu casa. Intentas concentrarte y convencerte a ti mismo que estás en mitad de una pesadilla… pero estás despierto. Inmóvil en la cama y con alguien desconocido en tu habitación.
Este el punto de partida de infinidad de leyendas y cuentos que hacen referencia a los íncubos, si la presencia extraña es masculina, o súcubos si es femenina. Las mitologías de numerosas culturas, la literatura, el arte y hasta el cine dan buena cuenta de ellos en algunos de los más espeluznantes relatos y obras creados a lo largo del tiempo.
La situación es digna de cualquier película de terror pero es más común de lo que podáis pensar. Se conoce como “parálisis del sueño” y aproximadamente un 40% de nosotros ha experimentado una sensación así, entre los cuales me incluyo. De ese porcentaje, algunos incluso han sido capaces de distinguir fantasmas, monstruos e incluso voces.
En mi caso tan solo ocurrió la parálisis muscular durante lo que yo estimo podrían haber sido unos dos minutos, pero en el caso Salma, una estudiante de veinte años en la Universidad Americana del Cairo, su inmovilidad estuvo acompañada de la horripilante visión de una criatura con afilados colmillos.
El relato de esta estudiante egipcia es uno más de los diferentes casos estudiados por los investigadores de la Universidad de San Diego en California que fueron publicados en el Journal Transcult Psichiatry hace unos meses.
“La parálisis del sueño puede ser una experiencia aterradora para algunas personas, y una comprensión clara de la causa real podría tener grandes implicaciones para las personas que la padecen«, declaró a Yahoo UK el autor principal del estudio, Baland Jalal.
Los neurocientíficos explican que esta parálisis del sueño se produce cuando la persona se despierta durante la etapa del sueño conocida como REM (movimiento ocular rápido). Durante esta fase del sueño nos encontramos soñando y nuestros músculos están casi paralizados. Un despertar brusco o inesperado puede hacer que en ocasiones nuestro cuerpo tarde de uno a tres minutos en recuperar la movilidad.
El estar inmovilizados durante esta fase de sueño profundo representa una ventaja evolutiva puesto que impide que podamos hacernos daño con movimientos bruscos durante un sueño o una pesadilla.
Sin embargo, no todas las parálisis del sueño llevan aparejadas las sugestiones de presencia extraña. En un pequeño porcentaje de estas incómodas situaciones de inmovilidad el sujeto experimenta una creciente sensación de agobio y ansiedad que puede llevarle a tener visiones realmente horribles.
Al igual que ocurre en el fenómeno de la extremidad fantasma (cuando la mente de personas que han perdido un brazo aún sigue sintiendo que está ahí) en la aparición de estas presencias o intrusos es el resultado de una construcción de nuestro cerebro.
El fascinante cambio de un estado inconsciente (el sueño) a la consciencia es uno de los campos más desconocidos para la neurociencia actual, y el estudio de las diferentes parasomnias aún está en pañales. Despertar y creer que estás en lugares desconocidos, casos de sonambulismo, increíbles pasajes de somniloquia o trastornos de pavor nocturno son tan solo algunos de los muchos desconcertantes episodios neurológicos que ocurren en ese apasionante paso hacia la consciencia cuando despertamos.
La aparición de intruso en el dormitorio es simplemente una perturbación en cómo el cerebro construye las imágenes corporales. Durante esos breves minutos de inmovilidad se disparan numerosos resortes cerebrales que, unidos al miedo y la ansiedad experimentada por la imposibilidad de moverte, hacen que la sugestión de intruso sea aún más fuerte.
Pero el equipo de neurocientíficos de California ha ido un poco más allá y añade ahora un elemento socio-cultural a esta parasomnia. Los investigadores han estudiado el mismo fenómeno en dos países muy diferentes: Egipto y Dinamarca para saber cómo explican en cada lugar este trastorno del sueño.
Las conclusiones en el artículo son muy claras. La parálisis del sueño es un fenómeno neuronal que no depende del país y por tanto ocurre en todos sitios, sin embargo la educación, la cultura y las tradiciones de cada lugar hacen que aparezcan explicaciones muy diferentes.
En el estudio comparativo entre Egipto y Dinamarca del doctor Baland Jalal, los participantes daneses que habían sufrido experiencias de este tipo eran mucho más proclives a darles una explicación racional, mientras que los participantes egipcios echaban mano en un alto porcentaje (48%) deexplicaciones sobrenaturales.
Concretamente los sujetos a estudio de Egipto creían que el motivo de estas apariciones de intruso eran obra del “Jinn” una criatura mitológica enraizada con la tradición islámica.
Resumiendo: Las experiencias de parálisis del sueño acompañadas de visiones de intruso en la habitación se producen en todo el mundo puesto que son una construcción de nuestro cerebro en el momento de despertar, sin embargo la explicación que las personas le damos a este trastorno varían según la cultura, la tradición y otros elementos sociales como la mitología y la religión.
Nuestro cerebro es un órgano fascinante, sin embargo ya hemos aprendido que en muchas ocasiones nos muestra una realidad errónea. Una vez que sabemos que esto ocurre frecuentemente, la explicación que le demos a esos errores depende en gran medida de nuestra educación, de nuestra sociedad o de nuestras creencias… de ahí a monstruos, leyendas, Ovnis o íncubos, solo hay un paso.
https://es.noticias.yahoo.com/blogs/cuaderno-de-ciencias/%C2%BFte-has-despertado-sin-poder-moverte-y-sintiendo-la-presencia-de-un-intruso-en-tu-habitaci%C3%B3n-083404383.html