Un estudio de la doctora Geraldine Patrick Encina realizado en los años previos, sobre el calendario maya, que en realidad abarca a las civilizaciones otomianas, olmecas, identificó en la Piedra del Sol de México, las fechas 26 de marzo y el 11 de diciembre de 2012 como partes del fin del Ciclo del quinto Sol(*) y la fecha del 3 de mayo de 2013 entre las más destacadas para el inicio de una nueva era.
Para llegar a esta conclusión, la especialista explica que de acuerdo a la división espacial del ciclo de 260 días se identificaron fechas desde el 3117 a. C. hasta el 3 de mayo 2013, y de acuerdo a la doctora todos los pueblos de estas civilizaciones mesoamericanas compartieron este concepto de tiempo espacio en que el ciclo era de 260 días como un único ordenador.
“Si se acordaba realizar un evento en un día ’4 Movimiento’ (nombre de la fecha), esta fecha era concordante y coincidente para todos los pueblos entre las latitudes 15°N y 20°N”, señala.
Sin embargo destaca, cada cultura usaba un punto diferente del comienzo del ciclo solar de 365 días, y es así que los otomíes eligieron el 29 de marzo y los mexicas el 12 de febrero y los olmecas y mayas, el 13 de agosto.
“Las razones eran de tipo astronómico”, señala Patrick, y esto no alteraba el ciclo de 260 que siguió siendo uno solo para todos los pueblos.
Entre la fechas marcadas con gran realce ellos dieron importancia a los días de inicio del ciclo de 260 días asociado al primer día del ciclo de 365 días, en el caso de los mayas, o al día previo al cierre del ciclo de 360 días del calendario otomiano, o al día previo al cierre del ciclo de 365 días de los mexica nahuales.
Estos pueblos además incorporaron una cualidad que hacía referencia a los 4 rumbos cardinales. En el caso del rumbo norte, los mayas lo llamaban ‘Movimiento’ o ‘Kaban’, los otomí le llamaban ‘Carrizo’ o ‘Anzithi’ y los nahuas, lo identificaban con el término ‘Acatl’. Si una fecha estaba marcada con esta señal significaba que el ciclo era del Sol que emerge desde el oriente al amanecer.
En el siguiente ciclo, el Sol emergía en el norte, y en el sucesivo al poniente. Luego el período que cerraba todos los ciclos se indica rumbo al sur, llamado ‘Eb-Diente’ en el sistema maya, “conejo’ o ‘Anqua’ en los calendarios otomíes, y ‘Tochtli’ en el calendario Nahua.
Para la doctora Patrick, la Piedra del Sol de México fue labrada con la cuenta otomiana y tiene dos fechas del 2012 separadas por 260 días, destacadas y marcadas en la piedra como importantes, y que corresponden en el calendario gregoriano u occidental a los tránsitos de la Luna con Venus, equivalentes al cuatro movimiento.
Además de determinar que la Piedra del Sol es otomiana, identificó que, mientras un año es llamado 13 Carrizo por otomíes, se denomina 12 Carrizo por los mexica, “aspecto que se sustenta en el análisis de la secuencia de años registrados en el Códice Huichapan y en anotaciones de eclipses en años muy específicos, perfectamente fechados con esta misma correlación que sostengo desde 2010”, destaca a la investigadora.
En la parte superior de la piedra, Patrick identificó el año ‘13 Carrizo’, y el ‘4 Movimiento’. Se observa cerca, el ciclo 1 Pedernal, y que corresponde al año que le sigue a 13 Carrizo. Además en este año 1 Pedernal señala que volverá a haber una fecha 4 Movimiento.
Ambos días 4 Movimiento están separados por 260 días y pertenecientes a los años 13 Carrizo y 1 Pedernal, son los que marcan el fin del Quinto Sol.
De acuerdo a este estudio las fechas de la Piedra del Sol correlacionados con el calendario gregoriano que utilizamos actualmente, corresponden al 26 de marzo 2012 y 11 de diciembre 2012
El día ‘4 Movimiento’ del 26 de marzo de 2012, se dio durante los cinco días llamados Dupa o días muertos, que marcaban la transición del año otomí ‘13 Carrizo’ al año otomí ’1 Pedernal’.
Esta fecha correspondió con Venus del atardecer que toca la Luna, lo que, en términos cosmogónicos se interpreta como un acto que pone fin a un tiempo, señala la investigadora.
El día ‘4 Movimiento’ del 11 de diciembre de 2012, en el año 1 Pedernal, nuevamente ocurrirá que la Luna sea intercedida por Venus, pero esta vez como una estrella del amanecer, en lo que es considerado como “un acto valeroso de parte de Venus, para lo cual fueron preparados los Guerreros Águila”, explica en su informe. Estos ‘Guerreros Águila’ “eran la orden de caballeros otomíes de Tlaxcala que tienen como ‘avatar’ a Venus matutino, el mismo que acompaña al Sol en su ascenso”.
“Aquellas dos fechas fueron registradas en 1544 por Fray Diego Durán*, diciendo que sólo en un día 4 Movimiento que cayera en fechas julianas equivalentes a 26 de marzo y 11 de diciembre actuales, los caballeros águila y jaguar hacían una ceremonia”.
Según Patrick hay dos años en los que ocurrieron las fechas 4 Movimiento: 13 Carrizo y 1 Pedernal, y están señalados muy evidentemente en la Piedra del Sol.
Según su interpretación, en la cosmovisión mesoamericana, tanto el principio como el fin de un tiempo estaban determinados por Venus, y “es precisamente Venus como lucero de la tarde y como lucero de la mañana el que pondrá fin al Quinto Sol, por interferir con la Luna (Na Zäna), la Madre o Abuela de los ancestros”.
Pero también Venus interfirió con el propio Sol en el día llamado Movimiento y marcado con la fecha ‘1 Lluvia’ que equivalió al 27 de mayo de 2012. Nueve días después, en el día ‘10 Estrella’, del 5 de junio 2012, ocurrió el tránsito de Venus, un fenómeno que para esta cosmografía afectó simbólicamente al Sol, y que en los códices fue representado como “un guerrero que le entierra una lanza al gran astro solar”.
La investigadora destaca que en manera paralela los antiguos Olmecas y los Mayas concibieron que el cierre del 13 Bak’tun de la cuenta larga realmente ocurrirá el 3 de mayo de 2013, que será cuando Venus emerja como estrella de la tarde por el cielo del poniente.
“Este Venus será un astro renovado después de haber puesto fin al Quinto Sol. Esta misma fecha dio motivo a la construcción del Templo de la Serpiente Emplumada en la Ciudadela de Teotihuacan, habitada y construida por otomianos, quienes conscientes de que el Nuevo Amanecer sucedería el 3 de mayo de 2013, orientaron el Templo de tal manera que se pudiera recibir a Venus todos los 3 de mayo”, señala Patrick.
Ellos consideraban que el 3 de mayo además era una fecha muy especial, porque es el día del año en que comienzan las lluvias dominadas por Tlaloc, la deidad de la lluvia según los mexicanos, y que estaba asociada al rumbo poniente.
Aunque no todos los años Venus está en el mismo punto el 3 de mayo, para esta fecha se organizaron importantes celebraciones con fogatas en la cima de los cerros.
“En particular, en este 3 de mayo de 2013 Venus vespertino hará su primera salida como lucero del atardecer, lo cual añade mayor significado simbólico a la selección de esa fecha para el cierre de 13 Bak’tun”.
(*)Ciclo de los Cinco soles
El ciclo de los Cinco Soles, está representado visualmente en laPiedra del Sol, y según la descripción azteca, hubo Cuatro soles, “cada uno corresponde a un período en el cual reinaba una divinidad, que finalizaban con una catástrofe que destruía la humanidad, luego renacían los hombres regidos por otro dios”, según informa Pueblos Originarios.
“Los soles anteriores fueron; Jaguar, Viento, Lluvia y Agua. Ahora transcurrimos el Quinto Sol (Sol de Movimiento) que colapsará a causa de terremotos”, destaca la descripción y agrega que los aztecas señalaron que había un pueblo elegido para mantener al Quinto Sol con vida, y ellos creían ser este pueblo elegido.
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