Archivo de la categoría: Nefilim

Los Anunnaki en la Biblia – Capítulo 1: GÉNESIS

Una colaboración de Linterna Blanca

David Parcerisa nos presenta el primer capítulo de una nueva saga sobre los Anunnaki, esta vez, comparando entre si, los textos sumerios con los hebreos. En GÉNESIS, hablamos sobre cómo aparece en la biblia el concepto de creación del hombre y la forma de interpretarlo mejor con la ayuda de la versión sumerio-babilónica. Ofrecemos una visión diferente sobre Adán y Eva, Cain y Abel, y todos los personajes bíblicos que vinieron luego.



«URUSHDAUR» EL RITUAL SUMERIO PARA USURPAR CUERPOS (TRANSMIGRAR ALMAS)

Los Anunnaki, Dioses Sumerios, eran crueles y celosos: protegían a quienes les rendían culto público y privado, y perseguían a quienes no lo hacían o adoraban a otro Dios. Algunos de estos Dioses otorgaban a sus seguidores fuertes poderes mágicos, como una recompensa a su lealtad. El Urushdaur o capacidad de arrojar el Alma del cuerpo de alguien para instalarse en su lugar, se cuenta entre estos poderes otorgados por los Dioses Antiguos.

El Ritual del Urushdaur (palabra que significa «Arrojar el Alma por medio de la Sangre»), nos ha llegado en parte gracias a unas esferas de terracota extraídas del yacimiento de Eridu, en la actual Irak, que lo relatan con todo lujo de detalles. No obstante, tales esferas no están al alcance del gran público, por obvias razones de seguridad.

Dichas esferas no han podido ser adecuadamente datadas mediante el procedimiento del Carbono-14, pero serían anteriores a la Gran Inundación que nosotros conocemos como el Diluvio Universal. En España, existe al menos una copia de las mismas en una colección privada de Valencia.

Los sumerios no apreciaban demasiado la vanidad, así que su uso para cambiar un cuerpo feo por otro hermoso fue relativamente raro, aunque las necesidades políticas o las sustanciosas ofertas económicas, podían decidirles a utilizarlo por esta razón. A la princesa Narfater, por ejemplo, le cambiaron de niña el deforme cuerpo con el que había nacido por el de otra niña, mucho más guapa, que fue robada a sus padres. A cambio, los Sacerdotes y Sacerdotisas que lo hicieron, recibieron suficiente dinero como para construir un nuevo templo, y la garantía de desempeñar un papel político vital en el Reino.

En la mayoría de casos, el Urushdaur se aplicaba para alcanzar tres objetivos básicos:

  • El primero, lógicamente, era el de curar enfermedades físicas, usurpando el cuerpo de una persona sana. Sin embargo, y dado que el Urushdaur es tanto más ineficaz cuanto mayor es la edad de aspirante y donante, es difícil que fuese usado por ancianos egoístas para cambiar vejez por juventud; pero es posible que se usara para cambiarle el cuerpo a un niño o joven enfermo por otro sano.
  • El segundo objetivo era el de «dar la vuelta» a un enemigo capturado: el sueño de cualquier jefe de espías es introducir a un agente en el cuerpo de un hombre de toda confianza del enemigo.

  • Y el tercero era el de usurpar el poder, introduciendo al aspirante ilegítimo en el cuerpo del Príncipe o Rey legítimo. De ahí vienen leyendas como la de Excálibur, donde el aspirante debe realizar alguna prueba con éxito, que sólo alguien con la mente y el Espíritu del legítimo gobernante puede realizar.

    No todo el mundo podía beneficiarse del Urushdaur. Tras pagar lo que le fuese requerido, el aspirante entraba como esclavo al servicio del Templo durante un período no inferior a 6 meses, durante los cuales era sometido a severas pruebas para determinar si gozaba de un «Espíritu Transportable», además de prestar durísimos servicios, que incluían la Prostitución Sagrada.

    En caso de que el aspirante fuese considerado apto, durante el año siguiente sufría la denominada «inmersión», donde debía someterse a un durísimo tratamiento preparatorio de entre uno y cuatro años de duración, cuyo objeto principal es separar el Alma del cuerpo del aspirante y prepararla para su inserción en otro cuerpo. Este tratamiento incluye complejas técnicas corporales y mentales, la absoluta obediencia y entrega al dios encarnado en el Mago, y el ofrecimiento de dos sacrificios humanos, además de una serie de sacrificios económicos.

    La víctima, entonces, debía ser secuestrada o atraída con engaños para que fuese al lugar específico donde el rito final tendría lugar. En condiciones ideales, este involuntario donante debía ser lo más joven posible, pero no tanto como para no poder soportar el proceso.

    Los sumerios creían que en los primeros años de vida, el Espíritu aún no se ha «fijado» completamente al cuerpo y, por tanto, es más fácil separarlo. En todo caso, el Urushdaur no funcionaba en absoluto cuando el donante tenía más de 21 años, si era mujer, o más de 14, si era varón. En el extremo contrario, si la víctima era demasiado joven, moriría al sufrir los maltratos brutales, auténticas torturas de semanas de duración, necesarias para separar su Alma de su cuerpo físico. Así pues, la mayoría de estos desdichados donantes, eran niños y niñas entre los 8 y los 14 años.

    Estos tormentos podían durar entre un mes y cuatro, dependiendo de la resistencia del donante a separarse de su cuerpo. Finalmente, se practicaba un prolongado ritual donde el Alma de la víctima era extraída y guardada en un recipiente, cediendo así su cuerpo al aspirante, que fallecía en el proceso. El cuerpo del aspirante era enterrado en secreto y de modo anónimo, como «No-Portador-de-Alma»; el Alma del donante debía conservarse en lugar secreto, pues si el recipiente se rompía, su Alma quedaría liberada, y volvería en forma de fantasma a reclamar su cuerpo.

    Aunque no siempre salía bien la cosa. Una de las Tablillas nos revela que el Urushdaur tenía éxito «en 40 de cada 60 niños pequeños, en 30 de cada 60 niños mayores, en 25 de cada 60 adolescentes, en 12 de cada 60 jóvenes, en 3 de cada 60 personas maduras, y en 1 de cada 60 ancianos», sin dejar de lamentar que «20 de cada 60 donantes mueran debido a la dureza de las ceremonias preparatorias». Estas diferencias por edades obedecen al grado de fijación del Alma al cuerpo que, también en el aspirante, es mayor mientras más viejo se es.

    ¿Y si se fracasaba? Pues existían dos opciones: vuelta a empezar, o convertirse en Sacerdote o Sacerdotisa de por vida, pues los secretos del Urushdaur no podían quedar por ahí en manos de alguien fracasado y resentido.

    ¿HAN REALIZADO LOS REPTILIANOS EL URUSHDAUR?

    Este tema lo he encontrado por «casualidad», mientras buscaba información sobre la lengua sumeria, y me ha interesado en gran manera, pues durante los últimos años me he estado preguntando si los Anunnaki son Humanos, como cree Zecharia Sitchin, o Reptiles, como creen David Icke y Anton Parks, entre otros.

    Un día se me ocurrió que, quizá en algún momento, los Reptilianos abdujeron a algunos Anunnaki Humanos, para expulsar sus Almas y usurpar sus cuerpos, proceso que el investigador Preston Nichols denomina «Shove-In» o «Force-In», para diferenciarlo de aquel conocido como «Walk-In», en donde hay un previo acuerdo con el dueño original del cuerpo, para que éste lo abandone y ceda voluntariamente a su nuevo usuario.

    Ahora me entero que esto mismo que Nichols llama «Shove-In» o «Force-In», se conocía en Sumeria como Urushdaur, y si los Sacerdotes Sumerios lo practicaban, entonces, con mayor razón los Alienígenas. Si los Anunnaki eran Humanos, como cree Sitchin, entonces, los Reptilianos pudieron haber practicado el Urushdaur con algunos de ellos; y más tarde, con los humanos terrestres.

    Esto podría significar que la Elite «Reptiliana» que actualmente gobierna el mundo, podría no ser Reptiliana en un sentido biológico, sino de Alma y de Cuerpo Astral, conservando éstos la apariencia del primer cuerpo biológico en el que encarnaron en el Universo.

    Como postre, les dejo un video del contactado Alex Collier (extracto de su conferencia«Perspectiva Andromedana sobre la Historia Galáctica»), en donde expresa esta misma idea: que las personas que ven a otras personas cambiar de pronto a una apariencia reptil, quizá están presenciando un fenómeno astral y no físico.

    ¿Acaso los Linajes Illuminati realizan el Urushdaur para hacer entrar Entidades Reptilianas en el cuerpo de sus hijos? Alex Collier dice haber recibido información de que al menos una de estas familias (¿Los Rothschild?) realizan el «intercambio» en sus hijos, cuando éstos cumplen 3 años.

http://xentinels.blogspot.com.es/2010/01/urushdaur.html

 

[youtube=http://youtu.be/t-K97gD2Oo0]

LOS DIOSES SERPIENTE Y DRAGÓN EN LA MITOLOGÍA, ¿REFLEJAN UNA REALIDAD EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES? 1

“Antiguas leyendas de la tribu de Nyoro en África indican que los primeros humanos vinieron del cielo, parecían camaleones y fundaron la humanidad”. Esta es una de las leyendas que forman parte de la extensa literatura y mitología de las antiguas culturas, que están llenas de relatos de dragones o serpientes que vuelan. ¿Quiénes eran estas

fantásticas criaturas voladoras que parecen haber coexistido con el hombre primitivo, algunas veces como benefactores y otras como destructoras? Quizás eran sólo criaturas fabulosas, producto de la imaginación del hombre antiguo. O es posible que sean la manifestación de acontecimientos perturbadores y profundamente arraigados en su pasado, que han sido inconscientemente reprimidos y recordados solamente en términos alegóricos, como acontece con las obras de Gaudí. Bastantes civilizaciones de este mundo remontan su ascendencia a estos seres identificados como dragones o serpientes voladoras. En la mayoría de los casos son los que llevaron la civilización a la humanidad y los describen frecuentemente como los dioses que los crearon. El hombre antiguo se refiere a estos seres como dioses, que podían moverse libremente por los cielos en sus “carros de fuego” o “barcos celestiales.” Aparentemente vivían en una “morada divina” y descendían a menudo para interferir en los asuntos de los hombres. Hace más de 20 años, el escritor R.A. Boulay escribió su obra “Serpientes y dragones voladores“, basada en mitos y leyendas de todo el mundo: India, China, Sumer, Egipto, América, etc… Este artículo resume algunas de sus ideas al respecto.

En este punto deseo hacer una aclaración importante: Lo que parecen indicar las tablillas sumerias, el Génesis (derivado de estas tablillas) y otras evidencias, es que se produjo la creación del Homo Sapiens por parte de unos seres venidos de otro planeta, mediante la manipulación genética, algo que hoy en día ya empezamos a estar en condiciones de hacer y comprender. Sin embargo, esto no contradice ni la teoría de la evolución ni la idea de que hay un creador inicial de todo lo existente, a lo que se le suele llamar Dios. Pero parece que los dioses (en realidad no se habla de un único “dios”) bíblico no son este creador inicial,  sino “solo” los creadores del Homo Sapiens.
A este respecto deseo hacer referencia a la siguiente frase de D. T. Suzuki, que fue un maestro y divulgador japonés del Budismo, del Zen y del Shin: El significado del Avatamsaka y de su filosofía será incomprensible a menos que experimentemos… un estado de completa disolución, donde no exista dife­renciación entre la mente y el cuerpo, entre el sujeto y el objeto… Entonces miramos alrededor y vemos eso… que cada objeto está relacionado con todos los demás objetos… no sólo espacialmente, sino temporalmen­te… Experimentamos que no hay espacio sin tiempo, que no hay tiempo sin espacio; que se interpenetran.” . A lo mejor esto es lo que representa (de una manera parcial, como no podría ser de otra manera) al Todoque llamamos Dios creador.
Las más antiguas e importantes culturas de Mesopotamia fueron fundadas probablemente por estos dioses serpientes. La colonización de este planeta por estos seres se describe en la “lista de los Reyes Sumerios” (ver otros artículos de este blog sobre Sumer). Este documento data del tercer milenio antes de Cristo y proporciona la sucesión de los reyes de Sumer, la duración de sus reinados y el tiempo en que vinieron sus antepasados. Se les llamaba Anunnaki y se  nos dice que descendieron a la tierra para establecer sus ciudades en la antigua Mesopotamia. Asombrosamente hay múltiples datos sobre estas primeras civilizaciones sumerias, que luego fueron substituidos por los Acadios y las culturas babilónicas. De las numerosas tablillas, monumentos, y escrituras cuneiformes que han sido descubiertos en épocas recientes es posible reconstruir de una manera bastante completa los acontecimientos que transcurrieron en aquella época remota de la humanidad.
Hay también una gran cantidad de evidencias, como el Antiguo Testamento, provenientes de la misma fuente, pero que sufrieron una distorsión. De la combinación de estas antiguas fuentes seculares y religiosas es posible ensamblar la historia de nuestra ascendencia, que parecen indicar que descendemos de dioses serpiente o de extraterrestres que colonizaron la tierra hace muchos miles de años. Parece que nuestros antepasados comenzaron a colonizar la tierra para obtener los metales necesarios para su planeta. Para procesar y transportar estos metales en cargueros aéreos construyeron cinco ciudades operacionales en Mesopotamia, entre ellas las plataformas de lanzamiento espacial, que parece estaban centradas en la Península del Sinai. La gente de sumeria se refería a estos “dioses” como Anunnaki o los hijos de Anu, su principal dios y líder.
Parece bastante evidente que los Anunnaki eran una raza extraterrestre. Y según algunos textos todo parece indicar que era una raza inteligente de origen reptil. Esto no debería sorprendernos, cuando en la Tierra tenemos constancia de que durante muchos millones de años los saurios fueron los amos del planeta y que incluso se considera que las aves actuales son de origen saurio.
En las tablillas sumerias se explica que en un momento dado requirieron una mano de obra barata y por esta razón crearon al Homo Sapiens  combinando las características genéticas de la raza Anunnaki con las del hombre primitivo (en otro artículo se trata este tema en mayor detalle), produciendo el “Adán” del Antiguo Testamento. Por esta razón se supone que este Adán era mitad humano y mitad reptil. Y sin embargo, inicialmente no podía reproducirse por si mismo. Cuando las condiciones comenzaron a cambiar en la Tierra y el clima se fue volviendo más seco, se hizo necesario modificar el Adán para adaptarlo mejor al clima variable. El hombre fue modificado y se le aplicaron rasgos más mamíferos. Ésta probablemente  fue la “caída bíblica del hombre” donde Adán alcanzó el conocimiento o la capacidad para reproducirse sexualmente. Como resultado de esta modificación genética, el hombre perdió la mayor parte de su aspecto y naturaleza reptil: piel brillante, luminosa y escamosa, y adquirió características mamíferas: una piel suave y flexible, pelo en el cuerpo, la necesidad de sudar y la capacidad de reproducirse. Ya no corrió más desnudo. Ahora tuvo que usar ropa para su comodidad y protección. Para todos los propósitos, el hombre ahora era un Homo Sapiens.
El hombre pronto pobló la Tierra para trabajar para sus amos Anunnaki. Esta probado por diversas fuente, entre ellas el Antiguo Testamento,  que los “dioses” Anunnaki se aparearon con las hijas del hombre, produciendo los semidioses y héroes de la antigüedad. Ellos fueron conocidos en el Antiguo Testamento como los Nefilim. Ellos también realizaban experimentos genéticos que produjeron formas monstruosas, tal como se refleja en mitos y leyendas. La agitación en la tierra se terminó mediante una gran catástrofe mundial, conocida como el Diluvio Universal. En este tiempo, los dioses se retiraron de la Tierra en sus naves espaciales, dejando atrás a su descendencia semidivina para perecer con la humanidad en la gran inundación. Cuando se empezaron a retirar las aguas, descendieron una vez más para establecer nuevas ciudades en las llanuras de Mesopotamia.
Apareándose nuevamente con humanos, produjeron una raza de seres semi divinos para gobernar sus imperio en la tierra. En resumen, crearon una raza de dioses gigantes y  guerreros, los descendientes de los Nefilim, conocidos por el nombre de Rephaim, que sometieron a la humanidad por miles de años y luego, alrededor del primer milenio aC., aparentemente fueron eliminados. En la antigua Mesopotamia, los dioses residían en templos situados en la cima de ziggurats, una construcción piramidal. Esta zona estaba prohibida para la gente normal y solo era accesible para algunos sacerdotes de confianza. Aquí comían en privado rodeados por cortinas, de modo que incluso los sacerdotes que los atendían no pudieran verlos comer. Uno se pregunta que querían esconder con esta privacidad.
En el Antiguo Testamento también se hace referencia a la necesidad de privacidad de los “dioses”. Durante el Éxodo, la deidad vivía en una tienda y nunca fue vista por nadie. Y tampoco comía en público. Instrucciones específicas le fueron dadas a Moisés de cómo preparar el alimento, que era dejado en una parrilla cerca de las habitaciones de la deidad para su comida en privado. Estaba prohibido a los humanos el verlos. A Moisés le fue dicho rotundamente por su Dios: “No puedes ver mi rostro, el hombre quizás no me vea y viva.” Y esta prohibición es llevada al extremo a lo largo de las Sagradas Escrituras. Se convirtió en un mandato de no hacer “una imagen tallada” parecida a una deidad. De este modo al hombre no solo le fue prohibido verlos  sino incluso ver una representación de dichas deidades.  ¿Podría ser que su aspecto fuese tan extraño y repulsivo que tuvo que ser mantenido ignorado por el hombre? Si las deidades eran tan superiores y grandes como indican las Sagradas Escrituras, se entiende que se complacerían en permitir que el hombre las viese en su magnificencia
Solo a unos pocos privilegiados les fue permitido el acercamiento a las deidades. En Mesopotamia estaban los semi dioses, los descendientes del apareamiento de un dios o diosa con un ser humano. Éstos formaron la aristocracia y tuvieron la confianza de los dioses para establecer una barrera entre ellos y la humanidad. Pero todo parece indicar que incluso estos semi dioses tenían un aspecto algo extraño y probablemente tenían aún ciertas características reptilianas. El legendario Gilgamesh, por ejemplo, tuvo algo extraño en su aspecto que le hizo permanecer alejado del hombre normal. Los patriarcas bíblicos también tenían algo inusual en su aspecto como se demuestra el comportamiento irracional de Noé cuando fue visto desnudo por sus hijos. Según la antigua tradición babilónica, descrita por el sacerdote Beroso, el origen del hombre puede ser atribuida a Oannes, criatura medio anfibia y medio humana, que salió del Golfo Pérsico para enseñar las artes y la civilización al hombre. Beroso los llamó “annedoti”, que en griego se traduce como “los repulsivos“. Él también se refería a ellos como “musarus” que significa “una abominación” De esta manera, la tradición babilónica acredita la fundación de la civilización por una criatura que era considerada una abominación repulsiva.  Realmente extraño.
El aspecto reptiliano de los dioses bíblicos era un secreto bien guardado y solo ocasionalmente es perceptible en el Antiguo Testamento, como por ejemplo, en la adoración del “seraphim” o la “serpiente de bronce” durante el Éxodo. Hay muchas más referencias en la literatura religiosa que forma la base para el Antiguo Testamento. En el Haggadah, en la tradición judía, revela que Adán y Eva perdieron su “piel brillante y dura” como resultado de comer la fruta prohibida. Los Gnósticos, rivales de los primeros cristianos, relatan que como resultado de comer la fruta prohibida, Adán y Eva adquirieron conocimiento, parte del cual era darse cuenta que sus creadores eran “figuras bestiales.”. la realidad es que hemos creado a un tipo de dios en nuestra imaginación y no de otra manera. De este modo, hemos ocultado la verdadera identidad de nuestros creadores (en realidad manipuladores genéticos, ya que la creación inicial sigue siendo un misterio). La mayoría de las mitologías y de las religiones del mundo se refieren a sus antepasados como las serpientes voladoras o dragones que trajeron las artes y la civilización a la humanidad. El más viejo de los libros chinos, el misterioso “Yih King” afirma que el primer humano fue formado por la antigua diosa Nu Kua, que parece es el nombre chino de la diosa serpiente sumeria Ninkhursag. Los primeros emperadores chinos afirmaban ser descendientes de esta diosa dragón. Las más antiguas y famosas de las epoyas hindúes, el “Ramayana” y el “Mahabharata,” se refieren al contacto sexual del primer hombre con los dioses serpiente que eran también sus antepasados. La mitología centroamericana y africana relatan cómo seres parecidos a serpientes voladoras y dragones descendieron de los cielos para enseñarles las bases de la civilización.
Los dragones y las serpientes voladoras, que han impregnado en gran manera la mitología antigua, ¿eran realmente grandes saurios que además tenían la capacidad de viajar en sus naves espaciales? ¿Cómo podían los antepasados ilustrar este hecho excepto proveyéndoles de alas? Incluso el Antiguo Testamento indica que la serpiente del jardín del Edén era un reptil, ya que se dice que la serpiente había perdido sus manos y pies como resultado de la caída del hombre. Entonces se supone que  anteriormente tuvo que haber sido una serpiente o un reptil con extremidades.
Uno de los personajes que ha plasmado a los dragones en sus obras arquitectónicas es Antonio Gaudí  Así, el dragón representado en su obra de la puerta de la finca Güell es Ladón, fiero guardián de la entrada del jardín de las hespérides, que fue muerto por Hércules, según se relata en  L’Atlàntida de Jacint Verdaguer. Ese dragón imponente, de más de cinco metros de envergadura, con fauces y dientes recortados, alas de murciélago y cola en espiral, sorprende a los turistas por su ferocidad. En el otro extremo tenemos al dragón de colorines del Park Güell, que es Pitón, la serpiente del templo del oráculo de Delfos que, según la mitología griega, cayó muerta a manos de Apolo, quien la enterró en el sótano del templo y acabó convirtiéndose en protectora de las aguas subterráneas. Es realmente sorprendente que en una ciudad occidental como Barcelona puedan observarse  tantos dragones de todos los tamaños, representados como cocodrilos, serpientes, lagartos, salamandras, reptiles, dragones y saurios en general. Si excluimos el lomo de dragón del tejado de la casa Batlló, el más grande resulta ser el del parque de la Espanya Industrial, de 32 metros de longitud y 150 toneladas de peso, mientras que el más pequeño es una pareja engarzada en los tiradores de las puertas del Pati dels Tarongers, en el Palau de la Generalitat.  También son reseñables las cuatro dragonas de la pastelería Foixde Sarrià, ya que son de las poquísimas féminas de dragón representadas en la ciudad; el famoso dragón chino de la casa de los Paraigües de la Rambla, un edificio premodernista de Josep Vilaseca; los cocodrilos sumergidos en las aguas de la fuente de la plaza Espanya;  o las grandes lagartijas gaudínianas del templo de la Sagrada Família.

Impresionan sus ojos altivos y firmes. La palabra dragón viene del latín draco, que procede del griego drákon, a su vez derivado de la voz griega dérkomai, que significa ‘mirar con fijeza’. Según algunos eruditos, esa cualidad explicaría su condición de guardián mítico de doncellas y tesoros, combatidos por dioses, santos o héroes, aunque el combate legendario entre el caballero y el dragón se vincula a mitos indoeuropeos de lucha entre dioses de la guerra y eldragón demoniaco bíblico-babilonio. Para Catalunya, ese caballero es Sant Jordi, que en 1456 fue declarado patrón por las Cortes Catalanas, reunidas en el coro de la catedral de Barcelona. Es también patrón de Aragón, Inglaterra, Portugal, Grecia, Polonia, Lituania, Bulgaria, Serbia, Rusia y Georgia, entre otros países. De Sant Jordi está más documentado su culto que su existencia, pero la leyenda lo sitúa en el siglo III, nacido en Capadocia o Nicomedia, y mártir por decapitación durante la persecución de los cristianos por el emperador romano Diocleciano. Su leyenda llegó a estas tierras en el siglo XV. Algunos dragones de Barcelona aparecen junto a Sant Jordi, mientras otros ejemplares son orientales y denotan el gusto por los elementos exóticos de la burguesía catalana en los tiempos del modernismo. En aquella época la decoración era fundamental, así que los dragones se representaban en muebles, puertas, joyas y cortinas. Los dragones orientales, seres sin alas pero voladores, se consideran seres benévolos, cargados de sabiduría, mientras que los dragones occidentales suelen ser considerados maléficos. Según el arquitecto Bassegoda, “El dragón es un monstruo inventado, por lo que cada artista ha podido apelar a su propia imaginación a la hora de plasmarlo, y por eso son tan diversos”. Pero no todo lo referente a los dragones puede considerarse simplemente como un elemento decorativo.
La dualidad de la serpiente como fuente deL bien y del mal puede verse en la religión egipcia, probablemente debido a ciertos acontecimientos históricos singulares. En los reinos más antiguos la serpiente es benevolente y está asociada a los dioses y la inmortalidad. Más adelante, en particular durante la 18 dinastía alrededor del 1.600 aC, la serpiente se convierte en una criatura siniestra y en objeto de odio y exorcismo. En este tiempo comenzó el “milenio de los dioses”, que duró hasta alrededor del año 700 aC, que es la época del advenimiento de la famosa 19 dinastía del nuevo reino, con Seti y Ramsés el Grande. Si la influencia del planeta Nibiru causó los cataclismos adicionales en esta época, ello coincidiría con la campaña guerrera de Sargón (de Asiria). Si esto fuera así, explicaría que en Egipto se dejase de ver a los “dioses serpiente” como benévolos y se los empezara a ver como siniestros.
En las paredes de las tumbas de las primeras dinastías la serpiente es representada como una criatura amistosa que el rey lleva en su espalda hacia el cielo estelar. El rey es llevado por el dios serpiente a la tierra de la inmortalidad, la tierra de los dioses. Y en este tiempo la serpiente fue adoptada como símbolo de realeza o divinidad y comienza a representarse como el áspid divino en el tocado del faraón. Pero en el nuevo reino, después que los primeros reyes de la 18 dinastía libraron el país de los odiados Hyksos, la serpiente adquiere un carácter malvado. Se convierte en un ser diabólico que debe ser exorcizado en los rituales. Llamado Apep o Apop, es la manifestación de los Hyksos que invadieron y ocuparon Egipto por centenares de años. Hay que hacer notar que se supone que los Hyksos invadieron Egipto en el mismo tiempo en que los israelitas huyeron, es decir, alrededor del 1.600 aC. Gobernaron Egipto hasta cerca del año 1.000 aC, cuando el Rey Thutmose I de la 18 dinastía los expulsó para siempre y estableció el nuevo reino. Apop era el primer gobernante Hykso y con sus descendientes reinó desde la 14 hasta la 17 dinastía. Muchas de los gobernantes adoptaron el nombre de Apop y en particular el último rey Hykso, que fue derrotado por Ahmose y Kamose, los fundadores de la 18 dinastía.
Apop poseía muchos epítetos y en las ceremonias el objetivo del pueblo egipcio era destruirlo y maldecirlo. Este ritual es una reminiscencia de la ceremonia “yajna” de los antiguos hindúes, quienes invocaban varios nombres de serpientes mientras eran lanzadas al fuego. El odio egipcio hacia los crueles gobernantes Hyksos fue muy profundo, ya que destruyeron sistemáticamente la cultura y los monumentos egipcios. Veremos que estos gobernantes eran ni más ni menos que los descendientes de los Rephaim, que a su vez descendían de los Nefilim antediluvianos, que gobernaron las tierras del Oriente Medio después del diluvio.
oldcivilizations.wordpress.com/
http://veritas-boss.blogspot.com.es/2012/12/los-dioses-serpiente-y-dragon-en-la.html

Guerra de palabras: La paradoja de los idiomas

Referencia: NewScientist.com .
Por Mark Pagel, 11 de diciembre 2012

Si el lenguaje se desarrolló para la comunicación, ¿cómo es que la mayoría de la gente no puede entender lo que están diciendo la otra mayoría de gente?

Para cualquier persona interesada en los idiomas, la región de la costa nordeste de Papua Nueva Guinea es como una tienda bien surtida. Los hablantes Korak viven justo al lado de los hablantes Brem, que están justo en la costa de los hablantes Wanambre, y así sucesivamente. Una vez conocí a alguien de esa zona y le pregunté si es cierto que se habla una lengua distinta cada pocos kilómetros. «Oh, no», replicó, «están mucho más juntas que eso.»

En todo el mundo hoy en día, se hablan unos 7000 idiomas distintos. Esto significa unas 7000 maneras distintas de decir «buenos días» o «parece que llueve», hay más lenguas en una especie de mamífero que especies de mamíferos en todo el planeta. Es más, estas 7000 lenguas probablemente representan sólo una fracción de las que se han hablado alguna vez en nuestra historia. Para situar la diversidad lingüística humana en perspectiva, se podría coger por separado un gorila o un chimpancé y dejarlos en alguna parte hasta que se encuentren, y sabrían cómo comunicarse. Esto lo podemos repetir con burros, grillos o peces de colores y obtener el mismo resultado.

Esto pone en evidencia una paradoja interesante en el corazón de la comunicación humana. Si el lenguaje evolucionó para poder intercambiar información, ¿cómo es que la mayoría de la gente no puede entender lo que la mayoría de las otras personas están diciendo? Esta perenne cuestión ya se abordaba en la Torre de Babel del Antiguo Testamento, lo cual dice mucho acerca de cómo los seres humanos desarrollaron la presunción de que podían usar su lengua común para cooperar en la construcción de una torre que los llevaría al cielo. Dios, enojado por este arrogante intento de usurpar su poder, destruyó la torre y, para asegurarse que no se reconstruyera, dispersó a la gente y los confundió dándoles diferentes lenguas. El mito conduce a la curiosa ironía de que nuestras distintas lenguas en realidad existen para evitar la comunicación. La sorpresa es que esto no puede estar lejos de la verdad.

Los orígenes de la lengua son difíciles de precisar. La evidencia anatómica de los fósiles sugiere que la capacidad de hablar de nuestros antepasados ​​surgió en algún momento hace entre 1,6 millones y 600.000 años (New Scientist, 24 de marzo, p 34). Sin embargo, la incontestable huella de que el habla fue para transmitir ideas complejas vino solamente con la sofisticación cultural y el simbolismo asociado con los humanos modernos. Aconteció en África hace quizás 200.000 ó 160.000 años atrás, y desde hace 60.000 años que habíendo emigrado fuera del continente, con el tiempo empezaron a ocupar casi todas las regiones del mundo. Es de esperar que surgieran nuevas lenguas conforme la gente extendía para ocupar nuevas tierras porque tan pronto los grupos se aislaban entre sí, sus lenguas comenzaban a distanciarse al ir adaptándose a las necesidades locales (New Scientist, 10 December 2011, p 34). Pero el auténtico enigma se plantea cuando la mayor diversidad de sociedades humanas y de idiomas no se produce cuando la gente está más dispersa, sino donde más se encuentran más cercanos.

Papúa Nueva Guinea es un ejemplo clásico. Esa masa relativamente pequeña de tierra, un poco más grande que California, es el hogar de unos 800 a 1000 idiomas distintos, alrededor de un 15 por ciento de todas las lenguas que se hablan en el planeta. Esta diversidad lingüística no es el resultado de la migración o del aislamiento físico de las diferentes poblaciones. Pero sí de personas que viven en lugares cerrados que parecen haber optado por separarse en muchas sociedades diferentes, llevando sus vidas tan separadas que se han vuelto incapaces de hablar los unos con los otros. ¿Por qué?

Pensando en esto, me quedé asombrado por el extraño paralelismo entre la diversidad lingüística y la biológica. Un fenómeno bien conocido en ecología llamado estados reglados de Rapoport que establece que la mayor diversidad de especies biológicas se encuentra cerca del ecuador, cuyo número va menguando al ir acercándose a los polos. ¿Podría esto ser cierto para las lenguas también? Para probar esta idea, la antropóloga Ruth Mace, del University Collegede Londres estuvo estudiando la distribución de alrededor de 500 tribus nativas americanas antes de la llegada de los europeos, y utilizó estos datos para representar la cantidad de diferentes grupos lingüísticos por unidad de área en cada grado de latitud (Nature, vol 428, p 275). La conclusión fue que la distribución encajaba perfectamente con la regla de Rapoport.

La congruencia de las especies biológicas y de las culturas con lenguas distintas probablemente no es un accidente. Para sobrevivir el rudo paisaje polar, las especies deben diseminarse por todas partes, dejando pocas oportunidades para que surjan nuevas especies. Lo mismo puede decirse de los grupos humanos en las regiones del extremo norte. Ellos también se ven obligados a cubrir amplias zonas geográficas para encontrar comida suficiente, y esto tiende a mezclar los idiomas y las culturas. En el otro extremo de este espectro, donde reina la abundancia en los soleados trópicos, se produce una cuna de especiación biológica, por lo que este rico ambiente ha permitido a los humanos medrar y dividirse en una profusión de sociedades.

Por supuesto que, aún nos queda la pregunta de por qué la gente querría formarse en tantos grupos distintos. Para en la miríada de especies biológicas de los trópicos, hay ventajas por ser diferente, ya que permite adaptarse cada uno a su propio nicho ecológico. Pero los humanos ocupan todos el mismo nicho, y la división en distintos grupos culturales y lingüísticos en realidad conlleva desventajas, como disminuir el movimiento de las ideas, tecnologías y de gente. También hace a las sociedades más vulnerables a los riesgos y planificar con menos suerte. Así que ¿por qué no tener un grupo grande con un lenguaje común?

Una respuesta posible está surgiendo con la conciencia de que la historia humana se ha caracterizado por continuas batallas. Desde que nuestros antepasados ​​salieron de África, hace unos 60.000 años, la gente siempre ha estado en conflicto respecto al territorio y los recursos. En mi libro “Wired for Culture” (Norton/Penguin, 2012) describo cómo, debido a ello, hemos adquirido una serie de características que ayudan a nuestro propio grupo en particular a superar a los demás. Dos rasgos destacan, las «agrupaciones», las afiliaciones con gente con las que compartir una identidad propia, y la xenofobia, demonizando a los que están fuera de su grupo y manteniendo una visión parroquial hacia ellos mismos. En este contexto, la lengua actúa como un poderoso anclaje social de nuestra identidad tribal. La forma en que hablamos es un recordatorio auditivo continuo de lo que somos y, tan importante como lo que no somos. Cualquier persona que puede hablar un dialecto particular, está paseando y anunciando los valores y la historia cultural que comparten. Es más, allí donde los diferentes grupos viven en estrecha cercanía, estas lenguas distintas se vuelven una forma efectiva de prevenir las escuchas indebidas o la pérdida de información importante hacia un competidor.

En apoyo de esta idea, he descubierto explicaciones antropológicas de las tribus decidiendo cambiar su lenguaje, con efecto inmediato, sin ninguna otra razón que la de distinguirse de los grupos vecinos. Por ejemplo, un grupo de hablantes Selepet en Papua Nueva Guinea, cambió la palabra para decir «no» de bia a Bune buscando distinguirse de otros hablantes Selepet de un pueblo cercano. Otro grupo invirtió todos sus sustantivos masculinos y femeninos, la palabra para él se convirtió en ella, la de hombre pasó a denominar a una mujer, la de madre pasó a denominar al padre, etcétera. Cuando esos cambios ocurrieron, uno intentaba simpatizar con alguien con quien había estado cazando hacía sólo unos días.

El uso de la lengua como identidad no se limita a Papua Nueva Guinea. La gente de todas partes utilizan el idioma para controlar quién es miembro de su «tribu». Tenemos una conciencia aguda, y a veces obsesiva, de cómo hablan los que nos rodean y, continuamente, adaptamos una lengua para delimitar nuestro grupo particular de los demás. En un paralelismo sorprendente con los ejemplos Selepet, mucho de la ortografía propia que diferencian el inglés Americano del inglés de Gran Bretaña, como la tendencia a perder la «u» en palabras como “colour”, inició de un día para otro que Noé Webster produjera el primer diccionario americano de lengua inglesa al comienzo del siglo XIX. Él insistía en que, «como nación independiente, nuestro honor [sic] nos obliga a tener un sistema propio de lenguaje, así como de gobierno.»

El uso de la lengua para definir la identidad de grupo no es un fenómeno nuevo. Para examinar cómo las lenguas se han diversificado a lo largo de la historia humana, mis colegas y yo, elaboramos una familia de árboles de tres grandes grupos lingüísticos, lenguas indo-europeas, lenguas bantúes de África y lenguas polinesias de Oceanía (Science, vol 319, p 588). Estas «filogenias», que trazan la historia de cada grupo hacia un antepasado común, revelan el número de veces que un lenguaje contemporáneo se ha dividido o «divorciado» de otras lenguas emparentadas. Descubrimos que algunos idiomas tienen una historia de muchos divorcios, otras bastante menos.

Las lenguas divididas experimentan a menudo episodios cortos durante los cuales cambian rápidamente. Lo mismo sucede durante la evolución biológica, donde es conocida como evolución interrumpida (Science, vol 314, p 119). De tal manera que, cuanto más se divorcia una idioma, más difiere su vocabulario de su lengua ancestral. Nuestro análisis no dice por qué una lengua se divide en dos. La migración y el aislamiento de los grupos es una explicación, pero también parece claro que los estallidos de cambio lingüístico se producen en parte para permitir a los hablantes poder afirmar sus propias identidades. Lo que hay realmente es una guerra de palabras en marcha.

Entonces, ¿qué hay del futuro? El mundo en que vivimos hoy día está a años luz del que ​​habitaban nuestros antepasados. Durante la mayor parte de nuestra historia, la gente se habría encontrado solamente con su propio grupo cultural y sus vecinos inmediatos. La globalización y la comunicación electrónica nos han vuelto mucho más conectados y esto nos homogeniza culturalmente, dándonos el beneficio de entendernos de forma más evidente. El resultado es una extinción masiva de las lenguas que rivaliza con las grandes extinciones biológicas del pasado de la Tierra.

Aunque las lenguas contemporáneas siguen evolucionando y divergiendo unas de otras, la velocidad a la que se pierden las lenguas minoritarias excede con mucho a la aparición de nuevas lenguas. Entre 30 y 50 lenguas desaparecen cada año, los jóvenes de pequeñas sociedades tribales adoptan las lenguas mayoritarias. Como porcentaje del total, esta tasa de pérdida es equivalente o superior a la disminución de la diversidad de especies biológicas a través de la pérdida de hábitat y del cambio climático. Unas 15, de las 7000 lenguas de la Tierra, representan ya alrededor del 40 por ciento de los hablantes del mundo, y la mayoría de las lenguas tienen muy pocos hablantes.

Incluso, esta homogeneización lingüística y cultural está ocurriendo a un ritmo mucho más lento de lo que podría, y eso se debe al poderoso papel psicológico que juega el lenguaje en la marcación de nuestros territorios culturales e identidades. Una consecuencia de esto es que las lenguas resisten la «contaminación» de otros idiomas, con unos hablantes que a menudo acogen palabras foráneas con un cierto grado de suspicacia, por ejemplo los quejosos testigos británico y francés sobre los denominados americanismos. Otro factor es el papel desempeñado por las agendas nacionalistas y sus esfuerzos para salvar las lenguas moribundas, lo que puede dar lugar a políticas como las lecciones obligatorias de Galés para los escolares hasta los 16 años en Gales.

La creatividad lingüística

Esta resistencia al cambio deja bastante tiempo para que la diversidad lingüística pueda aparecer. Varios dialectos de la calle y el hip-hop, por ejemplo, son esenciales para la identidad de grupos determinados, mientras que la comunicación de masas les permite con facilidad llegar a sus electores naturales. Otro ejemplo interesante es globish, una forma reducida del inglés que utiliza sólo 1000 más o menos palabras y estructuras simplificadas del idioma. Ha evolucionado de forma espontánea entre las personas que viajan mucho, como diplomáticos y gente de negocios internacionales. Curiosamente, los hablantes de inglés nativo pueden estar en desventaja ya que elglobish utiliza palabras y una gramática que otros no pueden entender.

A la larga, sin embargo, parece virtualmente inevitable que una lengua única sustituirá a todas los demás. En términos evolutivos, cuando las soluciones para un problema sean igualmente buenas de cualquier manera a la hora de competir, una de ellas tiende a ganar. Esto lo vemos en la estandarización mundial acerca de la manera de decir la hora, medir pesos y la distancia, los formatos CD y DVD, indicadores de ferrocarril, y los voltajes y frecuencias del suministro eléctrico. Puede llevar más o menos tiempo, pero las lenguas parecen destinadas a seguir el mismo camino, todos son vehículos de comunicación igualmente buenos, por lo que uno, eventualmente, reemplazará a los demás. ¿Cuál será?

Hoy en día, alrededor de 1,2 millones de personas, aproximadamente 1 de cada 6 de nosotros, habla mandarín. Luego vienen el español y el inglés, con cerca de 400 millones de hablantes cada uno, el bengalí y el hindi nos siguen de cerca. En estos recuentos, el mandarín apunta a ser el favorito en la carrera por ser el idioma del mundo. Sin embargo, hay muchas más personas aprendiendo inglés como segunda lengua que cualquier otra. Hace años, en una zona remota de Tanzania, me detuve con una persona local intentando hablar swahili y él levantó su mano y dijo: «Mi Inglés es mejor que el swahili». El inglés es ya una lengua franca en todo el mundo, así que si tuviera que apostar por una lengua de reemplazo para todas las demás, esta sería mi elección.

En la actual guerra de palabras, las bajas son inevitables. Al ritmo que se extinguen las lenguas no estamos simplemente perdiendo diferentes formas de decir «buenos días», sino la diversidad cultural que surge en torno a nuestros miles de diferentes sociedades tribales. Cada lengua tiene un papel importante en el establecimiento de una identidad cultural, es la voz íntima que lleva a los recuerdos, pensamientos, esperanzas y temores de un grupo particular de personas. Al perder un idioma también se pierde eso.

Sin embargo, sospecho que un futuro monolingüismo no puede ser tan malo como predicen algunos agoreros. Existe la creencia generalizada de que el idioma determina la forma de pensar, de modo que la pérdida de la diversidad lingüística es también una pérdida de estilos de pensamiento. Yo no lo creo. Nuestros idiomas determinan las palabras que usamos, pero no limitan los conceptos que podamos entender y percibir. Además, podemos sacar otra enseñanza más positiva de la historia de Babel: con todo el mundo hablando la misma lengua, a la humanidad le sería más fácil cooperar en algo realmente grande. De hecho, en el mundo de hoy, los países con menor diversidad lingüística son los que han logrado más prosperidad.


– Autor: Mark Pagel es profesor de ciencias biológicas en la Universidad de Reading, Reino Unido.
– Ilustración 1)  anónimo.  Diagrama 2): Correspondencia Regla_de_Rapoport con diversidad lingüística. Imagen 3) Mark Pagel .

http://bitnavegante.blogspot.com.es/2012/12/guerra-de-palabras-la-paradoja-de-los-idiomas.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed:+bitnavegante+(BitNavegantes)&utm_term=Google+Reader

Las Cronologías Imposibles

Existen indicios que demuestran que la Historia retrocede mucho más en el tiempo de lo que siempre se ha creído, en una época remota en la que todavía no existían ni los seres humanos. Pero sí habitaban y reinaban en la Tierra otros seres. Una época remota enterrada por la arena del paso del tiempo, pero de la que conservamos algunos recuerdos…

Antes de desarrollar nuestro tema, quisiera advertir de algo con lo que me he encontrado, y que me ha parecido importante que se sepa: No es tan fácil encontrar toda esta documentación como la que aquí se ha recogido. En los libros de texto, habituales, acerca de Egipto y de las antiguas civilizaciones, que se venden normalmente en las tiendas y librerías, no suelen venir los datos que a continuación se ofrecen. Tampoco se encuentran fácilmente fotografías de los objetos y documentos de los que aquí hablamos. Es necesario por tanto profundizar más allá de lo comúnmente establecido, y recurrir a fuentes menos ortodoxas, y más difíciles de conseguir. Pero como el lector comprobará, aquí se muestran algunas de las fotografías, que revelan que dichos objetos sí que son reales, sí que existen, y se encuentran en sus respectivos museos y lugares originales, a pesar de que en los libros oficiales sean despreciados, no aparezcan, o “no existan”.
He reunido mis libros de documentación e historia sobre Egipto y los orígenes de las civilizaciones, y ¡No he encontrado prácticamente nada!.., ninguna imagen, ninguna referencia, acerca de los documentos en los que los antiguos contaban oficialmente su historia y los orígenes de sus respectivas civilizaciones. En el libro más especializado sobre Mesopotamia, aparece una pequeña fotografía del Prisma de Weld, y se comentan por encima las alusiones a los dioses, pero no se recogen ni se desarrollan ninguna de las cronologías predinásticas, ni aparecen más imágenes de otros objetos testimoniales, ni se ocupa de los historiadores antiguos, etc…
Según la Historia, el Imperio Antiguo Egipcio comenzó sobre el año 3.000 a. C. Las noticias históricas más tempranas en Mesopotamia nos hablan del 4.000 a. C. De esta fecha hacia atrás en el tiempo, es cierto que siguen hallándose algunos vestigios y huellas humanas en el pasado, pero todo empieza a volverse muy confuso…
En 1.991 el geólogo de la Universidad de Boston, Robert Schoch detectó que la Esfinge de Gizeh, en Egipto, había sufrido erosión de agua varios milenios antes de que comenzara oficialmente la civilización egipcia. Por su parte, los investigadores Robert Bauval y Graham Hancock, autores del libro “El Misterio de Orión”, mediante la utilización de un programa informático que recreaba el paisaje astronómico en el pasado, calcularon que el conjunto de Gizeh fue posicionado hacia la Constelación de Orión sobre el año 10.500 a. C.
Y estos indicios, o pruebas, tal vez imposibles para la Historia, pero en realidad relativamente recientes, solo constituyen la punta del iceberg del enigma del pasado en la Tierra. Nuestros antepasados nos contaron en sus escritos muchas cosas, por ejemplo que aconteció un Diluvio Universal, un relato que aparece en todas las civilizaciones del mundo, y confirmado en la Biblia. Pero para la Ciencia e Historia de la actualidad, todas estas referencias no son sino fabulaciones y mitologías de unos antepasados “atrasados”, o si se prefiere, poco evolucionados y poco desarrollados.
Por si fuera poco, y paradójicamente, negar las evidencias de las pruebas del pasado, grabadas mil veces sobre tablillas, muros, esculturas, etc.., se ha convertido en una actitud moderna y en un aval de reputación científica, dentro del mundo académico y en toda la sociedad en general. Como dice el investigador John Anthony West, “todos esos desafíos a los dogmas establecidos, no encajan con la visión que tenemos nosotros, ‘los listos’, que vivimos en nuestro mundo de bombas de hidrógeno y pastas de dientes con rayas”…
Robert Schoch.Robert Bauval.Graham Hancock.
Texto Foto: El geólogo de la Universidad de Boston, Robert Schoch, (a la izquierda), detectó erosión pluvial en la Esfinge de Gizeh, acontecida varios milenios antes del Imperio Antiguo Egipcio. Según los cálculos astronómicos de los autores de “El Misterio de Orión”, Robert Bauval (centro), y Graham Hancock, (derecha), el conjunto de Gizeh fue posicionado hacia Orión sobre el año 10.500 a. C.

Veamos algunas de las cosas que nos contaron los antiguos, y hagamos un recorrido en el tiempo, a través de los documentos que nos dejaron…

MESOPOTAMIA

Nombre griego que significa “Entre los ríos” y que se refiere al país comprendido entre los ríos Tigris y Eufrates. Comprendía distintas regiones como Sumeria al sur, Acad en el centro, y Asiria, en el norte. En muchas ciudades de esta civilización, se han hallado muchos objetos y documentos antiguos que testimonian las huellas de un pasado remoto sorprendente.
Acad
Ciudad situada a 50 kms al noroeste de Babilonia, también llamada Akkad, Agade, Abu Habba, y Sippar, que significa “ciudad de libros”, lo que indica que esta población fue célebre a causa de sus bibliotecas. Según las crónicas halladas por los arqueólogos, fue la capital del octavo monarca antediluviano, Emenduranna, quien reinó durante 21.000 años.
Las Tablillas de Nippur
Nippur o la ciudad de Nimrod, a 80 kilómetros al sureste de Babilonia, fue excavada por la Universidad de Pensilvania bajo los arqueólogos Peters, Haynes y Hilprecht, entre 1.880 y 1.900. Se encontraron 50.000 tablillas que se cree que fueron escritas durante el tercer milenio a. C., incluyendo una biblioteca de 20.000 tomos, diccionarios y obras completas sobre religión, literatura, leyes y ciencias. También se hallaron archivos de unos Reyes muy longevos.
El Prisma dinástico de Weld: La Lista de los Reyes Sumerios
Prisma de Weld.
Se conocen más de una docena de ejemplares de Listas de Reyes Sumerios, encontrados en Babilonia, Susa, y en la Biblioteca Real Asiria de Nínive, del siglo VII a. C. Se cree que todos proceden de un original que probablemente fue escrito durante la tercera dinastía de Ur o un poco antes. El ejemplar mejor conservado de la Lista de Reyes Sumerios es el llamado Prisma de Weld-Blundell.

El Prisma de Weld fue escrito en cuneiforme hacia el 2.170 a. C. por un escriba que firma como Nur-Ninsubur, a finales de la dinastía Isin. El documento ofrece una lista completa de los Reyes de Sumer desde el comienzo, antes del Diluvio, hasta sus propios días, cuando reinaba Sin-Magir, Rey de Isin (1.827 a. C – 1.817 a. C) incluyendo además y expresamente a los 10 Reyes Longevos que vivieron antes del Diluvio Universal. Se trata de un prisma excelente, de barro cocido, que fue hallado por la expedición Well-Blundell en el año 1.922, en Larsa, hogar del cuarto rey antediluviano, Kichunna, unos pocos kilómetros al norte de Ur, y que posteriormente ha sido depositado en el Museo Ashmolean de Oxford. Se cree que el objeto es anterior en más de un siglo a Abraham, y fue encontrado a poca distancia del hogar del patriarca hebreo.
La lista comienza así: “Tras descender el Reinado del Cielo, Eridú (lugar donde según la Biblia estuvo el Jardín del Edén) se convirtió en la sede del Reino”. La Lista de los Reyes Sumerios, al igual que la Biblia, habla acerca del Diluvio: “Después de que las aguas cubrieran la tierra y que la Realeza volviera a bajar del Cielo, la Realeza se asentó en Kis”. El objeto de la Lista Real era demostrar precisamente que la monarquía bajó del Cielo, y que había sido elegida una determinada ciudad para que dominara sobre todas las demás.
Beroso (Berossus), el historiador y escriba babilonio del año 300 a. C., basando su historia en archivos del Templo de Marduk, copiados a su vez de inscripciones primitivas, muchas de las cuales han sido descubiertas, nombró a los 10 Reyes Longevos de Sumeria, que reinaron entre 10.000 a 60.000 años cada uno de ellos. “En los días de Xisuthro (Zinsuddu) –dice Beroso– ocurrió el Gran Diluvio”.
Tanto las Tablillas de Nippur como el Prisma de Weld dan los nombres y reinados como siguen:
REY
REINÓ EN
DURACIÓN
Alulim Eridú 28.000 años
Alalmar Eridú 36.000 años
Emenluanna Badgurgurru 43.000 años
Kichunna Larsa 43.000 años
Enmengalanna Badgurgurru 28.000 años
Dumuzi Badgurgurru 36.000 años
Sibzianna Larak 28.000 años
Emenduranna Sippar 21.000 años
Uburrato Shuruppak 18.000 años
Zinsuddu
Utnapishtim
“Entonces, el Diluvio destruyó la Tierra”. Estos son exactamente los mismos reyes que cita el historiador babilónico Beroso.

EGIPTO

En las cronologías de la civilización egipcia nos encontramos también con la presencia de unos seres, conocidos como Dioses y Semidioses. Los historiadores ortodoxos prefieren utilizar otros nombres, y a veces los “semidioses” pueden ser traducidos como “manes”, y los Espíritus se quedan convertidos en “héroes”. Se busca una coherencia en una lógica imposible, aunque sea a costa de profanar lo “sagrado”. Algunos de los documentos históricos más significativos que registran el pasado de la civilización egipcia son por ejemplo el Papiro de Turín, la Piedra de Palermo, y los textos que escribió el sacerdote egipcio Manetón. Pero hay más.
El Papiro de Turín:
También conocido como Canon de Turín, no se conserva completo, y está escrito en lenguaje hierático. Se deduce que originalmente debía contener más de 300 nombres de Reyes, detallando con precisión los años, meses y días de cada reinado. Recoge los reinados de 10 llamados Dioses o Neteru y de varias dinastías de semidioses, como las de los Shemsu-Hor (Compañeros de Horus) y los Venerables de Menfis. La cronología del Papiro de Turín finaliza así: “Los Akhu, Shemsu Hor, 13.420 años; reinados antes de los Shemsu Hor, 23.200 años; total: 36.620 años”.
Papiro de Turín.Papiro de Turín.
La Piedra de Palermo
Piedra de Palermo.
A juzgar por el último rey que aparece en el listado, debería pertenecer al reinado del Faraón Neferirkare (2.446 – 2.426 a. C.), Rey de la V dinastía. Se trata de la mitad de una enorme losa de diorita negra, que originalmente debía medir aproximadamente unos 2 metros de longitud y 60 cms de altura, y que actualmente se puede contemplar en el Museo de Palermo, aunque en realidad existen 7 fragmentos en total distribuidos por diferentes museos del mundo. El documento, en escritura jeroglífica, da cuenta de 120 reyes predinásticos que reinaron antes de que existiera oficialmente la civilización egipcia. De nuevo aparecen los nombres de los misteriosos “Dioses” y “Semidioses” engrosando las genealogías reales egipcias.

Manetón de Heliópolis
Manetón fue un sacerdote egipcio de Heliópolis que vivió en el siglo III a. C., durante los reinados de Ptolomeo I y II poco tiempo después del historiador babilónico Beroso, siendo ambos casi contemporáneos. Las cronologías que detalló Manetón encajan perfectamente con el Papiro de Turín y la Piedra de Palermo.
Manetón escribió “La Historia de Egipto” en 3 volúmenes o tomos, que en realidad ya no existen. Pero nos han llegado fragmentos recogidos por distintos autores. Por un lado, las citas de Flabio Josefo (siglo I d. C.); y por otro, los escritos de los llamados “padres” (autores relacionados con la Iglesia), como Julio Africano (siglo III d. C.), Eusebio de Cesarea (siglo IV d. C.), y Sincelo, conocido como Jorge el Monje (siglo IX d. C.).
Eusebio de Cesarea
Pues bien, según recoge Eusebio, una dinastía de dioses reinó en Egipto durante 13.900 años: el primer dios fue Vulcano, el dios descubridor del fuego, después el Sol, Sosis, Saturno, Isis y Osiris, Tifón hermano de Osiris, y Horus hijo de Isis y Osiris. A estos, siguieron dinastías de Semidioses héroes que reinaron durante 11.025 años. Lo que hace un total de 24.925 años. A partir de ese tiempo, aproximadamente sobre el 3.000 a. C. reinaría el primer faraón humano. Parece que oficialmente es Menes el primer Faraón hombre, también identificado como Narmer, pero seguramente hubo algunos otros anteriores. De hecho se sabe que anteriormente a Menes reinaron otros monarcas como el Faraón Escorpión y el Faraón ka.
Lista de los primeros Reyes de Egipto, según Eusebio de Cesarea:
DIOSES
………………….
13.900 años
SEMIDIOSES
Semidioses Héroes
1.255 años
3er Linaje de Reyes
1.817 años
30 Reyes de Menfis
1.790 años
10 Reyes de Tis
350 años
Semidioses espíritus
5.813 años
Sub-Total
11.025 años
TOTAL
24.925 años
Sincelo (Jorge el Monje)
Según transmite Sincelo (Jorge el Monje), Seis dinastías de dioses reinaron durante 11.985 años. De nuevo, Hefesto dios del fuego, Helios o Sol, Agatodemon, Cronos o Saturno, Isis y Osiris y Tifón hermano de Osiris. Los primeros 9 semidioses que cita Sincelo son Horus (hijo de Isis y Osiris), Ares, Anubis, Heracles, Apolo, Amón, Titoes, Sosus, y Zeus, abarcando entre estos 9 semidioses un periodo de unos 2.645 años aproximadamente de reinado en Egipto. A continuación, siguen sucediéndose dinastías de semidioses, espíritus, o héroes, abarcando entre todos ellos miles de años de reinados en Egipto, en unas cifras similares a las que establece Eusebio. Y todo esto, antes de que empezara a reinar en Egipto el primer faraón según la Historia oficial.
La primera Dinastía Legendaria de Egipto, según Sincelo:
DIOSES
REINADO
Hefesto
9.000 años
Helios, hijo de Hefesto
991 años
Agatodemón
700 años
Cronos
502 años
Isis y Osiris
433 años
Tifón, hermano de Osiris
359 años
Reinado de los dioses:
11.985 años
 
SEMIDIOSES
REINADO
Horus, hijo de Isis y Osiris
309 años
Ares
284 años
Anubis
210 años
Heracles
185 años
Apolo
309 años
Amón
371 años
Titoes
334 años
Sosus
396 años
Zeus
247 años
Reinado primeros 9 semidioses
2.645 años
Hay pequeñas diferencias entre las cronologías de Eusebio y Sincelo, pero ambas básicamente son muy similares en la línea y en el concepto esencial. Por ejemplo, Sincelo cataloga a Horus como el primero de los Semidioses, mientras que Eusebio lo nombra como el último de los dioses. Y además hay que tener en cuenta que ambos autores, Eusebio de Cesarea en el siglo IV, y Sincelo en el siglo IX, así como todos los demás, contextualizan siempre en algo los nombres de los Reyes según sus propias épocas, culturas, lenguas, y lugares de procedencia.
Todo el mundo ha concebido por ejemplo a Isis y Osiris como personajes únicamente mitológicos. Sin embargo el historiador Sincelo, por citar a uno cualquiera de ellos, basándose en las informaciones de Manetón, da fe de la existencia de este matrimonio de dioses, y establece que reinaron durante 433 años. Si todos estos reyes hubieran sido figuras inventadas, probablemente no se hubieran hecho constar la duración de sus reinados en cifras tan exactas, sino que simplemente se habrían presentado esos períodos como espacios de tiempo indefinido. Llama la atención entonces por qué había tanta precisión en los cómputos de la duración de los reinados, como si hubieran sido acontecimientos completamente reales.
Dibujo de estatua femenina de diosa con cabeza de reptil, procedente de Ur.
En cuanto al aspecto físico de los seres referidos en las antiguas cronologías, según refieren los escritos, se sabe que los Semidioses, héroes, etc., descendientes de los dioses, eran físicamente mucho más altos, voluminosos y fuertes que los seres humanos. Por eso se les llamaba también a menudo como “Gigantes”. A este respecto se han encontrado multitud de momias y esqueletos de individuos, repartidos por toda la Tierra, que vivieron en la antigüedad, que superaban los 2 metros e incluso los 3 metros de altura. Generalmente solían tener el pelo rubio y ojos claros. Por ejemplo, a través de las distintas fuentes de Manetón se habla del monarca Sesocris, de quien se dice que su estatura era de 5 codos y 3 palmos (unos 3 metros).

Seres transformados como híbridos, mitad animales mitad humanos, imágenes representadas constantemente en la antigüedad, consideradas hoy en día como mitología. Pero una mitología que sin embargo para los antiguos era una religión muy real. Los dioses, seres reales que posiblemente eran ángeles caídos o demonios, aquellos que se rebelaron en el Cielo, y que según la Biblia, descendieron a habitar en la Tierra, podían materializarse y desmaterializarse a voluntad, y adoptar cualquier aspecto físico, por ejemplo, un híbrido de animal con humano…. ¡Parece que todo empieza a encajar bien!…

Otras fuentes

Por su parte, Julio Africano vuelve a referirse a los dioses, los semidioses, héroes y “espíritus”. Detalla que después del Diluvio, la primera casa real egipcia tuvo 8 reyes, el primero de los cuales fue Menes de Tis, que reinó durante 62 años. Fue arrollado por un hipopótamo (Eusebio precisa que era un dios en forma de hipopótamo) y pereció.
Otros escritos antiguos recogen fragmentos procedentes de Manetón, como las selecciones latinas de Bárbaro, un autor que se cree que dependió de Julio Africano, y que podría identificarse con el Monje Aniano. Presenta pequeñas diferencias cronológicas habituales, pero igualmente se explaya en desarrollar largas genealogías de dinastías divinas y semidivinas.
Y otro fragmento del sacerdote egipcio de Heliópolis se recoge en la Crónica de Malalas, en torno al 500 d. C., en el que se explica que “el primer Rey de Egipto pertenecía a la tribu de Cam, el hijo de Noé, llamado también Naracó, pero anteriormente a éste, existieron otros antiguos reinos de Egipto, ya señalados por el sapientísimo Manetón”.
Huevo de avestruz, tumba 96, cementerio 102, Nubia. Dibujos del Nilo y las 3 pirámides de Gizeh. Restos de tumba: cultura de Naqada 1º , alrededor de  7.000 años atrás...
No podemos olvidar tampoco el importante testimonio de Diodoro de Sicilia, un famoso historiador griego del siglo I a. C., que empleó 30 años en escribir una Historia Universal, para lo cual visitó todos los lugares y monumentos que mencionó. En Egipto fue ilustrado por los sacerdotes y eruditos egipcios de aquella época, y no dudó en escribir que los primeros monarcas del país del Nilo reinaban desde hacía 23.000 años. Otra vez asomaban dioses y semidioses en la cronología de Egipto, en un tiempo en el que todavía no reinaban los seres humanos.

Pero además de estos valiosos escritos, existen otras fuentes, como por ejemplo las que recoge en su libro “En busca de la Edad de Oro” el investigador Javier Sierra, de la mano de Robert Bauval: “Robert Bauval me remitió a otros documentos egipcios mucho más antiguos que los escritos de Manetón, para ayudarme a centrar el problema. Esos documentos son los ya célebres Textos de las Pirámides, hallados en monumentos de ese tipo de la V y VI dinastías, o en los menos conocidos Textos de la Construcción*, esculpidos a lo largo de los muros de los templos de Edfu y Dendera. En ellos, según Bauval, se encierra la pieza clave para entender quiénes fueron los verdaderos fundadores de Egipto”.
Por último, también tenemos procedente de las tierras hebreas La Biblia o Sagradas Escrituras como documento histórico en apoyo de la longevidad primitiva, sobre todo en la época antediluviana. En su primer libro, Génesis, se revela por ejemplo que Noé vivió 950 años. Enós vivió 905 años. Cainán vivió 910 años. Mahalaleel vivió 895 años, y así un largo etcétera.
*Textos de la Construcción: En el Templo de Edfu están grabados los Textos de la Construcción. En éstos se habla de unos constructores conocidos con el nombre de los Siete Sabios, procedentes de una isla arrasada por las aguas. Estos sabios fundaron una hermandad secreta (Shemsu-Hor), con el objetivo de preservar, generación tras generación, algunos de los conocimientos matemáticos y astronómicos más relevantes.

¿Años convertidos en Meses?

Algunos autores ortodoxos han intentado explicar por qué los historiadores egipcios y los documentos encontrados hablaban de unos reyes antiguos tan longevos y de la existencia de unos seres considerados como dioses y semidioses. Según esta visión, los años en realidad serían meses, y todo lo referido a los dioses debía considerarse como simple mitología. Esa sería la única manera en la que podría explicarse el enigma de las cronologías imposibles. Pero surgen entonces varios interrogantes:
1.- Si todos los historiadores y documentos antiguos, (piedras, estelas, papiros, etc…) a partir de la primera dinastía oficial de Menes, y siguiendo con las dinastías del Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio Nuevo, contabilizan siempre los años como años y nunca como meses, ¿Por qué hay que considerar que los años se convierten en meses desde Menes hacia atrás en el tiempo?
2.- Dado el dominio magistral de las ciencias y los avanzados conocimientos celestes y astronómicos (en la antigüedad astronomía y astrología eran lo mismo) que tenían los egipcios, ¿cómo podrían confundir, o interpretar, un ciclo anual celeste con todas sus características, estaciones del año, paso de las constelaciones, solsticios, etc…, con un ciclo mensual? Para cualquier astrólogo y astrónomo de hoy en día, esa explicación sería un disparate absolutamente espectacular. Se nos hace del todo imposible imaginar que los eruditos de Egipto pudiesen cometer semejante equivocación, antes al contrario, acusar de tal proceder viene a ser poco menos que un insulto para los conocimientos de los moradores de las riberas del río Nilo. La conclusión, evidente, es que un ciclo astronómico anual para los egipcios siempre fue de 1 año natural y nunca de 1 mes. El mismo cómputo del tiempo sirvió para medir los reinados de los faraones humanos y el de los Reyes Dioses. Precisamente el movimiento y la vida de la bóveda celeste constituían para los egipcios la base de su religión, a la que confiaban sus almas, y respetar dichos ciclos cronológicos y celestes era algo absolutamente sagrado e imprescindible.
3.- La Historia y Ciencia oficiales han intentado interpretar los años como meses porque no les cuadran las cuentas. Se han inventado un cómputo de tiempo hecho a nuestra medida, a la de los seres humanos en la actualidad. Pero la contabilidad cronológica egipcia o babilónica iba por otro camino. Hemos visto ya, por ejemplo cuando hemos citado el Papiro de Turín, que los reinados de los Reyes se medía minuciosamente en años, meses y hasta en días. Luego entonces no hay justificación ninguna como para poder interpretar o confundir los años con los meses, ni los meses con los días.

¿Quiénes eran Los Akhu?

Algunas de las familias de Semidioses que reinaron en Egipto son denominadas “Akhu” o Espíritus. Akhu deriva de la raíz Akh, que significa luz, fulgor o brillo. Se puede traducir como espíritu transformado, espíritu luminoso, ser desarrollado o evolucionado, ser transfigurado, ser sobrenatural, etc… El Akhu tenía la cualidad de que podía dar a su ser cualquier forma que deseara. Un ser o espíritu se transfiguraba para intervenir en el mundo físico de la Tierra.
Brazalete egipcio decorado con diosas aladas.
Era un concepto positivo, porque a través de la transfiguración de Akhu se interpretaba que algunos difuntos habían logrado una posición más importante que la que tuvieron en vida, o a veces incluso regresaban al plano físico para “ajustar cuentas pendientes”. El Akhu se representaba como “un pájaro”, pero ante las personas se aparecía como si fuera un fantasma. Eran seres que podían intervenir tanto en el plano físico como en el plano invisible.

Que los Akhu reinaran en el Remoto Egipto, nos confirma la misma idea de que los dioses, y sus posteriores descendientes, como los Akhu, provenían en realidad de los “ángeles caídos” que se habían rebelado en el Cielo.

Cronologías imposibles en todo el mundo

Pero no sólo fueron los egipcios o babilonios, también los persas, hindúes, griegos, etc…, todos los pueblos antiguos tenían tradiciones de la gran longevidad de los primeros habitantes de la Tierra. ¿Todos los registros del mundo tenían los mismos errores de computación del tiempo, referenciando a unos reyes tan longevos? ¿De dónde podrían venir tales tradiciones sino del hecho mismo de que los habitantes de aquella época remota antediluviana vivían ciertamente muy largo tiempo?
¿Todo lo presentado aquí es simplemente la fabulación mitológica de los antiguos? Tal vez. Pero si por el contrario optamos por aceptar la versión de la ciencia oficial actual, entonces tenemos que prepararnos para encontrar una explicación mucho más fantasiosa, a la vez que contradictoria, ya que por ejemplo ha datado que existieron seres humanos hace varios millones de años, y que por ejemplo, se asegura que el eslabón intermedio en la supuesta cadena evolutiva entre el mono y el ser humano es el “australopithecus”, pero nunca jamás se ha encontrado ningún resto de dicho ser.
Cada uno tendrá su propia opinión sobre todo este tema. Yo particularmente, prefiero a los historiadores antiguos, las fuentes ancestrales, y los documentos remotos, al fin y al cabo, “pruebas materiales”; unas referencias muy importantes con las que tenemos que contar, conservar preciadamente en nuestros museos, y que no debemos perder de vista. Y sobre todo, me quedo con lo que también, y complementariamente, nos relata La Biblia. Pero las teorías hipotéticas de Darwin, y las interpretaciones singulares que hace la ciencia actual en el terreno de la Antropología y de la Protohistoria, a mi juicio, no cuadran, y no me merecen ninguna confianza.
Por Fran García

La pirámide negra del «Hijo del Creador»

La pirámide negra del Hijo del Creador

Esta es una pirámide de piedra de alrededor de 25 centimetros de alto. Fue encontrado en la década de 1980 en la selva de Ecuador, y esto y otros artefactos se denominan los artefactos de La Maná.

Es sorprendente, a primera vista, pero existe mucho más en este artefacto que esta fuera de lugar (o, oopart) de lo que parece.

La piedra es blanca y negra, con una pirámide de ladrillo con trece niveles grabado en ella.

También hay un ojo ingeniosamente incrustado en la parte superior de la pirámide.

La pirámide negra del Hijo del Creador

Apagemos las luces y pongamos algo de luz ultravioleta, sólo por diversión.

La pirámide negra del Hijo del Creador
La pirámide de piedra brilla cuando se le aplica luz ultravioleta. 
La pirámide negra del Hijo del Creador
Un acercamiento al ojo incrustado.
La pirámide negra del Hijo del Creador
Una pirámide de piedra original y uno falso – un dolar de la Reserva Federal de EE.UU., con una pirámide de trece niveles más el ojo en él.
La pirámide negra del Hijo del Creador
Por supuesto, trece escalones dentro de esta insignia oficial. Esto es simplemente uno de decenas de representaciones de la pirámide de trece escalones, y el ojo en la cuspide de la piramide. El logotipo de laInformation Awareness Office una rama del DARPA — el que fabrica los jugetes mortales a la élite. Sutil.
Ahora mira esto

Si hasta ahora crees que esto es interesante, espera a que veas lo que se encuentra cuando se invierte la posición de esta pirámide de piedra.

La pirámide negra del Hijo del Creador

La traducción de los cinco símbolos (la quinta esta a la derecha de los cinco puntos de oro), grabado en la base de la pirámide de piedra dice:

«El Hijo del Creador proviene de aquí …»

Este lenguaje es llamado «Pre-Sánscrito», traducido por el lingüista alemán Kurt Schildmann. Según él, este escrito es similar, pero más antiguo, que el Sánscrito. Hasta que Schildmann vio estos (y otros) artefactos, el Sánscrito era considerada la más antigua lengua escrita. Por tanto Schildmann nombró este escrito como los «Pre-Sánscrito». Existen muchos otros artefactos de piedra con inscripciones Pre-Sánscrito a la espera de su traducción.

Los puntos incrustados, por cierto, coinciden con la constelación de Orión.

La pirámide negra del Hijo del Creador

A continuación se presenta la transcripción y su espejo debajo de él, que se encuentra en un sitio Web alemán. Supongo que basa su traducción en la de Schildmann. Nota que el signo que se ve como una «l» no está en el grupo junto con los otros cuatro signos, sino antes (o después) de los puntos incrustados.

La pirámide negra del Hijo del Creador

El sitio alemán traduce esta línea como:

«El hijo/hija de mi Creador se desplaza/viene desde el exterior hacia…» (Incrustación de constelación de Orion)

La pirámide negra del Hijo del Creador

Esta es la traducción espejo:

«… Mi Venus, la estrella del Altísimo/creador es!»

Grandes preguntas por delante

– ¿Que piensas cuando lees «El Hijo del Creador»?

– ¿Por qué esta pirámide de piedra brilla bajo la luz ultravioleta?

– ¿Es esta un alusión a la «luz» relacionada con ese ominoso Iluminado, Lucifer?

Los masones adoran a Lucifer. Ellos están seriamente dentro de la LUZ. Además, son muy de colocar pirámides con un solo ojo en todo su 1% de maldita simbología — y, lamentablemente, en nuestro 99% también.

– ¿Es esta pirámide de piedra la prueba de la creencia del núcleo Masón de que Jesús y Lucifer son los mismos?

– ¿Por qué esta exactamente la misma pirámide de trece niveles con el ojo que todo lo ve alrededor del mundo, aunque le falte siempre la referencia «El Hijo del creador»? De, presumiblemente, ¿Orion?

Existe un rumor de que existen tres de estas originales pirámides de piedra. Uno en posesión de losRothschilds — ¿Que cosa?!

Otro, en un Museo de brujas belga.

Y este, encontrado en la selva de Ecuador en la década de 1980.

Los artefactos fuera de lugar (oop-arts) y los fuera de las Ideas de la ciencia (ooi-sci)

Sólo porque esto y muchos otros objetos no son considerados «genuinos» por la Ciencia del Establishment y sólo por este hecho, es posible sacar esos objetos de un país y mostrarlos en exhibiciones públicas. Piezas de este tipo se desliza bajo determinados radares — hacia la libertad. Verás lo que quiero decir.

Si estos artefactos fuera de lugar fueran considerados «genuinos» — en su mayoría, debido a que ellos no podrían molestar los dogmas de la Ciencia del Establishment — nadie sería capaz de verlos. Nunca. Porque si fueran aceptados por los sacerdotes científicos, estos artefactos pertenecientes a culturas, estados, museos o el Smithsonian (famoso por tirar o «perder» los más jugosos hallazgos), de seguro serían enterrados en alguna bóveda, y nunca más se volverían a ver.

Pero la verdad tiene su propia forma de trabajar fuera de la oscuridad y dentro de la luz. Ciertamente en este caso. ¿Es una señal del cielo?

Los funcionarios suelen solicitar los artefactos hallados a través de canales oficiales, como directores de museos a otros directores de museos, con el propósito de pedir prestado tales «!Pero que Rayos!» artefactos para su estudio … están en prácticamente todos los casos infructuosos. Usualmente, estas peticiones incluso no son hechas. Porque el Museo en donde esta tales «!Pero de donde salio!» artefactos no saben nada acerca de su artefacto solicitado. Y simplemente no lo pueden tener. Por lo tanto, se encuentran enterrados, como si nadie nunca los hubiera desenterrado.

[viewzone]

http://veritas-boss.blogspot.com.es/2012/12/la-piramide-negra-del-hijo-del-creador.html

Los duques de Cambridge están «profundamente apenados» por la muerte de la enfermera

Los duques de Cambridge, el príncipe Guillermo y Kate Middleton, han asegurado este viernes que se sienten «profundamente apenados» por lamuerte de la enfermera Jacintha Saldanha, la mujer que atendió la broma telefónica en la que dos locutores de radio australianos se hicieron pasar por la reina Isabel II de Inglaterra y el príncipe Carlos.

Los duques de Cambridge han lamentado el fallecimiento de la enfermera en un comunicado publicado por la Casa Real británica horas después de que el hospital King Edward VII confirmara la muerte de Saldanha, a la que ha definido como «una enfermera de primera clase».

El pasado martes, dos locutores de la emisora de radio australiana 2DayFM se hicieron pasar por la reina Isabel II de Inglaterra y el príncipe Carlos y consiguieron hablar con la enfermera ahora fallecida, que les desveló datos confidenciales sobre el estado en el que se encontraba la duquesa de Cambridge, que había ingresado horas antes por fuertes náuseas como consecuencia de su embarazo.

Según Sky News, Saldanha llevaba trabajando en el hospital desde hace más de cuatro años y ha sido encontrada muerta en una calle próxima al centro en el que trabajaba. La cadena de televisión británica ha apuntado que la enfermera se habría suicidado.

La BBC ha explicado que la Policía ha sido informada a las 9.35 horas (10.35 hora peninsular española) de que había una mujer tendida en el suelo inconsciente en el centro de Londres.

El hospital King Edward ha confirmado en un comunicado el fallecimiento de su trabajadora y que ella era la que había atendido la llamada telefónica que resultó ser una broma.

«Podemos confirmar que Jacintha había sido víctima de la broma telefónica al hospital«, ha indicado el centro sanitario, que ha subrayado que ha estado respaldando a la enfermera durante todo este «periodo difícil» tras haber sido víctima de la broma telefónica. «Era una enfermera excelente y respetada y gozaba de la simpatía de sus colegas», ha indicado el hospital.

El Reino Fantasma…La Conexión Nazi-Tibet

A primera vista, podría parecer extraño en extremo que los arquitectos del Tercer Reich estuvieran interesados en una región que muchos consideran como el centro espiritual del mundo, hasta, es decir, tenemos en cuenta que, de acuerdo con la mitología Thuleana, este centro fue una vez la patria aria en el Ártico, y fue desplazada con la caída de la Atlántida alrededor de 10,800 antes de Cristo.
Desde entonces, el centro espiritual, mientras ha permanecido oculto para la gran mayoría de la humanidad que son indignos de sus secretos, ha sido la fuerza principal para controlar el destino del planeta. (1)
Los dos reinos ocultos de Agartha y Shambhala constituyen la doble fuente de poder sobrenatural emanando desde el Tíbet, y han llegado a ocupar el ocultismo y la ciencia marginal un lugar importante en el siglo XX.
Antes de abordar el supuesto interés del Tercer Reich en Agartha y Shambala, es esencial que hagamos una pausa para un examen (necesariamente breve) sobre el papel de Shambhala en el misticismo tibetano.
De esta manera, podemos trazar el curso de su deformación y degradación, como fue encajado en el régimen nazi de la cripto-historia.
La Tierra de los Inmortales
El escritor Andrew Tomas pasó muchos años estudiando los mitos y leyendas del Lejano Oriente, y su libro Shambhala: oasis de luz es un argumento elocuente a favor de la existencia real del reino.
En el libro, Tomás cita las escrituras antiguas de China, que se refieren a Nu y Kua, los prototipos asiáticos de Adán y Eva «y su lugar de nacimiento en las montañas de Kun Lun de Asia Central.
Es algo de un misterio: ¿por qué un lugar tan desolado, inhóspito debería servir como Jardín de Edén chino en lugar de las regiones más hospitalarias, como el valle del Yangtsé o la provincia de Shantung, y Tomás especula que el Desierto de Gobi pudo en algún momento haber sido un mar interior con la acompañante tierra fértil. (2)
Como veremos más adelante en este capítulo, el de Gobi es el principal candidato como sitio para una de las antiguas y desconocidas culturas civilizadas cuya sabiduría ha sido transmitida a través de los siglos.
Las montañas Kun Lun ocupan un lugar muy importante en la mitología china, ya que se cree que es en este rango que viven los inmortales, gobernado por Hsi Wang Mu, la Reina Madre de Occidente.
Hsi Wang Mu, a quien también llaman Kuan Yin, la diosa de la misericordia, se dice que vive en un palacio de jade de nueve pisos. Alrededor de este palacio hay un gran jardín en el que crece el árbol de melocotón de la inmortalidad. Sóloa los más sabios y virtuosos de los seres humanos se les permite visitar el jardín y comer del fruto, que aparece sólo una vez cada 6.000 años. (3)
Los Inmortales, que ayudan Hsi Wang Mu en su intento de guiar a la humanidad hacia la sabiduría y la compasión, poseen cuerpos perfectos, sin edad, y se dice que son capaces de viajar a cualquier parte del Universo, y vivir en planetas de otros sistemas estelares.
Como señala Tomás, ya los antiguos chinos creían que los inmortales podían viajar en el espacio en sus cuerpos físicos, o mediante la proyección de su mente, este es todavía un concepto notable para entretener, ya que se basa en la aceptación de la pluralidad de los mundos habitados en el Cosmos.
Los antiguos textos chinos están repletos de leyendas con respecto a los intentos de muchas personas de cruzar el desierto de Gobi hasta las montañas Kun Lun. El más famoso de estos investigadores es, sin duda, el gran filósofo Lao Tse (c. siglo 6 A.C.), autor del libro de la enseñanza taoísta Tao Te Ching, de quien se dice que hizo el viaje a través del desierto de Gobi hacia el final de su vida.
Los archivos del Vaticano también contienen muchos informes realizados por los misioneros católicos relativo a diputaciones de los emperadores de China a los seres espirituales que viven en las montañas. Estos seres poseen cuerpos que son visibles, pero que no son de carne y hueso: son los dioses ‘nacidos de la mente de los dioses’, cuyos cuerpos están compuestos de materia atómica elemental, que les permiten vivir en cualquier lugar en el Universo, incluso en los centros de las estrellas.
Los pueblos de la India también creen en un lugar de sabiduría y de perfección espiritual; lo llaman Kalapa o Katapa, y se dice que se encuentra en una región al norte del Himalaya, en el Tíbet.
Según la tradición india, el desierto de Gobi es el suelo de lo que fue un gran mar, el cual contenía una isla llamada Sweta-Dvipa (Isla Blanca). Los grandes yoguis que una vez vivieron allí se cree que viven todavía en las altas montañas y profundos valles que alguna vez formaron la isla de Sweta-Dvipa.
Esta isla ha sido identificada por los orientalistas con la Isla de Shambhala de la literatura purana, que se dice que está en el centro de un lago de néctar.
En el siglo XVII, dos misioneros jesuitas, Stephen Cacella y John Cabral, registraron la existencia de Chang Shambhala, como fue descrita a ellos por los lamas de Shigatse, donde Cacella vivió durante 23 años hasta su muerte en 1650. (Chang Shambhala significa Norte de Shambhala, que diferencia la morada de los adeptos espirituales de la ciudad llamada Shambala, al norte de Benarés, India.) (4)
Casi 200 años más tarde, un filólogo húngaro llamado Csoma de Koros que vivió durante cuatro años desde 1827 hasta 1830 en un monasterio budista en el Tíbet, dijo que Chang Shambhala se encontraba entre 45° y 50° de latitud norte, más allá del río Syr Daria. (5)
Leyendas de un centro espiritual oculto, una zona sagrada, cuyos habitantes guían secretamente la evolución de la vida en la Tierra son comunes en las culturas antiguas de Oriente.
La escritora Victoria Le Page describe este maravilloso mundo de esta manera:
… En algún lugar más allá del Tíbet, entre los picos helados y valles aislados de Asia Central, se encuentra un paraíso inaccesible, un lugar de sabiduría universal y paz inefable llamadoShambala … Está habitado por adeptos de todas las razas y culturas que forman un círculo interior de la humanidad secretamente guiando su evolución.
En ese lugar, así lo dicen las leyendas, los sabios han existido desde el comienzo de la historia humana, en un valle de lasuprema beatitud que está al abrigo de las heladas y los vientos del Ártico, donde el clima es siempre cálido y templado, el sol brilla siempre, los suaves aires suaves son siempre benéficos y las flores naturales son exuberantes. (6)
Sólo a los más puros de corazón se les permite encontrar este lugar (los demás, con motivaciones menos idealistas, que buscan corren el riesgo de una tumba de hielo) donde el mal, la violencia y la injusticia no existe.
Los habitantes poderes sobrenaturales y una tecnología muy avanzada, sus cuerpos son perfectos, y dedican su tiempo al estudio de las artes y las ciencias. El concepto del centro oculto espiritual del mundo se encuentra en el hinduismo, el budismo, el taoísmo, el chamanismo y otras antiguas tradiciones. En la religión Bon del Tíbet pre-budista, a Shambhala también se le llama ‘Olmolungring’ y ‘Dejong.
En el budismo tibetano, la tradición Shambhálica está consagrada dentro los textos de Kalachakra, que se dice fueron ensañados al rey de Shambala por el Buda, antes de ser devuelto a la India. (7)
Como era de esperar con tal maravilloso y embrujado lugar legendario, ha habido una gran cantidad de especulaciones sobre el paradero exacto de Shambhala. (Es poco probable que se encuentre en las coordenadas del mapa Koros.)
Mientras que algunos esoteristas creen que Shambala es un lugar real, con una presencia concreta, física en un lugar secreto en la Tierra, otros prefieren verlo como existente en un plano espiritual más alto, lo que podría llamarse una nueva dimensión del espacio-tiempo que coincide con el nuestro. Por otra parte, Shambala podría ser considerado como un estado mental, comparable a los términos en que algunos consideran el Santo Grial.
Al igual que con el Grial, Shambhala tal vez sea estado dentro de nosotros mismos, en el que podemos obtener una idea de la espiritualidad más elevada inherente en el universo, a diferencia del mundo terrenal basado en la materia en el que normalmente existimos.
Habiendo dicho esto, cabe señalar que hay ciertos casos en el expediente en el que los occidentales han experimentado visiones de un lugar que lleva una semejanza llamativa a la mítica Shambala. Victoria Le Page, en su libro Shambhala, cita un caso particularmente interesante: la fascinante verdad detrás del mito de Shangri-la.
El caso fue investigado por un doctor Johnson Raynor, que en la década de 1960 reunió varios cientos de relatos de experiencias místicas de primera mano. Involucra a una joven mujer australiana que afirmaba tener habilidades psíquicas, y que fue conocida simplemente como L.C.W.
L.C.W. escribió que a la edad de 21 años comenzó a asistir a un lugar que ella llegó a conocer como «Escuela Nocturna».
Por las noches, en su sueño, ella volaba a este lugar, de cuya ubicación no tenía ni idea. Una vez allí se uniría a otras personas en ejercicios de danza que más tarde reconoció como algo similar a los ejercicios de derviches impartidos por George Gurdjieff.
Después de varios años, se graduó a una clase diferente, donde le enseñaron lecciones espirituales de un gran libro de sabiduría. No fue sino hasta años más tarde, cuando L.C.W. comenzó a interesarse en la literatura mística, que se dio cuenta que la verdadera ubicación de la Escuela Nocturna debe haber sido Shambhala.
L.C.W. tuvo otras visiones en las que veía lo que parecía ser un mástil o antena gigante, que se extendía desde la Tierra al profundo espacio interestelar.
La base de esta antena se encontraba en las montañas de Pamir y TienShan, regiones que están tradicionalmente asociadas con Shambhala. Ella fue llevada hacia esta antena por un guía invisible, y vio que era un pilar de energía, cuyas ramas eran en realidad los caminos que conducían a otros mundos, marcados por figuras geométricas como círculos, triángulos y cuadrados.
De acuerdo con L.C.W., esta «antena» era nada menos que una puerta de entrada a otros tiempos, otras dimensiones y otras regiones de este universo.
Además de la antena sirviendo como puerta de entrada para que las almas de la Tierra viajaran a otros tiempos y lugares,
«ella creía que las almas de otros sistemas en el espacio podrían entrar en la esfera de la tierra por la misma ruta, llevando sus influencias espirituales con ellos». (8)
L.C.W. también sostuvo que la antena puede ser controlada directamente por la mente del viajero, y extendería una ramificación o ‘pseudópodo’ en respuesta a un solo pensamiento.
Esta rama, entonces, se convertía en una ‘trayectoria de la luz’ a lo largo de la cual el alma viajaba, en su caso, se encontró en China 30 años en el futuro. El ser espiritual que la estaba guiando explicó que la tierra estaba en el proceso de purificación, y que un «gran renacimiento» estaba a punto de ocurrir.
Ella también fue testigo de la aparente caída de un grupo de ‘estrellas’ que representaban la llegada de «almas superiores [que] estaban bajando para ayudar en el evento especial». (9) 
Nuestro conocimiento de la tradición Shambhálica en Occidente ha venido principalmente de los estudiosos orientalistas como,
  • Helena Blavatsky
  • René Guénon
  • Jacolliot Louis
  • Saint-Yves d’Alveydre
  • Nicholas Roerich
Puesto que ya hemos pasado algún tiempo con Madame Blavatsky, podemos centrar nuestra atención en el trabajo de los otros, en particular el de Nicholas Roerich (1874-1947), poeta, artista, místico y humanista, y quizás el más famoso y respetado de los esoteristas, quien trajo la noticia de este reino fabuloso para los occidentales.
Nacido en San Petersburgo, Rusia en 1874, Nicholas Roerich provenía de una familia distinguida cuya habilidad para rastrear sus orígenes a los vikingos del siglo X, inspiró su temprano interés por la arqueología.
Este interés llevó a su vez a una fascinación de por vida con el arte, a través del cual, en palabras de P.K.Tampy, quien escribió una monografía sobre Roerich en 1935, fue,
«poseído de un ardiente deseo de llegar a la hermosa y hacer uso de ella para sus hermanos». (10)
Tras asistir a la Academia de Bellas Artes de San Petersburgo, Roerich viajó a París para continuar sus estudios.
En 1906, ganó un premio por su diseño para una nueva iglesia, y también fue recompensado con el cargo de Director de la Academia para el Estímulo de las Bellas Artes de Rusia. Sin embargo, la Revolución Rusa se produjo mientras se encontraba en una visita a Estados Unidos, y se encontró incapaz de regresar a su patria. El profundo interés de Roerich en el misticismo budista lo llevó a proponer una expedición en 1923 que exploraría la India, Mongolia y el Tíbet.
La expedición de Roerich de 1923-26 se hizo a través del desierto de Gobi hasta las montañas de Altai. Fue en esta expedición que el partido de Roerich tuvo una muy inusual experiencia – una de las muchas experiencias que parecen ofrecer extrañas y desconcertantes conexiones entre elementos aparentemente dispares de lo paranormal y que lo convierten en un campo tan complejo y fascinante de investigación humano.
En el verano de 1926, Roerich había establecido un campamento con su hijo, el Dr. George Roerich, y varios guías mongoles en el valle de Shara-gol cerca de las montañas de Humboldt, entre Mongolia y el Tíbet.
Roerich acababa de construir una estupa (o santuario) blanco, dedicado a Shambhala . El santuario fue consagrado en agosto, con la ceremonia presenciada por una serie de lamas invitados.
Dos días más tarde, el partido vio cómo un gran pájaro negro timoneaba a través del cielo por encima de ellos. Esto, sin embargo, no era lo que les sorprendió, ya que muy por detrás del pájaro negro, en lo alto en el cielo sin nubes, se vio claramente un objeto esférico de oro moviéndose de las montañas de Altai, al norte a una velocidad tremenda. Virando bruscamente hacia el sur-oeste, la esfera de oro desapareció rápidamente más allá de las montañas de Humboldt.
Al gritarse los as mongoles unos a otros en extrema emoción, uno de los lamas se volvió a Roerich y le informó que el fabuloso globo de oro era la señal de Shambhala, significando que los señores de ese reinoaprobaban su misión de exploración.
Más tarde, Roerich fue preguntado por otro lama si había sentido un perfume en el aire. Cuando Roerich dijo que se había producido, el lama le dijo que él estaba protegido por el rey de Shambala, Rigden Jye-Po, que el buitre negro era su enemigo, pero que él estaba protegido por una «forma Radiante de la Materia».
El lama agregó que cualquier persona que veía la esfera radiante, debía seguir la dirección en la que voló, porque en esa dirección estaba Shambhala. El propósito exacto de esta expedición (aparte de la exploración) nunca fue claramente hecha por Roerich, pero muchos escritores sobre temas esotéricos han afirmado que él estaba en una misión para devolver un cierto y determinado objeto sagrado a la Torre del Rey en el centro de Shambhala.
De acuerdo con Andrew Tomas, el objeto sagrado era un fragmento de la piedra Chintamani, cuya gran masa se encuentra en la Torre. Sorprendentemente, se dice que la piedra había sido traída a la Tierra originalmente por un ser extraterrestre.
Según la tradición, un cofre cayó del cielo en el año 331; el cofre tenía cuatro objetos sagrados, incluyendo la piedra Chintamani. Muchos años después de que el ataúd fue descubierto, cinco extranjeros visitaron al Rey Tho-Tho-ri-Nyantsan para explicar el uso de los objetos sagrados.
La piedra Chintamani se dice que proviene de uno de los sistemas estelares en la constelación de Orión, probablemente Sirio. El cuerpo principal de la piedra se mantiene siempre en la Torre de Shambala, a pesar de que a veces, pequeñas piezas eran transferidas a otras partes del mundo durante la época de grandes cambios.
Se rumorea que el fragmento de Chintamani que Roerich estaba regresando a la Torre había estado en posesión de la Liga de Naciones, de la que Roerich era un miembro muy respetado.

Extraterrestres. El 5% genético que nos hace diferente a los animales

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=Cr_-iY8ASfQ]

Recogido del documental: Alienígenas Ancestrales de Canal Historia, temporada 1 episodio 2. «En 2006 varios investigadores genéticos descubrieron una zona del genoma a la que llamaron HAR1 y que parece responder únicamente a los humanos, que desarrolla un papel vital en el desarrollo del cerebro humano y que nos distingue del resto de animales del planeta. ¿De donde viene?

El científico Francis Crick que ayudó a descubrir la estructura del ADN asegura que es imposible que por mucha materia viva que se junte en 500 o 600 millones de años, se haya formado de manera natural»

Este hecho, vendría a confirmar la historia que narran la historia de los sumerios – primera civilización humana sobre la tierra -, donde se indica que los «reptilianos» crearon al hombre traspasando parte de su ADN a los animales sobre la tierra.

 

Las Cronologías Imposibles

Las Pruebas palpables de Extraterrestres en la Antigüedad

Una antigua civilización de dioses y semidioses habitó en la Tierra antes que los seres humanos, y hasta la época del Diluvio. 
Todavía en el año 1000 a.C. existían los Gigantes.


 Existen indicios, evidencias, y pruebas, que demuestran que la Historia retrocede mucho más en el tiempo de lo que siempre se ha creído, en una época remota en la que todavía no existían ni los seres humanos. Pero sí habitaban y reinaban en la Tierra otros seres. Una época remota enterrada por la arena del paso del tiempo, pero de la que conservamos algunos recuerdos…

De hecho, mucho tiempo después del Diluvio, todavía seguían quedando en la Tierra seres gigantes. Cuando el pueblo hebreo, bajo el mando del patriarca Moisés (año 1500 a.C.) conquistó la tierra de Canaán, en donde se encuentra el actual Israel, tuvo que enfrentarse contra gigantes. Y más tarde, hacia el año 1.000 a.C. el Rey David luchó contra un gigante llamado Goliath.
Hacia el año 1000 a.C. los israelitas terminaron con los últimos gigantes, los cuales eran seres viles y muy violentos. 

Pero existen otros registros sobre la existencia de seres con formas extrañas, entre ellos los Gigantes. Por ejemplo, en la obra épica griega de «La Odisea», escrita por Homero, el Rey de Itaca, Ulises, y sus hombres, tienen que enfrentarse, durante su aventura náutica por las Islas Griegas, con muchos seres poderosos, entre ellos el Gigante Polifemo, que vivía en una isla. Oficialmente la obra de «La Odisea» se cree que fué escrita hacia el siglo VIII a.C. pero probablemente la historia que se narra sucedió en el 2º milenio a.C.

Es decir, que tanto la Biblia como las obras literarias del mundo antiguo nos hablan de seres poderosos, no humanos, que vivían en la Tierra. 

En 1.991 el geólogo de la Universidad de Boston, Robert Schoch detectó que la Esfinge de Gizeh, en Egipto, había sufrido erosión de agua varios milenios antes de que comenzara oficialmente la Civilización de Egipto.

Por su parte, los investigadores Robert Bauval y Graham Hancock, autores del libro “El Misterio de Orión”, mediante la utilización de un programa informático que recreaba el paisaje astronómico en el pasado, calcularon que el conjunto de Gizeh fue posicionado hacia la Constelación de Orión sobre el año 10.500 a. C.

  El geólogo de la Universidad de Boston, Robert Schoch, (a la izquierda), detectó erosión pluvial en la Esfinge de Gizeh, acontecida varios milenios antes del Imperio Antiguo Egipcio. Según los cálculos astronómicos de los autores de “El Misterio de Orión”, Robert Bauval (centro), y Graham Hancock, (derecha), el conjunto de Gizeh fue posicionado hacia Orión sobre el año 10.500 a. C.

MESOPOTAMIA

Nombre griego que significa “Entre los ríos” y que se refiere al país comprendido entre los ríos Tigris y Eufrates. Comprendía distintas regiones como Sumeria al sur, Acad en el centro, y Asiria, en el norte. En muchas ciudades de esta civilización, se han hallado muchos objetos y documentos antiguos que testimonian las huellas de un pasado remoto sorprendente.

Acad

Ciudad situada a 50 kms al noroeste de Babilonia, también llamada Akkad, Agade, Abu Habba, y Sippar, que significa “ciudad de libros”, lo que indica que esta población fue célebre a causa de sus bibliotecas. Según las crónicas halladas por los arqueólogos, fue la capital del octavo monarca antediluviano, Emenduranna, quien reinó durante 21.000 años.

Las Tablillas de Nippur

Nippur o la ciudad de Nimrod, a 80 kilómetros al sureste de Babilonia, fue excavada por la Universidad de Pensilvania bajo los arqueólogos Peters, Haynes y Hilprecht, entre 1.880 y 1.900. Se encontraron 50.000 tablillas que se cree que fueron escritas durante el tercer milenio a. C., incluyendo una biblioteca de 20.000 tomos, diccionarios y obras completas sobre religión, literatura, leyes y ciencias. También se hallaron archivos de unos Reyes muy longevos.

Prisma de Weld

El Prisma dinástico de Weld: La Lista de los Reyes Sumerios

Se conocen más de una docena de ejemplares de Listas de Reyes Sumerios, encontrados en Babilonia, Susa, y en la Biblioteca Real Asiria de Nínive, del siglo VII a. C. Se cree que todos proceden de un original que probablemente fue escrito durante la tercera dinastía de Ur o un poco antes. El ejemplar mejor conservado de la Lista de Reyes Sumerios es el llamado Prisma de Weld-Blundell.

El Prisma de Weld fue escrito en cuneiforme hacia el 2.170 a. C. por un escriba que firma como Nur-Ninsubur, a finales de la dinastía Isin. El documento ofrece una lista completa de los Reyes de Sumer desde el comienzo, antes del Diluvio, hasta sus propios días, cuando reinaba Sin-Magir, Rey de Isin (1.827 a. C – 1.817 a. C) incluyendo además y expresamente a los 10 Reyes Longevos que vivieron antes del Diluvio Universal.

Se trata de un prisma excelente, de barro cocido, que fue hallado por la expedición Well-Blundell en el año 1.922, en Larsa, hogar del cuarto rey antediluviano, Kichunna, unos pocos kilómetros al norte de Ur, y que posteriormente ha sido depositado en el Museo Ashmolean de Oxford. Se cree que el objeto es anterior en más de un siglo a Abraham, y fue encontrado a poca distancia del hogar del patriarca hebreo.

La lista comienza así: “Tras descender el Reinado del Cielo, Eridú (lugar donde según la Biblia estuvo el Jardín del Edén) se convirtió en la sede del Reino”. La Lista de los Reyes Sumerios, al igual que la Biblia, habla acerca del Diluvio: “Después de que las aguas cubrieran la tierra y que la Realeza volviera a bajar del Cielo, la Realeza se asentó en Kis”. El objeto de la Lista Real era demostrar precisamente que la monarquía bajó del Cielo, y que había sido elegida una determinada ciudad para que dominara sobre todas las demás.

Beroso (Berossus), el historiador y escriba babilonio del año 300 a. C., basando su historia en archivos del Templo de Marduk, copiados a su vez de inscripciones primitivas, muchas de las cuales han sido descubiertas, nombró a los 10 Reyes Longevos de Sumeria, que reinaron entre 10.000 a 60.000 años cada uno de ellos. “En los días de Xisuthro (Zinsuddu) –dice Beroso– ocurrió el Gran Diluvio”.

Tanto las Tablillas de Nippur como el Prisma de Weld dan los nombres y reinados como siguen:

 “Entonces, (después de Utnapishtim) el Diluvio destruyó la Tierra”. Estos son exactamente los mismos reyes que cita el historiador babilónico Beroso.

EGIPTO

En las cronologías de la civilización egipcia nos encontramos también con la presencia de unos seres, conocidos como Dioses y Semidioses. Los historiadores ortodoxos prefieren utilizar otros nombres, y a veces los “semidioses” pueden ser traducidos como “manes”, y los Espíritus se quedan convertidos en “héroes”. Se busca una coherencia en una lógica imposible, aunque sea a costa de profanar lo “sagrado”. Algunos de los documentos históricos más significativos que registran el pasado de la civilización egipcia son por ejemplo el Papiro de Turín, la Piedra de Palermo, y los textos que escribió el sacerdote egipcio Manetón. Pero hay más.

El Papiro de Turín

 También conocido como Canon de Turín, no se conserva completo, y está escrito en lenguaje hierático. Se deduce que originalmente debía contener más de 300 nombres de Reyes, detallando con precisión los años, meses y días de cada reinado. Recoge los reinados de 10 llamados Dioses o Neteru y de varias dinastías de semidioses, como las de los Shemsu-Hor (Compañeros de Horus) y los Venerables de Menfis.

La cronología del Papiro de Turín finaliza así: “Los Akhu, Shemsu Hor, 13.420 años; reinados antes de los Shemsu Hor, 23.200 años; total: 36.620 años”.

 La Piedra de Palermo se encuentra en el Museo de Palermo.

La Piedra de Palermo

A juzgar por el último rey que aparece en el listado, debería pertenecer al reinado del Faraón Neferirkare (2.446 – 2.426 a. C.), Rey de la V dinastía. Se trata de la mitad de una enorme losa de diorita negra, que originalmente debía medir aproximadamente unos 2 metros de longitud y 60 cms de altura, y que actualmente se puede contemplar en el Museo de Palermo, aunque en realidad existen 7 fragmentos en total distribuidos por diferentes museos del mundo. El documento, en escritura jeroglífica, da cuenta de 120 reyes predinásticos que reinaron antes de que existiera oficialmente la civilización egipcia. De nuevo aparecen los nombres de los misteriosos “Dioses” y “Semidioses” engrosando las genealogías reales egipcias.

Manetón de Heliópolis

Manetón fue un sacerdote egipcio de Heliópolis que vivió en el siglo III a. C., durante los reinados de Ptolomeo I y II poco tiempo después del historiador babilónico Beroso, siendo ambos casi contemporáneos. Las cronologías que detalló Manetón encajan perfectamente con el Papiro de Turín y la Piedra de Palermo.

Manetón escribió “La Historia de Egipto” en 3 volúmenes o tomos, que en realidad ya no existen. Pero nos han llegado fragmentos recogidos por distintos autores. Por un lado, las citas de Flabio Josefo (siglo I d. C.); y por otro, los escritos de los llamados “padres” (autores relacionados con la Iglesia), como Julio Africano (siglo III d. C.), Eusebio de Cesarea (siglo IV d. C.), y Sincelo, conocido como Jorge el Monje (siglo IX d. C.).

Eusebio de Cesarea

Pues bien, según recoge Eusebio, una dinastía de dioses reinó en Egipto durante 13.900 años: el primer dios fue Vulcano, el dios descubridor del fuego, después el Sol, Sosis, Saturno, Isis y Osiris, Tifón hermano de Osiris, y Horus hijo de Isis y Osiris. A estos, siguieron dinastías de Semidioses héroes que reinaron durante 11.025 años. Lo que hace un total de 24.925 años. A partir de ese tiempo, aproximadamente sobre el 3.000 a. C. reinaría el primer faraón humano.

Parece que oficialmente es Menes el primer Faraón hombre, también identificado como Narmer, pero seguramente hubo algunos otros anteriores. De hecho se sabe que anteriormente a Menes reinaron otros monarcas como el Faraón Escorpión y el Faraón ka.

Lista de los primeros Reyes de Egipto, según Eusebio de Cesarea:

Seguir leyendo Las Cronologías Imposibles

El príncipe Carlos, descendiente del conde Drácula Rumanía usa la relación con la familia real británica para atraer turistas

«Según la genealogía, soy descendiente de Vlad III», dice el heredero del trono británico en el vídeo presentado por Rumanía en la famosa feria turística World Travel Market que se celebra en Londres. En la feria también presentan el árbol genealógico de la Casa de Windsor, que demuestra que la familia real se unió a los condes de Transilvania en el siglo XIX, cuando el rey Jorge V se casó con María de Teck, y que el principe Carlos es descendiente de Vlad Drácula en la 16ª generación. Al príncipe no le da miedo esta relación. Al contrario, hace unos años se compró una casa en Transilvania (parte de Rumanía). Le encanta el país y desde hace años encabeza una fundación que se encarga de la restauración y conservación del patrimonio de aproximadamente 180 pueblos de Transilvania. Además, Carlos ha trabajado mucho para la conservación de los bosques de la región donde siguen viviendo muchos animales. En el video, presentado en la exposición World Travel Market, el príncipe denomina a Transilvania como tesoro nacional debido a sus paisajes y tradiciones agropecuarias. La participación del príncipe en la promoción turística del país, así como su relación con Drácula mencionada en la película y en los folletos de promoción, ya ha ayudado a aumentar el número de turistas desde el Reino Unido en un 7%. Vlad Drácula, que inspiró a Bram Stoker para escribir su novela sobre el conde vampiro, luchó contra el expansionismo otomano que amenazaba a su país y al resto de Europa. También fue famoso por su crueldad y su manera favorita de atormentar a sus enemigos empalándolos.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/57887-principe-carlos-descendiente-conde-dracula?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=all

Analizan en el Reino Unido el esqueleto de un ‘vampiro’ de la Edad Media Los restos fueron atravesados con estacas para que el muerto «no se levantara de la tumba»

Aunque la figura de los muertos que se levantan de sus tumbas se contempla hoy como un mito fantástico popularizado por películas y novelas, es posible que en la Edad Media se lo tomaran mucho más en serio. Un reciente informe sobre excavaciones arqueológicas realizadas en el condado de Nottinghamshire del Reino Unido en la década de 1950, demuestra que los británicos de aquel entonces se tomaban el problema de los muertos que se levantan de sus tumbas, como los vampiros, como una terrorífica realidad.

Foto: southwellarchaeology.org.uk El equipo, liderado por el arqueólogo Charles Daniels, descubrió en 1959 un esqueleto que databa de los años 550-700 d. C. aproximadamente, con estacas atravesando sus hombros, corazón y tobillos.  Ahora, más de medio siglo después de esos hallazgos, Matthew Beresford, de la organización Southwell Archaeology, analizó los descubrimientos más minuciosamente.

Foto: southwellarchaeology.org.uk El arqueólogo comparte la opinión de muchos científicos de que estas estacas se usaron a la hora del entierro para evitar que los “muertos peligrosos”, como vampiros, se levantaran de las tumbas y persiguieran a los vivos. John Lock, el presidente de la organización, destacó que esta inhumación es una de las pocas parecidas encontradas en el Reino Unido. Según él, no hay manera de saber seguro por qué esta persona fue enterrada así ni quién era, pero es cierto que “era alguien de quien la gente tenía mucho miedo y no querían que regresara de entre los muertos”.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/57738-analizan-reino-unido-esqueleto-vampiro-edad-media?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=all