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Rey Nuada y su famosa espada de la Luz
Data del 12 º siglo, el «Lebor Gabala» o «El Libro de las Invasiones» habla de cómo Irlanda llegó a ser poblada. Después de la gran inundación, sólo el Fomorians, una raza sobrenatural en la mitología irlandesa, se quedaron con vida en la Isla Verde. Estos eran seres monstruosos gigantes, parte humanos y parte de la bestia. Cuando los Tuatha de Danann («el pueblo de la diosa Danu») llegó a Irlanda, que les gustó el lugar tanto que querían establecerse allí para siempre. Así que no iban a tener la tentación de salir, incluso establecen sus naves en llamas. Sin embargo, en la Isla Verde, fueron confrontados con la Fomorians.
Los Fomorians según lo representado por John Duncan, 1912 (dominio público)
Sin embargo, la isla también fue habitada por los Fir Bolg, el cuarto grupo de personas para instalarse en Irlanda. Así que no iban a tener que luchar, los Tuatha de Danann propuesta de paz y para los dos pueblos a dividir la tierra en partes iguales entre ellos. Por desgracia, los Fir Bolg se negó y la guerra se hizo inevitable. Rey Nuada de los Tuatha de Danann y Rey Eochai del abeto Bolg tenían sus ejércitos luchan por día, pero sin ninguna victoria decisiva de cualquier lado. Debido a esto, Nuada propuesto que diez de los mejores guerreros de ambos lados tienen una confrontación cara a cara que decidiría el resultado de la guerra.
En la mitología irlandesa, Nuada es conocido por muchos nombres como Nuadu, NuaDHA, el Nodens británico o los galeses Nudd o Ludd Llaw Eraint. En la mitología nórdica, que se asocia con el dios Tyr, el dios guerrero que también perdió un brazo al lobo Fenrir.
Embajadores de la reunión del abeto Bolg y Tuath Dé antes de la Batalla de Moytura, una ilustración por JC Leyendecker en TW Rolleston de Mitos y Leyendas de la Raza Celta de 1911 (dominio público)
Antes de la famosa batalla de Magh Tuireadh (conocido como «Cath Maige Tuired»), Nuada recibió la visita en la noche de la diosa terrible de la guerra, Morrigan. Como resultado, el rey entró en una especie de trance que se caracteriza por un guerrero pura rabia y decidió enfrentar Streng, uno de los campeones de los Fir Bolg. En esta lucha, Nuada perdió su brazo a su oponente. Sin embargo, durante el enfrentamiento, el rey Eochai fue asesinado, y los Tuatha de Danann ganó la guerra. Ley Celtic impidió una persona mutilada de pronunciarse. Por lo tanto, a pesar de que Nuada fue muy querido y apreciado como rey, tuvo que renunciar. El nuevo rey era Bres, un hombre que nació después de la Fomorian rey Elatha había violado Eriu, la reina de los Tuatha de Danann. Al ser un mestizo, todo el mundo pensaba que el reinado Bres ‘traería una paz duradera con los Fomorians.
Bres casó con Brigitte, la hija del dios Tuatha Dagda, una señora que preside bardos y los druidas, y un hombre de los Tuatha de Dannan llamado Cian casó Eithne, la hija de la cruel Fomorian Balor. Los dos tuvieron un hijo llamado Lug (Lugh), el futuro dios del sol. Sin embargo, Bres demostró ser un rey malvado que consideraba a sí mismo como más Fomorian de Tuatha. Él esclavizó a su pueblo y se hizo odiaba tanto que fue finalmente despidió. Una creencia celta declaró que un mal rey también atrajo calamidades sobre su pueblo, por lo que no estaba en condiciones de gobernar. Bres fue a vivir con los Fomorians y comenzó a tramar su venganza.
Mientras tanto, el dios guerrero Diancecht, ayudado por los herreros Goibniu, formó un brazo de plata para Nuada para reemplazar el que había perdido. Por esta razón, Nuada se conocía como «Nuada Airgethlam», que significa «Nuada del Brazo de Plata». Aún así, Miach, uno de los hijos de Diancecht, hizo un trabajo aún mejor que su padre. Se las arregló para volver a crear el brazo del ex rey totalmente fuera de carne y hueso. En estas circunstancias, Nuada podría convertirse en rey, una vez más y gobernó durante 20 años más.
Nuada del Brazo de Plata de Jim Fitzpatrick (jimfitzpatrick.com)
Con la ayuda de la Fomorian Balor del mal de ojo, Bres intentó volver a tomar el trono. Un período de la guerra siguió y Lug creció hasta ser muy apreciado en la corte. Nuada decidió dejar Lug liderar el Tuatha de Danann en la batalla contra los Fomorians y la segunda batalla de Mag Tuired siguieron. Durante esta batalla, Balor mató Nuada y lo decapitó, pero fue vengada por Lug. Lug mató Balor y en última instancia llevó a los Tuatha de Danann a la victoria.
1,905 ilustración de sanguinario lanza mágica de Lug por HR Millar (dominio público)
Nuada es recordado por un arma poderosa y misteriosa que utilizó. Esta arma fue la espada de la luz conocida como «Claimh Solais». Esta espada fue uno de los cuatro tesoros de los Tuatha de Danann, traídos de la gran ciudad de Findias. Se dice que una vez que la espada fue extraída de su vaina, nadie podía escapar de ella y nadie podía resistirse a ella. A veces, la espada parecía una antorcha brillante brillante conocida como «Cainnel de Nuadu».Como el primer rey de los Tuatha de Danann, Nuada sigue siendo un personaje fascinante en la mitología celta.
Imagen destacada: Nuada El Gran Rey por Jim Fitzpatrick (jimfitzpatrick.com)
Por: Valda Roric
Referencias:
Michele Mira Pons – «mitología celta»
Herve Le Floch – «Los celtas – Una Civilización Original»
TGE Powell – «Los celtas»
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¿Qué nos dice la mitología sobre las Edades Míticas?
En el Bhagavad Gita, Krisna le dice a Arjuna, uno de los héroes del poema épico hindú Majábharata y tercero de los cinco hermanos Pándava: “Así como un fuego ardiente convierte la leña en cenizas, ¡oh, Arjuna!, así mismo el fuego del conocimiento reduce a cenizas todas las reacciones de las actividades materiales“. Krisna explica a Arjuna que la causa de la ignorancia es el materialismo, que cubre el verdadero conocimiento, y por ello la ignorancia nos ciega. La ceguera es la ignorancia, y la visión es el conocimiento. En la mitología griega, Prometeo es el Titán amigo de los mortales, honrado principalmente por robar el fuego de los dioses en el tallo de una cañaheja, darlo a los hombres para su uso y posteriormente ser castigado por Zeus por este motivo. Como introductor del fuego e inventor del sacrificio, Prometeo es considerado el Titán protector de la civilización humana. Pero, ¿quiénes eran los titanes? En la mitología griega, los titanes y las titánides eran una raza de poderosos dioses que gobernaron durante la legendaria Edad de Oro. El término Edad de Oro proviene de la mitología griega y fue recogido por primera vez por el poeta griego Hesíodo. Se refiere a la etapa inicial de las edades del hombre en la que vivió en un estado ideal o utopía, cuando la humanidad era pura e inmortal. En las obras literarias, la Edad de Oro usualmente acaba con un acontecimiento devastador, que trae consigo la caída del hombre. La idea de una Edad de Oro aparece por vez primera en el poema los Trabajos y días, de Hesíodo, en la mitad del siglo VIII a. C. Según el poeta, se trata de la primera edad mítica, el tiempo de «una dorada estirpe de hombres mortales», que «crearon en los primeros tiempos los inmortales que habitaban el Olimpo. Vivieron en los tiempos de Crono, cuando reinaba en el cielo». Hesíodo describe otras cuatro eras que sucedieron a la edad de oro en orden cronológico. Se trataría de la edad de plata, la edad de bronce, la edad de los héroes y la edad del hierro. Es curioso que el número de cuatro edades del hombre, si no consideramos la edad de los héroes, se correspondan también con el número cuatro para las grandes eras geológicas. La mítica Edad de Oro descrita por Hesíodo está en la base de «toda la historia del pensamiento griego, alimentando los sueños de los que por diversas razones rechazan el mundo en que viven». En la mítica Edad de Oro no se conocía ni la guerra, ni el trabajo, ni la vejez, ni la enfermedad. Las personas morían en un sueño pacífico y la tierra producía bienes en cantidad suficiente para satisfacer todas las necesidades. Por consiguiente, no había razón alguna para que surgiese ningún conflicto, por lo que los hombres de la raza de oro llevaban una vida tranquila y feliz, que se correspondería con la idea del Paraíso Terrenal o Edén.
Helena Blavatsky, también conocida como Madame Blavatsky, cuyo nombre de soltera era Helena von Hahn y luego de casada Helena Petrovna Blavátskaya, (1831 – 1891), fue una escritora, ocultista y teósofa rusa. Fue también una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica y contribuyó a la difusión de la Teosofía moderna. Sus libros más importantes son Isis sin velo y La Doctrina Secreta (en que está basado este artículo), escritos en 1875 y 1888, respectivamente. En sus escritos, de gran erudición, se refirió a una serie de civilizaciones antiguas, algunas de ellas perdidas, que han servido de inspiración a escritores posteriores que han tratado estos temas. Me he basado en algunos de sus escritos para redactar este artículo. Blavatsky alegó que no era la autora de los libros sino que habían sido inspirados por los Mahatmas, a través de su cuerpo físico, en un proceso llamado Tulku, que según la autora, no es un proceso mediúmnico. En enero de 1884 se publicó en The Theosophist (revista oficial de la Sociedad Teosófica) la noticia de que Blavatsky escribiría una obra que ampliaría la información contenida en su gran trabajo anterior, titulado Isis Sin Velo. Se escribió entre los años 1884 y 1885. A principios de 1886, en una carta dirigida a Alfred Sinnett, Blavatsky dijo que la obra sería ampliada respecto al plan original, lo que supuso la reescritura de algunos de sus capítulos. En septiembre de 1886, envió desde Europa a la India el que sería el volumen I, pero resolvió inmediatamente después volver a reescribirlo con adiciones y cambios. En 1887, Elena Blavatsky estaba muy enferma, al borde de la muerte. Recibió, luego la visita de uno de sus instructores tibetanos y le dio según dijo, la siguiente elección: o bien morir, liberándose del cuerpo enfermo, o seguir viviendo para poder poner fin a la Doctrina Secreta. Ella se recuperó y siguió escribiendo la obra. En la primavera de 1887 residía en Londres donde completó el trabajo que fue publicado simultáneamente en Londres y Nueva York, a finales de octubre de 1888. Las últimas palabras de Blavatsky acerca del trabajo fueron las siguientes: “este libro está dedicado a todos los verdaderos teosofistas”.
El mito de la Edad de Oro aparece también en el diálogo Político de Platón: “No había en absoluto constitución, ni posesión de mujeres ni de niños, porque desde el seno de la tierra es de donde todos remontan a la vida, sin guardar ningún recuerdo de sus existencias anteriores. En lugar de esto, poseían en profusión los frutos de los árboles y de toda una vegetación generosa, y los recogían sin necesidad de cultivarlos en una tierra que se los ofrecía por sí misma. Vivían frecuentemente al aire libre, sin cama ni vestidos, ya que las estaciones eran de un clima tan agradable que no les ocasionaban molestias, y sus lechos eran nobles entre la hierba que crecía en abundancia“. Algunas obras pastorales de ficción representan la vida en una imaginaria Arcadia, región de la antigua Grecia que se ha convertido en el nombre de un país imaginario, creado y descrito por diversos poetas y artistas, como continuación de la vida en la Edad de Oro. El poeta latino Ovidio también habla de las diferentes edades del hombre en Las metamorfosis. La Edad de Oro tuvo lugar inmediatamente después de la creación del hombre, cuando Saturno gobernaba el cielo, por lo que igualmente se la llamaba reinado de Saturno. En la mitología romana, Saturno era un importante dios de la agricultura y la cosecha. Fue identificado en la antigüedad con el titán griego Crono, entremezclándose con frecuencia los mitos de ambos. Saturno es representado como un anciano con larga y espesa barba blanca, con una hoz en la mano. Es el emblema del tiempo y lo simboliza como algo muy antiguo que todo lo destruye y acaba. Los griegos consideraban el cielo como el más antiguo de los dioses y le daban el nombre de Urano, homólogo del dios romano Caelus, o el Cielo. Del firmamento y de la diosa romana Tellus, antigua Cibeles o Tierra, resultaron dos hijos: Titán y Saturno, de los cuales el segundo era el menor. Tendrían un equivalencia en los dos dioses hermanos sumerios Enlil y Enki. Saturno obtuvo de su hermano mayor Titán el favor de reinar en su lugar pero puso una condición: «Saturno no debía criar hijos». Se casó con Ops (Rea), con quien tuvo varios hijos. Pero por causa del pacto que había suscrito con su hermano, decidía devorarlos. Ops ocultó a Júpiter, a Neptuno y a Plutón y los hizo criar en secreto, mostrando solo a su hija Juno. Titán descubrió el engaño y le encarceló junto con su esposa. Una vez adulto, Júpiter hizo la guerra a su tío Titán, derrotándolo, y devolvió el imperio del cielo a su padre, Saturno, equivalente al tiempo. Saturno trató de matar a su hijo Júpiter, pero éste le venció y se apoderó del imperio del cielo. Así la dinastía de Saturno y Ops perduró en detrimento de la de Titán. El mito concluye con que Saturno quedó reducido a la condición de simple mortal, yendo a refugiarse al Lacio, donde puso orden entre los hombres y les dio leyes. Otra versión dice que fue bien recibido por Jano, rey del Lacio.
La Edad de Oro era un tiempo de inocencia, de justicia, de abundancia y de bondad. La Tierra gozaba de una primavera perpetua, y los campos fructificaban sin necesidad de que los cultivasen. Cuando Saturno fue lanzado a las tinieblas del Tártaro, Júpiter se convirtió en el amo del mundo, con lo que comenzó la Edad de Plata. Se encuentran igualmente evocaciones a la Edad de Oro en otros autores y poetas latinos como Tíbulo, en una de sus elegías, y Virgilio, en las Geórgicas. No sólo la literatura ha recogido la idea de una Edad de Oro, sino que la pintura también recogió el tema, a partir del Renacimiento, usando sobre todo el símbolo del laurel. En el siglo XVII también se acogió como tema literario, y permaneció como tema popular de tipo legendario. Las edades o las razas del hombre son las etapas por las que ha pasado la humanidad desde su creación, según la mitología clásica. Sus fuentes literarias principales son las obras del griego Hesíodo y el latino Ovidio, así como con una versión de San Jerónimo de Estridón en el comienzo de la época medieval. El mito tiene una estructura general que presenta una sucesión de etapas, desde un principio lejano en el tiempo, en el que los hombres vivían de forma semejante a los dioses, y llamada Edad de Oro, hasta la época de quien narra la historia, en la Edad de Hierro actual. Las versiones presentan diferencias significativas. El primer testimonio conocido del mito de las razas proviene del poema Trabajos y días, de Hesíodo. El poeta introduce el relato diciendo que contará cómo los dioses y los hombres tuvieron el mismo origen. De ahí vendría la frase de que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Hesíodo describe que al principio los dioses crearon una estirpe dorada de mortales. Estos existieron en tiempos del reinado de Crono y vivían como si fueran dioses, es decir, sin fatigas, preocupaciones ni miserias. A su vez eran siempre jóvenes y fuertes, disfrutaban de fiestas y no conocían el mal. Poseían alegrías de todo tipo y la tierra fértil los proveía de manera espontánea de abundantes frutos. Alternaban sus trabajos con muchos deleites. Además eran ricos en rebaños, cercanos y agradables a los bienaventurados dioses. No conocían la muerte sino que, en vez de eso, se sumían en un sueño. Una vez que fueron sepultados bajo tierra, Zeus les concedió el rango de démones, y ahora gozan del privilegio de ser protectores de los mortales y proveedores de riquezas. También vigilan las sentencias y malas acciones recorriendo todo el mundo. Un demon, daimon, o daimón es un concepto de la mitología y la religión griega cuyo significado puede ser diferente según el contexto en el que aparece. En los textos de Homero habitualmente tenía el significado de una divinidad indeterminada; cuando se aplicaba a la vida del hombre, equivalía a la fortuna, la suerte, un genio protector, el destino o la fatalidad.
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La Caja de Pandora…
El enigmático Disco de Festos podría ser un antiguo himno a Astarté, diosa del amor y de la guerra
Uno de los más desconcertantes misterios de la arqueología es un enigmático disco de arcilla hallado entre las ruinas de un antiguo palacio minoico. Un lingüista afirma ahora que una diosa podría ser la clave para descifrar el código del Disco de Festos.
El Dr. Gareth Owens, lingüista y coordinador del programa Erasmus y miembro del Instituto Tecnológico Educacional (ITE) de Creta, lleva tiempo trabajando para descifrar los sistemas de escritura Lineal A y Lineal B, propios de la antigua Grecia y la civilización minoica. En los últimos años, ha logrado descubrir el significado de algunas palabras clave y el sentido general del mensaje que contiene.
Cara A del Disco de Festos
Hallado por un arqueólogo italiano en el palacio de Festos de la costa sur de Creta, el disco, una tablilla circular de barro cocido de color ocre, está cubierto por ambas caras por una espiral de extraños símbolos grabados sobre su superficie, que gira en el sentido de las agujas del reloj en dirección al centro del disco. Se cree que estos 45 misteriosos símbolos fueron estampados aplicando sellos de los diferentes jeroglíficos sobre la arcilla aún fresca del disco.
Detalle del Disco de Festos
Astarté: diosa del amor y de la guerra
Owens examinó diversas secuencias de signos halladas en tres secciones de una de las caras del disco. En ellas se lee I-QE-KU-RJA, que significa “gran señora trascendente”, mientras que en la otra cara, identificó la palabra AKKA, que significa “madre embarazada”. Partiendo de estos datos, Owens interpreta que el disco de Festos es una oración a la diosa madre de la época minoica.
En declaraciones realizadas la semana pasada a la web griega de noticias Iefimerida, Owens afirma que un nuevo análisis de la inscripción sugiere que la expresión ‘diosa embarazada’ podría referirse a Astarté, diosa de la fertilidad, la sexualidad y la guerra. Astarté, una diosa importante dentro del panteón minoico, era la versión helenizada de la diosa del Medio Oriente Ishtar, y fue adoptada más tarde por la religión grecorromana bajo las formas de Afrodita, Artemisa y Juno.
En palabras de Owens: “No hay duda de que estamos hablando de un texto religioso. Esto queda claro al compararlo con las palabras religiosas de otras inscripciones procedentes de los montes sagrados de Creta, además de otros textos. Algunas de las palabras son exactamente las mismas.”
LA IMPORTANCIA DE LA LUZ Y LA MATERNIDAD
ANTIGUOS Y MISTERIOSOS CÓDIGOS
Cuando Santa Claus era verde (los orígenes paganos, sincréticos y comerciales de Santa Claus)
Primero hay que aclarar que Santa Claus no fue creado por Coca-Cola ni coloreado de rojo por esta marca (al menos de que exista una gigantesca conspiración secreta). Dicho eso, Coca-Cola sí ayudó a fijar y consolidar la imagen relativamente global de Santa Claus, transformando una figura ligada a los poderes de la naturaleza en un ícono de la sociedad de consumo. Existen diversas representaciones de Santa Claus vestido de rojo, ligado también a Papa Noel o Papa Navidad, antes de que Coca-Cola lo integrara a su publicidad. Por otro lado la figura de Santa Claus parece ser no sólo la transformación de San Nicolás, el santo que otorgó sus posesiones materiales a los pobres, sino también de una serie de dioses y héroes en las tradiciones nórdicas y druidas, ligadas al solsticio de invierno y representadas con vestimentas verdes como un vínculo con la naturaleza.
Como suele ocurrir en las transpolaciones de mitos y figuras divinas de una cultura a otra, en el caso de Santa Claus parece haber una serie de amalgamas de diferentes personajes. Aparentemente el nombre de Santa Claus viene de Sinterklass, la versión de San Nicolás holandesa, que tradicionalmente celebraba su fiesta el 6 de diciembre. Este santo habría arribado a finales del siglo 18 a Estados Unidos con los inmigrantes holandeses que en esa época jugaron un papel importante en la conformación sociocultural de ciudades como Nueva York, entre otras.
Esta figura parece haber tomado algunas importantes características de la mitología druida, siendo quizás una fusión del Holly King de los celtas, quien utilizaba una corona de acebo en su sombrero –un adorno navideño que ha sobrevivido hasta nuestros días. También de los druidas proviene la tradición que liga estas fechas al muérdago, siendo esta planta parasitaria sagrada por crecer sobre los robles, el árbol sagrado. El Holly King era conocido por utilizar una vestimenta verde con vivos rojos, por cazar pata brindar provisiones para todo su pueblo durante el invierno e incluso por llevar un trineo conducido por renos. Son numerosas las connotaciones chamánicas que tiene esta figura que preside sobre las fuerzas de la naturaleza, que caza utilizando la magia y que es el gran proveedor de la comunidad. Una de las teorías más radicales e interesantes ha comparado a Santa Claus con un chamán, conectando el gusto que tienen los renos por los hongos amanita muscaria (de colores rojo y blanco) con los renos voladores de Santa Claus y por supuesto también por el acto de volar en un trineo, así como producir regalos mágicos con una hueste de duendes. También se vincula el supuesto origen de Santa Claus en el Polo Norte con el axis mundi que ha sido ligado en las culturas chamánicas con la estrella polar y el árbol de navidad con este mismo eje cósmico.
El sitio Pagans Path sugiere que este acto del vuelo cósmico de Santa Claus para repartir regalos proviene del mito de Odin, quien en la saga poética de Snorri Sturlson, el gran cronista islandés, aparece montando un caballo de 8 piernas que puede viajar por grandes distancias en el aire. En la fiesta de Yule (el solsticio de invierno), Odin lidera una gran cacería por el cielo con este majestuoso animal que podría ser el antecedente de los 8 renos voladores. Esto también porque al parecer existía una tradición pagana en la que Odin recompensaba a los niños llenando sus botas de regalos. Otros dioses del panteón nórdico, como Thor o Tomte también utilizan carros llevados por diferentes animales que probablemente han sido agregados a la leyenda mixta de Sana Claus.
El Holly King druida es también adorado en distintas culturas como el Padre Invierno una figura que parece hacer eco del Padre Cronos, el dios Saturno, cuyas fiestas también se celebraban alrededor de estas fechas en Roma, en las famosas saturnalias. Un ejemplo de esto es el Ded Moroz o Padre Escarcha de la cultura eslávica que también era un mago semidivino ligado a la nieve y que fue transformado en una figura muy similar a Santa Claus posteriormente.
Uno podría pensar que Santa Claus de alguna manera fusionó los diferentes símbolos asociados con figuras chamánicas y deidades invernales paganas con San Nicolás y su generosidad santificada por la Iglesia.
La iconografía con la que conocemos actualmente a Santa Claus no había sido estandarizada de ninguna manera aunque claramente existía una línea que lo representaba con el traje rojo y blanco. Esta línea parece originarse en una serie de grabados que hizo Thomas Nast entre 1863 y 1886 para la revista Harper’s Weekly, aparentemente ligados a la idea de que los niños le escribieran cartas y recibieran recompensas por su buena conducta.
Fue en la década de los 30 cuando el artista sueco Haddon Sundblom, comisionado por Coca-Cola, hizo una serie de dibujos de Santa con su traje rojo y su enorme cinturón, los cuales fueron usados por los siguientes treinta años en la publicidad de esta marca consolidando una imagen que quizás era más dispar y heterogénea de lo que hoy pensamos.
Con información de:
http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/magazine/7152054.stm
http://www.paganspath.com/magik/yule-history2.htm
http://publicdomainreview.org/collections/a-pictorial-history-of-santa-claus/
http://pijamasurf.com/2015/12/cuando-santa-claus-era-verde-los-origenes-paganos-sincreticos-y-comerciales-de-santa-claus/
La teoría de la deriva de los continentes ya es centenaria, pero aún sigue casi en pañales
En 1915, la comunidad científica no tenía dudas de que la Tierra giraba. Las cosas situadas en el ecuador de nuestro planeta se mueven a casi 1700 kilómetros por hora y esta velocidad va disminuyendo en la medida que nos acercamos a los polos, tendiendo a cero.
En ese año en que Europa estaba ensangrentada por la Primera Guerra Mundial, tampoco había titubeos acerca de que el globo terráqueo se traslada alrededor del Sol. Lo hace a unos buenos 15 000 kilómetros por hora. Y entonces, en ese mismo 1915, apareció un soldado y geólogo alemán que disponía de un permiso por una herida de guerra y, continuando unos trabajos que había paralizado para alistarse, publicó un libro, El origen de los continentes y los océanos, diciendo que los continentes también se movían.
Ya fue demasiado movimiento. Alfred Wegener fue cubierto de burlas y reproches y no faltó quien dijera que se trataba de otro ser humano seriamente trastornado por las brutalidades en el frente de batalla.
Más allá de la intuición
Bastante antes que Wegener ya los científicos y muchos aficionados se planteaban una perturbadora interrogante ¿Por qué el perfil del este de América del Sur parece encajar casi perfectamente, como dos piezas de un rompecabezas, en el oeste de África ¿Sería que alguna vez estuvieron juntos y por alguna razón se separaron?
Wegener reunió su intuición y conocimientos, y estudió el asunto en más profundidad. Encontró que la estructura geológica y el registro fósil a ambos lados del Atlántico eran asombrosamente parecidos y lanzó su atrevida hipótesis de la deriva de los continentes, que ha cumplido cien años en 2015. Hubo que esperar unos 45 años, hasta cerca de 1960, para que la revolucionaria teoría de Wegener terminara por convencer a los gremios de la ciencia.
El alemán no pudo ser honrado en vida por su descubrimiento ya que había muerto en 1930 durante una expedición por Groenlandia, que fue la gran pasión de su vida. También era meteorólogo y fundó la primera estación meteorológicaen la inmensa isla.
La tectónica de placas
En menos de 60 años, la tectónica de placas, el campo de la ciencia del que Wegener fue pionero, ha alargado los pantalones, pero no mucho. Se sabe que hay 15 placas tectónicas mayores y 43 menores, y que se mueven aproximadamente unos 2,5 centímetros por año, para fortuna nuestra, una velocidad muy inferior a la que exhibe la Tierra en sus movimientos de rotación y de traslación, para no involucrar a la Vía Láctea, que va todavía más rápido.
Lo poco que se sabe sobre los terremotos y la actividad volcánica tiene mucho que ver con el estudio de la tectónica de placas y esta teoría ha permitido elaborar los mapas de riesgos que ayudan a estar algo preparados frente a estos desastres. También, la tectónica ofrece la explicación más satisfactoria sobre las enormes formaciones por debajo de los océanos, que son erigidas por la alucinante cantidad de materiales que surgen por el desplazamiento de las placas. Y esto es casi todo. La mayoría de las cosas sobre esta fascinante teoría, ya centenaria, está por descubrir.
http://www.batanga.com/curiosidades/57762/la-teoria-de-la-deriva-de-los-continentes-ya-es-centenaria-pero-aun-sigue-casi-en-panales?utm_source=FacebookRSS
¿Fue real la historia del diluvio universal? Leyendas americanas-
La idea de una gran catástrofe en forma de gran inundación que asoló la Tierra destruyendo la mayor parte del planeta está presente en la memoria colectiva de las culturas más representativas del mundo, dibujando los diversos mitos el fatal evento en las leyendas que otorgan identidad a cada nación y que, sin embargo, tienen tantas características en común que, en muchas ocasiones, parece que pudiera tratarse de la misma historia contada de diferentes formas.
Como ya se ha mencionado, el mito de la gran inundación no es exclusivo del continente euroasiático sino que encontramos también referencias al diluvio en las mitologías del resto de continentes del planeta. Como ponen de manifiesto las diferentes leyendas americanas.
En Norte América existen varias tribus con leyendas que hablan de una inundación de enormes proporciones. Tal es el caso de la tribu de los Hopi, según cuya cosmogonía habitamos el cuarto mundo resultante de diferentes creaciones. Los mundos previos fueron destruidos, el tercero de ellos por una gran inundación debido a que el comportamiento de la gente no se adaptaba a las reglas que el dios Tawa había designado, la humanidad era perversa. Algunos hombres consiguieron salvarse gracias a la ayuda de otro dios: ‘’La Abuela Araña’’ una diosa de la Tierra que actúa como ente creador. Este ser advierte a los más justos de entre los hombres y les indica que se resguarden en juncos huecos que actuaron como barcas durante la tormenta.
También en Norteamérica, la tribu de los Saanich, autóctonos del estado de Washington y en el Suroeste de Canadá, cuentan con una leyenda sobre el diluvio. El dios creador Xáls enseñó a los hombres a trabajar la tierra y un código de comportamiento, tras muchos años el hombre dejó de vivir según este código lo que enfureció al dios que les habló del diluvio que iba a crear. Aquellos que atendieron a la advertencia se dirigieron a la montaña más alta y se ataron a las copas de los árboles mientras el nivel del agua subía con rapidez hasta que llegó a cubrir incluso los árboles por lo que los pocos supervivientes que quedaron se vieron relegados a sus canoas en las que comenzaron a pedir clemencia. Un tiempo después apareció un cuervo portando una rama en el pico que les indicó la localización de una montaña por encima del nivel del agua. Después de escuchar las oraciones de su pueblo, este dios prometió no volver a realizar un castigo por medio del agua.
Sus vecinos, los Comox, cuentan con una leyenda parecida en su haber a la que llaman ‘’la leyenda de Queneesh’’ en la que uno de los ancianos de la tribu es capaz de advertir a todo el pueblo del gran desastre que se avecina ya que una voz así se lo indica en un sueño. Rápidamente toda la tribu se pone manos a la obra para prepararse para el evento y buscan refugio en el alto glaciar de Queneesh.
Asimismo, la tribu de los Anishinaabe, pobladores de Canadá y el Norte de los Estados Unidos, conservan en su tradición oral la leyenda de cómo aconteció un gran diluvio para castigar a los hombres por sus malas acciones ya que se habían vuelto los unos contra los otros. El dios Kitchi-Manitou, fue el encargado de purificar el planeta. El único en salvarse es Nanaboozhoo junto con algunos animales en un tronco flotando sobre las aguas y haciendo turnos todas las criaturas para dormir sobre el mismo.
Casi todas las tribus de esquimales hablan también del fatal evento, los Innuit, los Tchiglit, los Lingint, los Netsilik y hasta en Groenlandia las leyendas son parecidas. Según la mayoría de ellas el nivel del agua comenzó a aumentar rápidamente y sólo consiguieron salvarse los que tuvieron más fortuna en sus canoas o en lo alto de alguna montaña. En esta ocasión no fue un dios quién avisó a algún hombre buscando su salvación sino que algún miembro de la tribu, usualmente el más sabio, tuvo una visión y pudo prevenir a sus vecinos.
Asimismo, son muchas las tribus del Norte del continente que determinan a un dios como el responsable de toda la destrucción. Para la tribu Tsinshia de la Columbia británica fue la diosa Laxha a la que perturbaba el ruido que emitían los hombres y decidió destruirlos por sus malas acciones, para los Skokomish y los Skagit, nativos del estado de Washington, el responsable fue el Gran Espíritu para castigar la perversidad de los hombres aunque para sus vecinos los Nisqually la causa principal fue la alta población humana que debía ser menguada. Para los Pawnee, autóctonos de Nebraska, el motivo del diluvio fue el exterminio de los perversos gigantes, que habitaban el mundo antes de que los hombres lo hicieran. Sin embargo, según los navajos, la razón del diluvio fue la destrucción de las diferentes razas de ‘’gente insecto’’ que habitaban el planeta, algunos de ellos lograron salvarse y llegaron a habitar con el hombre posteriormente por lo que hubo de mandarse un segundo diluvio.
Hacia el sur del continente, en la mitología mapuche, se relata la historia de cómo uno de los dos dioses serpiente planea exterminar a la humanidad por medio de un diluvio mientras el otro dios serpiente advierte a los hombres consiguiendo dar refugio a algunos durante la tormenta y salvando así la vida humana en el planeta.
También para los mayas fue un dios reptil el encargado de traer la inundación al mundo. Él mismo, que había creado a los primeros hombres, decidió destruirlos ya que su comportamiento no era del agrado de los dioses. Cuatro intentos diferentes se hicieron para crear hombres que rindieran a los dioses el culto que ellos creían merecer y fue la destrucción de la tercera versión de los mismos la que sucumbió ante el diluvio, finalmente dieron con un hombre capaz de adorarles adecuadamente.
Y según los aztecas la responsable del diluvio fue la diosa Chalchitlicue que dejo caer toda el agua del cielo sobre la Tierra convirtiendo a los humanos en peces. Pero son varios los pueblos de esta área los que hablan de leyendas parecidas, para los toltecas el responsable de la destrucción fue el dios Quetzalcoatl.
En las leyendas Incas fue el dios Viracocha quien decidió acabar con los insolentes gigantes que había creado y que no cumplían con sus designios por medio de la recurrente inundación a la que sólo sobrevivieron un hombre y una mujer que repoblarían el mundo.
Atendiendo al mito guaraní, el detonante de la catástrofe fue un hombre que cometió incesto lo que enfureció a los dioses, que hasta entonces habían convivido con los hombres, y crearon un diluvio destruyendo la Tierra para más tarde crear una segunda versión de la misma. También se hace mención en las culturas caribeñas y en algunas tribus de la Patagonia a la fuerte tormenta que arrasó el mundo. Y el pueblo ecuatoriano Cañarí narra una leyenda similar en su tradición por la cual únicamente dos hermanos sobrevivieron a la inundación al resguardarse en lo alto de una montaña, al bajar las aguas volvieron a su hogar y cada vez que salían de caza, al volver se encontraban con que la comida ya estaba preparada; finalmente descubrieron que era una mujer que también había sobrevivido, la responsable de los regalos. Uno de los hermanos la hizo su esposa y juntos crearon una nueva humanidad.
Son muchos los pueblos que guardan registro de la destrucción casi completa de toda la raza humana siempre por unos dioses que, descontentos con la humanidad, se percatan de su error en la creación de la misma y deciden destruirla en unas historias que frecuentemente están imbuidas de un sentimiento de culpabilidad que se manifiesta en hacer de la razón para tal desproporcionada acción un castigo merecido. Si bien, aunque en ocasiones toda la creación es borrada y rehecha desde la nada de nuevo, normalmente existe una figura o varias que consiguen sobrevivir al desastre bien porque han sido elegidas por algún dios benefactor que decide salvarlas por una buena cualidad que les caracteriza o bien porque estas figuras en sí mismas fueron más astutas que los propios dioses.
http://www.ufopolis.com/2015/12/fue-real-la-historia-del-diluvio-universal-leyendas-americanas/
“Solsticio de Diciembre 2015: el 22 a las 4:48 UTC”
El 22 de Diciembre de 2015 a las 4:48 UTC
tiene lugar el “Solsticio de Diciembre”.
En el Hemisferio Norte es llamado de “Solsticio de Invierno” y es el día más corto del año, marcando el paso del Otoño al Invierno (al mediodía el Sol alcanza el punto más bajo de todo el año).
En el Hemisferio Sur es llamado de “Solsticio de Verano” y es el día más largo del año, marcando paso de la Primavera al Verano (al mediodía el sol alcanza el punto más alto de todo el año).
Los Solsticios son aquellos momentos del año en los que el Sol alcanza su máxima declinación norte y máxima declinación sur con respecto al ecuador terrestre. Ocurre dos veces al año: en Junio y Diciembre.
En muchos países de Europa, el solsticio de invierno se celebraba como el renacimiento del SOL, ya que a partir de esta fecha los días se van haciendo más largos. Como parte de la celebración, cada familia quemaba un tronco en su chimenea, guardando las cenizas para alejar a los malos espíritus o para fertilizar los campos para la siembra. Actualmente esta tradición forma parte de las celebraciones de la Navidad.
Las culturas indígenas de las Américas celebran el solsticio de verano como el nacimiento del SOL y el primer día del año. Las celebraciones incluyen danzas, veladas, temazcales, ceremonias de medicina y ceremonias ancestrales. Esta tradición es común en muchas culturas de las Américas, pero la fecha de la celebración es distinta dependiendo de qué lado del ecuador se encuentren las personas. En Centroamérica y el norte de Sudamérica la celebración es alrededor del 21 de junio, pero en la parte de Sudamérica que está al sur del ecuador se celebra el solsticio de verano alrededor del 21 de diciembre.
En el Medio Oriente, el solsticio de invierno se celebra velando para evitar la influencia de los malos espíritus: se mantiene una fogata durante toda la noche y se sirve sandía, frutos secos y granada. En la tradición persa, el ángel de luz y verdad (Mithra) nace la mañana después del solsticio.
Cualquiera sea su posición en el globo en estas fechas,
¡felices cambios y disfruten de sus ciclos!
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Publicado por SAIKU
DE TODO UN POCO.
DIVINIDADES CTÓNICAS
«Beneficios del Agua de Mar» David Aguado y Laia Gómez.
Publicado el 12 dic. 2015
Beneficios del agua de mar por David Aguado, que tuvo lugar durante BioCultura, los días 12, 13, 14 y 15 de Noviembre 2015 en Madrid.
Organizado por la asociación Vida Sana.
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www.biocultura.org
www.vidasana.org
Mindalia Televisión
¿Más de 24 horas? Científicos predicen que los días serán más largos
Científicos estadounidenses afirman que las alteraciones en el eje de rotación terrestre producto de la disminución de los glaciares como consecuencia del gran impacto del cambio climático, son cada vez más notorias y podrían influir en la duración de los días.
Geofísicos de la Universidad de Harvard aseguran que en los últimos 100 años la duración del día se ha incrementado en una milésima de segundo. Al parecer, el fenómeno es provocado por una aparente reducción en la velocidad de rotación del eje terrestre en respuesta al deshielo de los glaciares, informa el diario ‘The Guardian’.
La reciente investigación publicada en la revista ‘Science Advances’, resalta que el ritmo acelerado con el que vienen derritiéndose los polos podría provocar que al menos cinco milisegundos se añadan a cada día a lo largo de este siglo.
Al mismo tiempo, el eje de la Tierra podría moverse alrededor de 1 cm como resultado del desplazamiento de las aguas desde los extremos del planeta hacia el ecuador terrestre.
«El período de un día es hoy una milésima de segundo más largo que hace un siglo, y se acelerará a medida que aumente la fusión de los glaciares», dijo Jerry Mitrovica, profesor de Geofísica en la Universidad de Harvard y líder de la investigación.
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«La Ascensión del Planeta Tierra» Elisa Bernal.
Transmitido en vivo el 9 dic. 2015.
Qué se entiende por ascensión del planeta.
Aclarar dudas del desarrollo de esta ascensión.
Qué implica en nosotros.
Qué es la 5 dimensión y la 3d unificada.
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www.terapiasesenias.com
LA CAJA DE PANDORA
Soles y Orígenes El mito armenio de la Creación Vartán Matiossián
«El país que ya no tenga leyendas -dice el poeta- está condenado a morir de frío. Es harto posible. Pero el pueblo que no tuviera mitos estaría ya muerto» (1). El mito armenio de la creación -o lo que se ha conservado de él- proviene de la noche de los tiempos y algunos de sus elementos se han mantenido vigentes en las tradiciones y las creencias populares hasta la época moderna.
A fines del III milenio a.C. se produce una fractura cultural en Transcaucasia (norte de Armenia y sur de Georgia): aparecen nuevos tipos de cerámica y tumbas comparables con los kurgan de la estepa póntica, de gran riqueza, en particular metalúrgica. En esta cultura, llamada «Kura-Arax» o «transcaucásica temprana», en el período del bronce medio (ca. 2100-1700), ciertos túmulos sepulcrales, carentes de restos humanos, tienen un sentido ritual, con una orientación este-oeste, en la posición del solsticio de invierno y el equinoccio de verano, lo que se considera una exteriorización de los ritos de Año Nuevo(2).
«Todo Año Nuevo es volver a tomar el tiempo en su comienzo, es decir, una repetición de la cosmogonía. (…) Las luchas rituales entre dos grupos de figurantes reactualizan el momento cosmogónico del combate entre el dios y el dragón primordial (simbolizando la serpiente en casi todas partes lo latente, preformal, indiferenciado)»(3).
El pasaje del caos a la cosmogonía, y el combate entre el dios y el dragón primordial han sido representados en la mitología armenia por la figura de Vahagn. El mito ha sido conservado por el historiador Movsés Jorenatsí (siglo V), quien sigue las enseñanzas de Evémero, filósofo griego del siglo IV a.C. que planteaba que las divinidades paganas eran hombres poderosos que durante su vida habían logrado atribuirse naturaleza divina y obtener la apoteosis. Movsés transforma al dios en un mortal, hijo del rey Tigrán, y narra lo siguiente:
Sus hijos [fueron] Bab, Tirán, Vahagn,
de quien las leyendas de nuestro país dicen:
«Estaba de parto el cielo, estaba de parto la tierra,
estaba de parto también el púrpura mar,
en el mar el parto también envolvía a la roja caña.
Por el tallo de la caña humo ascendía,
por el tallo de la caña llamas ascendían.
De las llamas corría un joven de roja melena.
Tenía fuego [celestial] por cabello,
llamas por barba
y sus ojos eran soles».
Con nuestros propios oídos hemos escuchado que algunos cantaban esto en la cítara. Después decían en la canción que había luchado con los dragones y había vencido, y cantaban sobre él algo muy similar a las hazañas de Hércules. Pero decían también que se convirtió en dios y que en Georgia habían erigido su estatua con la altura de un hombre y lo honraban con sacrificios. Sus descendientes son los Vahuní, y de su hijo menor Araván [descienden] los Aravenián (4).
En esta leyenda cosmogónica se narra el nacimiento y la epifanía -revelación divina- del dios (5). En los dos primeros versos del canto aparecen los tres elementos intervinientes: el cielo, la tierra y el «púrpura mar», que en este caso no es el «mar celeste», sino la representación del «mar del mundo inferior» en el simbolismo prehistórico de la línea vertical cósmica entre «arriba» y «abajo». En esa línea se produce la separación de las tres esferas («mundo superior», cielo; «mundo medio», tierra; «mundo inferior», infierno), similar a la separación del mundo entre Zeus, señor de los cielos, Poseidón, señor de los mares -cuyo nombre significa «señor de la tierra», al igual que el del dios sumerio de las aguas, Enki- y Hades, señor de los infiernos. Vahagn es el agente mediador entre las tres esferas en un movimiento que se percibe a través del texto (6).
Los tres versos siguientes revelan una segunda acción, para lo cual en nuestra opinión hay que diferenciar el «púrpura mar» y el «mar». Este último es el «mar primordial» de múltiples leyendas cosmogónicas, habitado por la diosa madre que engendra el mundo y que en este caso utiliza la «roja caña» como vehículo del humo y de la llama para revelar la divinidad al mundo.
Hace un siglo, Vetter había señalado que la conjunción del cielo y la tierra «sólo la puede dar aquel pueblo en cuya lengua el cielo es masculino y la tierra es femenina o viceversa; y el idioma armenio ancestral, excepto algunas palabras, ha perdido por completo las señales del género de los nombres, por lo que este mito debe llevarse a la época indoeuropea», y sobre la base de los términos védicosdyaus («cielo», masculino) y prithivi («tierra», femenino), dedujo que en un principio erkín («cielo») había sido masculino y erkir («tierra»), femenino (7).
La naturaleza de Vahagn ha sido largamente debatida. Los últimos tres versos del canto constituyen una demostración clara del nacimiento de un dios solar: «(…) El sol naciente en cierta forma nace del cielo y la tierra y del mar ‘púrpura’, es decir, de las nubes rojas de la aurora. También en el Rig Veda, Savitar, el dios solar, es llamado apam napat, ‘hijo del agua'» (8). No obstante, el conjunto de la narración, incluyendo la etimología de Vahagn, ha sido atribuido a la órbita indoirania; la divinidad armenia fue asimilada al dios de la victoria iranio, Veretragna, como un derivado lingüístico de éste, y equiparada con Indra, el dios de la tormenta indio (9).
En el contexto armenio los rasgos del dios de la tormenta -lucha con los dragones, equiparación con Hércules, trazos guerreros- constituyen un desarrollo tardío de una figura previamente identificada con una divinidad solar; Hércules, semidiós guerrero y matador de serpientes, era en sus inicios una personificación de la energía del sol (10). La popularidad de Vahagn entre los armenios -como se desprende de las fuentes que lo mencionan en el siglo V, cien o más años después de la adopción del cristianismo- no se compadece con un préstamo del ámbito iranio supuestamente datado en los siglos I-II d.C., cuando una rama de los Arsácidas partos subió al trono de Armenia y restableció la influencia irania interrumpida durante el período de preponderancia helenística (siglos III-I a.C). Es improbable que el culto de Vahagn hubiera alcanzado tal difusión en vísperas de la desaparición del paganismo en Armenia.
La hipótesis de un origen directo del tronco indoeuropeo tiene mayor asidero a través de la vinculación etimológica con los términos védicos vah («traer; portador») y agni («fuego, fuego sagrado», nombre del dios indio del fuego) (11). Un autor armenio tardío, el monje Simeón, incluso identifica a Vahagn con Agni: mientras los sacerdotes paganos intentaban defender el templo de Vahagn en Ashtishat, «el bello Agnis [sic] nuevamente, dicen, tres días combatió en la batalla» (12).
El védico vahni («viajero; ofrecedor de sacrificio; fuego que lleva ofrendas a los dioses»), al igual que una cantidad de términos derivados de la raíz vah -muchos de ellos en relación semántica con las imágenes del canto-, están conectados con varias divinidades (Indra, Savitar y Marut) y se identifican con Agni en su carácter de portador de dádivas de los dioses (13).
La traducción armenia (del siglo V) de De los Diez Mandamientos, de Filón de Alejandría, ha conservado la identificación de Vahagn como divinidad solar: «Porque algunos llaman Hefestos al fuego y Vahagn al sol (gr. Apolo), y Artemis (es decir, Anahit) a la luna y Astghik (es decir, Afrodita) a Venus» (14).
Una costumbre conservada en Van hasta el Genocidio Armenio de 1915-1917 constituye una reminiscencia ostensible de ese culto solar. Al amanecer siguiente a la fiesta de matrimonio, todos los invitados, encabezados por los contrayentes («rey» y «reina») y con frecuencia por el sacerdote interviniente, subían al techo de la vivienda de la nueva pareja o a algún otro punto elevado desde donde se divisara la salida del sol y entonaban la siguiente canción:
Salud, amanecer; salud, oh amanecer.
Saludemos el amanecer del sol.
Que al rey conceda mucho sol.
¡Vahé, Vahé!Salud, amanecer; salud, oh amanecer.
Saludemos el amanecer del sol.
Que a la reina conceda mucho sol.
¡Vahé, Vahé! (15)
En el canto, Vahagn aparece como dios solar y mediador, y en la continuación del texto de Movsés Jorenatsí, como un joven guerrero. En la mitología védica, Vishnú aparece como dios mediador e Indra como deidad guerrera y atmosférica, a partir de una metamorfosis del dios solar. En la mitología griega, Zeus, divinidad suprema a la vez con trazas propias de tipo atmosférico, estaba asociado a la ultratumba y era de naturaleza inicialmente solar. Sobre estos rasgos comunes, G. Areshián ha sugerido la identificación de Zeus y Vahagn al nivel de la unidad greco-armeno-indoirania en el tercer milenio a.C. (16).
Esta identidad se ve reforzada por un interesante paralelo mitológico: Homero cuenta que Hera sedujo a Zeus con la ayuda del cinturón mágico de Afrodita en la cumbre del Gárgaro, la cumbre más alta del monte Ida, en Misia, para lo cual Zeus cubrió la escena con una nube dorada (17). Una leyenda de rasgos similares fue recogida en el siglo pasado en el ámbito armenio:
De cómo el Eufrates, cuando entra en la llanura de Mush, al chocar con las piedras en los montes Kënchán, se apretuja en una hondonada estrecha y despide un sonido gur, gur; y ese lugar se llama Gurgurá, que parece haber sido el lugar para el baño de Astghik.
Y como Astghik tenía la costumbre de bañarse por las noches, los valientes lujuriosos encendían un gran fuego sobre el monte Daghón, con cuya luz contemplaban la belleza admirable de Astghik; a Astghik se le ocurrió cubrir de niebla todo ese entorno, es decir, la llanura de Mush de punta a punta, tanto en verano como en invierno, hasta la falda de las montañas, con lo que setorna imposible ser visto desde cualquier lado de las montañas, y quizás por esa niebla (mëshush) continua y densa ese país ha sido llamado Mush (18).
En la época clásica, Astghik y Afrodita habían sido identificadas por los armenios. Más allá de las fantasías etimológicas (relación entre Mush y mëshush «niebla»), esta narración se remonta a tiempos antiguos y se confirma con el paralelo griego (Zeus-Hera [Afrodita]-Gárgaro-amor-nube de oro / «valientes lujuriosos» [Vahagn]-Astghik-Gurgurá-amor-neblina).
A. Petrosián ha vinculado el nombre del monte Grgur, al pie del cual se encuentra el valle de Gurgurá, con el gr. Gárgaro(19). El parentesco genético -y los rasgos diferenciales- de ambas leyendas excluyen la posibilidad de un préstamo de la tradición griega en la época helenística, ya que, por entonces, Zeus había sido identificado con Aramazd y Vahagn con Hércules (20).
En el mundo antiguo, los templos se erigían en dirección «astronómica» (oriente-occidente), reflejando la posición del sol. Los recintos dedicados a Zeus en Olimpia, a Palas Atenea en la Acrópolis y el Partenón son construcciones dirigidas hacia el oriente que marcaban un concepto enunciado por el arquitecto romano Vitrivio: «Los templos dedicados a los dioses deben tener una orientación tal, que la estatua colocada en la cella [celda] mire al oeste, y así, los ojos del adorador que visita el templo para rezar u ofrendar sacrificios se vuelvan hacia el este». El mismo patrón se habría empleado en los templos de Vahagn en Ashtishat y Anahit en Eriza (21).
Los túmulos rituales de la cultura Kura-Arax responden a ese modelo de construcción. En un túmulo de Aruch se han descubierto cantidades significativas de madera quemada proveniente de la hoguera sagrada. En túmulos de Trialeti, Avazablur y Maisián se han preservado restos de cañas en cantidad y, en algunos casos, exclusivamente tallos de cañas quemadas durante la ceremonia. Esto también se advierte en las salas del templo de Metzamor (fines del segundo milenio y principios del primero), donde se han conservado restos de cañas quemadas en las mesas de sacrificio que se vinculan con la tríada primordial (22). Asociadas a conjuntos rituales vinculados con motivos solares, guerreros y de la tormenta, representaban la etapa en que el Vahagn solar había concretado la transición hacia la función de dios guerrero y de la tempestad (23). Las divinidades del sol y de la tormenta suelen aparecer juntas, lo que se repite en distintos motivos prehistóricos de Armenia y del Medio Oriente (24).
La combinación podría indicar que en ciertos casos los dioses atmosféricos eran resultado de la metamorfosis de divinidades solares. Un pasaje de este tipo parece haberse producido en el dios supremo de Urartú -primer estado de la meseta de Armenia (siglos IX-VI a.C.)-, Haldi, uno de cuyos símbolos era el león, típicamente solar, y que tenía rasgos guerreros y atmosféricos.
La hibridez de Vahagn continuó su manifestación en los siglos subsiguientes. En la tumba de un sacerdote de Lorí-berd, al norte de Armenia (siglo XII a.C.), se ha descubierto un cucharón ritual de bronce, en cuyo borde exterior aparece amurada una estatuilla de cabra de 3 cm. de largo. En el extremo opuesto, en la punta del mango del cucharón está representado el figurín de un guerrero desnudo (14.5 cm. de alto) con un yelmo combado y los brazos en posición de portar algún arma, quizás una lanza. En sus anchos muslos aparecen grabadas cruces esvásticas, que simbolizan la función solar. Estas mismas cruces se ven sobre un puñal descubierto en Djarjechí. Además de tres cucharones descubiertos en Djarjechí, Lëchashén y Artik (siglos XIII-XI a.C.), que muestran símbolos solares como el pájaro y el disco, el guerrero de Lorí-berd ha sido asociado con la estatuilla del guerrero de Shirakaván (siglo XII a.C.), que parece corresponder a un estandarte erguido sobre un pedestal que le sirve de base. Sobre el ala inferior del pedestal aparecen dos pájaros sentados y, sobre el ala superior, de pie, el guerrero y un león macho, todos símbolos solares (25).
En la funda de bronce de un puñal descubierto en una tumba de Ornak (Akner, siglos VII-VI a.C.), aparece una representación solar tripartita a través de elementos geométricos y figura humana. En la parte superior hay un gran círculo, de cuyo centro nacen numerosas radiales en apertura divergente. En las franjas superior e inferior de la segunda parte aparecen diagonales y curvas que forman hileras triples, en tanto que la zona intermedia está ocupada por el ser antropomorfo, con los brazos levantados y los pies extendidos. Tenemos esvásticas a ambos lados de la cabeza y, cerca de los pies, círculos pequeños. Las diagonales y las curvas reaparecen en el extremo de la funda y un círculo entre ellas, con líneas punteadas entrecruzadas. El hombre puede ser el mismo dios-sol (26).
El himno de Vahagn fue interpretado y conservado por los «cantores de Goghtn» (27), equivalentes de los aedas griegos, hasta el siglo V de nuestra era, cuando fueron registrados por Movsés Jorenatsí. Es probable que dos mil quinientos años antes, la población que vivía en las cuencas de los ríos Arax y Kura realizara rituales conectados con la mitología cosmogónica indoeuropea y que algunas de las «canciones de Goghtn» fueran interpretadas en la misma zona por cantores armeno-greco-arios (o armeno-arios) (28).
Quince siglos después de Movsés Jorenatsí, el mito de Vahagn ha continuado su rol singular en el imaginario armenio moderno desde lo simbólico. Creación in illo tempore, es parte del mito del eterno retorno, como señala Mircea Eliade, pero también, en palabras de Cocteau, «ficciones que a la larga se revelan como verdad»(29).
http://www.transoxiana.org/0102/soles.html