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Aida. LA ENERGIA NEUTRA

La mayoría de artículos de este blog están dedicados a la comprensión de la energía neutra , ya sea en forma de experimentos, energía escalar, simbología, filosofía, leyendas etc. Todos esos conocimientos los tenemos reflejados en la estructura de nuestro cuerpo, tanto físico como energético.
Ya nacimos con los materiales necesarios para concentrar esta energía  de forma natural. Por ejemplo si nos basamos en el trabajo de Wilheim Reich y el orgon, con el sistema de capas aislantes y conductoras para crear un condensador de energía neutra, vemos que nuestro cuerpo físico reúne estas características.
Los huesos por ejemplo son material aislante y los músculos son conductores, creando un sistema de capas, por lo tanto ya nacemos con este condensador.
 El corazón con el sistema circulatorio forman un circuito con el diseño de la bobina moebius. La bobina moebius tiene forma  del símbolo del infinito y esta diseñada para concentrar energía escalar. El mismo ADN tiene este diseño representado en muchas culturas en forma de símbolos.

Energéticamente todas nuestras células tienen polaridad positiva y negativa, creando un campo magnético y otras que simplemente no tienen polaridad. Tenemos un sistema electromagnético bipolar y uno neutro.
Cuando nos ponemos a meditar podemos juntar  las manos uniendo los dos polos energéticos provocando un campo neutro.
En numerosas representaciones artísticas y simbólicas salen los opuestos repetidos una y otra vez ¿porque?  pues porque el verdadero poder reside en la energía neutra y mantenerla en nuestro cuerpo, mente y emociones es responsabilidad nuestra.
Si queremos dejar de ser comida y ser nosotros mismos nos tenemos que mantener a ese nivel. Y tenemos las herramientas necesarias para serlo de nacimiento, ya lo llevamos en nuestro ADN original. Todo lo que se aparte de ese camino es comida para otros. Y eso depende de nosotros, nadie lo va hacer por ti.
El miedo es comida,
La ira es comida
La tristeza es comida
La competición es comida
La exaltación es comida
Los fanatismos son comida
La religión es comida
La adoración es comida
El ego es comida
Ser uno mismo no es comida, es tener el poder y el control de tu vida. Cada vez que nos acercamos a nuestra esencia se va diluyendo la contaminación de ADN intruso. En este camino hay muchas intrusiones en forma de miedo para que no lo consigas, y es cosa tuya hacer caso o no. Tu decides a quien das de comer.

La Matrix es un restaurante, y salir de la matrix es dejar de estar en el menú. Y este es el objetivo de este blog.

Las tribus nativas de diferentes puntos del planeta conservan el conocimiento original de ser uno mismo, conservan el ADN original, por eso están perseguidos.  En posteriores entradas hablare de estos conocimientos que nos ayudaran a recuperar nuestra verdadera esencia humana. No hace falta buscar en las estrellas lo que tenemos aquí en la tierra.
Joaquin Piquer.

Pronto escucharemos los mensajes del futuro.

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Últimos trabajos de investigación científica, están llevando a cabo un experimento en el que se está considerando que la deformación del tiempo puede ser posible.
El equipo de especializados investigadores que se encuentran tras este proyecto, afirman que en el futuro esto podría convertirse en una tecnología capaz de deformar el tiempo o crear un agujero de gusano durante unos milisegundos.
Tras la publicación de estos documentos, otro equipo científico ha comenzado un experimento para tratar de escuchar los mensajes provenientes del futuro.
A pesar de la tecnología con la que cuentan los científicos con sede en California, actualmente el tiempo sólo pueden fracturarlo en [mili-segundos], pero confían en que los mensajes enviados puedan volver en el tiempo.

“Los mili segundos son todo lo que necesitamos para transmitir pequeños paquetes de datos en el túnel del tiempo”, –menciono uno de los científicos.

El equipo científico ha establecido un protocolo para que estos mensajes puedan viajar en el tiempo incluyendo una banda de frecuencias para que los futuros científicos puedan difundir los datos y saber así si se ha logrado descubrir una forma de crear saltos en el tiempo.
El primer mensaje deberá ser muy simple y el paquete de datos debe ser muy pequeño.
Hace ya una década que el físico [Dave Bacon], que en la actualidad trabaja para [Google], demostró que la mejor forma de resolver rápidamente todo un grupo de problemas de la Física [llamados NP-completo] y que traían de cabeza a los matemáticos, era utilizando un ordenador cuántico que se desplazara a través del tiempo. ¿La razón? El hipotético ordenador de Bacon podría moverse con libertad a través de una serie de “curvas cerradas de tiempo”, atajos en el tejido espaciotemporal que se curvan sobre sí mismos. La relatividad general en efecto, permite que dichos caminos puedan existir a través de las contorsiones en el espacio-tiempo que conocemos como agujeros de gusano.
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¿Pero para qué enviar un mensaje en el tiempo y bloquearlo después para que nadie pueda leer su contenido? Sencillamente porque el procedimiento podría ser la clave que se necesitaba para resolver problemas que, actualmente, no tienen solución alguna. Y es que incluso un mensaje “sin abrir” puede resultar tremendamente útil, especialmente si los científicos [“entrelazan”] el mensaje con algún otro sistema antes de enviarlo.

Por otro lado, no todos los físicos piensan que estas líneas de tiempo abiertas tengan más posibilidades de manifestarse en el [Universo físico] que las líneas cerradas. Es probable que tengan razón. Uno de ls principales explicaciones en contra de la existencia de curvas temporales cerradas es que nadie, que sepamos, nos ha visitado nunca desde el futuro.
Una argumentación que, por lo menos, no es válido con las curvas temporales abiertas, ya que en ellas cualquier mensaje procedente del futuro resultaría bloqueado.

Por supuesto, el equipo de investigación mantiene todo el proyecto estrechamente vigilado y en secreto para evitar que se puedan realizar transmisiones [“falsas”] asegurando así la integridad del experimento. La ubicación de la [“futura”] estación de recepción de mensajes o estación FML también se mantiene en secreto.
Fuente:  viveladetection.com – [Francia]
TOMADO DE despertadmundo.info

¿De qué hablamos cuando hablamos de la nada?

Pincha en la imagen:

  • El espacio entre las estrellas y el que existe en el átomo están casi vacíos
  • Pero, ¿qué es el vacío? ¿Es un espacio en el que no hay absolutamente nada?
  • Punset charla con Frank Close, de la Univ. de Oxford, para saber qué es la nada
  • Además, Elsa Punset nos explica cómo comprender el universo que nos rodea
  • Redes se ha emitido el domingo, 11 de noviembre, en La 2
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EDUARD PUNSET (REDES)EDUARD PUNSET (REDES)

REDES

Eduard Punset y su equipo han logrado demostrar que ciencia y entretenimiento se pueden unir para que en este tercer milenio la ciencia, por fin, irrumpa en la cultura popular.

El espacio entre las estrellas y entre las galaxias, y el que existe entre el núcleo de un átomo y sus electrones está vacío aparentemente.

¿qué es el vacío? ¿Es un espacio en el que no hay absolutamente nada?

Pero, ¿qué es el vacío? ¿Es un espacio en el que no hay absolutamente nada?

Mientras se recupera de su fractura de tibia y peroné, Punset charla mediante videoconferencia con Frank Close, profesor de física de la Universidad de Oxford, para saber qué es la nada y el vacío.

Además, en su sección, Elsa Punset nos explica cómo nos arreglamos para intentar comprender el universo que nos rodea con nuestros sentidos limitados y se pregunta qué podemos hacer para que el cerebro sea un poco más ágil y astuto.

Cuanto más pensaba en estos enigmas,
más cerca me sentía de la iluminación o de la locura.
Frank Close

Eduard Punset:
Profesor Close, esta noche vamos a hablar sobre un tema fascinante. Vamos a hablar sobre la nada. Y cuando digo «la nada», me refiero a «la nada». Pero antes de ello, quiero agradecerte que me dejes tener esta charla mediante videoconferencia contigo.

Frank Close:
¡Las gracias debemos dárselas a las maravillas de la tecnología moderna!

Eduard Punset:
Desde la Antigua Grecia, se creía que el vacío no podía existir. Incluso Aristóteles, hace muchos siglos, dijo: «la naturaleza aborrece el vacío».

Sin embargo, en el siglo XVII descubrimos que con unas bombas de vacío podíamos quitar todo el aire de un recipiente y dejarlo vacío.

Entonces, comenzamos a creer que el vacío sí podía existir.

Bueno, el hecho es que, unos pocos siglos después, los científicos le disteis la razón a Aristóteles otra vez y ahora afirmáis que el vacío no existe.

Frank Close:
Si con vacío te refieres a eliminar por completo todo el aire, es verdad que se puede hacer que no quede aire. ¡Pero seguirán sucediendo muchas cosas!

Fuera de la atmósfera de la tierra, en el espacio, pueden verse las estrellas; el espacio está repleto de luz estelar.

También se percibe la fuerza de la gravedad; el espacio está lleno del campo gravitatorio. No tengo ni idea de qué es exactamente, pero está lleno de cosas.

No hay más que empezar a pensar en el espacio vacío para que todo se complique muchísimo. Cuanto más piensas en ello, más raro parece.

Eduard Punset:
¿Existe el espacio con independencia a los objetos? O sea, si pudiéramos eliminar todas las estrellas y las rocas y la luz ¿el espacio permanecería? ¿O la eliminación de la materia acabaría también con el espacio?

Frank Close:
¡Menuda pregunta más profunda! Precisamente es la pregunta que, de niño, hizo que me interesara por todo este asunto de la nada.

Solía preguntarme qué pasaría si pudieran eliminarse todas las estrellas, todos los planetas, la Tierra, tú y yo… no habría nada, pero tampoco quedaría nadie para saber que no había nada.

Cuanto más lo pensaba, más extraño me parecía: si no había nadie para saber que no había nada, ¿podía considerarse realmente nada?

Y decidí que, si seguía pensando tanto en eso, acabaría loco, o… bueno, decidí que me dedicaría a la física para intentar responder a esa pregunta. ¡Hoy en día seguimos sin saberlo!

La gran pregunta filosófica consiste en saber si el espacio existe solamente porque hay cosas que lo definen, cual matriz que muestra dónde está el espacio… es decir, si el espacio que contiene las cosas existe por derecho propio o si lo necesitamos para contener la nada… es una pregunta muy profunda, que trasciende con creces cualquier respuesta fácil de la ciencia, aunque los filósofos obtienen una gran satisfacción preocupándose por estos temas.

¡He aquí el problema con la nada! Cuanto más intentas acercarte a ella, más se aleja. Resulta dificilísimo descifrar el concepto.

Eduard Punset:
¿Y si en lugar de todo el universo, eliminásemos todo solamente de un espacio definido, de una región delimitada de espacio? ¿Lo que quedaría sería la nada primordial?

Frank Close:
En la actualidad diríamos que sí. Desde el descubrimiento de la teoría cuántica, sabemos que en cuanto intentamos analizar con precisión algo (o la nada) se vuelve más complejo y que, por raro que suene, ahora mismo y en todo momento, entre bambalinas, surgen y desaparecen, burbujeantes, pequeñas partículas de materia (lo que nos forma a ti y a mí) y de antimateria, su extraño opuesto.

Son efímeras, efervescentes… no las notamos, ¡pero ahí están, aunque no las veamos! De hecho, la teoría sostiene (y los experimentos así lo confirman) que siempre están presentes. La imagen moderna del vacío sería un mar burbujeante de partículas y antipartículas que surgen de la nada y desaparecen.

Pero ahí hay algo, aunque lo llamemos nada.

Eduard Punset:
Hace unos años, un físico estadounidense amigo me dijo: «Eduardo, no lo dudes, caminamos sobre una nube de electrones.»

Y cuando intentamos imaginarlo, nos cuesta pensar que haya solidez en la materia.

Mi pregunta es: este campo tan poderoso dentro de los átomos, entre los electrones y el núcleo, ¿qué demonios es?

Frank Close:
No caben dudas de que el átomo está vacío en lo que concierne a partículas.

En el centro del átomo se halla el núcleo atómico, que es muy compacto; luego, bastante lejos, encontramos partículas llamadas electrones que giran a su alrededor.

Pero entre ambas cosas lo que hay es… nada. Sin embargo, ¿qué es lo que hace que los electrones giren alrededor del núcleo? Pues la atracción, la fuerza eléctrica que atrae a las cargas opuestas.

El núcleo tiene una carga eléctrica positiva, mientras que los electrones tienen una carga negativa. Lo negativo y lo positivo se atraen.

Las fuerzas eléctricas mantienen unidos a los átomos. Vamos, que aunque el interior del átomo esté vacío desde el punto de vista de las partículas, está muy lleno de fuerzas electromagnéticas.

Cuando choco las manos entre sí, las fuerzas eléctricas de los átomos impiden que una mano atraviese la otra.

Así pues, aunque los átomos estén muy vacíos si pensamos en partículas, están muy llenos de fuerza. La materia no está realmente vacía, sino repleta de fuerzas.

Eduard Punset:
Ya sabemos que si pudiésemos eliminar todo de un espacio definido, en lugar de nada, habría algo. Y una de las cosas que podemos encontrar en el vacío es el famoso campo de Higgs. ¿Qué demonios es el campo de Higgs del que todos hablan?

Frank Close:
La imagen moderna sobre lo que es el vacío, lo que es la nada, afirma que está lleno de algo extraño llamado «campo de Higgs».

Es una idea que lleva medio siglo circulando, pero ahora vuelve a estar totalmente en boga, porque en julio del 2012 los experimentos en el CERN demostraron por fin que realmente parece describir cómo funciona la naturaleza.

Según lo que sabemos ahora, el vacío, como todo, tiende al estado de mínima energía. Pues bien, milagrosamente, resulta que si el vacío estuviera verdaderamente vacío tendría más energía que si estuviera lleno de este misterioso campo de Higgs.

Me resulta tan difícil saber qué es un campo de Higgs como entender qué es un campo gravitatorio; en cambio, sí sé lo que hace el campo gravitatorio: ¡me empuja hacia el suelo!

También sé lo que hace el campo de Higgs: confiere masa a las partículas con las que interactúa, como los electrones. Qué es y cómo actúa sigue siendo un gran misterio; lo investigarán los experimentos en el CERN durante los próximos años.

Pero por ahora sabemos que está ahí, sea lo que sea. Y desde luego parece que el vacío, en su estado de mínima energía, contenga algo, algo que llamamos campo de Higgs.

Eduard Punset:
Hablando sobre el campo de Higgs, me recuerda un concepto que los físicos han sostenido durante siglos.

Me refiero al concepto del éter, una especie de sustancia tan tenue que atravesaba la materia y que abarcaba todo el universo.

Einstein fue quien demostró que no existía. El campo de Higgs ¿no es de alguna manera el retorno del famoso éter?

Frank Close:
Sí, muy buena pregunta, Eduard.

Frank Close:
Es normal preguntarse si hablar del campo de Higgs (presente en todo el espacio según la concepción moderna) no es más que volver a la idea del éter.

Einstein descartó el éter hace cien años, pero… ¿no lo habremos reinventado? Pues, en cierto modo, sí. Pero es una forma muy profunda del éter, y tal vez deberíamos empezar por comprender realmente qué es lo que descartó Einstein.

En el siglo XIX, la imagen generalizada era que el espacio estaba llena de una sustancia que definía, en un sentido absoluto, el estado de reposo, y que nos movíamos a través de dicha sustancia.

Einstein nos enseñó que el estado de reposo absoluto no existe: todo se mueve de un modo relativo respecto a todo lo demás. Y se descartó el éter en ese sentido: no existe ninguna sustancia que defina el estado absoluto de reposo.

¡Pero sí que tenemos algo ahí! Creemos que ese algo es el campo de Higgs. Es un éter muy profundo, que acata todas las reglas de la Teoría de la Relatividad.

En cierto sentido, ni siquiera nos percatamos de que está ahí, salvo por una de sus consecuencias, cuyo efecto resulta profundamente importante: cuando las partículas fundamentales lo atraviesan, sienten su presencia, lo cual se manifiesta del siguiente modo: el electrón adquiere lo que denominamos masa.

Que el electrón tenga masa es lo que acaba provocando que los átomos tengan estructura y tamaño.

Por ende, el hecho de que existan estructuras en el universo constituye la prueba de la presencia de masa que, a su vez, constituye la prueba de la presencia de esta especie de éter subyacente que resulta tan extraño y que ahora denominamos campo de Higgs.

Eduard Punset:
Todos conocemos las cuatro fuerzas o interacciones fundamentales: la gravedad, el electromagnetismo, la nuclear débil y la nuclear fuerte.

Pero parece que, si no fuera por los efectos del vacío, la intensidad de todas las fuerzas sería igual.

No sería como ahora, con una gravedad muy débil y un electromagnetismo muy fuerte. Si esto es cierto, el vacío es lo que decide no solo la fuerza de las interacciones fundamentales sino cómo es la estructura de la realidad.

Frank Close:
Sí… la física cuántica demuestra que el vacío no está vacío. Aunque no te hubiera hablado del campo de Higgs, la teoría cuántica demostró hace ya cien años que el vacío no está vacío y que, cuanto más atentamente se examina, más se manifiestan lo que denominamos fluctuaciones virtuales: partículas y antipartículas que surgen y rápidamente desaparecen.

Aunque parezca ciencia ficción, los experimentos corroboran que esto es así.

La idea, en teoría (según confirman los experimentos) es que, si pudiéramos entrar en estas diminutas nubes cuánticas (y para ello sería preciso realizar experimentos mediante energías tan enormes que resultan difíciles de imaginar, pero que en principio son concebibles), entonces sería posible observar la verdadera naturaleza de las fuerzas sin el vacío cuántico que las distorsione.

Y, en esas circunstancias, creemos que descubriríamos que, en realidad, las fuerzas tienen la misma intensidad intrínseca. Hasta ahora, las hemos percibido a través de la nube de vacío virtual que enmascara la realidad y hace que parezcan, aquí y ahora, tan distintas entre sí.

http://www.rtve.es/television/20121107/hablamos-cuando-hablamos-nada-vacio/573656.shtml

CIENTÍFICOS REALIZAN POR PRIMERA VEZ TELETRANSPORTACIÓN TIPO “STAR TREK”

Las ideas de ‘Star Trek’ que se creían revolucionarias en la década de 1960 pueden haberse hecho realidad.

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Dos científicos alemanes han logrado teletransportar con éxito información en el mundo clásico sin transferencia de materia o energía. La importancia del experimento radica en que antes la teleportación se realizó en el mundo de las partículas cuánticas, mientras que esta vez se ha aplicado a la física clásica.

“Partículas elementales como los electrones y partículas de luz existen ‘per se’ en un estado deslocalizado en el espacio”, explica en un comunicado de prensa el científico Alexander Szameit, de la Universidad alemana de Jena. O sea, estas partículas pueden con cierta probabilidad estar en lugares diferentes al mismo tiempo.“Dentro de un sistema de este tipo extendido a través de múltiples sitios, es posible transmitir información desde una ubicación a otra sin ninguna pérdida de tiempo”, añade.

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Dicho proceso, conocido ya desde hace varios años, se llama teletransporte cuántico. Sin embargo, subraya el comunicado, el equipo “por primera ha demostrado en un experimento que el concepto de teletransporte no solo persiste en el mundo de las partículas cuánticas, sino también en nuestro mundo clásico”.

En su experimento los científicos usaron rayos láser especiales y entrelazados. “Como se puede hacer con los estados físicos de las partículas elementales, las propiedades de los rayos de luz también pueden ser entrelazadas”, señala Marco Ornigotti. “Hay que vincular la información que se quiere transmitir a una propiedad particular de la luz”.

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Los científicos observan que esta teletransportación funciona solo localmente y a distancias cortas. “Pero al igual que en el caso de la nave estelar USS Enterprise [de ‘Star Trek’] o en la teleportación cuántica, la información se transmite plenamente y de inmediato, sin ninguna pérdida de tiempo”, concluyen.

https://actualidad.rt.com/ciencias/201749-cientificos-realizar-teleportacion-informacion

Las aguas de la heterodoxia: revisión de “La Cuarta Fase del Agua” de Gerald Pollack

Por Charles Eisenstein,

charleseisenstein.net

agua

En el libro “La cuarta fase del agua”, Gerald Pollack ofrece una nueva y elegante teoría de la química del agua que tiene profundas implicaciones no sólo con la Química y la Biología, sino que también constituye una metáfora de nuestra comprensión de la realidad y el tratamiento de la naturaleza.

Quisiera destacar que este no es un libro de los llamados de la Nueva Era, escrito por alguien cuyas credenciales científicas puedan ser puestas en cuestión. Se trata de un libro de Química, aunque de fácil lectura para aquellos no entendidos en la materia. Pollack es un profesor muy reconocido de la Universidad de Washington, autor de numerosos artículos revisados por pares, y que ha recibido la Medalla Prigogine en 2012, y editor de la revista científica Agua.

El Doctor Gerald Pollack. Fuente: Youtube.com

El Doctor Gerald Pollack. Fuente: Youtube.com

Esto lo digo porque es un campo en el que abunda la llamada pseudociencia, esas especulaciones sin rigor científico que generan una excesiva hostilidad.

De hecho, el Dr. Pollack dedica uno de los primeros capítulos del libro a dos cuestiones relacionadas con este hecho: la debacle de la poliagua de los años 1960 y la controversia de la memoria del agua de veinte años más tarde. Estos dos casos iluminan con claridad cómo la Ciencia se institucionaliza y desecha los puntos de vista de los que disienten. Además, como señalaré más adelante, también se ponen al descubierto algunos sacrosantos supuestos metafísicos subyacentes en la Ciencia tal y como la conocemos, unos supuestos que viola indirectamente el presente libro. No es de extrañar que haya sido considerado una mezcla y recibido con una cierta frialdad en los círculos científicos. A pesar de todo esto, La cuarta fase del agua evita cualquier tipo de estridencia o de exponer teorías que a veces dan un cierto color a los libros heterodoxos. El tono es amable y coloquial, y emplea cierta cautela a la hora de presentar las ideas que podríamos llamar especulativas.

Uno podría pensar que después de doscientos o más años de la Química moderna, algo tan fundamental y aparentemente simple como el agua ya sería algo entendido a fondo en los tiempos actuales. Antes de leer este libro, repasé los términos que se estudian en la enseñanza secundaria o en la Universidad, tales como evaporación, capilaridad, congelación, formación de burbujas, movimiento browniano y tensión superficial, porque casi todo el mundo asume lo mismo: que las explicaciones convencionales rara vez se analizan. Sin embargo, en La cuarta fase del Agua se realiza un examen de estos supuestos y se encuentran graves deficiencias en las explicaciones.

El concepto crucial del libro es de de Zona de Exclusión del agua o zona EZ para abreviar.Imagine un vaso de precipitados con agua en la que se añaden una gran cantidad de microesferas de plástico. La Química convencional diría que las microesferas se distribuyen de manera uniforme por todo el medio. Sin embargo, cerca de los bordes del vaso de precipitados ( y lo mismo ocurre con cualquier superficie hidrófila sumergida en el agua), el agua se mantiene clara, libre de las microesferas. ¿Por qué? Una explicación de la Química convencional predice una zona de exclusión de unas pocas moléculas de espesor cerca de las paredes de vidrio, donde la polaridad de las moléculas de agua permitiría su adhesión a las cargas presentes, pero la zona de exclusión de Pollack se observó que tenía al menos un cuarto de milímetro, es decir, varios cientos de miles de veces el espesor de las moléculas.

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Tanto Pollack como sus colegas procedieron con cautela, descartando varias explicaciones convencionales del fenómeno (por ejemplo, flujos de convención, cepillos de polímero, repulsión electrostática y fuga de materiales). También comenzaron a investigar las propiedades de la zona de exclusión, con interesantes resultados: la Zona de Exclusión del agua excluye casi todo, no sólo a las partículas en suspensión, sino también los solutos. Se observa un pico de absorción electromagnética a 270 nm, y emite menos radiación infrarroja que un mayor volumen de agua; tiene mayor viscosidad y un mayor índice de refracción que el resto del agua. Lo más sorprendente es que descubrieron que la Zona de Exclusión tiene carga negativa y que el agua situada fuera de esta zona tenía un bajo pH, lo que parece indicar que los protones habían sido expulsados de la Zona de Exclusión del agua.

Con esta información, Pollack y sus colaboradores plantearon la hipótesis de que la Zona de Exclusión está compuesta por una forma cristalina líquida del agua, constituida por capas hexagonales apiladas, con oxigeno e hidrógeno en una proporción de 2:3. Por supuesto, el hielo también está formado por capas hexagonales apiladas, pero en el caso de las láminas de hielo se mantienen unidas por protones adicionales. Pollack propuso que las capas de la Zona de Exclusión están “fuera de registro”, alineadas de manera que los átomos de oxígeno de cada capa se encuentran con frecuencia junto a los átomos de hidrógeno de las capas adyacentes. La alineación no es perfecta, pero se crean más atracciones que repulsiones, lo suficiente como para generar cierta cohesión, así como una matriz molecular lo suficientemente ajustada para excluir incluso el más pequeño de los solutos.

¿De dónde procede la energía para producir esta separación de cargas? Proviene de la radiación electromagnética incidente. Cuando una muestra de agua no recibe esa radiación incidente, ni hay flujo de calor, entonces no se genera una zona de exclusión.

La mayor parte de La cuarta fase del agua se destina a la aplicación de esta hipótesis a diversos fenómenos de la química del agua. Su mayor contribución científica es la de realizar preguntas aparentemente ingenuas sobre algo que nadie parece prestar atención. Por ejemplo, cuestiona la explicación convencional de la tensión superficial, según la cual se señala directamente a la presión de los enlaces de hidrógeno en la superficie del agua. ¿Podría explicarse la tensión superficial del agua por la energía de una capa que tiene menos de un nanómetro de espesor? Pollack se pregunta: ¿Por qué los geles, que están formados por más de un 99,9% de agua no tienen fugas o filtraciones de agua? ¿Por qué las gotas de aerosol cargadas de agua se unen en las nubes en lugar de repelerse entre sí y dispersarse uniformemente por todo el cielo? ¿Por qué al agua caliente a veces se congela más rápidamente que el agua fría (el efecto Mpemba)? ¿Por qué el aumento de vapor en una taza de café caliente se produce en pequeñas bocanadas? ¿Por qué los barcos dejan una estela de agua relativamente tranquila después de que han pasado 15 o 30 minutos?

Este libro ofrece respuestas sencillas o estas y otras preguntas. Los experimentos que cita son claros y convincentes. Mientras que ofrece respuestas a preguntas poco convencionales y básicas de la Química, no invoca a fuerzas sobrenaturales o paranormales. Tampoco cuestiona las leyes físicas fundamentales ( de la termodinámica, la relatividad, la teoría cuántica, etc). Entonces, uno se pregunta, ¿por qué se ignora esta teoría?

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Creo que las razones están más allá de la resistencia estándar de Kuhnsian sobre los cambios de paradigma. Pollack no es, después de todo, el primer científico que presenta otras miras de cara a avanzar en las teorías sobre el agua, que van más allá de considerarla una sustancia con una estructura genérica, y algo más que un medio y una materia prima para la química. Hay algo más.

Una rápida revisión de la historia de estas controversias mencionadas anteriormente, la de la poliagua y la memoria del agua, resulta algo instructivo. En el primer caso, químicos rusos descubrieron que el agua al pasar por unos tubos muy estrechos presentaba una propiedades anómalas, ni de líquido ni de sólido ( anomalías que son exactamente las mismas que describe Pollack). Se armó un gran alboroto, y los científicos occidentales acusaron a los rusos de que no habían eliminado las impurezas del agua, es decir, había restos de sílice disueltos en el agua de los tubos de vidrio. Al final, los rusos admitieron que el agua contenía impurezas, y este descubrimiento fue relegado a los basureros de la Ciencia. Nadie, sin embargo, se detuvo a ofrecer una explicación de por qué la sílice disuelta en el agua da a ésta tan peculiares propiedades. Pollack señala que obtener agua pura, el solvente universal, es algo casi imposible. La sustancia presente en el agua utilizada por los rusos nunca fue considerada, fue más bien un pretexto para descartar el descubrimiento.

El caso de la memoria del agua es todavía más flagrante. Jacques Benveniste publicó un artículo en la revista Nature que afirmaba que una muestra de agua que anteriormente contenía anticuerpos todavía era capaz de producir una respuesta inmune de los glóbulos blancos de la sangre, como si el agua “recordarse” su presencia. Nature publicó el artículo (Benveniste fue un destacado inmunólogo francés), pero se envió a una brigada inquisitorial para que investigase, entre los que se encontraban el mago Jame Randi y el investigador de fraudes Walter Stewart. Los relatos difieren en cuanto a lo que sucedió después, pero todo el mundo está de acuerdo en que no se encontró ninguna evidencia directa de fraude. El equipo llegó a la conclusión de que sus resultados no eran replicables, una afirmación que siempre negó Benveniste de manera enérgica, pero a continuación se le negó toda financiación, su laboratorio fue cerrado, y su carrera académica se vio arruinada. A día de hoy, su nombre está asociado con la Ciencia patológica y sus obituarios son obras maestras de la difamación.

Observe que en el párrafo anterior pongo la palabra “recordase” entre comillas, para que sepa el lector que no creo que el agua, literalmente, tenga recuerdos. Las comillas implican que sólo el agua puede, en el mejor de los casos, comportarse como si pudiera recordar. Porque después de todo, el agua es sólo agua, ¿verdad?. No posee la complejidad, la organización, la inteligencia, la base experimental necesaria para tener una memoria real. La Química moderna sostiene precisamente esto: que el agua es un líquido genérico, que dos muestras de agua son fundamentalmente idénticas, que sólo difieren en la temperatura y la presencia de impurezas ( y la proporción de isótopos de hidrógeno, que son muy rigurosos en este sentido).

La poliagua, la memoria del agua y la teoría de Pollack, violan este principio, que en realidad es un tipo de antropocentrismo. Nuestra civilización, especialmente en su tratamiento de la naturaleza como si se tratase de una mercancía más, opera bajo el supuesto de que los seres humanos son los únicos que tienen tales cualidades. El resto del mundo es un montón de cosas que están por ahí. Por lo tanto, tenemos la libertad de explotarlo a nuestro antojo, imponiendo nuestra inteligencia sobre un sustrato insensible que carece en absoluto de ella. Cualquier teoría científica o tecnología que viole este principio será considerada inmediatamente reprobable, y extravagante la mente que ha sido capaz de diseñarla.

Una forma de ver la transición que nuestra sociedad está experimentando hoy en día, es que estamos asignando el ser como ya algo propio del pasado. Hemos hecho algunos progresos: en la actualidad se reconoce la plena personalidad jurídica de las mujeres y de las minorías ( aunque por desgracia, las creencias racistas y sexistas persisten con mucha mayor tenacidad de lo que aparentemente reconocemos). Ya no vemos a los animales como seres insensibles, aunque la forma y el grado de la inteligencia animal es poco conocida. Incluso la inteligencia de las plantas se está convirtiendo en un tema candente dentro de la investigación, a pesar de que sean considerados raros los científicos que hablan de la “inteligencia de las plantas” o de la “experiencia subjetiva de las plantas”, sin que por ello se produzcan inmediatas descalificaciones. Por supuesto, no estoy diciendo que sean verdaderamente inteligentes.

Gerald Pollack no ha dicho que el agua sea inteligente. Su investigación sin embargo abre las puertas a tal punto de vista, ya que implicaría que dos “muestras” de agua pura son únicas, con una estructura que depende de lo que haya estado en contacto con ella. ¿Por qué utilizo las comillas aquí? Pues debido a que la misma palabra implica que si tomo una pequeña cantidad de agua de una cantidad mayor, por ejemplo un tubo de ensayo de una bañera, cuanto más pequeña sea la muestra tendrá las mismas propiedades que la cantidad mayor. En otras palabras, implica que el agua, o cualquier cosa de la que se obtenga una muestra, será aislable de su entorno.

La investigación de Pollack se enfrenta a ambos supuestos, el de uniformidad y aislabilidad. No va tan lejos como para afirmar que el agua pueda transportar información, sino que se acerca a ella cuando señala que las propiedades de la Zona de Exclusión son distintas para diferentes materiales. Esta sea quizás la razón por la cual los homeópatas hayan tenido en cuenta esta investigación ( como lo hicieron también con la de Benveniste). La homeopatía, es el epítome de la charlatanería a los ojos de la ortodoxia médica: al asociarse con el trabajo de Pollack ( aunque él nunca ha dicho nada en este sentido) es sin duda una de las razones por las que la comunidad científica no se fía de su obra.

Nadie en su sano juicio diría que ha demostrado la validez de la homeopatía, por no hablar de la gran cantidad de modalidades y productos a base de agua que se pueden encontrar en Internet. Pero si aceptamos los resultados, y espero que otros científicos repitan y amplíen sus experimentos, ya podremos decir que estas modalidades no contradicen principios científicos indudables. Por supuesto, si dos muestras de agua pura fueran idénticas, los productos y los medicamentos basados en el agua y luego estructuras, serían productos de mercachifles. Gracias a Pollack ( y otros investigadores de la literatura científica), esto ya no es cierto.

La Cuarta Fase del Agua contribuye a un cambio de paradigma, mucho mayor que el que se está llevando a cabo en todas las Ciencias, y de hecho a una transición de la mitología que define nuestra Civilización. Las implicaciones de este hallazgo, de verificarse, serían profundas, especialmente en áreas de la Biología celular, Fisiología vegetal, señalización química, y por supuesto, en Medicina . Mas allá de eso, pierde validez esa idea de que vivimos en un Universo muerto de sustancias genéricas, que nosotros, la única inteligencia de este Universo, seríamos los legítimos señores y amos. Pollack forma parte de esa evolución de la Ciencia hacia una visión del mundo más cercana a la de los chamanes, que entiende que todas las cosas poseen algún tipo de ser.

La resistencia a este cambio es todavía muy fuerte, tal vez porque sus consecuencias son enormes.Incluso sin darse cuenta de la magnitud de las consecuencias, los pensadores ortodoxos atacan por instinto cualquier trabajo que se alinee con él. La táctica común de alegar contaminación ( que junto con el fraude) se utiliza como una salida para todo aquello que les resulta anómalo, sea en Arqueología, o en Astronomía, y claro, también se utiliza en Química. Esto equivale a una acusación de dejadez, de incompetencia. Nadie quiere ser considerado una víctima. Por lo tanto, cuando se mantiene el ostracismo de los iconoclastas, como se ha hecho con Benveniste, Pollack, Pons y Fleischmann, Halton Harp, etc, los que muestran una cierta comprensión hacia ellos, se mantienen en silencio, por miedo a que dejen de financiarse sus proyecto y se arruinen sus carreras.

Aunque sospecho que Gerald Pollack se solidariza con la transición más importante de la mitología de nuestra Civilización, hay pocos indicios de ello en el libro. Se restringe al campo de la Química, y cuando se adentra en el terreno de la especulación, se atiene a una base experimental para contrarrestar el escepticismo del lector y hacia lo científicamente ortodoxo. Pero lo dudo. Las implicaciones radicales de este trabajo son cercanas y demasiado profundas.

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Procedencia del artículo:

http://charleseisenstein.net/the-waters-of-heterodoxy-g-pollacks-the-fourth-phase-of-water/

Teoría Cuántica demuestra que la Conciencia se mueve a otro Universo después de la Muerte

Un libro titulado “Biocentrismo: Cómo la vida y la conciencia son las claves para entender la naturaleza del Universo”, publicado en EE.UU., ha agitado la Internet, porque contiene un concepto de que la vida no termina cuando el cuerpo muere, y puede durar para siempre. El autor de esta publicación, el científico Robert Lanza no tiene ninguna duda de que esto es posible.

Más allá del tiempo y el espacio
Lanza es un experto en medicina regenerativa y director científico de Advanced Cell Technology Company. Antes de que él fuera conocido por su extensa investigación que se ocupa de las células madre, también fue famoso por varios exitosos experimentos de clonación de especies animales en peligro de extinción.

Pero no hace mucho tiempo, el científico se involucró con la física, la mecánica cuántica y la astrofísica. Esta mezcla explosiva ha dado a luz la nueva teoría del biocentrismo, que el profesor ha estado predicando desde entonces.

La teoría implica que la muerte simplemente no existe. Es una ilusión que surge en la mente de las personas. Existe porque la gente se identifica con su cuerpo. Creen que el cuerpo morirá tarde o temprano, pensando que su conciencia desaparecerá también. De hecho, la conciencia existe fuera de las limitaciones del tiempo y el espacio y es capaz de estar en cualquier lugar: en el cuerpo humano y fuera de él. Esto encaja bien con los postulados básicos de la ciencia de la mecánica cuántica, según la cual una cierta partícula puede estar presente en cualquier lugar y un evento puede ocurrir de acuerdo a varios, a veces de incontables maneras.

Lanza cree que pueden existir múltiples universos simultáneamente. Estos universos contienen varias maneras de escenarios posibles. En un universo, el cuerpo puede estar muerto. Y en el otro seguir existiendo, absorbiendo la conciencia que emigró hacia ese universo.

Esto significa que una persona muerta mientras viaja a través del mismo túnel no termina en el infierno o en el cielo, sino en un mundo similar al que él o ella habitó, pero esta vez con vida. Y así sucesivamente, infinitamente.

Mundos múltiples

Esto infunde esperanza, pero la controversial teoría de Lanza no sólo tiene muchos seguidores inconscientes, simples mortales que quieren vivir para siempre, sino también algunos científicos bien conocidos. Estos son los físicos y astrofísicos que tienden a estar de acuerdo con la existencia de mundos paralelos y que sugieren la posibilidad de múltiples universos. Multiverso (multi-universo) es un denominado concepto científico, que defienden. Creen que no existen leyes de la física que prohíba la existencia de mundos paralelos.

El primero fue un escritor de ciencia ficción HG Wells, que lo planteó en 1895, en su novela “The Door in the Wall”. Y después de 62 años, esta idea fue desarrollada por Hugh Everett en su tesis de posgrado en la Universidad de Princeton. Básicamente plantea que en un momento determinado el universo se dividió en innumerables casos similares. Y al momento siguiente, estos universos “recién nacidos” se dividieron de manera similar. En algunos de estos mundos puede estar presente: la lectura de este artículo en un universo, o ver la televisión en otro.

El factor desencadenante de estos mundos es que se multiplican nuestras acciones, explicó Everett. Si hacemos algunas elecciones, al instante un universo se divide en dos con las diferentes versiones de los resultados.

En la década de 1980, Andrei Linde, científico del Instituto de Física de Lebedev, desarrolló la teoría de los universos múltiples. Actualmente es profesor en la Universidad de Stanford.

Linde explicó: el espacio consiste en muchas esferas infladas, que dan lugar a esferas similares, y éstas, a su vez, producen esferas en una cantidad aún mayor, y así sucesivamente hasta el infinito. En el universo, están separadas entre sí. No son conscientes de la existencia de la otra. Pero representan partes del mismo universo físico.

El hecho de que nuestro universo no está solo está respaldado por datos recibidos desde el telescopio espacial Planck. Usando los datos, los científicos han creado el mapa más preciso del fondo de microondas, la radiación de fondo de supuesta reliquia cósmica, que se ha mantenido desde el inicio de nuestro universo. También encontraron que el universo tiene un montón de oscuros recovecos representado por algunos agujeros y extensas lagunas.

El físico teórico Laura Mersini-Houghton de la Universidad de Carolina del Norte con sus colegas argumentan: las anomalías del fondo de microondas existen debido al hecho de que nuestro universo está influenciado por otros universos existentes cercanos. Y los agujeros y lagunas son un resultado directo de ataques sobre nosotros por universos vecinos.

Alma quanta

Por lo tanto, hay abundancia de lugares u otros universos donde nuestra alma podría emigrar después de la muerte, según la teoría del neo-biocentrismo. ¿Pero existe el alma?.

El profesor Stuart Hameroff de la Universidad de Arizona no tiene dudas sobre la existencia del alma eterna. Recientemente -el año pasado, anunció que se ha encontrado evidencia de que la conciencia no perece después de la muerte.

Según Hameroff, el cerebro humano es el ordenador cuántico perfecto y el alma o conciencia es simplemente información almacenada en el nivel cuántico. Puede ser transferida, después de la muerte del cuerpo. La información cuántica representada por la conciencia se funde con nuestro universo y existe allí indefinidamente. El experto del biocentrismo Lanza prueba que el alma migra a otro universo. Esa es la principal diferencia con respecto a sus otros colegas.

Sir Roger Penrose, un famoso físico británico y experto en matemáticas en Oxford, apoya esta teoría, y también ha encontrado rastros de contacto con otros universos. Juntos, los científicos están desarrollando la teoría cuántica para explicar el fenómeno de la conciencia. Ellos creen que encontraron los portadores de la conciencia, los elementos que acumulan información durante la vida, y después de la muerte del cuerpo la conciencia “drena” en otro lugar. Estos elementos están ubicados dentro de los microtúbulos proteicos (microtúbulos neuronales), que previamente han sido atribuidos a un simple papel de refuerzo y canalización de transporte dentro de una célula viva. Basado en su estructura, los microtúbulos son los más adecuados para funcionar como portadores de propiedades cuánticas dentro del cerebro. Que se debe principalmente a que son capaces de conservar estados cuánticos durante mucho tiempo, lo que significa que pueden funcionar como elementos de un ordenador cuántico.

http://nuevodesordenmundial.blogspot.com.es/2016/03/teoria-cuantica-demuestra-que-la.html

En febrero pasado los científicos aseguraron haber descubierto por primera vez ondas gravitacionales, pero un nuevo estudio indica que se trataría de otra cosa.

Las ondas gravitacionales recién descubiertas en realidad serían algo mucho más misterioso


NASA / Serge Brunier

Un grupo de físicos, encabezado por el premio Nobel Adam Riess, afirma que las ondas gravitacionales recientemente descubiertas por el Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO, por sus siglas en inglés) en realidad podrían tratarse de los rastros de materia oscura dejados por la fusión de agujeros negros inusuales, según un estudio publicado en la biblioteca electrónica de la Universidad Cornell de EE.UU.

El pasado 11 de febrero, los científicos del LIGO confirmaron por primera vez la existencia de las ondas gravitacionales (GW150914) en el espacio-tiempo producidas por la colisión de dos agujeros negros, uno de 36 veces, y el otro 29 veces más grandes que el Sol, a una distancia de más mil millones de años luz de la Tierra.

Reiss y su equipo considera que el GW150914 podría haber sido generado no por agujeros negros «ordinarios», sino por sus antiguos «primos», que surgieron por la «coagulación» de materia oscura y no como resultado del colapso gravitacional de estrellas, como los tradicionales agujeros negros.

Según los autores de este nuevo estudio, estos «primitivos» agujeros negros eran frecuentes en un distante pasado del universo, cuando su materia era mucho más densa que en la actualidad. Además señalan que estos agujeros negros exóticos están distribuidos de forma desigual en las galaxias y se encuentran en lugares donde se concentra la materia oscura, en los llamados ‘halos galácticos’.

Los autores del estudio resaltan que hacen falta más estudios y recolectar más datos sobre otros estallidos de ondas gravitacionales generadas por agujeros para que esta teoría sea ratificada.

http://www.periodicoelnuevomundo.com/2016/03/en-febrero-pasado-los-cientificos.html

Los Neandertales utilizaban dióxido de manganeso para hacer fuego

El dióxido de manganeso es abundante en la naturaleza, y debido a su color estos óxidos se han utilizado como pigmentos desde la Edad de Piedra. Algunas de las pinturas rupestres de Lascaux, en Francia, por ejemplo, fueron realizadas con pigmentos basados ​​en el manganeso.
En una serie de análisis sobre compuestos, los científicos de la Universidad de Leiden y de la Universidad de Tecnología de Delft han concluido que los neandertales de Pech-de-l’Azé I (Dordoña), en el sudoeste de Francia, hacían un uso notablemente diferente de este mineral hace 50.000 años.
Durante las excavaciones en varios yacimientos neandertales de Francia un gran número de pequeños bloques negros fueron encontrados. La interpretación usual es que estos trozos de óxido de manganeso fueron usados por sus propiedades colorantes, potencialmente para decorar el cuerpo como expresión simbólica.
Bloques de óxido de manganeso encontrados en  Pech-de-l’Azé I (Francia),  tanto sin modificar (b, d) como con marcas de abrasión (a, c).
Sin embargo, los neandertales habían utilizado habitualmente el fuego y, si necesitaban material negro para la decoración, el hollín y carbón estaban fácilmente disponibles, mientras que el óxido de manganeso habría requerido una inversión considerablemente mayor de tiempo y de energía en obtenerlo.
El equipo de las Universidades Leiden-Delft concluye que los neandertales tardíos de Pech-de-l’Azé recogían deliberadamente dióxido de manganeso para un propósito diferente. Estadísticamente, experimentos de combustión y mediciones termo-gravimétricas demuestran que el dióxido de manganeso reduce la temperatura de auto-ignición de la madera y sustancialmente aumenta la velocidad de combustión del carbón vegetal; en otras palabras, el dióxido de manganeso facilita la realización de fuego. La evidencia arqueológica en esos lugares de fuego y de molienda de bloques de dióxido de manganeso apoya la hipótesis de que los neandertales de Pech-de-l’Azé utilizaron dióxido de manganeso para hacer fuego.
El uso del fuego habría proporcionado importantes beneficios al ahorrar el tiempo y la energía que se gasta en recoger el manganeso. Por otra parte, la importancia social y simbólica del fuego no debe dejarse pasar por alto.
La selección y uso de dióxido de manganeso para hacer fuego es desconocido en el registro etnográfico de los últimos cazadores-recolectores. Por lo tanto, proporciona una mejor aproximación a las capacidades cognitivas de los neandertales. Las acciones involucradas en la selección preferencial de un material específico no combustible, y su uso para hacer fuego, no son evidentes ni intuitivas. El conocimiento y las ideas sugeridas por la selección llevada a cabo por los neandertales del dióxido de manganeso, y su uso para  realizar fuego, son sorprendentes y cualitativamente diferentes de las experiencias comúnmente asociadas con los neandertales.
Curiosamente, mientras que los neandertales podrían haber usado dióxido de manganeso para hacer fuego hace 50.000 años, el dióxido de manganeso tiene, en la actualidad, usos importantes en el almacenamiento de energía (baterías) y potencialmente, en un futuro, en sistemas de producción de energía limpia.
Los autores reconocen el apoyo de la Organización Holandesa para la Investigación Científica NWO (Spinoza subvención 28-548) y la Real Academia Holandesa de Artes y Ciencias (Academia del programa Premio KNAW profesor) y de la Het Rijksdienst voor Cultureel Erfgoed (Amersfoort, NL) por la forma de acceso a los equipos y la asistencia en los análisis.
articulo publicado en:http://terraeantiqvae.com/profiles/blogs/los-neandertales-utilizaban-dioxido-de-manganeso-para-hacer-fuego#.VtXQVvnhC70

La materia es la forma en que la realidad se dibuja a sí misma

Decidir qué existe y en qué condiciones no es tan fácil como parece

La materia solo es la forma en que la realidad se dibuja a sí misma como finísima lluvia de puntitos localizados. Nunca es el origen de nada sino la consecuencia, y por eso no importa el indeterminismo y el caos que tanto perturba nuestra razón. Por Jesús García Merino (*)

El Universo, la Tierra, la casa que habitamos… ¿Quién pensaría que no existen? Decimos que son reales porque sí, porque los vemos a ellos y a las partes en que se dividen. Existen los ladrillos de nuestra casa y el cemento que los mantiene unidos, pero la física nos está diciendo que la división en partes tiene un límite, y al atravesarlo desaparece la realidad subjetiva que tiempo atrás no hacía falta definir con precisión. Ahora la realidad macroscópica no se puede entender de la misma forma que los estados de una partícula, hay categorías de realidad, mucha incertidumbre, y mucha expectación por descubrir a dónde conduce el laberinto de la razón.

Quizás estaremos de acuerdo en que “realidad” es el conjunto de todo lo que existe, pero decidir qué existe y en qué condiciones no es tan fácil como parece. Quizás estaremos de acuerdo en que realidad y materia se dan estrechamente la mano, así que vamos a investigar si las evidencias experimentales nos hablan fuerte y claro sobre una inquietud que nos pertenece a todos, comenzando con el viejo problema de medir magnitudes como longitud, tiempo y masa.

La falta de precisión en la medida siempre ha bloqueado el avance de la ciencia porque las teorías que no se pueden falsear se quedan en un limbo metafísico y no se desarrollan. Por ejemplo la supervivencia de la relatividad general de Einstein dependía de cuánto se desviaba la órbita de Mercurio, una variación angular tan pequeña que para medir una desviación de un solo grado necesitaríamos esperar 8372 años, eso es el equivalente a los famosos 43 segundos de arco por siglo que Einstein acertó a calcular con su propia teoría, y eso fue lo que se midió.

Se diría que alguna vez tendríamos que alcanzar la precisión absoluta, y entonces, por fin, quedarían al descubierto los secretos mejor guardados de la materia, una realidad tan objetiva y predecible como imaginaba Laplace en su “mecánica celeste”. Sin embargo, al dividir y dividir a la materia hasta llegar al submundo de las partículas, resulta que los fotones de la luz que se necesitan para “ver”, para medir, transportan tanta energía que al incidir sobre la partícula observada la sacan de cualquier límite de observación, y adiós medida.

Hay un límite allá en lo muy pequeño donde la precisión de medida se vuelve divergente y la realidad predecible se disuelve como si todo estuviera dominado por el caos. Pero si de verdad es el caos lo que domina la materia en su escala fundamental, ¿cómo es posible que surjan macrosistemas tan ordenados y coherentes como los seres vivos? ¿El orden puede surgir de un caos elemental, como si las partículas fueran piezas de un puzzle que se juntan correctamente por casualidad?

Existencia indeterminada

No existe ninguna tecnología de precisión en el mundo de las partículas y eso basta para cuestionar lo que siempre se había pensado de la realidad, pero el problema de la medida no se debe solamente a los errores propios de la tecnología, es que verdaderamente las partículas tienen una existencia indeterminada. Eso significa que no hay ninguna garantía de que sigan trayectorias continuas, porque ni siquiera se puede afirmar que existen en cualquier instante del tiempo.

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«Física Cuántica, Epigenética y Transducción; una nueva percepción del mundo»

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Siempre existió la creencia de que los genes  nos determinan, pero hoy sabemos que distintos factores, como por ejemplo ambientales, conductuales propios o heredados del clan familiar, pueden alterar la expresión genética y por ende definir el fenotipo del organismo.

En el año 1942  Conrad Waddington introduce el termino epigenética, la describe como el sector de la biología que estudia las interacciones causales entre los genes y sus productos que dan lugar al fenotipo. Los inicios de la epigenética en la bibliografía datan de mediados del siglo XIX, sin embargo los comienzos de la noción pueden hallarse ya en Aristóteles, quien creía en la epigénesis. Decía al respecto que el desarrollo de la forma orgánica del individuo se gestionaba a partir de materia amorfa.

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Actualmente existen dos nuevos campos en la ciencia genética, transducción y epigenética.

Transducción  se refiere a la transformación de un tipo de señal en otro tipo de señal  “…es cuando un organismo lee la señal del medio ambiente y la traduce en comportamiento y genética. O sea que la transducción controla comportamiento y también genética. La transducción de la señal está por encima de la epigenética porque es necesaria para entender la epigenética.  La Transducción se basa en leer el medio ambiente, interpretarlo y luego generar una respuesta, que es  la respuesta a un estimulo.  La repuesta puede reflejarse en la conducta o en la genética. Por eso cuando hablamos de genética, siempre digo que la respuesta al medio ambiente que controla la genética no está relacionada a la genética regular de los libros académicos sino que está relacionada a la epigenética. Y la razón por la cual se llama epigenética es la siguiente: epi significa “por encima”, como epidermis, o sea “por encima de los genes”.
Ahora, descubrimos que la señal por encima de los genes viene del medio ambiente, o sea que el medio ambiente es el que controla los genes, en vez de ser los genes quienes se controlan a sí mismos. (Bruce Lipton)

Jorge Dotto, medico patólogo y genetista argentino autor de “Genética. Cómo puede cambiar nuestras vidas” declara: “Los seres humanos también somos responsables y podemos modificar nuestros genes. Hay factores ambientales que actuarían como un botón de la luz, que prende o apaga ciertas áreas. Hay “etiquetas” proteicas que están adheridas a nuestro genoma y hacen que éste se relaje o se comprima. Si el ADN se relaja o se “desenrolla”, los genes se activan o se expresan; mientras que si la conformación de la doble cadena se comprime, hace que no haya expresión genética, se “apagan”. Estos cambios de expresión de genes son causados por la alimentación, el estrés o algunos productos sumamente tóxicos, como el cigarrillo. Eso sí: no hay una modificación de la secuencia del ADN (genoma) con estas acciones externas que ejerce el ambiente, no ocurren mutaciones

A pesar de que estos factores externos no cambian la secuencia básica de ADN, sucede algo asombroso, estas modificaciones pueden pasar a futuras generaciones

Bruce Lipton, biólogo celular, investigador en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford y autor del libro The biology of belief (2005), aplicó un concepto básico de la física cuántica al campo de la biología celular, “…el universo cuántico es un conjunto de probabilidades susceptible a los pensamientos del observador”. 

Somos los artistas y también la obra de arte

Gregg Braden, en la introducción de su libro La Matriz Divina, explica de manera detallada el efecto del observador. La metáfora “somos los artistas y la obra de arte también o “somos el lienzo, al igual que las imágenes en el lienzo. Somos las pinturas y también los pinceles”, refiere a una discusión de gran controversia entre las mentes más brillantes de la historia reciente.

Albert Einstein afirmó que somos esencialmente observadores pasivos viviendo en un universo preexistente sobre el que tenemos poca influencia: «Allí fuera está este inmenso mundo –dijo, que existe independientemente de nosotros los humanos y que se alza ante nosotros como un gran y eterno enigma, pero que es accesible, en parte al menos, a la inspección y al pensamiento». En la actualidad, muchos científicos comparten esta misma visión. Éste no es el caso de John Wheeler, un físico de la Universidad de Princeton y colega de Einstein. Wheeler nos ofrece una visión radicalmente distinta de nuestro papel en el universo y lo hace con gran claridad y audacia. «Teníamos esa vieja idea según la cual el universo está allí  fuera y aquí está el hombre, el observador, separado del universo por una gruesa plancha de vidrio.» Refiriéndose a los experimentos de finales del siglo XX que demostraron que el mero hecho de observar algo ya lo modifica, Wheeler continúa: «el mundo cuántico nos enseña que para observar un objeto tan minúsculo como un electrón tenemos que romper esa plancha de vidrio: tenemos que pasar al otro lado… De modo que nos vemos obligados a eliminar la vieja palabra observador y colocar en su lugar la palabra participante. ¡Qué gran cambio! En una interpretación radicalmente distinta de nuestra relación con el mundo, Wheeler afirma que es imposible que podamos ser meros observadores del universo que nos rodea. Los experimentos de la física cuántica muestran que el mero hecho de mirar algo tan pequeño como un electrón —simplemente centrar nuestra atención en lo que esté haciendo durante un instante— cambia sus propiedades mientras lo estamos observando. Los experimentos sugieren que el propio acto de observación es un acto de creación y que la conciencia es la autora de esa creación. Estos resultados parecen respaldar la teoría de Wheeler de que ya no podemos considerarnos simples observadores que no afectan al mundo que están observando. Considerarnos partícipes en el proceso de creación en lugar de simples transeúntes que pasan un breve período de tiempo en el universo requiere una nueva percepción del cosmos y de su funcionamiento”.

Existe un lugar en el que comienzan todas las cosas, un lugar de pura energía que simplemente «es». En esta incubadora cuántica de la realidad, todo es posible. Desde nuestro éxito personal, riqueza y curación, hasta nuestro fracaso, pobreza y enfermedad… todas las cosas, desde nuestros mayores miedos hasta nuestros deseos más profundos, comienzan en esta «sopa» de potencialidades. (Gregg Braden)

Esta nueva percepción del mundo, la unificación de la biología celular con la física cuàntica, nos permite adentrarnos en un universo de infinitas posibilidades, donde lejos de ser meramente observadores, nos transformamos en los creadores de nuestra propia vida.

Má​s Información:
http://editorialsirio.com/contenido/datos/colecciones/pdfs/9788478088287.pdf
http://entremujeres.clarin.com/vida-sana/salud/jorge_dotto-genetica-ADN-genoma-salud-epigenetica-prevencion_0_1351065789.htm

AUTOR: Andea Fabiana Bollino miembro de la familia de hermandadblanca.org

Física cuántica: reconciliando ciencia y espiritualidad

Ciencia y Espiritualidad

MISTICISMO Y FÍSICA CUÁNTICA

La esperada unión entre ciencia y espiritualidad ya está aquí para cambiar la manera en la que definimos la realidad de la existencia.
NOTA ORIGINAL PUBLICADA EN LA REVISTA EL PLANETA URBANO, SECCION PLANETA-X
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Artículo de Brad Hunter

Durante centurias las religiones y la ciencia ortodoxa tomaron el control del conocimiento para dividirlo, en una feroz competencia, entre la religiosidad de la Iglesia y el materialismo de la ciencia. Así fue como toda la dinámica universal se consideró un inmenso mecanismo predecible y en el que el hombre no tenía incidencia. Todo estaba en manos de Dios, arbitrando una puja eterna en su creación: entre el bien y el mal, el caos y el orden. Mucho se habla en estos días sobre la Física Cuántica, pero en definitiva, ¿qué es la Física Cuántica? Si comparamos a la Física Cuántica con un sistema monetario basado en el peso, la unidad mínima de dicho sistema es el centavo. La llamada Física Clásica se encargaría entonces de estudiar el sistema a partir de la unidad peso (átomo) mientras que la Física Cuántica lo haría a partir del centavo (cuanto). Entonces esto puede llevarnos a definirla como una ciencia subatómica. La Física Cuántica comienza a abrir un nuevo camino al conocimiento verdadero reconociendo la divinidad en nosotros mismos y el poder de co-creación que todos poseemos. El hombre dejó de ser un “astronauta” del destino para darse cuenta de que puede elegir y crear de forma consciente cómo quiere interrelacionarse con la realidad.

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TODO ES LUZ

El término cuántico proviene de quantum, que es la unidad más pequeña que constituye la luz. Los experimentos llevados a cabo en los más avanzados laboratorios que estudian la física de partículas han demostrado que, en el nivel más pequeño de la materia, el nivel de las partículas elementales, todo es energía. Para comprenderlo mejor digamos que la materia es luz condensada. En los laboratorios se descubrió que las partículas y antipartículas se aniquilan entre sí, dando lugar a la aparición de la energía radiante y de la pura energía. En el mundo cuántico surgen procesos de creación y destrucción, demostración científica de que energía y materia no son más que dos polos de la misma esencia, de una única sustancia universal. El hombre mismo está formado de esta misma sustancia universal: luz pura y radiante. Cada uno de nosotros es un sistema de energías en vibración continua. Es decir que las moléculas de que se compone cualquier clase de materia, inclusive nuestros cuerpos, están en constante vibración. Nuestros cuerpos crean, entonces, bandas de energía electromagnética con una determinada amplitud de onda que les permite, al mismo tiempo, emitir y absorber información. Así estamos en continua comunicación con una matriz cuántica universal de carácter holográfico.

CURACION CUANTICA

Este descubrimiento está abriendo las puertas a una nueva terapia de curación que no es física, sino de carácter energético. Durante la segunda mitad del siglo XX, Herbert Fröhlich y Fritz Popp estudiaron este patrón energético de los seres vivos. Se descubrió por entonces que las moléculas vibran al unísono y se comportan como una sola supermolécula, estableciendo un patrón energético coherente y único. Así se pudo detectar una emisión lumínica por parte de los átomos similar a la de un láser. La misma fue conocida con el nombre de “radiación mitogenética de láser” y constituye la clave para asegurar que el ser humano es un complejo cuántico que posee la capacidad de conexión e interacción con el universo; y que su equilibrio, bienestar y salud dependen -como en el caso de una conexión a internet-, de la calidad de recepción y emisión de dicha señal. Para favorecer esta coherencia se puede interaccionar con estos campos sutiles de energía mediante terapias que utilizan luz, escalas cromáticas y frecuencias de sonido que ayudan a reestablecer la comunicación con la matrix.

LAS PROPIEDADES HOLOGRAFICAS

El campo energético biofotónico es holográfico, por lo que posee la propiedad de que la parte (individuo) contiene la información del Holograma completo (Todo). Existe una conectividad instantánea entre la parte y el resto de las otras partes, y entre las partes con el Holograma entero. Aquello que promulga el misticismo que reza “descubrí la verdad dentro tuyo” es una verdad irrefutable en la teoría del Holograma Cuántico. Esta propiedad de no-localidad de información es un principio postulado por la dinámica cuántica en el Teorema de Bell y demostrada en el primer experimento realizado al respecto en el espacio por el astronauta Edgar Mitchell en su misión del Apolo XIV. Nuestro Universo sería un gigantesco almacén de información al que puede accederse desde cualquier otro lugar del universo en cualquier momento que se desee. Al igual que un ordenador central de una red informática, toda la información queda almacenada en un disco rígido al que puede accederse desde cualquier computadora del sistema cuando el operario lo considere oportuno.

UNA PROPIEDAD FUNDAMENTAL: LA CONCIENCIA

Puede afirmarse que nuestro cuerpo contiene, entonces, un patrón holográfico de energía que trasciende el marco conceptual de la energía física, ya que sería energía consciente. A niveles cuánticos, la conciencia es parte integrante, esto significa que la realidad cuántica no es objetiva; entonces el observador forma parte de la realidad y tiene incidencia sobre la misma. Esto puede comprenderse bajo un principio clásico de la dinámica cuántica, el de la dualidad onda-partícula: el observador, con el simple acto de observar, determina el estado de la función en onda o en partícula. La visión es una propiedad de la conciencia, entonces la conciencia co-crea lo que observamos. Somos partícipes de un mundo cuántico que cambia de estado de acuerdo a los observadores-participantes de la realidad. La dinámica cuántica es un pilar clave en la unión entre la materia y la conciencia, estableciendo una nueva concepción de nosotros mismos. La dualidad de la existencia onda-partícula (o bien energía-materia) está entonces determinada por nuestra observación. A esto habría que agregarle que el perceptor (sujeto) y la fuente de emisión (objeto) están en una interrelación de resonancia conocida con las siglas PCAR, que permite que la información sea adecuadamente recibida. Esto puede simplificarse asegurando que cada individuo recibe la información que merece o puede entender de acuerdo con su nivel de comprensión y asimilación consciente de recepción. Este proceso calificado de información y regido por ciclos resonantes de retroalimentación es conocido como Bio-Feed Back.

UNIVERSO VIVIENTE

Si evaluamos la conciencia como un campo matriz podemos especular que el Universo se comporta como un ser vivo. James E. Lovelock fue quien postuló el concepto de la Tierra como un ser vivo, con esencia vital y conciencia. La naturaleza geométrica de la naturaleza, la cual se expande fractalmente, puede aplicarse a nuestro universo y a las leyes que lo rigen. El universo completo podría imaginarse como un gigantesco fractal expandiéndose permanentemente dentro de una matriz energética consciente. Uno de los aspectos cruciales de la comprensión filosófica de la dinámica cuántica es responder a la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que mantiene a la luz “condensada” en materia? Queda claro que los procesos cuánticos no son, por sí solos, capaces de mantener la continuidad de la luz en materia. Una de las explicaciones la dio uno de los padres de la física cuántica, Max Planck, al declarar que detrás de la realidad física debe existir una mente consciente que le permita existir. Entonces, detrás de este gigantesco universo debe existir también una gigantesca mente consciente que le da vida y le permite existir materialmente. Como decía el genial escritor Jorge Luis Borges: “Somos pensamientos en la mente de un gigante”.

Física cuántica: reconciliando ciencia y espiritualidad

Descubren nueva partícula subatómica

El descubrimiento fue realizado por un equipo de científicos, entre ellos el profesor Iain Bertram en Lancaster, involucrado en la colaboración internacional DZero del Fermilab, un laboratorio del gobierno de Estados Unidos especializado en física de partículas de alta energía.

El profesor Bertram dijo: «Es emocionante descubrir una nueva e inusual partícula que nos ayude a comprender la interacción fuerte, una de las cuatro interacciones fundamentales conocidas de la física.»

DZero es uno de los dos experimentos en el colisionador Tevatron del Fermilab. Aunque el Tevatron fue retirado en 2011, se continúan analizando los experimentos de miles de millones de eventos grabados de sus colisiones.

La observación tetraquark fue una sorpresa cuando los científicos de DZero observaron por primera vez, en julio de 2015, la nueva partícula, llamada X(5568), denominada así por sus megaelectronvoltios de masa-5568.

El profesor Bertram trabajó en el análisis, desarrollando el modelo utilizado para simular el X(5568).

Los quarks son partículas elementales puntuales que normalmente vienen en paquetes de dos o tres, los paquetes más conocidos son el protón y el neutrón (cada uno está compuesto de tres quarks).

Hay seis tipos o «sabores» de quark para elegir: arriba, abajo, extraño, encanto, cima y fondo [up, down, strange, charm, top, bottom]. Cada uno de ellos tiene también su contraparte de antimateria.

Mientras que todos los demás tetraquarks observados contienen al menos dos del mismo sabor, el X(5568) tiene cuatro sabores diferentes – arriba, abajo, extraño e fondo.

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– Publicación: «Observation of a new Bs0π± state» paper FERMILAB-PUB-16-038-E. arXiv:1602.07588 [hep-ex]
– Fuente: Lancaster University.
– Imagen: Una nueva partícula elemental, el último miembro que se añade a las especies exóticas conocidas como tetraquarks. – See more at: http://bitnavegante.blogspot.com.es/2016/02/descubren-nueva-particula-subatomica.html#sthash.IkCRUhfD.dpuf

PALEONTOLOGÍA. ¿Cómo se forman los fósiles?

Cuando los animales, plantas y otros organismos mueren, generalmente se desintegran por completo. Pero a veces, cuando las condiciones son las adecuadas, quedan preservadas como fósiles.
Esqueleto de la muestra de pájaro (Aurornis xui) descubierto en Yizhou Fossil & Geology Park, China. Crédito:Thierry Hubin / IRSNB
Existen diferentes procesos físicos y químicos por los cuales se crean los fósiles, según el Servicio Geológico de los Estado de Nueva York.
La congelación, el secado y el recubrimiento, con el alquitrán o la resina, que pueden crear fósiles que preservan los tejidos corporales. Estos fósiles representan a los organismos tal como eran cuando estos vivían, pero son muy raros.
La mayoría de los organismos se convierten en fósiles cuando son transformados por otros medios.
El calor y la presión al ser enterrados por el sedimento pueden causar que los tejidos de los organismos, incluyendo a las hojas de las plantas y las partes blandas del cuerpo de los peces, reptiles e invertebrados marinos, puedan liberar el hidrógeno y el oxígeno, dejando tras de sí un residuo de carbono .
Este proceso, que se llama carbonización, o destilación, produce una impresión detallada del carbono del organismo muerto en las rocas sedimentarias.
El método más común de fosilización se llama permineralización, o petrificación. Después de desintegrarse los tejidos blandos de un organismo en el sedimento, son las partes duras, en particular los huesos, las que quedan.
El agua se filtra entre los restos, y los minerales disueltos en el agua se filtran entre los espacios dentro de los restos, donde se forman cristales. Estos minerales cristalizados causan que los restos se endurezcan, junto con el recubrimiento de la roca sedimentaria.
En otro proceso de fosilización, llamado de sustitución, los minerales de las aguas subterráneas sustituyen a los minerales que componen los restos corporales, una vez que el agua ha disuelto por completo las partes duras originales del organismo.
Los fósiles también se forman a partir de moldes y vaciados. Si un organismo se disuelve completamente en roca sedimentaria, puede dejar una impresión de su forma externa en la roca, llamado un molde externo. Si ese molde se llena con otros minerales, se convierte en un vaciado.
Un molde interno se forma cuando los sedimentos de minerales llenan la cavidad interna de un organismo, como una concha o una calavera, y los restos se disuelven.

– Imagen: Esqueleto de la muestra de pájaro (Aurornis xui) descubierto en Yizhou Fossil & Geology Park, China. Crédito:Thierry Hubin / IRSNB – See more at: http://bitnavegante.blogspot.com/2013/06/como-se-forman-los-fosiles.html#sthash.CWDnBxPX.dpuf

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