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La arqueología nazi y el mito de la gran Germania

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En el campo de la arqueología, los nazis tuvieron que llevar a cabo una serie de excavaciones para demostrar “científicamente” la existencia de la gran Germania

 
Excavaciones nazis en Ucrania en busca de los restos de la gran Germania

Hitler, en algún momento, se lamentó afirmando: “carecemos de pasado”. Lo cierto era que se desesperaba al ver que los arqueólogos de las SS se empeñaban en excavar en los bosques de Germania y que sólo conseguían exhumar algunas pobres vasijas, nada comparable al esplendor de las excavaciones que se realizaban de restos griegos o romanos. Por tanto, había que buscar el pasado de la raza, el que debía de llenar de orgullo a los alemanes, en territorios influenciados por estas culturas. Y con esa finalidad, el proyecto nazi no dudó no sólo en dominar el presente y el futuro, sino también enreescribir e instrumentalizar el pasado.

 

En este sentido, el concepto de Germania fue diseñado por la estratégicamegalomanía de la propaganda nazi. El discurso de Hitler tenía que ser legitimado por un territorio, un pueblo y una raza superiores que, en realidad, no eran más que una entelequia. Así, para cristalizar ese ideario irreal, el nazismo tuvo que buscar un material y una documentación pseudocientífica que respaldase la existencia la existencia de Germania y toda la mitología que la rodeaba.

En el campo de la arqueología, como no pudo ser de otra forma, hubo que llevar a cabo una serie de excavaciones para demostrar “científicamente” la existencia de esa gran Germania. Para ello, no se vaciló en crear una serie de falsos hallazgos arqueológicos que legitimaran el mito germánico, que demostraran la supuesta supremacía de la Alemania nazi y legitimara las pretensiones anexionistas del régimen. Así, en los tiempos del nacionalsocialismo, los arqueólogos se pusieron al servicio de la política y se vieron forzados a presentar una serie de pruebas científicas que amparasen las ideas de una civilización germánica superior y del extenso territorio que ocupaba.

Arqueólogos y pseudocientíficos, desde el año 1939, se movieron por los territorios conquistados por el ejército de Hitler para buscar restos arqueológicos que se pudieran atribuir a la civilización germánica. Se valieron, incluso, de trabajadores forzados y de presos sacados de los campos de concentración para ayudar en las labores. En la zona del este de Europa, los arqueólogos nazis saquearon los museos y quitaron de sus cargos correspondientes a los expertos locales. Asimismo, en los territorios del norte y del occidente trataron de buscar colaboración entre los especialistas para la búsqueda del supuesto pasado común.

Sin embargo, ciertamente, el término Germania fue usado por los romanospara nombrar a los pueblos que ocupaban el margen derecho del Rin. Destaca la obra de Tácito titulada De origine et situ Germanorum (“Sobre el origen y territorio de los germanos”), conocida también como Germania, donde describe a los germanos y su país. Para su escrito, que data de los tiempos del emperador Trajano, se valió de fuentes como César o de las narraciones orales que debió recopilar de soldados, mercaderes y viajeros que regresaban del otro lado del Rin, ya que él nunca estuvo en Germania.

En su obra, Tácito realizó un estudio general de los germanos, analizando su geografía física, instituciones, aspectos militares, vida cotidiana, etc. Se encarga, más detalladamente, de describir las peculiaridades de cada una de las etnias por separado. Además, expone su visión personal de los habitantes de Germania ylos compara con los romanos de la época, para mostrar cómo entre los bárbaros se seguía cultivando ciertas virtudes que antaño imperaron en Roma. Reconoció en ellos valores como la austeridad, la dignidad y la bravura militar, que en otro tiempo poseyeron los romanos y que estaban en decadencia.

Obras de este tipo debieron ser usadas por la corriente nazi para crear el mito de Germania, que sirvió para argumentar simbólicamente el concepto de la raza aria superior y para legitimar los crímenes cometidos por el Tercer Reich. De la misma forma, inventado todo un contexto histórico incluso con objetos arqueológicos, se difundió todo el artificio de maneras tan diversas como elaborando murales escolares, distintivos y cromos con los que se pretendía adoctrinar a los niños. La noción de Germania era omnipresente, tanto en el colegio como en el tiempo de asueto.

Para los adultos existió toda una gama de películas, programas de radio, libros, carteles, revistas y fotografías que recordaba a la gente de la época que Germania era una civilización muy desarrollada e, incluso, superior a Grecia y a Roma.

Cada “descubrimiento” arqueológico era usado por los nazis para la propaganda de su idea imperial, como se hizo con una urna de 1400 años de antigüedad con una cruz gamada, proveniente del cementerio de Bremen-Mahndorf, que fue muy difundida por la prensa nazi y la revista científica populista “Germanen-Erbe” (“Herencia germánica”).

En la actualidad sabemos que el régimen nazi sacó sus propias conclusiones de la mayor parte de los análisis arqueológicos y filológicos clásicos que hicieron, y que transformaron esos estudios en una pura falacia científica, asentada en los discursos académicos oficiales, canónicos y predominantes que se venían repitiendo ya de principios del siglo XIX, sobre todo del seno de las células académicas alemanas.

Johann Chapoutot, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Grenoble, ha analizado detalladamente la profunda relación existente entre la ideología nazi y las justificaciones discursivas que se buscaron en la historia antigua y, concretamente, en Grecia y Roma. Resalta la dualidad, casi esquizofrénica, del discurso cultural alemán entre la exaltación de la antigua Germania y su búsqueda de conexión constante con el mundo clásico grecorromano.

En este sentido, se produjo un gran choque entre una Germania rica moralmente pero pobre en lo material y un mundo clásico muy rico tanto en lo filológico como en lo material. Hitler, en su Mein Kampf, resaltaba que los ancestros de los alemanes eran los griegos, aunque aclaraba en favor de su ideología nacionalista que los propios griegos eran germanos, ya que procedían de una migración prehistórica indogermánica/aria desde Urheimat, su patria originaria en el Norte de Alemania, hasta tierras helenas.

 
Gustaf Kossinna

Este ilusorio discurso nazi de alabanza del mundo clásico en favor del mito de la gran Germania estuvo apoyado, en el campo de la arqueología, por“especialistas” como Gustaf Kossinna. Este lingüista alemán, y profesor de Arqueología de la Universidad de Berlín, defendió la teoría de las migraciones indoeuropeas fundamentándose en el recorrido dejado por el fósil guía de la cerámica cordada calcolítica y sus elementos asociados. Kossinna abogó porque el comienzo de esta expansión estuvo originariamente en el norte de Alemania y en el sur de Escandinavia y, de ahí, se expandió hacia el sur y el este.

Kossinna, entre otros arqueólogos, defendió un modelo en el que la evolución cultural se transmitía “de los pueblos más avanzados a los menos avanzados con los que entraba en contacto”. Además destacaba que la superioridad de esos pueblos era de carácter racial, era “el don especial de los nórdicos, de los pueblos de Alemania”.

Kossinna, por último, mostraba al pueblo germánico como de una etnia más avanzada, cuya historia estaba encaminada a la creación de una Alemania superior

¿El Hombre mono NUNCA EXISTIÓ? Te desmontamos la teoría de Darwin con EVIDENCIAS CLARAS

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Uno de los primeros fraudes en la historia del darwinismo, conocida como “teoría de la recapitulación,” y anunciado como innegable “prueba de la evolución”, fue una idea propuesta y propagada por un profesor eugenesia racista llamado Ernst Haeckel en el siglo 19.   Un contemporáneo y amigo de Charles Darwin y Thomas “Bulldog” Huxley, Haeckel postula que el ser humano (y otros animales) embriones experimentan una forma en miniatura de todo el impulso evolutivo durante su desarrollo en el útero, donde se presentan las primeras características de los peces, a continuación, reptiles y mamíferos, por último, o humano.   Desde hace mucho tiempo ha sido eliminado de la literatura científica, pero muchas personas y fuentes populares aún sin saberlo, cotización y creer en el trabajo fraudulento de Haeckel.   Varias revistas populares y libros de texto escolares tan recientemente como en la década de 1990, más de un siglo después de ser expuesto, todavía estaban editorial fotos engañoso de de Haeckel y teoría de la recapitulación como hecho de la ciencia!

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Mente, memoria y Arquetipo: Resonancia mórfica e Inconsciente Colectivo (IV)

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Por Rupert Sheldrake

Rupert2_400x400 Rupert Sheldrake es un biólogo teórico cuyo libroUna Nueva Ciencia de la Vida: la hiótesis de la causación formativa (Tarcher, 1981) provocó numerosas controversias. Nature lo describió como “el mejor candidato para la quema en la hoguera”,mientras que la revista New Scientist lo calificó como “una importante investigación científica sobre la naturaleza de la diversidad biológica y la realidad física”. Debido a que su trabajo tiene implicaciones en los conceptos desarrollados por Jung, como son el Arquetipo y el Inconsciente colectivo, hemos invitado a que Sheldrake exponga sus puntos de vista en cuatro artículo que irán apareciendo de manera sucesiva en las revista Perspectivas Psicológicas. Estos artículos suponen una actualización de la conferencia que dio en mayo de 1986, “Resonancia mórfica e inconsciente colectivo”, en el Instituto de Relaciones Humanas de Santa Bárbara.

La alegoría del televisor

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El flagelo sigue exhibiendo complejidad irreducible — Michael Behe no ha sido refutado

El flagelo sigue exhibiendo complejidad irreducible — Michael Behe no ha sido refutado

Jonathan M

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Los que han ido siguiendo el debate entre la tesis del Diseño Inteligente por una parte y el darwinismo por otra durante un cierto tiempo estarán bien familiarizados con la réplica estándar de los darwinistas respecto del argumento de Behe de la complejidad irreducible que se exhibe en el flagelo bacteriano. Parece haber unanimidad entre los teóricos del darwinismo de que el argumento de la complejidad irreducible en el flagelo bacteriano ha sido refutado, y que los proponentes del Diseño Inteligente estamos constantemente cambiando las reglas, hundiendo la cabeza en la arena y en general agarrándonos a un clavo ardiendo. Por ejemplo, un participante en Facebook observó recientemente:

Mi principal queja acerca de los proponentes del Diseño Inteligente es que parece que nunca cejan. ¿Cuántas veces se le debe decir a alguien que está equivocado hasta que lo admita? ¿Cuántas veces se tiene que refutar el Diseño Inteligente en los medios sometidos a revisión por pares antes que se abandone como una causa perdida? La historia de la complejidad irreducible del flagelo bacteriano está total y completamente muerta. Es un error. Abandonadla.

El caso es que recientemente saqué a colación el flagelo como un caso documentado de complejidad irreducible en un Coloquio sobre ciencia y fe, y recibí respuestas de un tenor muy parecido.

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¿Fuimos Creados o Evolucionamos?

preHE
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La teoría de la Evolución propuesta por Darwin, parece mostrar ciertas lagunas de difícil explicación, la ciencia oficial, no contempla ni remotamente, la idea de haber sido creado por “alguien”, en el siguiente audio del programa Sabiens, dirigido por Ferran Prat y en el que interviene Jose Luis Camacho, Artur Homs, Jaime Verdú, hablamos de ello.
Esperamos que os guste.

fuente/mundodesconocido.es

La especie humana no es el fin, sino el comienzo de la evolución

http://www.tendencias21.net/La-especie-humana-no-es-el-fin-sino-el-comienzo-de-la-evolucion_a206.html

La tecnología nos permitirá pronto resideñarnos a nosotros mismos y el transhumanismo es la primera cultura de este cambio

 

Nuestra especie no cambiará en el futuro por una lenta evolución biológica, sino por una nueva, rápida y directa evolución tecnológica que nos permitirá rediseñarnos a nosotros mismos en muchos sentidos. Esta aproximación futurista es conocida como transhumanismo y se basa en la premisa de que la especie humana no representa el fin de la evolución, sino el comienzo. La humanidad ya está empezando a conocer las implicaciones de esta evolución tecnológica, particularmente aquellas en el área de la moral. Es el camino hacia el «demiurgo» racional permanente en el espacio y el tiempo. Por José Cordeiro.

Soroyama

La cultura popular está familiarizada con una nueva terminología: ingeniería genética, cyborgs, inteligencia artificial, singularidad, posthumanismo. El término posthumano parece estar ganando más y más importancia año tras año, especialmente en los medios y círculos académicos, y entre la tecno-intelectualidad.

Futuristas como Alvin Toffer sugieren que el mundo se mueve rápidamente hacia una «cuarta ola» en la cual los seres humanos van a devenir ellos mismos en posthumanos, gracias a los numerosos y simultáneos avances tecnológicos. Tal cambio ha sido descrito por algunos expertos como análogo al cambio experimentado en la evolución de los simios a humanos.

Sin embargo, ya que los futuristas hacen estos grandes pronósticos, -y nosotros utilizamos el término posthumano con toda normalidad- ¿sabemos realmente lo que le espera al Homo Sapiens

Sencillamente, ¿cómo nos vamos a mejorar a nosotros mismos? ¿Qué queremos decir cuando nos referimos a la condición física de lo posthumano? ¿Cuál exactamente es el gran potencial para la vida inteligente? ¿A qué se parece la inteligencia avanzada?

Organismos posthumanos

Ya que estamos empezando a estar en la onda del rediseño humano, el destino es todavía muy desconocido. Pero a pesar de todas las preguntas no contestadas, tenemos unas cuantas pistas que nos pueden ayudar a especular sobre lo que realmente queremos decir por organismo posthumano —incluso siendo conscientes de que, con toda posibilidad, no nos espera un solo tipo de posthumano, sino varios.

Vamos a reinventar nuestras constituciones biológicas e introducir silicio, acero y microchips dentro de nosotros. Algunos quizás escojan residir como patrones de onda conscientes, mientras otros se convertirán a sí mismos en robots perdurables y lanzarse al espacio. Simultáneamente, crearemos formas de vida completamente nuevas, incluyendo la inteligencia artificial, incluso quizás una conciencia global.

El monopolio de la Humanidad como la única forma de vida consciente en el planeta pronto llegará a su fin, reemplazado por un gran número de reencarnaciones posthumanas. Además, la forma en la que nos rediseñemos a nosotros mismos podría cambiar fundamentalmente las formas en las que nuestra sociedad funciona, y plantear una cuestión crucial sobre nuestra identidad y moralidad como seres humanos.

Tecnologías y posibilidades

Los nuevos desarrollos en la ciencia y la tecnología ocurren tan rápidamente, que algunos podríamos empezar a soterrar nuestras capacidades de adaptación al cambio. Los ordenadores personales no existían hace 30 años, los teléfonos móviles no existían hace 20 años y la World Wide Web no existía hace 10 años.

En las ciencias biológicas, se han conseguido logros similares desde el descubrimiento de la estructura del ADNen 1953, incluyendo nuevos medicamentos, bioingeniería y técnicas de clonación.

Adicionalmente, en 2002, una criatura viviente -el polio virus- se ensambló pieza por pieza con varios elementos bioquímicos por científicos de la Universidad de New York. Hemos construido vida en el laboratorio.

Con el descubrimiento del genoma humano, la clonación y la creación de vida en un laboratorio, tareas ya tachadas en las listas de deberes de los biólogos, estamos empezando a ponderar las posibilidades futuras. Hoy, cosas como la nanotecnología y la criogenización parecen más plausibles que nunca.

Cambio acelerado

El cambio es no sólo muy rápido, sino que se está acelerando. Algunos expertos como Ray Kurzweil especulan sobre una venidera singularidad, en la cual la inteligencia artificial y las formas de vida artificiales darán alcance a la vida inteligente y la vida humana. La lenta evolución biológica parece acercarse rápidamente a su fin: nuestras especies van a continuar cambiando, no mediante una lenta evolución biológica, sino mediante una nueva, rápida y dirigida evolución tecnológica.

En la actualidad muchas fronteras ya son confusas. Las fronteras entre el nacimiento y la muerte, entre lo virtual y lo real, entre la moralidad y la inmoralidad, entre lo verdadero y lo falso, entre mundos interiores y mundos exteriores, entre el yo y el «no» yo, entre la vida y la «no» vida, incluso entre lo natural y lo «no» natural. ¿Qué es la vida? ¿Qué es la «no» vida? ¿Qué es la vida natural? ¿Qué es la vida «no» natural? ¿Qué es la vida artificial?

Estas son cuestiones profundas para el nuevo y profundo mundo del transhumanismo y consiguiente posthumanismo. Las respuestas son complicadas. Y quizá sean más difíciles para nosotros comprenderlas que para los monos, o incluso las hormigas, comprender nuestros problemas actuales.

De transhumano a posthumano

Tal y como ha emergido la posibilidad para el rediseño de la consciencia humana, también lo ha hecho un movimiento filosófico que considera las implicaciones. Esta aproximación al pensamiento orientado al futuro, conocido como transhumanismo, se basa en la premisa de que la especie humana no representa el fin de la evolución, sino el comienzo.

Los que apoyan este movimiento creen que lo que se requiere para gestionar el proceso es una aproximación interdisciplinaria para ayudarnos en el entendimiento y en la evaluación de las posibilidades para vencer las limitaciones a través del progreso científico.

Por último, los transhumanistas esperan ver oportunidades tecnológicas puestas al servicio de las personas, a fin de que vivan más tiempo, con una mejor salud, y mejorar sus capacidades intelectuales, físicas y emocionales.

El transhumanismo enfatiza que tenemos el potencial no de «ser», sino de «llegar a ser». No sólo podemos utilizar los medios racionales para mejorar la condición humana y el mundo exterior, sino también podemos usarlos para mejorarnos a nosotros mismos, particularmente el organismo humano. Y no estamos limitados sólo a los métodos, como la educación, la cual el humanismo (su predecesor filosófico) expone normalmente.

Nueva etapa humana

También el transhumanismo discute la disponibilidad de los medios que eventualmente nos permitirán ir más allá de lo que más nos describe como humanos.

Los transhumanistas creen que, a través la acelerada marcha del desarrollo tecnológico y el entendimiento científico, estamos registrando toda una etapa en la historia humana.

Los avances en inteligencia artificial, robótica, bio-ingeniería, clonación, criogenización, nanotecnología, nuevas energías, codificación del pensamiento bebés de diseño, cyborgs, química molecular, exploración espacial,inmortalidad y realidad virtual, nos van a conducir a un sustancial crecimiento físico y mental, posiblemente para converger a un punto de singularidad.

El histórico deseo humano de trascender las limitaciones corporales y mentales está profundamente entrelazado con la fascinación humana sobre el nuevo conocimiento, el cual es tan inspirador como aterrador.
La forma en que estas tecnologías sean utilizadas podría cambiar profundamente el carácter de nuestra sociedad, e irrevocablemente alterar las definiciones de nosotros mismos, y cómo hemos determinado nuestro lugar en el gran esquema de las cosas.

Especies emergentes

Si creemos que la evolucion biológica ha alcanzado un limite, ¿qué es lo que vendra luego? El ingeniero finlandés Pentti Malaska intentó contestar esta pregunta en 1997 durante un discurso en Brisbane, Australia, cuando era presidente de la Federación Mundial de Estudios sobre el Futuro. Malaska especula sobre varias generaciones de no humanos biodiseñados en la cadena de producción de la evolución.

Específicamente, describe el surgimiento de lo que él llama Bio-orgs, cybrogs, Silorgs, Symborgs y Cerebro Global. Los bio-orgs, particularmente el Homo Sapiens, son bio-organismos codificados proteínicamente, cuya infraestructura terrenal es su circunstancia «natural».

Los cyborgs, abreviación de «organismos cibernéticos», son híbridos biológicos y mecánicos que además de los entornos tradicionales, utilizan el espacio cercano.

Los organismos de silicio también están surgiendo, conocidos como Silorgs. Estas especies, reivindica Malaska, serán humanamente no humanos, adaptados mediante un ADN artificial sobre compuestos de silicio con amoníaco como disolvente, y diseñados básicamente para vivir en el espacio exterior.

 

Jim Warren

Jim Warren
Gran padre Internet

Los symborgs, organismos simbólicos, serán auto-reflexivos, auto-reproductivos, auto-conscientes, programas vivientes que habitarán en Internet como su infraestructura natural, y utilizando interfaces avanzados para la comunicación con otras especies. También conocidos como reencarnados, estos organismos residirán probablemente en superordenadores como conciencias instaladas.

Finalmente, teorizaba Malaska, estará el «Gran Padre Internet» —una mente global con una inteligencia y sabiduría superiores. Tal intelecto podría ser perfectamente un Cerebro Cuántico Global.

El economista australiano Paul Wildman, también un activo miembro del WFSF y del Proyecto del Milenio (de la Junta Americana para la Universidad de las Naciones Unidas), habla de las formas de vida alternas.

Wildman usa el concepto «borg» en su sentido histórico y genérico para identificar un organismo biónico, y define cinco borgs terrenales: Orgoborgs, GEborgs, Cyborg, Symborgs y Tecnoborgs.

Ya están aquí

Wildman describe a los Orgoborgs como formas de vida orgánica, incluyendo Humborgs (humanos) y nuevos e híbridos Brioborgs biodiseñados. GEborgs son organismos manipulados genéticamente, mientras los Cyborgs, Siliborgs, y Symborgs son esencialmente como los describe Malaska. Wildman también describe al Tecnoborg, una forma de vida con un esqueleto externo, como un insecto.

Según Wildman, algunas de estas nuevas formas de vida ya existen en un sentido técnico, ya que el 12% de la población actual de EEUU podrían ser considerados cyborgs que utilizan marcapasos electrónicos, prótesis artificiales, lentes de córnea implantadas, y piel artificial.

Todas las formas de vida son creaciones nuestras y poblarán nuestro mundo y rehaciéndonos genética y mecánicamente, y con ello, cambiando nuestra consciencia para siempre.

Implicaciones morales

Ya que la Humanidad se expresará indudablemente en un gran número de encarnaciones diferentes, esto traerá subsecuentemente el nacimiento de toda una nueva forma de vida: Inteligencia artificial.

El futuro estará habitado por diferentes formas de vida inteligente, y la humanidad está empezando a conocer las implicaciones, particularmente aquellas en el área de la moral.

La palabra «robot» fue creada en 1921 por el dramaturgo checo Karel Capek en su libro «RUR2 (Rossum’s Universal Robots). Fue inmortalizada en 1950 por Isaac Asimov en su libro «Yo, Robot».

Tres leyes robóticas

En todos los aspectos de su ficción, Asimov estableció la integración de los robots en la sociedad. Desarrolló las famosas Tres Leyes de la Robótica:

1. Un robot nunca herirá a un ser humano, o, pasivamente, permitirá que un ser humano sufra daño.

2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto cuando dichas órdenes estén en conflicto con la Primera Ley.

3. Un robot debe proteger su propia existencia, siempre y cuando dicha protección no esté en conflicto con la Primera y Segunda Ley.

Asimov mejoró su sistema y extrapoló la Ley Zero: Un robot no debe herir a la humanidad, o pasivamente, permitir que la humanidad sufra daño. También modificó las otras Tres Leyes consecuentemente.

Derechos de los robots

Por otro lado, los futuristas Phil McNall y el pakistaní Sohail Inayatullah escribieron «Los derechos de los robots» en 1987, y la feminista Donna Haraway publicó «Un Manifiesto Cyborg» en 1984. Ambos son documentos importantes que defienden los derechos de robots y cyborgs.

El experto en robótica Han Moravec firmó dos libros que trataban del surgimiento de los robots, y de las resultantes implicaciones en el futuro, «Mind Children» en 1988 y «Robot» en 1999. Moravec argumenta que los robots serán nuestros descendientes con derechos, y explica varias maneras de «cargar» una mente en un robot.

Similarmente, Marvin Minsky, uno de los padres de la inteligencia artificial en el MIT, escribió su famoso artículo «¿Heredarán los robots la Tierra?» en 1994, en Scientific American. Aquí, concluye: «Sí, pero ellos serán nuestros hijos».

Como estos autores y pensadores sugieren, necesitamos comenzar a prepararnos para la venidera realidad de los robots y de la inteligencia artificial. Para suavizar la transición a la condición posthumana, debemos prepararnos a nosotros mismos para la posibilidad de que la Tierra sea heredada no por una, sino varias formas de vida altamente inteligente y consciente.

Un buen comienzo

El cuerpo humano es un buen comienzo, pero podemos mejorar su calidad, y trascenderlo.

La evolución a través de la selección natural puede que esté acabando, pero la evolución tecnológica no ha hecho más que empezar, acelerándose considerablemente muy recientemente.

La tecnología, que empezó a mostrar dominio sobre los procesos biológicos por primera vez hace 100.000 años, está finalmente dando alcance a la biología como la ciencia de la vida.

Semilla humana

Tal y como el teórico en lógica Bart Kosko ha dicho: «La Biología no es el destino. Nunca ha sido más que una tendencia. Ha sido solamente una primera rápida y sucia forma en que la naturaleza ha computado con carne. Los chips son el destino.»

Y los fotoqubits probablemente vengan pronto después de los chips de silicio standard, pero incluso ellos son simplemente un medio para la eternidad de la vida inteligente en el Universo.

En el camino hacia el demiurgo racional permanente en el espacio y el tiempo, es vital estar al tanto de que más importante que crear es no destruir. Tal y como el escritor nortamericano David Zindell ha escrito: «¿Qué es un ser humano, entonces? Una semilla. ¿Una semilla? Una bellota que no tiene miedo de autodestruirse a sí mismo creciendo en un árbol.»

José Cordeiro estudió ingeniería en el MIT, económicas en la Universidad de Georgetown y finanzas en INSEAD, Francia. Es el presidente de la World Future Society Venezuela, y cofundador de la Asociación Transhumanista de Venezuela. También ha trabajado para la NASA y UNIDO, y ha escrito varios libros sobre diferentes aspectos del futuro de Latinoamérica. Se le puede contactar en jose@cordeiro.org.

La repentina “evolución” de la mano humana

La repentina “evolución” de la mano humana

La llamada evolución humana está recibiendo en el ultimo semestre de este año unos reveses bastante severos, recientemente se supo que el genoma más antiguo fue descodificado en Atapuerca, España, pero que sorprendentemente estaba emparentado con otros humanos de Denisova (Siberia). El ADN del neandertal de Atapuerca está datado en 400.000 años, ¿pero si es el más antiguo, como está emparentado con otros hominidos geográficamente tan separados?

Bueno, ahora lo que vemos por la noticia es que otro milagro sucedió hace ,1,4 M.a Resulta que un mono sufrió una mutación y de golpe desarrolló un apófisis estiloide.

Carol  Ward la lumbrera que ha hecho este estudio lo justifica de la siguiente manera, [Énfasis añadido por este artículo]

“Con este descubrimiento estamos completando la historia evolutiva de la mano humana. [Hasta ahora solo había manos de mono, el australopiteco era un orangután]Puede ser que no sea esta la primera aparición de la mano humana moderna, pero creemos que está cerca del origen[“puede”, “creemos”, lenguaje especulativo pseudocientífico para insinuar  si es humana o no], dado que no observamos esta anatomía en fósiles humanos de más de 1,8 millones de años de antigüedad”[¿y los huesos intermedios del mono al  humano?], añadió la investigadora.

“Nuestras diestras manos especializadas han estado con nosotros la mayor parte de la historia evolutiva de nuestro género, Homo. Son, y lo han sido por casi 1,5 millones de años, fundamentales para nuestra supervivencia [y antes]”,

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La mano humana es un intrincado puzzle de huesos, con solo una posible configuración correcta, como el cubo de Rubrik.

Para hacernos una idea del cambio que propone este hallazgo es menester contemplar, que cualquier cambio aislado en un hueso por una mutación, aunque fuera certero, necesitaría de varias mutaciones positivas por accidente en el resto de huesos que conforman la mano, siendo estos al menos el Hueso Grande, trapezoide, huesos metacarpianos y Ganchoso. Dicho de otro modo, dado que el esqueleto del ser humano es un sistema complejo en sí mismo, se tuvieron que dar a la vez al menos cuatro mutaciones positivas. Cosa probabilísticamente imposible, a) ya que hoy en día vemos que todas las mutaciones son negativas, derivando en enfermedades. b) El registro fósil no muestra menos humanas en transición, del orangután australopiteco pasamos a la mano humana.

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Jaque mate al evolucionismo

Javier Navascués.- Guillermo Pérez Galicia, doctor en Filología Clásica por la Universidad de Salamanca y el prestigioso científico titular del CSIC, doctor en biología, Emilio Cervantes, acaban de escribir un libro donde echa por tierra brillantemente las tesis evolucionistas. El libro se titula: “¿Está usted de broma Mr. Darwin?”. La retórica en el corazón del darwinismo

En esta entrevista se analizan algunos de los aspectos fundamentales de su elaboradísimo trabajo, lo que puede ayudar a los católicos a tener las ideas muy claras al respecto y a profundizar en esta interesante materia, de la que tanta gente habla sin saber realmente de lo que habla. De esta manera se puede desmontar con sólidos argumentos a los que niegan la existencia de Dios y atribuyen todo a la evolución. Es algo que repugna a la razón.

  • ¿Por qué es radicalmente incompatible el evolucionismo con la doctrina de la creación que ha enseñado siempre la Tradición de la Iglesia?

En nuestro libro nos abstenemos de referencias teológicas o religiosas, porque no las necesitamos para la crítica del darwinismo (o del neodarwinismo, su reformulación). En cambio, en muchos centros educativos siguen enseñando mitos como el de la generación espontánea (de origen enciclopedista y a su vez de los antiguos gnósticos), pero Pasteur comprobó experimentalmente la falsedad del origen espontáneo y por azar de la vida. Puede Vd. sacar conclusiones. Respecto a la Tradición de la Iglesia, es cuestión aparte. Recordemos que los Padres de la Iglesia (inseparables de la doctrina tradicional de la Iglesia) señalan que cuando Dios creó los seres vivos, no murió ninguno hasta el pecado original. Y, a todos los que hemos hecho la primera comunión, el catecismo nos decía que con nuestra caída original, cayó la creación entera (con la tendencia al mal y al pecado con la que nacemos, con nuestras penurias y, en fin, la muerte). Pero esto es terreno distinto al de nuestra investigación.

  • ¿Podría la Iglesia admitir la evolución en el sentido de que esta haya sido guiada por las manos sapientísimas de Dios?

No creo que sea bueno mezclar disciplinas. En lo teológico, durante siglos todos los españoles al tomar la primera comunión hemos aprendido que no hay nada que suceda en el Universo que escape a la Divina Providencia. Por su parte, en lo científico, no es lo mismo hablar de microevolución que de macroevolución. Estoy totalmente convencido de que existe microevolución (cambios dentro de una misma especie). En cambio, no existe la macroevolución: no hay ningún elemento o evidencia científica que demuestre el salto de unas especies a otras por transformación (a diferencia de lo que creían los antiguos fenicios, adoradores de Baal-Moloc). Piense en el principio del uniformismo metodológico.

  • ¿Por qué se decidieron a escribir un libro para refutar a Darwin?

En lo que a mí respecta, por mi dedicación al estudio de la Retórica. En lo que respecta a Emilio, como buen biólogo, él llevaba ya unos cuantos años estudiando a fondo la obra de Darwin y estaba publicando pacientemente en su blog un comentario para cada párrafo de El Origen de las Especies. La retórica exige, como aclara Cicerón, un afán por estar informado de lo que se investiga en los distintos campos del saber, pues es una disciplina transversal y gracias a ella podemos ver lo que hay detrás de un texto de cualquier especialidad. Ya Aristóteles explicaba que era más una técnica que una ciencia y, como tal, se halla presente en todos los campos del saber y de la actividad humana (así lo demuestran fehacientemente las numerosas publicaciones de retórica y comunicación de Antonio López Eire).

Yo ya tenía mis dudas razonables acerca del tipo de argumentaciones que desarrollan muchos darwinistas y neodarwinistas modernos, cuando conocí a Emilio Cervantes hace unos años. Emilio se dio cuenta, en primer lugar, de que los pequeños elementos de evidencias científicas contrastables (y otras no tan contrastables) presentes en Darwin no son obra suya, sino más bien de autores anteriores no citados por él en ningún momento, por ejemplo Lamarck. En segundo lugar, el olfato científico de Emilio le llevó a pensar que había algo de raro en todo esto: Darwin escribe sin aportar prueba de nada de lo que dice y muchas veces llegando a conclusiones erróneas mediante una maquinaria argumentativa altamente desarrollada. Así que Emilio recurrió a mí, como experto que soy en el análisis retórico y argumentativo de los textos. Entonces nos dedicamos a un arduo trabajo de análisis retórico con las herramientas que nos enseñan cómo se construyen los textos, cómo se desarrollan las argumentaciones y se diferencian géneros literarios, a fin de comprobar si de verdad se trataba de un texto científico. Y así empezaron las sorpresas…

  • ¿Cuáles son los argumentos de peso con los que refutan su doctrina evolucionista?

Darwin parte de un error fundamental: confunde selección con mejora y lo camufla mediante una metonimia (toma la parte que le interesa y la trata como un todo) y a continuación acuña el término «selección natural», contradicción camuflada bajo la figura retórica del oxímoron. Con una maraña de figuras retóricas en espiral repetida hasta la saciedad con diversas coloraturas, hunde toda su doctrina en un río de palabras, que le llevan a desarrollar, camuflada, una argumentación circular.

En mi opinión, esto es muy brillante desde el punto de vista estilístico, pero objetivamente hay que admitir que con ella el literato Darwin no demuestra absolutamente nada. De hecho, él mismo dice que está partiendo de un error, pero, con el tiempo, cito literal: «estas objeciones tan superficiales quedarán olvidadas», lo cual parece una broma; y entre otras cosas se saca de la manga un árbol genealógico de las especies, quizá muy estético, pero totalmente inventado. Esto es muy curioso, porque descubrimos que Darwin desarrolla en El Origen de las Especies un estilo retórico formular semejante a una suerte de épica puesta en prosa. No sólo por su uso de las figuras retóricas, sino también de los elementos más típicos y significativos de la literatura mitológica de la épica: la supervivencia del más fuerte (aristeía), la genealogía como su fundamento o el concepto de la naturaleza personificada y en «mutación permanente». Por eso no es un texto científico, sino una obra literaria, nada más y nada menos.

  • ¿Por qué el personaje ha sido tan endiosado por los enemigos de la Iglesia?

¡Quién sabe! Tal vez es endiosado porque le interese a uno o más grupos de poder, por ser más aptos para la supervivencia (según sus ideólogos), tener más derechos que los demás a los recursos que hay en el planeta o a dirigir un territorio o el planeta entero de un día para otro, etc. En cambio, la Iglesia tiene instituciones e historia bien conocidas. En ella ha habido y siempre habrá hombres malos y buenos, pero, como mínimo, todo el mundo sabe que no se pueden justificar fácilmente crímenes o mezquindades en base a la doctrina tradicional. Como le gusta mucho recordar a Emilio, la edición original del Origen de las Especies toma una frase de Bacon que mueve a la investigación científica y al progreso, pero amputada: elimina la parte en que dice que cualquier progreso debe tener en cuenta la moral y el servicio a los demás. ¿Casualidad? También Virgilio cuando escribió una obra épica como la Eneida de algún modo endiosó a quien ostentaba el poder: Augusto. Así justificaba por vía irracional todo su proceder. O, en la Antigua Grecia, cuando Hecateo inventa su genealogía, se ríe de Hesíodo (por las genealogías míticas que establece, que se pierden en la noche de los tiempos). Luego Hecateo se inventa otras nuevas y se ríe de Hesíodo, pero Hecateo se las sacó de la manga; y, como Darwin, con tono impositivo de carácter oracular, pretende que se le obedezca.

  • ¿Quiere sugerir algo a los lectores para profundizar en esta materia?

Aconsejamos aprender dialéctica y retórica, pues nos brindan herramientas fundamentales para librarnos de oscurantismos nuevos y viejos y evitar ser engañados. Darwin y Huxley inventaron la etiqueta «creacionista» para descalificar a todo aquel que no aceptara como reales sus creaciones meramente literarias. Si aprendemos dialéctica y retórica sabremos que la naturaleza ni selecciona ni lleva a cabo otras acciones, que los parecidos no implican parentesco, que una suma de excepciones tendenciosamente seleccionadas nunca puede conformar una regla (sino que la excepción, por el contrario, confirma la regla), o que las etiquetas son la artimaña más socorrida en los tiempos actuales para descalificar sin argumentos racionales al que no se cree un dogma oficial.

 

Jaque mate al evolucionismo

APR 20 Desmontando las teorías adaptativas del aumento de tamaño cerebral y corporal en los homínidos

UN NUEVO ESTUDIO PROPONE UNA CORRELACIÓN GENÉTICA ENTRE AMBOS DESARROLLOS FRENTE A UNA EVOLUCIÓN INDEPENDIENTE DE ESTOS RASGOS
¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? En cuanto a la evolución de cuerpo y cerebro en los homínidos, existen diferentes teorías adaptativas que interpretan que el desarrollo cerebral responde a una serie de presiones evolutivas mientras que el aumento de tamaño corporal obedece a otras. Ahora se ha presentado una investigación desarrollada desde el Museo Americano de Historia Natural que concluye que el aumento de tamaño cerebral estaría genéticamente ligado al aumento corporal, por lo que una de las modificaciones habría «arrastrado» a la otra, sin mediar ninguna razón adaptativa. Un cambio de enfoque considerable para las teorías evolutivas actuales.
 Contenido
Aún nos queda mucho por conocer del camino que llevó a la aparición de nuestra especie. Por si fuera poco, un nuevo estudio aporta ahora más polémica al debate. Sus resultados sugieren que los homínidos del pasado se convirtieron en los animales de cuerpo y cerebro grandes que somos hoy debido a asociación genética del incremento del tamaño cerebral y el aumento de la corpulencia.
La investigación, llevada a cabo por Mark Grabowski del Museo Americano de Historia Natural en la ciudad estadounidense de Nueva York, contradice modelos previos que tratan el tamaño del cerebro y el del cuerpo como rasgos independientes que responden a presiones evolutivas separadas. En cambio, el nuevo estudio muestra que ambos tamaños están vinculados genéticamente y que toda selección que promueva un aumento del tamaño del cerebro «arrastrará» a su vez un aumento del tamaño del cuerpo. Este fenómeno jugó un papel decisivo en los incrementos de tamaño del cerebro y del cuerpo a lo largo de la evolución humana y podría haber sido el único responsable de ambos aumentos, acaecidos mayormente en la época en que se originó nuestro género, el Homo.
En otras palabras, si bien existen muchas ideas científicas que explican por qué sería beneficioso para los humanos primitivos desarrollar cuerpos más grandes con el paso del tiempo, el nuevo trabajo sugiere que esas hipótesis podrían ser innecesarias; en su lugar, el tamaño corporal aumentaría como una mera consecuencia del incremento en el tamaño del cerebro.
La nueva investigación muestra que una fuerte selección natural favoreciendo el incremento del tamaño cerebral bastó para promover los aumentos de tamaño tanto del cerebro como del cuerpo a lo largo de la evolución humana. Este fenómeno podría también haber sido el único responsable del gran incremento de ambos tamaños que sucedió durante la transición desde los antepasados humanos como el Australopitecus, hasta el Homo erectus.
Aunque la selección natural jugó sin duda un papel importante al refinar los cambios físicos que surgieron como consecuencia de la aparición de tamaños corporales más grandes, las conclusiones a las que ha llegado Grabowski sugieren que no fue el motor de cambio subyacente en la evolución del tamaño corporal en nuestro linaje. Si Grabowski está en lo cierto, será necesario reconsiderar los modelos evolutivos para los orígenes del Homo basados en un incremento adaptativo del tamaño del cuerpo.

Las herramientas de piedra más antiguas, no fabricadas por humanos

Un nuevo descubrimiento arqueológico revoluciona el conocimiento científico acerca de la evolución humana. Al oeste de lago Turkana, en el noroeste de Kenia, se han encontrado herramientas de piedra que datan de hace 3,3 millones de años, 700.000 años antes de lo que se pensaba a la luz de los hallazgos anteriores, y mucho antes de la llegada de los humanos modernos, caracterizados precisamente por su capacidad para fabricar útiles.

Las herramientas, cuyos fabricantes pueden o no haber sido una especie de antepasado humano, retrasan la fecha conocida de este tipo de herramientas 700.000 años, lo que desafía la idea de que los antepasados humanos más directos fueron los primeros en golpear dos piedras juntas para crear una nueva tecnología.

El hallazgo, que incluye yunques, martillos de piedra y cantos del mismo material empleados para cortar y afilar, es la primera evidencia de que un grupo aún más temprano de proto-humanos puede haber tenido las habilidades de pensamiento necesarias para encontrar la manera de hacer herramientas de bordes afilados. Las herramientas de piedra marcan «un nuevo comienzo para el registro arqueológico conocido», dicen los autores de un artículo sobre el descubrimiento, publicado este miércoles en la revista científica Nature.

El sitio entero es sorprendente, simplemente reescribe el libro sobre un montón de cosas que pensábamos que eran ciertas», subraya el coautor del artículo Chris Lepre, geólogo del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty y de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos.

«Las herramientas arrojan luz sobre un periodo inesperado y hasta ahora desconocido de comportamiento homínido y nos pueden decir mucho sobre el desarrollo cognitivo de nuestros antepasados que no podemos entender a partir sólo de los fósiles», afirma la autora principal del trabajo, Sonia Harmand, del Instituto de la Cuenca del Turkana de la Universidad Stony Brook, en Nueva York, y la Universidad de Nanterre, en París, Francia.

Herramientas anteriores al género ‘Homo’

Los homínidos son un grupo de especies que incluye a los humanos modernos, los Homo sapiens, y los antepasados del hombre evolutivos más cercanos.

Los antropólogos pensaron durante mucho tiempo que los parientes del género Homo -la línea que conduce directamente al Homo sapiens– fueron los primeros en elaborar este tipo de herramientas de piedra. Pero los científicos han estado descubriendo pistas que apuntan a que algunas otras especies anteriores, unos «primos lejanos», podrían haberlas ideado.

Los investigadores no saben quiénes hicieron estas herramientas tan antiguas pero los hallazgos anteriores sugieren una posible respuesta: el cráneo de un homínido de 3,3 millones de años de edad, Kenyanthropus platytops, encontrado en 1999 cerca de un kilómetro del lugar de la herramienta.

También se hallaron un diente y un hueso del cráneo de ‘K. Platyops’ a unos pocos cientos de metros de distancia, así como un diente, todavía no identificado, a unos 100 metros de distancia.

¿Cuál es su parentesco con los humanos?

El árbol genealógico preciso de los humanos modernos es discutible y, hasta ahora, no se sabe exactamente cómo ‘K. Platyops’ se relaciona con otras especies de homínidos. Kenyanthropus retrasa la fecha de la especie más antigua conocida de Homo medio millón de años.

Esta especie podría haber hecho las herramientas; o el fabricante de estos útiles podría haber sido alguna otras especie de la misma época, como el Australopithecus afarensis, o un tipo temprano aún sin descubrir de Homo.

Lepre ha señalado que una capa de ceniza volcánica por debajo del lugar en que se encuentran las herramientas ofrece una pista de la edad de la zona: coincide con las cenizas en otro lugar que había sido fechado de hace unos 3,3 millones de años, en base a la proporción de isótopos de argón en el material.

Poniendo fecha a la zona

Para definir más claramente el periodo de tiempo de las herramientas, Lepre y el coautor y colega de Lamont-Doherty Dennis Kent examinaron minerales magnéticos por debajo, alrededor y por encima de los lugares donde se encontraron las herramientas.

El campo magnético de la Tierra se invierte periódicamente y la cronología de esos cambios está bien documentada millones de años atrás.

«Esencialmente tenemos una grabadora de cinta magnética que registra el campo magnético, la música del núcleo externo», señala Kent. Al rastrear las variaciones en la polaridad de las muestras, estos expertos fecharon el sitio entre hace 3.330.000 hasta 3.110.000 años.

Además, los científicos estudiaron los isótopos de carbono en el suelo, que junto con fósiles de animales en el lugar permitieron a los investigadores reconstruir la vegetación de la zona. Esto llevó a la otra sorpresa: el área era en ese momento un entorno arbustivo parcialmente arbolado.

Herramientas para romper nueces o abrir tubérculos

El pensamiento convencional ha sido que las herramientas sofisticadas se produjeron en respuesta a un cambio en el clima, que llevó a la propagación de las amplias praderas de la sabana y la consiguiente evolución de grandes grupos de animales que podrían servir como fuente de alimento para los antepasados humanos.

Una línea de pensamiento es que los homínidos empezaron la talla golpeando una piedra contra otra para hacer piedras afiladas con el fin de poder cortar la carne de los cadáveres de animales, explica el coautor Jason Lewis.

Pero el tamaño y las marcas de las herramientas recién descubiertas «sugieren que estaban haciendo algo diferente y sobre todo si estaban en un ambiente más arbolado con acceso a diferentes recursos vegetales». La forma de las herramientas encontradas en Kenia indica que se usaron con toda la fuerza posible para machacar objetos y fabricar lascas afiladas.

Los investigadores de este trabajo creen que estas simples herramientas se podrían haber utilizado para romper las nueces o abrir tubérculos o golpear troncos muertos para llegar a los insectos en el interior.

Las herramientas con nueva fecha «comienzan a levantar el velo del misterio en un momento antes de lo esperado», añade Potts, quien examinó las herramientas de piedra durante una visita a Kenia en febrero.

Los investigadores han pensado que debe haber alguna forma de escamas de piedra que precedió a las herramientas más simples conocidas hasta ahora -sugiere-. «El equipo de Harmand nos muestra cómo son estas rocas simplemente alteradas antes de que la tecnología se volviera una parte fundamental de la conducta humana temprana», concluye.

http://www.rtve.es/noticias/20150520/descubren-herramientas-piedra-mas-antiguas-hace-33-millones-anos/1148007.shtml

Argumento paleontologico

Argumento paleontologico

Declaraciones de diversos paleontólogos en cuanto a las deficiencia del registro de fósiles

Para que el lector pueda juzgar por sí mismo si el registro de fósiles es la mejor evidencia de la evolución, presentamos a continuación las declaraciones de diversos paleontólogos en cuanto a las deficiencia del registro de fósiles:

“Los fósiles constituyen una de las pruebas más fuertes en apoyo de la teoría de la evolución orgánica. Esta teoría dice que las formas más avanzadas de vida moderna han evolucionado de formas ancestrales más sencillas y más primitivas del pasado geológico. La transformación ha sido gradual y se ha llevado a cabo mediante factores tales como la herencia, los cambios del ambiente, la lucha por la supervivencia y la adaptabilidad de las especies.(William H. Matthews III) ”

“Ninguna evidencia apoya con más claridad y fuerza el principio fundamental de la evolución —’descendencia con acumulación de modificaciones’— que la que dan los fósiles. (Twenhofel y Shrock)

“Un tercer aspecto fundamental del registro es algo diferente. Muchos grupos nuevos de plantas y animales se presentan de repente, aparentemente sin ancestros cercanos. La mayoría de los grupos principales de organismos — fílumes, subfílumes y hasta clases — han aparecido de este modo. Este aspecto del registro es real, no meramente resultado de una recolección deficiente o prejuiciada de los datos. Una teoría satisfactoria de la evolución debe tenerlo en cuenta y explicarlo.” (E. C. Olson)

Plantas

Algas:“Se supone que en algún lugar dentro del grupo de las algas están las fuentes de las plantas superiores, los grupos vasculares. Esos desconocidos ancestros parecen estar inevitablemente perdidos en la vastedad del tiempo.”

Plantas terrestres: “Como hay dudas en cuanto a la época en que las plantas pasaron del agua a la tierra — las fechas aproximadas van desde el Cámbrico inferior hasta el Silúrico — queda claro que nadie sabe en realidad mucho acerca de los hechos mismos. No hay evidencias tangibles en absoluto en el registro de fósiles.”

“Los otros tres subfílumes de las plantas sin semillas aparecen en el registro de fósiles sólo poco después de los psilópsidos; la estructura sencillísima de éstos sugiere que fueron ancestros de los otros, aunque no se conocen fósiles de transición.”

“Tanto las cicadáceas como los guinjos probablemente surgieran de un ancestro de semilla-espora, pero el origen del grupo gimnospérmeo restante, las conocidas coniferas con sus pinas y hojas como agujas, es incierto.”

“En alguna parte, un poco antes del fin de la edad de los reptiles, ocurrió una explosión violenta, pero sin ruido. Duró millones de años pero de todos modos fue una explosión. Marcó el surgimiento de las angiospermas, las plantas que producen flores. Aun el gran evolucionista Charles Darwin las llamó ‘misterio abominable’, pues aparecieron muy de repente y se esparcieron muy rápido.”

Animales:

“Ocho géneros de animales invertebrados tienen muchos representantes con esqueletos mineralizados.. . Lamentablemente, no hay registro fósil del origen de estos fílumes, pues ya estaban claramente separados y distintos cuando aparecieron por primera vez como fósiles.”

Las arañas: “Queda mucho por aprender de los aracnoides primitivos y del grupo arácnido que los originó, puesto que no tenemos evidencias para demostrar que las arañas se hayan derivado de ningún otro grupo de arácnidos vivos o extintos. Tampoco tenemos pruebas concluyentes de que los arácnidos hayan evolucionado de ningún grupo de artrópodos.”

Crinoideos: “De nuevo, el registro de los fósiles tiene un vacío en este punto. El crinoideo más antiguo que se conoce, del Ordovícico inferior de Europa, tiene una copa de dos anillos, es relativamente avanzado en muchas características y difícilmente pudo ser ancestro de muchos de los crinoideos posteriores.”

Coral: “Los tetracorales se consideran como ancestros de los hexacorales, pero los grupos exactos que produjeron los ancestros, lo mismo que el tiempo en que comenzó la transición de unos a otros, todavía son motivo de especulación.”

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En busca del auténtico “hombre-mono”

Introducción

Como es bien sabido, el paradigma darwinista actual nos habla de un desarrollo progresivo de los homínidos a lo largo de millones de años de evolución, de tal modo que una cierta rama de primates se separó del tronco común y fue a desembocar en nuestra especie actual, el Homo sapiens. Por lo menos esto es lo que se da por hecho y probado, aunque tal vez la realidad científica no sea tan nítida. Lo que sucedió en realidad desde finales del siglo XIX es que, como el edificio teórico imponía un proceso gradual –y no saltos milagrosos[1]– los paleoantropólogos fueron a la búsqueda de esa especie o especies intermedias que llenaran el gran hueco entre el simio y el hombre moderno inteligente (y sólo faltaba decir “blanco y civilizado”).

Pero lo cierto es que las cosas no resultaron tan fáciles como se podía esperar. El estudio del registro fósil dio resultados escasos, confusos, incompletos y muchas veces contradictorios[2], dándose un amplio grado de “interpretación” de los restos a fin de encajar las pruebas con la teoría. Al final, tras siglo y medio de investigaciones, parecen haberse consolidado, por un lado, una familia de diversos australopitecos y afines (a los que se les atribuye los primeros rasgos “humanos”[3]), y por otro, una familia de humanos, esto es, el género Homo desde sus variantes más primitivas hasta las más modernas. Y en medio… ¿quién? ¿o quiénes?

Al principio de la investigación paleontológica existió una obsesión casi enfermiza por encontrar esa pieza intermedia, con características simiescas y humanas, a partes más o menos iguales. Así, Eugene Dubois, se apresuró a bautizar a un cierto homínido de Java como pitecántropo, esto es “hombre-mono”, aunque luego tal ejemplar se encajó en la genérica categoría del Homo erectus, presente en gran parte del planeta, un humano ciertamente tosco y primitivo, pero que nadie confundiría con un ser simiesco. Luego prosiguieron los esfuerzos por encontrar esos famosos eslabones perdidos e incluso se llegó a crear una burda falsificación (el célebre “Hombre de Piltdown”), cuya validez fue reconocida por numerosos expertos de la época –a inicios del siglo XX– hasta que casi medio siglo después las pruebas científicas desmontaron el pastel. Y bien es cierto que los más recientes descubrimientos de homínidos muy peculiares como el Homo floresiensis o el Homo naledi[4] no han hecho que enredar o confundir aún más el panorama.

En todo caso, una cosa parece estar clara para el estamento científico ortodoxo: que separar lo simiesco de lo humano (o “poner fronteras”) no resulta tan fácil y que el camino evolutivo humano, más que una cadena lineal de eslabones, aparece como un frondoso arbusto con múltiples ramas, conexiones, y vías muertas. Además, se da por hecho que la selección natural llevó a la extinción a esas especies intermedias entre el simio “puro” y el humano moderno por obra y gracia de la competencia y la supervivencia de los más aptos. Sin embargo, desde hace ya varias décadas, algunos autores alternativos y unos pocos científicos disidentes vienen  defendiendo una propuesta que podría ser al tiempo herética e inquietante: los “hombres-mono”, esos seres que encajarían en el concepto de “ser intermedio”, ciertamente existieron… y, lo que es más, todavía existen en lugares recónditos de nuestro planeta. Vamos pues a adentrarnos en el fascinante campo de la criptozoología[5]: la identificación de animales extraños, desconocidos o considerados extinguidos en tiempos muy remotos, porque quizá entre ellos podríamos hallar algunas respuestas sobre la condición humana.

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Hueyatlaco: desenterrando artefactos y enterrando la ciencia

 Introducción

Lamentablemente, la historia de la ciencia
 está llena de episodios oscuros de intransigencia, dogmatismo y acoso hacia
 ciertas opiniones minoritarias que no encajaban con lo que dictaba la ortodoxia
 del momento. El ámbito concreto de la historia y la arqueología no ha sido
 ajeno a este tipo de actitudes persecutorias, generalmente orientadas a
 desacreditar los trabajos de los investigadores independientes, también
 llamados outsiders. Sin embargo, esto sólo es una parte de un escenario
 mucho más amplio, que nos lleva a considerar que de hecho hay muchos más trapos
 sucios dentro de la propia institución científica. 

 

 

Por supuesto, tales trapos muy raramente salen a la luz más allá de unos
 círculos muy restringidos, o sea, más o menos en el ámbito de los propios
 afectados. Todo lo más, se tiene noticia de la existencia de algunas
 personalidades o corrientes minoritarias que en su momento propusieron cosas
 quizá demasiado “arriesgadas” y no obtuvieron el apoyo de sus colegas y por
 tanto quedaron fuera del consenso científico, que de hecho no es más que un
 punto común de acuerdo, en modo alguno una verdad científica absoluta. En todo
 caso, en la universidad, al igual que en la escuela, se ofrece la versión
 estándar de la mayoría y todos aquellos que quedaron fuera del paradigma por
 diversos motivos simplemente no son citados; es como si nunca hubieran
 existido.

 

 

Ahora bien, dicho esto, no estamos ante una simple cuestión de quedarse
 al margen por ir a contracorriente. Evidentemente, la ciencia va ampliando
 horizontes y muchos conocimientos pueden resultar erróneos o quedar obsoletos
 por diversos motivos y por tanto se van quedando atrás. Admitiendo esta
 premisa, debe quedar claro que no se trata exactamente de esto; más bien
 estaríamos hablando de la aplicación de un patrón de pensamiento único que
 anula sistemáticamente determinadas visiones que no concuerdan con el marco
 teórico establecido. Esta situación fue perfectamente descrita en el libro de
 Michael Cremo y Richard Thompson Forbidden Archaeology (“Arqueología
 prohibida”), una obra alternativa que –a pesar de sus muchos prejuicios,
 errores y carencias de todo tipo– puso de manifiesto que cierta parte de la
 investigación arqueológica de los últimos 150 años fue condenada al ostracismo
 por contrariar las tesis imperantes, sobre todo en lo referente al
 evolucionismo darwiniano. 
Hueyatlaco entra en la Historia
Plano de situación del embalse de Valsequillo (México)

Uno de los casos más paradigmáticos –y más citados– de esta situación es
el del yacimiento prehistórico de Hueyatlaco, junto al embalse de Valsequillo,
cerca de la ciudad de Puebla (México), en una antigua zona volcánica presidida
por el gran volcán de La Malinche. Cabe precisar que en realidad Valsequillo
engloba un conjunto de yacimientos (El Horno, Tecacaxco, El Mirador y el propio
Hueyatlaco), todos ellos situados en la península de Tetela y sus cercanías, al
norte del embalse.

Todo empezó en los años 30 del pasado siglo cuando un joven arqueólogo
amateur local, Juan Armenta Camacho, encontró en la zona de Valsequillo muchos
huesos de mamíferos extinguidos durante la última Edad de Hielo, así como
herramientas de piedra. Juan Armenta estuvo explorando los aledaños del embalse
durante muchos años y llegó a encontrar algunas piezas excepcionales, como por
ejemplo un hueso fosilizado grabado con figuras de diversos animales o un hueso
de mamut con una punta de lanza clavada en él.

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