Suicidios de campesinos y crisis agraria en la India

(Nueva York, 11 de mayo de 2011) El Gobierno indio debe respetar sus obligaciones con los Derechos Humanos, respondiendo de inmediato a la actual crisis que lleva al suicidio de gran cantidad de agricultores, señala el Centro para los Derechos Humanos y Justicia Global (CHRGJ), en un nuevo informe publicado hoy. El informe “Cada media hora: suicidios de campesinos, Derechos humanos y crisis agraria en la India”, analiza críticamente el suicidio de agricultores en la India, considerándolo una epidemia que se ha cobrado la vida de unos 250.000 agricultores desde 1995 y propone medidas que el Gobierno debe tomar en defensa de los Derechos Humanos de este sector de la población tan vulnerable.

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De promedio se suicida un campesino cada 30 minutos en la India”, dice el Director de CHRGJ y coautor del informe, Smita Narula. “Es inaceptable hacer caso omiso de una tragedia de tan grandes proporciones y seguir como siempre, con intervenciones limitadas. El Gobierno de la India no ha evaluado adecuadamente ni profundizado en esta crisis”.

En las últimas dos décadas, las reformas económicas – que incluían la eliminación de los subsidios agrícolas y la apertura de la agricultura india al mercado global- ha incrementado los costos, al tiempo que se reducen los rendimientos y la ganancias para muchos agricultores, creando dificultades de financiación. Como resultado, los pequeños agricultores se encuentran atrapados en un ciclo de deudas del que no pueden salir, lo que les lleva al suicidio.

El informe se centra en el impacto que la crisis agraria tiene sobre los Derechos Humanos de los productores de algodón en la India. La industria del algodón, al igual que otros sectores de cultivos comerciales de la India, está cada vez más bajo el control de las corporaciones multinacionales extranjeras, que promueven el uso de la semilla de algodón Bt modificada genéticamente, y a menudo ejercen una influencia considerable sobre el costo, la calidad y la disponibilidad de otros productos agrícolas. La semilla de algodón Bt, que actualmente domina en el sector de algodón de la India, requiere de gran cantidad de recursos, que ya de por sí son escasos para los agricultores: dinero y agua. Los agricultores solicitan préstamos para la compra de semillas, pero cuando la cosecha se pierde debido a la falta de agua, se endeudan.

Muchos se suicidan consumiendo los plaguicidas con los que se han endeudado al comprarlos.

El suicidio de los campesinos tiene un efecto dominó, la difusión de la deuda y la desesperación. A menudo, la familia del agricultor hereda la deuda, los niños tienen que abandonar la escuela para convertirse en peones, y los miembros que quedan de la familia pueden suicidarse debido a la creciente desesperación.

El Gobierno indio no ha evaluado adecuadamente la crisis y las estadísticas de suicidios de agricultores señalan un alto índice, no pudiéndose subestimar el problema. De hecho, las mujeres, los agricultores dalit ( los intocables) y adivasi (miembros de una comunidad tribal) se suicidan a menudo porque no no tienen títulos formales sobre la tierra.

El Gobierno india también ha fallado en proporcionar un alivio inmediato de esta situación o incluso a largo plazo, aliviando la deuda y por el limitado alcance de los programas de compensación a los agricultores, insuficiente para reparar los daños financieros. El Gobierno indio también ha hecho muy poco para abordar los factores subyacentes que han contribuido a la crisis, cómo la falta de acceso al agua y el crédito rural.

Peor aún, no ha regulado la conducta de la empresas multinacionales, que han gozado de plena libertad para llevar a cabo negocios en el país sin la debida supervisión o con mecanismos de rendición de cuentas.

No es raro en estos días para los agricultores de la India enviar relación de los suicidios al Primer Ministro y Presidente”, agregó Narula. “Este es un motivo para que el Gobierno intervenga y tome medidas decisivas para salvar la difícil situación de los pequeños agricultores de la India. El Gobierno de la India debe actuar ahora para regular la actividad de las multinacionales y poner los derechos de los agricultores en el centro de sus políticas agrícolas”.

El informe culmina con un análisis de los derechos, concluyendo que esta crisis afecta profundamente a los derechos humanos de los agricultores y de sus familias. Entre estos derechos se incluye el derecho a la vida, la alimentación, el agua, la salud, un nivel de vida adecuado, la no discriminación y la igualdad y el derecho a un recurso efectivo cuando se produzca una violación de los mismos.

En la conclusión del Informe, CHRGJ pide al Gobierno indio que cumpla con sus obligaciones con respecto a los Derechos Humanos mediante la aplicación eficaz de medidas de prevención y programas de compensación, la realización de la reformas estructurales necesarias, recopilación de más información sobre la crisis de suicidios y casos de desastre agrario, y la regulación de la actividad de las empresas agroindustriales. Estas empresas, como punto de partida, deben respetar los Derechos Humanos, garantizando que sus productos y servicios no atenten contra los derechos de los agricultores indios.

Para más información sobre el trabajo de CHRGJ en materia de Derechos Humanos, económicos, sociales y culturales, vea: http://www.chrgj.org/publications/reports.html

Informe de CHRGJ sobre la discriminación de castas en el sur de Asia, véase:

http://www.chrgj.org/projects/discrimination.html

El centro para los Derechos Humanos y la Justicia Global (CHRGJ) de la New York University School of Law se creó en 2002 para reunir la enseñanza del derecho, la investigación, la práctica y actividades editoriales en tornos a las cuestiones relacionadas con el Derecho Internacional y los Derechos Humanos. A través del litigio, la defensa y el trabajo de investigación, CHRGJ juega un papel fundamental en la identificación, denuncia y lucha contra los abusos en los Derechos Humanos en varias áreas clave; Derechos Humanos, Económicos. Sociales y Culturales; discriminación de castas; derechos humanos y lucha contra el terrorismo; ejecuciones extrajudiciales y la justicia Transicional. Philip Alston y Ryan Goodman forman parte de la Cátedra de esta Facultad; Smita Narula y Margaret Satterhwaite son Consejeros de la Facultad; Jayne Huckerby es Director de Investigación y Veerle Opgenhaffen es Director del Programa Senior.

El Centro de Derechos Humanos (CIDH), un proyecto del Centro, está dirigido por el profesor Smita Narula. Amna Akbar es Senior Research Scholar y compañero de promoción de Susan Hodges, Administradora del Centro. Cada treinta minutos fue una investigación desarrollada por miembros de la CIDH: Lauren DeMartini, Gillespie Colin, Jimmy Pan, y Wewiora Sylwia, así como por el Director de la Facultad Smita Narula .

Fuente del artículo:

http://foodfreedom.wordpress.com/2011/05/12/every-30-minutes-farmer-suicides-and-the-agrarian-crisis-in-india/#more-8104

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