DISCRIMINACIÓN LABORAL POR SER MUJER, UNA REALIDAD PALPABLE EN ESPAÑA

Alrededor de 130 empresas españolas fueron multadas el año pasado por violación de los derechos de las mujeres. Las sanciones fueron impuestas después de que más de 800 inspectores realizaran 6.000 visitas para vigilar el cumplimiento de la Ley de Igualdad por parte de los empresarios.

Los casos de discriminación machista descubiertos tenían que ver con el incumplimiento de las obligaciones empresariales de conciliar la vida laboral y familiar, de proteger la salud y garantizar la seguridad de las mujeres en situaciones de embarazo y lactancia.

La Ley de Igualdad sigue sin cumplirse 4 años después

En 2007 el Gobierno español aprobó la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres (LOIEM) que buscaba terminar con las desigualdades en el trabajo. La norma estableció la puesta en marcha de los denominados “planes de igualdad” en las compañías de más de 250 empleados. Desde entonces el Gobierno concedió subvenciones a 104 empresas para que se desarrollaran en materia de igualdad. En enero pasado se anunció un nuevo plan de ayudas financieras a las empresas que apliquen planes de erradicación de la discriminación.

Discriminación por ser madres

Sin embargo, según varios estudios, los preceptos de la ley siguen fuera de las empresas españolas. Los resultados de una encuesta de la consultora Randstad revelaron que miles de mujeres son discriminadas en España por el hecho de ser madres. Generalmente el perfil de mujer discriminada en el trabajo es el de una joven de entre 25 y 35 años con formación básica.

Según la Fundación Madrina, ONG encargada de detectar casos de ‘mobbing maternal’, cada año en el país se registran alrededor de 4.000 casos de discriminación por ser madre. Los hombres, por su parte, no sufren este tipo de prácticas: las empresas ven con indiferencia el hecho de que se conviertan en padres.

El presidente de la Fundación Madrina, Conrado Giménez, explica que existen tres formas de discriminación. “La primera se produce por la imposibilidad de encontrar trabajo si estás embarazada. La segunda es cuando una mujer anuncia que va a ser madre y la cambian de puesto o directamente la despiden. La tercera es la relacionada con los impedimentos para obtener una reducción de jornada».

Finalmente, hasta un 45% de las mujeres que son madres terminan abandonando el trabajo o son despedidas por su maternidad, mientras que hasta un 50% de las mujeres embarazadas no pueden acceder al mercado laboral.

El 90% de los casos no llega a juicio

Según datos de la ONG, el 90% de los casos no llega a juicio. Los expertos tienden a explicarlo con que en un país sometido al desempleo, a muchas mujeres les importa más conservar su puesto laboral que denunciar infracciones. Pero diferentes estudios indican que en numerosas ocasiones el hecho de callarlo puede provocar serios problemas psicológicos para las mujeres. “Muchas piensan que el problema es suyo, entienden a la empresa y se sienten culpables. Otras prefieren irse. Por esta razón, sólo un 10% de los casos llegan a juicio», dicen desde la Fundación Madrina.

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