Para los que vivimos en sociedades avanzadas es muy fácil y queda muy progre  apoyar las energías renovables,protestar por la contaminación del aire que respiramos o seleccionar la basura en diferentes cubitos para su adecuado reciclaje,lo mismo ocurre con aquellos que se indignan cuando se hacen servir pieles de animales para la ropa.Siempre y cuando no afecte al bolsillo o al estilo de vida que llevan,los ecoprogres se apuntan a cualquier bombardeo mediático de concienciación.

¿Pero que ocurre cuando tienen que sacrificar el gusto por comer carne?

En el momento en el que el supuesto ecologismo ético que defienden les hace salir de la zona cómoda,más conocida como “Matrix” entonces aparecen las clásicas justificaciones egoístas usadas para continuar perpetuando los gustazos gastronómicos de paladares groseros sedientos de carnaza animal a costa de seres vivos indefensos que sienten y padecen como nosotros.

En Corea del sur se les ocurrió la económica idea de matar a millones de cerdos tirándolos en fosas,enterrándolos vivos para que no se extendiese una peste ,tratándolos como si fuesen basura o algo peor .Esto ocurre porque aun no existe conciencia de que comer carne es salvaje y primitivo típico de las sociedades atrasadas como la nuestra que por muy tecnológicos que nos creamos vivimos en el culo del universo,recién estamos bajando de los arboles.

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Una sociedad feliz que viviese en paz condenaría el maltrato hacia nuestros hermanos indefensos incluso para alimentarnos,por desgracia para los animales vivimos en una matrix donde desde el mismo colegio se nos impone como algo imprescindible comer muertos de otras especies en distintas formas troceadas para nuestra correcta nutrición.

Los nutricionistas también usados por el sistema han sido adoctrinados en universidades para hacernos creer que la carne es saludable y parte fundamental del tremendo engaño alimenticio.El hecho de  ingerir cadáveres que tardan varios días en descomponerse en el interior de nuestros largos y herbívoros intestinos mientras liberan una ingente cantidad de toxinas venenosas no puedes ser en absoluto bueno.