Actualización de la situación en la central nuclear de Fukushima, del 10 al 16 de mayo

Reactor 1

Los trabajadores de TEPCO entran en el reactor y comprueban, no sólo la alta radiación, sino que el recinto está lleno de agua. Se piensa en modificar el plan, irrealizable con tan elevada radiación, y se plantean emplomar la instalación y hacer un túnel de plomo. Los trabajadores permanecerán un máximo de veinte minutos para, lo primero de todo, ajustar los medidores del nivel del agua, que creen estropeados puesto que indican que agua no hay.

El problema es que los medidores no están estropeados, como han creído, funcionan bien, pero no hay agua que medir. El nivel del agua está cinco metros por debajo de las barras de combustible. Hay que seguir echando agua para mantener refrigeradas esas barras que aún no se admite oficialmente que estén fundidas. Saben que el agua se desparramará, pero necesitan mantener el combustible a menos de cien grados.

Finalmente se confirma lo que debía estar ya en boca de todos: ya no hay barras de combustible sino un amasijo fundido en el fondo del reactor que ha hecho un agujero de varios centímetros.

Hay algún técnico que opina que ya no es necesario seguir vertiendo agua, según dicen, con escaso volumen de agua se ha refrigerado el núcleo. Evidentemente, si las barras de combustible ya no son tales, sino un amasijo en el fondo, con llenar el amasijo van que chutan. El reactor se ha fundido pero se ha enfriado, dicen, a juzgar por la temperatura superficial.
TEPCO decide echar una cubierta sobre el reactor 1, un armazón de hierro y una fibra de poliéster para proteger a los trabajadores.

De todos modos, no le dan importancia, incluso se alegran de no tener que echar más agua en el 1, parece ser que se ha enfriado por sí solo, precisamente por no tener agua, qué cosas. No hay peligro, según ellos, de criticidad.

Pero la realidad se impone, y se detectan nada menos que 2.000 milisievert en el reactor, consiguiendo que los 700 detectados la semana pasada, que les hicieron caerse de espaldas, parezcan agradables. Los sótanos, además, están medio llenos de agua. Los trabajadores sólo podrán permanecer ocho minutos

En TEPCO ya nadie habla de nueve meses, sino de varios años para retirar las barras fundidas del combustible.

Pero tranquilamente, sin despeinarse el flequillo, se ve este contratiempo como un ensayo antes de ponerse a mirar en los otros reactores. La medición de 2.000 msv tampoco parece afectar mucho, como ocurre normalmente con los desastres cuando duran un tiempo, que poco a poco dejan de impresionar. Claramente han de cambiar de plan. También son conscientes de que ahí no puede trabajar ningún ser humano vivo, y muy probablemente en ningún otro de los cuatro reactores.

Se descubre, en el sentido de dar a conocer por fin algo que tenían que saber desde el mismo momento en que se produjo, que el combustible del reactor 1 se fundió por completo, catorce horas después del tsunami, llegando a alcanzar aquello una temperatura de 2.800 grados.

Se lo piensan mejor y TEPCO decide que, a pesar de las circunstancias, seguirá inyectando agua en este reactor, incluso va a incrementar el número de toneladas, aun sabiendo que acabarán como desechos radiactivos en menos que yo termino este párrafo. Aun así, algunos técnicos que participan en este desastre, empiezan a insinuar que tal vez necesiten un plan B (un plan que no consista en echar agua y ya).

Ahora TEPCO piensa efectivamente en echar más agua para estar pendiente, pues, de cuánta se le escapa y a qué velocidad y a qué temperatura sigue el combustible. Si eso es un plan…

Reactor 2

En el reactor 2 se sigue recogiendo agua de los sótanos donde se encuentran las turbinas, tarea inacabable lógicamente, pues debe tener tantos agujeros como el 1. Incluso para los robots es difícil entrar.
Se reconocen daños y fugas en el recipiente de presión del 2.

Reactor 3

Se había detectado una subida preocupante de la temperatura en el reactor 3, y como se sospecha que ello se debe a que no le alcanza toda el agua que se le estaba bombeando, quizá porque alguna tubería se desvía por otro lado, deciden hacer tuberías nuevas. El domingo se detectan becquerelios a punta de pala. Piensan que proceden, no solo de la piscina de combustible sino también del reactor, de la mezcla de ambas cosas, que han ido a la piscina. En la piscina de combustible se inyecta hidracina a fin de prevenir la corrosión, una corrosión que, recuerdo, provocó la sal del mar cuando al principio quisieron apagar el “fuego” con agua marina.

La hidracina es un producto extremadamente tóxico y muy inestable. Se utiliza en la extracción de plutonio, debido a sus propiedades reductoras. Según técnico preocupado, se utilizará para que el plutonio del reactor 3 vaya al mar, en lugar de a la atmósfera.

TEPCO sospecha que hay una fuga de agua en este reactor que está yendo al mar. Un empleado ha encontrado agua contaminada procedente de este reactor en el océano. Efectivamente, el agua contiene 37.000 becquerelios de cesio-134, cantidad 620.000 veces por encima de lo permitido, y cesio-137, 22.000 veces superior al límite legal, y se ha volcado al mar sin que nadie se diera cuenta, desde una tubería hasta el interior de un pozo de drenaje. TEPCO tapa la fuga, bloqueando la tubería y llenando el pozo de hormigón.

Se sigue detectando yodo, y debido a la corta vida de este isótopo, se piensa en criticalidad, es decir, en que eso sigue emitiendo yodo y lo que haga falta.

Por si fuera poco, un robot encuentra alta radiación en el 3, de 40 a 120 milisieverts por hora, además todo lleno de escombros y la puerta abierta. No piensan enviar trabajadores por el momento.

Se sospecha de daños y fugas en el recipiente de presión de este reactor. Se empieza a drenar el agua de los sótanos de este reactor.

Reactor 4

El reactor 4 está en peligro de colapso. En este foro se debate si no estará algo torcido. Van apareciendo informaciones técnicas que nos dan la razón, y finalmente TEPCO lo acaba confirmando: la capacidad sismo-resistente de la estructura se ha debilitado por la explosión de hidrógeno de los primeros días, que incluso se ha sabido que pudo ser causada por el hidrógeno del reactor 3.

Se instalarán treinta pilares de acero, cada uno de ocho metros de largo, para apoyar la piscina desde la parte inferior. A continuación, un muro de hormigón de 13 metros de largo y de entre uno y seis metros de espesor se construirá alrededor de los pilares. TEPCO planea completar esta estructura a finales de julio.

Y en general

No se sabe qué hacer con tantos litros de agua vertida y contaminada entre los cuatro reactores (unas 90.000 toneladas) Nosotros sí lo sabemos, acabarán en el océano. De todos modos, ellos aseguran que quieren reciclar esta agua, descontaminarla y volverla a usar para refrigerar esos combustibles fundidos. Ya hay 300.000 toneladas previas a estas consideraciones que fueron a parar al mar. Se pusieron vallas al mar, pero ni ellos creen en esa tontería.

TEPCO es acusado de conocer la gravedad de todo esto desde el principio. Para más inri, ahora a TEPCO no le salen las cuentas de la cantidad de agua vertida y la que queda, y va buscando un montón de toneladas desaparecidas, contaminadísimas. Se gratificará a quien las encuentre.

Se han relajado completamente, si es que alguna vez se siguieron, las normas para proteger a los trabajadores. Su mayor protección es en estos momentos una plegaria al beato Woityla (o como se escriba).

Además, se confirma que TEPCO ocultó datos de radiación antes de la explosión del reactor 3. Ni que decir tiene que también a los trabajadores.

Se lleva a Fukushima una plataforma de acero gigante para llenarla con el agua contaminada. En la que apenas cabrán 10.000 toneladas. Tal vez sea suficiente, porque como reconocen, se sigue filtrando de manera constante agua radiactiva al mar.

Como el sarcófago no es una solución, tranquilos y sin inmutarse, van a construir toldos para cubrir la central.

Contaminación

Un mapa aéreo de lluvia radiactiva, confirma que el cesio en la tierra es importante en los alrededores de la central, sobre todo en dirección noroeste. Se confirma que a 80 km. en esa dirección, los niveles de cesio radiactivo superan a los de la zona de exclusión obligatoria de Chernóbil. Y eso que las medidas fueron tomadas desde el aire. Cuando bajen al suelo, les va a dar un infarto.

Además, los niveles de radiación acumulados en la tierra cerca de la central son de largo más altos que los niveles que usó la URSS para evacuar a la población. La zona contaminada por radiación ocupa 800 kilómetros cuadrados, contaminados con 600.000 o más becquerelios por metro cuadrado de cesio-137, según muestra el nuevo mapa.

Por otro lado, la llegada masiva y concentrada de los residuos procedentes del tsunami tendrá efectos negativos sobre los ecosistemas marinos, la pesca y el transporte marítimo, según la Organización Internacional del Pacífico Centro de Investigación de la Universidad de Hawai.

La contaminación empieza a afectar a nuevos productos alimenticios. Se detecta cesio en las hojas de té al sur de Tokio, cuando parte del producto ya estaba vendido.

Se prohíbe la venta de nuevas verduras de Fukushima, ahora les toca a los brotes de bambú y al kogomi. Los osos panda de la zona se van a poner hasta el culo de radiación. También las setas, helechos, nabos y el pescado arena lanza. Un fabricante de alimentos ha detectado plutonio en arrozales a más de 50 kilómetros de distancia de la planta nuclear de Fukushima.

Greenpeace, por su cuenta, detecta niveles de becquerelios en las algas que les proporcionan los pescadores, muy por encima de los niveles permitidos. También se ha hallado ceniza radiactiva en una incineradora de Tokio.

Se encuentra plutonio a más de 50 km de Fukushima.También se localiza cesio radiactivo en Tokio.

Sociedad

Como se sabe, la solución propuesta para el tema de la radiación en los patios escolares es cambiar la tierra; pero, quizá por no saber dónde echar la tierra mala, lo que van a hacer es enterrarla debajo y poner la de debajo arriba. Ahora estará bien, pero dentro de un año tal vez los ruidos de las excavadoras sacando tierra cada vez más profunda entorpezcan la marcha de las clases.

Las compensaciones a los evacuados serán inicialmente de un millón de yenes por familia (unos 8.350 euros) y 750.000 yenes (unos 6.260 euros) para aquellos que vivan solos. Parte de los evacuados regresaron un rato a sus hogares para recoger lo más básico de sus pertenencias, con trajes especiales. Sin embargo, no se podrán llevar animales. Aprovecharán para alimentar a las vacas por última vez, si es que han sobrevivido, y se despedirán para siempre de sus mascotas, abandonadas a su suerte. Otros lo viven de otra manera, sus vacas son su vida, y para otros más, su inversión, y su pérdida, su ruina

La creciente indignación de la opinión pública japonesa ha hecho que se intenten mejorar las comunicaciones sobre el problema nuclear. Para ello se han unificado los cuatro o círculos de información oficial que funcionaban por separado. Así de paso, se enterarán entre ellos de lo que hacen o piensan los demás.

Por otra parte, llegan más noticias sobre trabajadores engañados para ir sin saberlo a Fukushima. Generalmente, son gente vulnerable.

En cuanto a los evacuados, más de 450.000 personas estaban viviendo en albergues justo después del seísmo, pero esta cifra ha descendido ahora a aproximadamente 120.000. Muchos damnificados han abandonado los refugios diciendo que estaban cansados de vivir en grupo. Algunas instalaciones se han cerrado o fusionado.

Profesores de inglés estadounidenses van a volver a dar clases en la prefectura de Fukushima. Les “tira” Japón más de lo que les espanta el miedo a la radiactividad. Los maestros japoneses utilizan su propio dinero para seguir trabajando. Los estudiantes de la Escuela Secundaria Shoyo en Fukushima están usando máscaras, gorros y camisetas de manga larga para asistir a clases y evitar la exposición a la radiación que está en camino de igualar los límites anuales para los trabajadores de la industria nuclear.

Después de las radiaciones, la población sufre la discriminación, rechazados en hoteles, los niños son víctimas de burlas, las mujeres no son consideradas aptas para formar una familia. Pero sin embargo, en Italia acogerán hasta tres meses a niños y mujeres procedentes de las zonas contaminadas.

Muere un trabajador en la central, pero ni siquiera se reconoce que sea por radiación.

Comienza el traslado de los nuevos evacuados nucleares, los que residen en zonas más allá del radio de 20 km hasta los 30. ¿Un poco tarde, no? Debieron ser evacuados hace más de un mes.
En Fukushima deciden sus habitantes por su cuenta, quitar la tierra de delante de sus casas.

Economía

TEPCO solicita ayuda pública al gobierno japonés para afrontar el pago de indemnizaciones y la consigue, el gobierno japonés ayudará a pagar las indemnizaciones a los evacuados de Fukushima. Inyectará, de hecho, la friolera de 43.572 millones de yenes. A las familias les corresponden unos ridículos ocho mil euros y a los que viven solos, seis mil. Se socializan las pérdidas, como estaba cantado, pero en TEPCO realizan el gesto de rebajarse el sueldo. Para no ser menos, el propio primer ministro renuncia también a su sueldo.

TEPCO acepta las condiciones que le han sido impuestas, faltaría más, a saber: enfrentarse a la realización de los máximos esfuerzos de reducción de costos, no establecer por adelantado ningún límite máximo para los pagos de compensación y aceptar una investigación de su gestión por un grupo de terceros designado por el gobierno. Sin embargo, a los accionistas no les van a tocar su patrimonio, van a ser los consumidores, en la subida de la factura de la luz, los que se coman el marrón aportando los fondos para las indemnizaciones a los afectados.

Como la otra eléctrica japonesa, Chubu Electric, podía ponerse celosa, el gobierno, léase los ciudadanos, también apoyará financieramente la suspensión de la central nuclear de Hamaoka, cerrada porque se construyó en una zona sísmica peligrosísima.

Japón desecha el plan de impulsar la energía nuclear al 50% y quiere promover el empleo de energías renovables, aunque manteniendo la nuclear.

En Minamisona no tiran la toalla, si todo se ha ido al garete, ¿por qué no hacer del garete una fuente de ingresos? El alcalde de esta ciudad la ofrece como futura sede para estudios sobre radiación.

Japón para su producción de automóviles en México. Las importaciones de alimentos en Corea del Sur desde Japón se detienen. La pesca japonesa se ha hundido.

Otras centrales en Japón

La compañía propietaria de la central nuclear Hamaoka acepta su cierre y estudia cómo suplir carencia de suministro. Como alternativa, pretenden reabrir una central termoeléctrica alimentada por combustibles fósiles. Mira por dónde, a la hora de entender cómo era posible que una empresa, que todos sabemos que mandan más que los gobiernos, aceptara a regañadientes una sugerencia estatal que iba contra sus intereses, tenemos esta noticia: en USA lo deseaban , ellos presionaron, para proteger su base en Yokosuka, cerca de la central.

Empiezan los procedimientos para desactivar los reactores. Sin embargo, la parada del reactor 5 da problemas. Al final, ni se sabe por qué, se encuentra agua marina en el agua de refrigeración.

En la central de Tsuruga, aunque con valores poco elevados (90 nGy/h), se está soltando radiación al medio ambiente. Se cierran las válvulas para detener la fuga y estudiar cuidadosamente la causa. Las emisiones siguen subiendo a lo largo de la semana (104 nGy).

Resumen realizado por la forera Xsuri de burbuja.info

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