El abogado ambientalista Agustín Bocos repasó los peligros de la exposición a las redes WiFi de conexión inalámbrica para la salud.
En palabras concedidas a ‘La Vanguardia’, Bocos aseguró que dichas redes “emiten radiaciones electromagnéticas a una potencia muy elevada”, provocando “consecuencias nocivas para todos, pero en especial para los niños, más vulnerables porque están en pleno desarrollo”.
“Para conectarse existen otros sistemas que permiten disfrutar de Internet a través de la red eléctrica”, recuerda, añadiendo que la OMS “ha clasificado oficialmente este tipo de radiaciones como posible cancerígeno”.
“Mi consejo es utilizar cable”, ya que “hay estudios que relacionan la hiperactividad, las cefaleas y el mal dormir infantil con estas ondas”, agrega, preguntándose “para qué correr riesgos, si existen tecnologías alternativas sin riesgo”, y pidiendo a la gente que “hay que apagarlo por la noche”, lo que considera “lo mínimo”.
Bocos comenta casos como el de un colegio de Valladolid que tenía “cerca un edificio plagado de antenas de telefonía en la azotea”, y en el que “hubo cinco casos de leucemia”, y añade que “ahora mismo, en un colegio de Pinto hay varios casos y en Dos Hermanas otros cuatro casos”.
“España permite 400 microvatios por centímetro cuadrad. Castilla-La Mancha 0,1, Cataluña 200, Nueva Zelanda 0,01 y Nueva Gales del Sur 0,001. Es como decir que en un lugar se puede ir a 200 km/h y en otro a 100.000″, expone.
Bocos concluye que “la contaminación electromagnética se está incrementando a pasos de gigante en muy poco tiempo y no sabemos qué va a pasar, y probablemente lo sepamos cuando las consecuencias sean irreversibles”.