La planta ha estado filtrando radiación al medio ambiente desde el terremoto y tsunami del 11 de marzo, que dañó las instalaciones.
La contaminación radiactiva en torno a la dañada central nuclear japonesa de Fukushima se amplió hoy, con el hallazgo por parte de las autoridades de niveles altos en las praderas de la prefectura de Miyagi, fuera de la zona de exclusión establecida por las autoridades.
Los expertos encontraron a unos 60 kilómetros al norte de la central un nivel cinco veces superior al autorizado de cesio. Se trata de 1.530 becquereles por kilo de muestra, informó el portavoz Inao Yamada. Para la alimentación de las vacas lecheras el máximo permitido en Japón es de 300 becquereles, informó DPA.
Los niveles permitidos en los pastos para el ganado de cría y para carne son en cambio mucho mayores, de 5.000 becquereles por kilo. El gobierno provincial instó a los aproximadamente 6.000 campesinos de Miyagi a no dar pastos en lo posible a los animales y no dejarlos salir a las praderas.
El lugar donde se midió la radiación está fuera de la zona de exclusión de 20 kilómetros en torno a Fukushima, en la que solo se puede entrar con un permiso especial de las autoridades y con medidas de seguridad. También han sido cerrados otros lugares fuera de este radio.
La planta ha estado filtrando radiación al medio ambiente desde el terremoto y tsunami del 11 de marzo, que dañó las instalaciones. La empresa administradora, Tepco, ha hecho esfuerzos por controlar la fuga.
Tepco informó hoy que el total de agua radiactiva en la planta se calcula en 100.000 toneladas, de las que 7.500 toneladas ya han podido ser sacadas de los reactores 2 y 3.
El reactor 2 es donde más fuido hay, unas 25.000 toneladas, 6.500 de ellas en la planta baja, 13.000 en el edificio de las turbinas y 5.500 en un túnel subterráneo que llega al mar, según la agencia Jiji Press.