Los habitantes de la isla de Ascensión, en el Atlántico, acusan al Reino Unido de querer expulsarlos. Según ‘The Guardian’, las zonas habitables se encuentran precisamente en el lugar donde Washington planea construir una nueva instalación militar.

La isla de la Ascensión pertenece al Territorio Británico de Ultramar de Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña, en el sur del océano Atlántico. Una parte de la zona es utilizada desde mediados del siglo XX por el Ejército de EE.UU. En Ascensión se ubican radares, aeródromos y hangares para la reparación de submarinos estadounidenses.

En los últimos años la población indígena de la isla se ha reducido en casi un cuarto y ahora es de tan solo 800 personas, la mayoría de ellos son originarios de Santa Elena. Las empresas de servicios civiles y militares prefieren traer a los contratistas desde el continente que dar empleo a los residentes locales.

La gente cree que está en peligro, que las autoridades del Reino Unido y EE.UU. simplemente los desplazan de la isla. “Quieren tratar con nosotros de la misma manera como lo hicieron hace 40 años con la población Diego García. Fueron desalojados. Y en lugar de sus casas fue construida una base militar estadounidense”, dijo un nativo a ‘The Guardian‘.

La cuestión del reasentamiento será clave para las próximas elecciones a la Junta de la isla, que es un órgano consultivo. El Reino Unido había prometido a la población de la isla de Ascensión apoyo en la organización del turismo ecológico, pero el proyecto fue cancelado.

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